viernes, 7 de febrero de 2014

Radares "por su seguridad"


Radar Avda. Madrid. Foto La Voz de Galicia
Si bajan ustedes por la Avenida de Madrid y ven un chispazo no se preocupen, porque el radar está en pruebas y todavía no le va a llegar la multa a casa. Eso sí, tampoco se confíen porque a saber qué día empieza la cosa a ir en serio y si se lo toman a guasa se pueden dejar el sueldo y los puntos en esa recta.

Porque eso es lo llamativo… que se ponen los radares en las rectas, y en sitios donde nadie recuerda un accidente. Eso sí, nos dicen que es por nuestra seguridad, pero parecería más lógico que la velocidad se controlara justo antes de una curva peligrosa o en un trazado que deja bastante que desear, no en sitios amplios, con visibilidad y despejados.

Accidente en Volta da Viña  Foto El Progreso
A Volta de Viña, por ejemplo, es un sitio fantástico para un radar, que allí hay mucho descerebrado al que se le va el coche con facilidad porque la curva es muy cerrada y se lanzan mucho algunos. Mejor por supuesto que la Avenida de Madrid o Duquesa de Lugo.

“Es que ahí es donde se suele correr”, dirá la justificación oficial. Ya, pero creo que lo importante no es dónde se corre, sino dónde hay accidentes, ya que lanzarse un pelín de más en lugares donde no hay peligro no supone riesgos relevantes, y lo que parece es que están ustedes a trincar al incauto para vaciarle la cartera. Es lo que parece oigan.

1 comentario:

  1. los radares los financian los fabricantes y los ayuntamientos los pagan con las multas, les son muy rentables, van a robar amparandose en la ley, señalizando que hay radares en carteles con letra pequena, una avenida de sentido unico con doble carril y la ponen a 30!!! esta hecho para recaudar. sois unos piratas, la sangre inglesa os ha dejado lo mejor, luego viene cualquiera cansado de un viaje largo de autopista y por lo que sea tiene que entrar en lugo y se va a dar cuenta,,, ladrones!!!!! os deseo lo peor.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.