viernes, 28 de abril de 2017

La reapertura del Verruga

El restaurante Verruga cerró sus puertas en diciembre de 2015, pero ayer hubo un pequeño “regreso” puntual al ponerse su expropietaria (y madre de un servidor) al frente de las cocinas de ASPNAIS para hacer a los usuarios del centro un menú del libro “Restaurante Verruga: Historias y recetas”. Se nos ocurrió la idea porque no parecía de sentido común que el volumen colabore con el centro sin que sus propios beneficiarios hayan probado los platos que se recogen en el mismo, ¿no creen? 

Hay que decir que para Miluca fue algo sencillo a pesar de los muchísimos comensales que hay en el centro (unos 150) que superan con mucho las 14 mesas que tenía el restaurante, y todo se debe al fantástico equipo de profesionales que hay en las cocinas de la entidad, que hizo todo lo gordo, dejándole a ella el papel de “chef”, revisando y supervisando más que cortando o friendo. ¡Así da gusto!

El menú consistió en paté de cabracho, carne asada de la abuela (Doña Emilia, por supuesto) y natillas, tres de las recetas más sencillas y sabrosas del libro (que pueden conseguir en www.verruga.es) que, como ya sabrán, está prologado por José María Carrascal y colabora económicamente con ASPNAIS.

Desde que cerró el Verruga hubo algunas personas que le propusieron a Miluca alguna aventura hostelera, incluso a nivel particular para alguna celebración o cosas por el estilo, pero siempre se negó en redondo porque está felizmente jubilada y no tiene el más mínimo interés en cambiar su estado laboral. Sin embargo otra cosa es esto, echar una mano a una entidad como ASPNAIS, que ayuda a muchísima gente y de una forma que no imaginan ustedes si no visitan el centro, cosa que les recomiendo.

Después de todo, hay cosas que valen más que el dinero.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 28-04-2017

jueves, 27 de abril de 2017

Mañana, concentración en apoyo de Carlos Portomeñe


Alternativa Cidadá de Esquerdas (ACE), el grupo encabezado por Carlos Portomeñe ha convocado una concentración mañana a las 13:00 horas frente a los juzgados de Lugo en apoyo del propio Carlos. Como sabrán, Portomeñe está siendo investigado por un supuesto delito de injurias y calumnias contra el exalcalde Orozco, quien a su vez es investigado por varias causas relacionadas con temas de urbanismo.

Cuando uno habla mal de alguien imputado por asuntos ligados a la corrupción parece que tiene carta blanca, pero no es así. Estamos acostumbrados a leer las mayores barbaridades contra personas que han sido declaradas inocentes, tanto antes como después de dicha sentencia, y nadie se escandaliza de que se sigan poniendo como ejemplos de la ola de necrosis que asola a este país a Francisco Camps (al que un jurado popular exoneró) o a Pepe Blanco (también libre de polvo y paja).

Nuestro sistema es garantista, lo que hace que algunos culpables logren escurrir el bulto y librarse de la condena que debería tocarles, pero es lo que hay. El principio se basa en que es mejor que haya cien culpables en la calle que un solo inocente en la cárcel, y francamente estoy de acuerdo con ese principio, por duro que sea en ocasiones.

El problema para una parte importante de la opinión pública es que si eres inocente lo eres a todos los efectos. Antes de una condena sigues siéndolo, por muy acusado que estés, y en el caso que nos ocupa ni siquiera ha habido, hasta donde yo sé, acusación formal contra Orozco por el tema del que le acusó Portomeñe.

Carlos Portomeñe
La acusación contra Carlos no es por haber llevado al exalcalde al juzgado por presuntos delitos urbanísticos, como pretenden colarnos, sino por haber dicho públicamente que el anterior regidor obligó al entonces secretario, Luis Regal, a cambiar un informe negativo sobre una recalificación de terrenos. No hablamos de una acusación política o genérica sino de un hecho concreto, un delito grave por presionar a un funcionario que no solo no se ha demostrado sino que ha sido negado por el propio señor Regal.

Carlos afirma que perseguir la corrupción no es delito, y estoy totalmente de acuerdo con él, pero no puedo evitar recordar a los sindicalistas mamporreros que se lían a bofetadas con la policía o destrozan locales y luego dicen que lo hacen para defender a los trabajadores porque no quieren reconocer que iban con unas copas de más o que tienen traumas que descargan en esas ocasiones. También es el argumento usado por los radicales independentistas, con el que pretenden justificar sus desmanes y, en última instancia, incluso el terrorismo. Nadie entienda que estoy relacionando a Portomeñe con estas barbaridades ni de lejos, lo que intento explicar es que las frases rimbombantes son peligrosas si se usan inadecuadamente.

Perseguir la corrupción claro que no es delito si se hace como debe ser: investigando, recopilando pruebas, denunciando... y dejando actuar a la justicia. Pero decir que alguien hizo tal cosa o tal otra sin respaldo de pruebas sí lo es. 

Uno puede decir que hay cosas sospechosas en los mandatos de Orozco; se puede afirmar sin temor a caer en el delito contra el honor que una jueza reflejó en un auto que había indicios de connivencia entre el gobierno del PSOE y el constructor de las torres del Garañón en los temas urbanísticos; se puede escribir sin miedo que es harto sospechoso que se firmaran documentos un 31 de diciembre, sábado y día no laborable en el Ayuntamiento para mayor fantasía, que beneficiaban enormemente al constructor porque le resultaban más beneficiosos que esperar al día siguiente, en que entraba en vigor la nueva ley del suelo... Se puede hablar de indicios, de suposiciones o de presunciones siempre que se aclare que son tales y no hechos.

También se puede acusar, pero hay que ser consciente de que no se puede calumniar porque lo contrario hace que muchos que buscan titulares se lancen temerariamente a la caza de la noticia reveladora, sea o no sea cierta.

Me escuece mucho que Portomeñe se vea en el juzgado por este asunto. Es una de las personas que más alto más claro ha denunciado los desmanes del Ayuntamiento de Lugo en la era Orozco y tiene cierta lógica que en la vorágine de acusaciones se le haya colado alguna frase que no debía. Tiene toda mi comprensión y mi apoyo en ese sentido.

En el fragor de la batalla política se aceptan cosas que en la realidad no deberían tragarse e incluso la cuestión es más sencilla: ¿constituye un delito de injurias y calumnias? ¿Llega a tanto la cosa? Lo dudo mucho, aunque eso queda en manos de Su Señoría, que es quien tendrá que decidir si la cosa es tan grave.

Como ejemplo de que no siempre se acusa de querellas a quienes dan como hechas meras acusaciones, hemos de ver muchos titulares de prensa. Que se impute a alguien un delito genera cabeceras que lo dan por cierto. Frases como “Fulano gastó x miles de euros en prostitutas”, o “Mengano se apropió de nosecuantos millones públicos” son el pan nuestro de cada día, aunque al final algunas de esas “verdades” acaben en nada sin consecuencia alguna para el medio de comunicación o el periodista que los difundió. ¿Acaso es más grave que lo diga un concejal?

Un ejemplo de un titular que afirma algo que no está juzgado,
si bien lo saca de las propias declaraciones del exconcejal.
Por último, apuntemos una reflexión: en un país donde hay que escuchar a un tío que se llevó a 17 personas por delante en 20 atentados decir que no “asesinaba” gente sino que la “ejecutaba” sin que podamos meterle unos añitos a la sombra de propina por gilipollas, llaman la atención este tipo de juicios contra alguien por hacer un cartel de Carnaval, un tuit que contiene chistes que llevan en la calle cuarenta años sobre el atentado contra Carrero Blanco, o porque se le ha calentado la boca en un ambiente de denuncia de la corrupción.

Confío en que no condenen a Carlos Portomeñe por esto, la verdad. Incluso aunque fuera culpable. Hay gente por la calle de la que sabemos que se ha llevado dinero de todos y encima les tratan de usted. Las comparaciones son odiosas.

miércoles, 26 de abril de 2017

La generosidad anónima de un lucense conocido


Cuando hablamos de la generosidad de Amancio Ortega, que a través de su fundación reparte millones de euros en forma de aparatos para la sanidad pública, guarderías o colaborando con Cáritas no falta quien lo ponga pingando con argumentos más o menos discutibles. Dicen sus críticos que hay mucha gente que hace donaciones muy generosas y que no lo andan luciendo por ahí, y en ese punto tienen toda la razón. Hoy vamos a hablar de alguien que ha hecho precisamente eso.

Emilio en su foto del Facebook,
que me he permitido "robarle"

Les voy a hablar de Emilio Eiras Mouriz, quien hasta hace pocas fechas mantenía la Peletería Jañez que cerró recientemente por su propia jubilación. No le he pedido permiso porque sabiendo que no busca publicidad ni reconocimiento probablemente me lo denegaría, con su habitual modestia, así que me tomo la confianza que da la amistad. Emilio, va por ti.


Cuando un negocio echa el cierre, y más cuando vende productos de altísima calidad, de lujo incluso, como es el caso de una peletería de reconocido prestigio, lo habitual es que los productos restantes sean vendidos con grandes descuentos, cosa que Emilio hizo por supuesto. Hasta el 70% de rebaja en los abrigos de pieles hicieron que muchos abandonaran sus perchas para ir a parar a las casas de las felices propietarias. Hablo en femenino porque pregunté si tenían prendas para hombre y no, eran todas de señora.

La reja de Jañez bajó para siempre, lamentablemente
Aún así es casi imposible vaciar completamente el local, así que hay empresas que se dedican a comprar las existencias sobrantes y a venderlas después sacando un razonable beneficio porque siguen siendo productos de altísima calidad y a precios muy reducidos, el “chollo” que todos buscamos día tras día.

Sin embargo el buen Emilio no quiso aprovechar esto último y sacar un buen dinero a los abrigos, así que los donó íntegramente a la Asociación Española Contra el Cáncer. Los regaló, sí, lo que leen, a una noble asociación que lleva a cabo una tarea importantísima al frente de una lucha que todos o casi todos por desgracia hemos sentido cercana en algún momento. La labor de apoyo al enfermo, a su familia, e incluso la puesta a disposición de medios para quienes no los tienen son algunos aspectos del enorme poliedro que es la A.E.C.C.

Pues a esta causa es a la que Emilio decidió donar los abrigos de la Peletería Jañez. Imagino que habrá algún tipo de acto o de subasta pública para darles salida, y no puedo menos que pensar que será un acto en que se recaudará una cifra más que generosa para la asociación, y todo se lo deberemos a esta buena persona que prefirió ayudar que lucrarse, y sin que se haya sabido, que es más meritorio todavía.

“La caridad que se pregona no es caridad, es vanidad”, dice una frase que utilicé para encabezar un artículo de este blog. Pues aquí tienen caridad o generosidad en estado puro, la de los amigos de Peletería Jañez, cuya publicidad es ya irrelevante porque no venden nada. Han cerrado como tantos negocios de toda la vida que dan vida y personalidad a una ciudad como Lugo, pero ese es otro asunto del que ya hablaremos.

martes, 25 de abril de 2017

"Si quieres conocer a alguien observa cómo trata al camarero"


Leí el otro día en algún lado una frase que me gustó: “Si quieres conocer a alguien observa cómo trata al camarero”. No hay duda de que estas breves palabras encierran una gran dosis de verdad y que la gente se muestra tal como es en situaciones cotidianas, incluidas aquellas en que creen que nadie les mira. Ayer estuve un ratito sentado en una terraza en el centro esperando por unas personas y no pude evitar fijarme en lo reveladores que son estos comportamientos.

Lugo es una ciudad tradicionalmente relacionada con la hostelería. La cocina de nuestra urbe, inmortalizada en la frase de Don Alfredo Sánchez Carro "...y para comer, Lugo", resume magistralmente las virtudes de este pequeño punto del mapa. Quizá por eso ha habido siempre tal profusión de bares y los barrios se comienzan a poblar en cuanto aparece la primera barra donde tomarse unas cañas, es nuestra seña de identidad junto a la Muralla.

A lo mejor por eso es tan sangrante que la hostelería sea una de las últimas formas de discriminación popular que se mantiene sin denuncia por parte de nadie. Hay campañas de todo tipo para que se respete a casi todos los colectivos, pero ninguna reflexiona sobre la mala educación de una parte más que considerable de la clientela frente al colectivo de los camareros.

Las mismas personas que cuando van a Zara son educadísimas y le dicen a la persona que les atiende “mire, por favor, si fuera tan amable de decirme si les quedaría una talla más”, no dudan en pegar un berrido al salir de allí y entrar al bar de al lado y soltar un “¡ponme una caña!”, sin siquiera mirar a la persona a la que le grita. 

Quienes están de cara al público saben de qué hablamos. Recientemente un amigo que trabaja en una zapatería publicaba en el Facebook unas duras palabras sobre una clienta que le trataba como si fuera su esclavo, que en todas partes cuecen habas. Hay combinaciones de todo tipo, con maleducados en todas partes y personas amables allá a donde van, pero no he visto nunca la inversión del principio que antes les exponía y que alguien sea más amable en un local de hostelería que en un comercio. También es cierto que hasta hace poco mi mundo estaba más cerca del de la barra, pero oigan, uno habla de lo que observa.

Probablemente muchos de ustedes estén pensando “¡yo no hago eso!”, y espero realmente que sea así porque no imaginan la dureza del trabajo detrás de una barra, por muchísimos motivos, entre los que está el propio contenido del mismo (¡la de kilómetros que se hacen bandeja en ristre!), los horarios y, sobre todo, el calendario al que estás sujeto. ¿Tan difícil es pedir todo al mismo tiempo o, si alguien se equivoca (todos lo hacemos) decírselo con una palabra amable?

Haciendo un ejercicio mental les voy a proponer que cuando vayan a cualquier sitio a tomar algo o a un comercio a mirar cualquier cosa se intenten poner en la piel de quien les atiende. Piensen que podría ser su pareja, su padre, su madre o un hijo suyo. Piensen que esa persona está prestando un servicio y que igual que cualquiera merecen un mínimo de cortesía, sea dependiente, camarero, operario de una gasolinera o cirujano maxilofacial.

Ya sé que es muy básico hablar de esto, pero si se sientan en cualquier local y observan detenidamente lo que hace la gente que les rodea durante diez minutos verán de qué les hablo.

lunes, 24 de abril de 2017

¿Por qué se cabreó Charlton Heston en Lugo?*

Presentación de "Restaurante Verruga: Historias y recetas" en la Casa de Galicia de Madrid
 Las “promos” de las cosas que uno mismo lleva a cabo son divertidas. La presentación del libro del Verruga en Lugo fue una maravilla, con la Galería Sargadelos al frente de la cual está el siempre generoso Jesús Pérez Regueiro (Suso), a rebosar de amigos. Viajar a Madrid a la Casa de Galicia con la coautora (que encima es mi madre, lo que siempre da tranquilidad) y José María Carrascal (prologuista de la obra) es algo muy satisfactorio, y más si encima te encuentras con que hay un número más que razonable de personas en el público, cosa no tan fácil como pueda parecer a pesar de que parece que en la capital todo está siempre lleno de gente.

Hoy toca volver a sacar los honorables galones de autores y estaremos a las 19:00 horas en los soportales del Ayuntamiento en el puesto de la librería Balmes firmando ejemplares y resolviendo dudas que puedan tener los que ya tengan el libro relativas a la cocina. Para tranquilidad de todos (sobre todo mía) de esto último se encargará Miluca, que es la que sabe de eso. A mí se me ha pegado lo justo, lo que me permite decir cada vez que veo unas gambas al ajillo flotando en aceite que les sobra más de la mitad, pero por supuesto nada que ver con toda una vida de dedicación a la cocina.

Reconozco que esta parte es divertida. Bueno en realidad todo lo fue. Escribirlo fue un ejercicio más que interesante de memoria familiar y de búsqueda de material (fotos sobre todo) que al final hay que condensar hasta llegar a una esencia. La única pega de todo el proceso fue una “crisis espiritual” que sufrió mi madre cuando vio las recetas escritas, que le parecieron demasiado simples para un libro de cocina de un restaurante con el nombre del Verruga. Afortunadamente recapacitó y aceptó el argumento de que esa sencillez es precisamente lo bonito de todo esto, el demostrar que no hace falta tener nitrógeno líquido ni espuma de nosequé para mantener en lo más alto a un restaurante durante 65 años. No es poca bandera para sostener.

Ayer me pasé por el puesto de Balmes y me encontré con Ana Vila, otra de las atrevidas autoras, miembro del club de la autoedición de la ciudad. Es una de las valientes que se ha atrevido a poner su dinero por delante para sacar adelante un libro, y que ha tenido la ilusión y el empeño de ver sus letras en negro sobre blanco y en las estanterías de las librerías. Es un paso complicado pero muy satisfactorio a decir verdad.

Por supuesto tenemos en Lugo casos de éxito indiscutible, como el meteórico Héctor Castiñeira, que firma ya tres más que exitosas obras con su alter ego “Enfermera Saturada” y que ha lanzado el cuarto hijo de papel con un nuevo personaje, “mamá saturada”. Un más que seguro exitazo más en su ya larga lista de libros que reflexionan sobre cosas importantes disfrazándolas de humor, que es la forma más difícil de literatura. Es muchísimo más sencillo hacer llorar que hacer reír, se lo dice quien ha probado esto último.

En fin, que ya saben: si quieren conocer por qué se cabreó Charlton Heston cuando estuvo en Lugo o por qué Adolfo Suárez nunca volvió a pisar nuestro restaurante, o si están deseando aprender a hacer el rape Santurce o los Callos de Doña Emilia tiren de libro, que es algo que siempre es positivo. Y si quieren esta tarde de 7 a 8 nos vemos en la Plaza de España.

* La respuesta al titular en el libro... ;)

viernes, 21 de abril de 2017

El casco histórico de Lugo, ¿Patrimonio de la Humanidad?

Tres Patrimonios en un punto ¿Podrían ser cuatro? Foto: La Voz de Galicia
Tanto las asociaciones de todo tipo, incluidas las vecinales y empresariales, como la ciudadanía en general han recibido con bastante indiferencia la propuesta de Lugonovo de pelear por el título de “Patrimonio de la Humanidad” para nuestro casco histórico. Podría parecer sorprendente en cualquier otro sitio, pero en Lugo el pasotismo es, lamentablemente, moneda de cambio habitual.

El origen de esa desgana probablemente se deba a que el impacto de la declaración de nuestra Muralla como Patrimonio por la Unesco, así como del Camino y de la Catedral no han supuesto el revulsivo que se suponía, y si bien es cierto que ha aumentado el número de turistas, no se ve que se haya creado una industria realmente importante más allá de lo que habría logrado la ciudad por sí misma sin esa distinción.

Probablemente hizo más por el flujo de visitas aquel famoso eslogan de Don Alfredo Sánchez Carro - “...y para comer, Lugo” - que la subida a los altares culturales de nuestros principales monumentos, o al menos es lo que parece percibirse como impresión en la calle, y seguramente esa forma de verlo tenga bastante que ver con la realidad.

El problema de Lugo no ha sido que la declaración de Patrimonio no funcione, sino que no se explota adecuadamente. No hay más que ver el jugo que le está sacando Mondoñedo al tema del Camino del Norte y a la declaración de su Catedral como Patrimonio de la Humanidad, que vemos hasta en la sopa día sí y día también gracias a la excelente labor de su alcaldesa, Elena Candia, quien sí ha sabido aprovechar el título para tirar por lo suyo.

La habitual miopía municipal de todo lo que no suponga réditos cortoplacistas en forma de voto, hace que se preste muchísima más atención a organizar charadas en el cementerio o conciertos en el mercado que a promocionar el que sin duda es uno de los fenómenos de peregrinación más importantes del mundo. Total, el peregrino no vota en Lugo así que les importa un cuerno lo que opinen.

jueves, 20 de abril de 2017

Dios da Camino a quien no tiene dientes

Uno de los innumerables mapas que destacan Sarria por su "hecho diferencial"

La alcaldesa de Sarria, Pilar López
Cuando un representante político alumbra una iniciativa, en ocasiones no compartes el criterio pero comprendes por qué lo hacen. En otras no. Este último es el caso del anuncio de la Alcaldesa de Sarria, Pilar López, que ha comunicado a un mundo indiferente que luchará porque se “estiren” los 100 kilómetros que ahora se exigen para obtener la Compostela al hacer el Camino de Santiago, lo que trae como consecuencia directa que los miles de peregrinos que ahora empiezan su andadura en su población no lo hagan. No lo entiendo.

Ser punto de inicio del Camino es un chollo. Para empezar por lo obvio, te sitúa en el mapa. ¿Cuántas personas de Europa conocen Sarria por el mero hecho de haberse molestado en ir allí a iniciar su ruta? ¿Esas mismas personas recordarán lugares como Palas de Rei, Melide o Arzúa por haber pasado por allí? Tengo mis dudas.

En el año 2016, según la siempre eficiente (incluso para lo malo) Oficina del Peregrino, iniciaron en Sarria el Camino un total de 71.766 personas, lo que supone un 25,83% del total. Es la población que encabeza el listado, seguida de lejos por Saint Jean Pied de Port con menos de la mitad, 33.656 personas (12,11%). ¿Por qué iba Sarria a renunciar a este tremendo escaparate? ¿Qué lógica tiene pasar a ser un lugar del montón?

Si 71.766 personas iniciaron el Camino en Sarria de alguna forma tendrán que llegar allí, lo que aumenta notablemente la demanda de transportes públicos para la ciudad, tanto de autobuses como de trenes, lo que implica que sean un destino prioritario en los planes de las empresas concesionarias y de Fomento a la hora de diseñar futuras líneas.

Por mucho que la Alcaldesa de Sarria diga que la gente no se queda a dormir, me cuesta bastante creer que la gente se baje del autobús o el tren y se eche a andar así por las bravas. Malo será que no tomen algo antes de iniciar ruta, o que no compren alguna chilindrada de última hora, y 71.766 chilindradas son muchas de nuestro señor.

Dios le da pan al que no tiene dientes, y personalmente siempre he sentido envidia de Sarria por su “hecho diferencial”, su característica de ser la primera población importante que está a más de 100 kilómetros de Santiago por la ruta más transitada. ¡Y quieren cargarse eso!

La asociación Lugo Monumental, con la colaboración del gran Chencho Pardo, el aval del Obipado de Lugo y el patrocinio de La Voz de Galicia editó una credencial propia de Lugo con la intención de convertir nuestra ciudad en la “Puerta del Camino Primitivo”, aprovechando la circunstancia de que estamos a unos 103 kilómetros de la tumba del Apóstol. Ya ven lo que es la vida. Unos quieren lo que otros desprecian.

En cualquier caso, modificar ese criterio es, en mi opinión, una tontería. Es arbitrario, claro que sí, pero también lo será cualquier otro. Se hablaba de 300 kilómetros, que es una cifra tan aleatoria como la de los 100, y también de que comience en la frontera de Galicia con Castilla y León, como si ese hecho político fuera palabra de Dios. En su día se optó por un número redondo, 100, y es una cosa tan discutible como aceptable ¿A qué viene ahora ponerse a cambiarlo? ¿Acaso hay algún interés oculto?

Lo que me sorprende es que quien pone esto sobre la mesa ahora sea la representante de una de las poblaciones más beneficiadas por la distancia actual. Si Pilar López piensa que habrá más intensidad de servicios con gente de paso que con gente que comienza allí, me parece que se equivoca radicalmente.

miércoles, 19 de abril de 2017

Los autobuses de Lugo siguen sin plan

Los años pasan. Los problemas permanecen. Los ciudadanos esperan.
El BNG hizo divulgó ayer su demanda de que se haga público el proyecto de transporte que la empresa adjudicataria de los autobuses urbanos tendría que haber presentado al gobierno municipal. Supongo que el corolario lógico sería decir “o que se haga público que se incumplió ese compromiso ante el silencio del gobierno local”, pero esto es de mi cosecha.

Rubén Arroxo recuerda que la empresa tenía un plazo de un año desde la firma del contrato, que se produjo a principios de 2016, y a día de hoy no se ha hecho público. Añade que su grupo tiene propuestas y sugerencias para el transporte urbano y que por eso necesitan que se conozca el proyecto que la empresa adjudicataria tenía la obligación de presentar.

El BNG pone el dedo en la llaga. Su postura relativa al tema de movilidad y humanización de la ciudad es más que razonable y coherente, teniendo como faro el exitoso modelo de Pontevedra y su incuestionable defensa del peatón, la bicicleta, el transporte público y la racionalización del vehículo privado (por ese orden). Arroxo nos recuerda acertadamente que el año ya ha pasado y que seguimos pendientes de saber por dónde y en qué horarios van a pasar los autobuses de Lugo.

Como suele suceder en Lugo con tantos y tantos temas, el problema del transporte no se ha enfocado utilizando el sentido común, sino el oportunismo y la propaganda política. Bandazos, acelerones y frenazos en el diseño del tráfico en Lugo no ayudan a que se pueda pensar en una verdadera red de transporte urbano pública, que adolece de muchísimos fallos que se podrían corregir prestándoles algo de atención.

La base para esto sería tener un plan de movilidad como Dios manda. Lo había y se pagaron por él bastantes miles de nuestros euros, pero está guardado en un cajón cogiendo polvo y no se le hace ni caso porque de hecho ya está desfasado por la realidad. Ni siquiera contempla las más recientes peatonalizaciones, que descoyuntan todo el sistema planteado en el documento, que ya tiene unos añitos (es de 2009 si mal no recuerdo).

Si no tenemos esa base, si no contamos con una primera visión general de cómo queremos que funcione el tráfico en Lugo, malamente podemos adaptar a dicha perspectiva la circulación de autobuses, y precisamente por eso no tiene el más mínimo sentido que hayan sacado a concurso el contrato de los buses urbanos sin una planificación ni un proyecto, que le han encasquetado a la empresa concesionaria para sacarse de encima el marrón de hacerlo ellos.

Curiosamente, y a pesar de que como les digo es la empresa la que tiene que hacer el proyecto, se desarrolló una gran campaña publicitaria en que la alcaldesa iba de barrio en barrio “recogiendo las demandas de los usuarios” para, una vez impresas y encuadernaditas, remitirlas a la empresa. Vamos, una forma de hacer ver que se hace sin hacer, táctica maestra que puede colar en alguna ocasión pero menos si se utiliza en todas. Aquí no se trata de coger un plano de Lugo y dibujar con rotuladores de colores, la cosa es bastante más compleja y me parece que no se afronta con la debida seriedad.

Incluso a un liberal como yo le sorprende que esas decisiones descansen sobre los hombros de quienes intentarán economizar lo más posible sus obligaciones, y creo que se ha partido de un mal concepto de “liberalizar”, que no significa “que la empresa haga lo que le apetezca”. Lo lógico habría sido sacar a concurso un servicio de transporte urbano ya diseñado, con sus paradas, sus frecuencias y sus horarios bien explicados para que las empresas puedan “pujar” por gestionar ese servicio con cierta garantía de saber con qué se van a encontrar. No es el caso.

Veamos qué pasa, aunque mi instinto me dice que las líneas serán parecidas a las de ahora solo que vendidas con más eficacia. Total, los anuncios los pagamos nosotros...

martes, 18 de abril de 2017

Una visita sobre el Camino que ignora el Camino

Monolito en la entrada del Camino en la Muralla. Sorprendentemente no visitado.

El Viernes Santo tuvimos visita en casa. Vino un amigo al que le propusimos ir a una ruta guiada de las organizadas por el Ayuntamiento de Lugo, y elegimos la dedicada a Camino Primitivo de Santiago, por ser diferente a los trayectos habituales por la ciudad y porque, seamos sinceros, me picaba la curiosidad por saber qué es lo que explicaban del Camino en Lugo.

Empezaré por decir que la guía fue amena y los datos aportados razonablemente interesantes, presentados con gracia (a pesar de que una parte importante del público no parecía estar muy por la labor de seguir las bromas a la guía) y que me enteré de cosas que no sabía. Algunas incluso ciertas, aunque no todas.

La duración superó las dos horas, lo que en una visita pagada por fondos públicos es algo digno de respeto. Para los usuarios fue gratuita lo cual hay que recalcar porque ya sabemos que lo que no cuesta dinero (insisto, al usuario directo) parece que tiene que ser de menor calidad y no, para nada, fue muy positiva y detallada. La guía que nos condujo por nuestras calles tuvo referencias de todo tipo a la historia de la ciudad en diferentes épocas (no cayó en el manido monotema del Lugo romano sino que habló de las épocas medieval y moderna, lo que me gustó muchísimo), y a costumbres actuales como el tapeo o el uso de la Muralla como circuito deportivo.

Quiero dejar claro que la impresión fue muy positiva. Lo repito tanto porque ahora empiezo con las críticas, y no me gustaría que pareciera que lo que no me gustó eclipsa a lo positivo. El esfuerzo de la guía fue encomiable y creo que los fallos a los que voy a aludir son más de la organización que de la persona que enseñaba Lugo a los turistas.

Esto es lo único importante, la noticia
para que la gente crea que se hace lo que no se hace.
El primer gran error es el título de la visita. Si te apuntas a un recorrido titulado “Camino Primitivo de Santiago” das por sentado que se centrará en eso, ¿no? Pues no. En las dos horas y un poco que duró el asunto, solo ese “poco” se dedicó al Camino, del que se nos dieron vagas referencias que ocuparon escasos minutos. Sí se mencionó que desde Lugo se puede conseguir la Compostela, pero creo que esa fue la única cuestión de interés que se dijo.

Ni siquiera recorrimos el tramo del Camino “intramuros”, cosa que daba por sentada pero que no se produjo. Solo fuimos desde San Pedro (ni salimos a la ronda a ver el monolito que habla la peregrinación de Alfonso II) hasta la Nova, donde nos desviamos del trazado para bajar por delante del Ayuntamiento y los Franciscanos hasta llegar a la estatua dedicada a César Augusto y Paulo Fabio Máximo donde se informó a los turistas de la existencia del Arde Lucus... fiesta que según la información oficial facilitada nació a iniciativa del Ayuntamiento de Lugo, quien “hace doce años decidió vestir a los niños de los colegios de romanos para ver qué sabían de esa época de la ciudad” y después la fiesta se “contagió” a los padres y abuelos que vieron que era muy divertido. ¡Así se escribe la historia, ya ven! Creo que algún día habrá que plantearse documentar realmente el nacimiento del Arde Lucus al que, como todas las cuestiones exitosas, le salen padres (y sobre todo madres) como hongos.

Monolito en el tramo ignorado
Pero a lo que íbamos, la visita terminó frente a la Catedral, desde la que se dirigió erróneamente por la calle Santiago a los interesados en hacer el trazado del Camino en Lugo. Eso ya me lo esperaba, la verdad, visto el lamentable estado del primero de los recorridos de peregrinación a la tumba del apóstol una vez pasada la Puerta del Carmen. Da vergüenza y era evidente que el Ayuntamiento engañaría a los turistas como viene haciendo habitualmente para que no hagan fotos de lo que han demostrado que creen que es mejor esconder que arreglar.

El Camino Primitivo es un tesoro que muchas ciudades matarían por tener. En Lugo lo único que importa es que la concejala pueda decir por ahí que “miren si le damos importancia al Camino que hasta hacemos rutas turísticas sobre ese tema”, cosa que ya anunciaron en prensa como un gran éxito sin que tenga la menor relevancia para su criterio que en esa visita se dediquen cinco minutos de los 130 a la ruta de peregrinación.

Quiero felicitar a la guía. En esas dos horas hizo un buen repaso a la historia de la ciudad. Fue una visita muy completa y vuelvo a repetirlo porque no me gustaría que se entendiera este artículo como una crítica a su buena labor. El problema creo que es que se le echó encima el “marrón” de ofrecer una visita sobre un tema que no estaba en cartera con el fin de que parezca que se hace lo que realmente no se hace: promocionar el Camino.

Publicidad engañosa. No hubo tal ruta por el Camino.

jueves, 13 de abril de 2017

La vieja cárcel



Lugo cuenta con un nuevo centro cultural: la vieja cárcel. Un maravilloso espacio limpio, amplio, céntrico... y vacío. Se une a las demás estructuras de la ciudad, que hay que dotar de contenidos, lo que no es sencillo viendo la no por no esperada menos triste experiencia del MIHL, un fracaso tanto de público como de utilidad.

La vieja cárcel tiene muchas ventajas frente al museo de Frigsa, siendo la más importante de todas su ubicación. También cuenta con coquetos espacios en las celdas, respetadas con exquisito gusto y que pueden dar mucho juego si se utilizan correctamente.

Una forma de darles contenido podría ser ceder su uso a particulares y entidades del mundo de la cultura. Incluso a empresas, sí. Podrían servir tanto de oficinas para asociaciones de ese ámbito como, más bonito todavía, talleres para los artistas. Imaginen un pintor en una celda, una escultora en otra, la tercera dedicada a un ceramista... todas ellas cedidas gratuitamente con un único compromiso: permitir que los visitantes observen su actividad desde la galería. Podría ser precioso... ¡y útil! Las demás salas se podrían utilizar para exponer el resultado de la actividad de los artistas que trabajen en las celdas, y además sería un espacio común, un punto de unión. Hasta se podrían plantear fórmulas de autogestión para los interesados, hay mucho que hablar sobre esto.

La reforma de la vieja cárcel ha costado 5,7 millones de euros, una cifra notable si tenemos en cuenta que el presupuesto para reformar el Hospital San José es de tan solo 3 millones y la extensión es sensiblemente mayor, pero lo importante ahora que ya está el dinero gastado es ponerlo a funcionar. Que no sea otro desastre como el MIHL.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 12 de abril de 2017

miércoles, 12 de abril de 2017

Lo importante no es la fe, sino la persona que la profesa


En mis tiempos fui catequista. Recuerdo que la fe era un bálsamo que ayudaba a curar los disgustos y que además tenía una ventaja enorme que era la confesión. Contabas al sacerdote lo que habías hecho mal y sabías que si tenías genuina intención de no volver a caer y te arrepentías sinceramente eras perdonado nada menos que por Dios a través de su franquicia terrenal.

Es una de las muchas ventajas de la religión. De las desventajas no hace falta hablar porque ya se encarga generosamente una parte de la sociedad de hacer binomios vergonzosos como cura=pederasta o cosas similares, tomando una parte por un todo y obviando las grandes cosas que han hecho personas en nombre de una creencia que, como toda creación humana, tiene luces y sombras.

Cuando vienen los malos tiempos la tentación de rezar a un poder superior está arraigada en nuestro ADN, y buscar consuelo en la fe puede ser positivo para mitigar la pena por la pérdida de familiares y amigos. También te da una esperanza de eternidad, de pervivencia tras el inevitable final. El problema es que la religión no se elige: o crees o no crees.

Personalmente sufrí lo contrario de una “iluminación”. Un “apagón” podríamos llamarle, y ayer me encontré con una amiga que me hizo reafirmarme en esa falta de fe. Una de las mejores personas que conozco, amable, educada, simpática, buena gente, casada con un hombre que es su perfecta media naranja porque reúne sus mismas cualidades y su bonhomía. A la pregunta de “¿qué tal estáis?” la respuesta terrible: “Mal. Mi marido se cayó y se quedó en silla de ruedas”.

¿Qué clase de Dios todopoderoso y de amor infinito puede consentir que a las buenas personas les pasen cosas así? ¿Justifica la supuesta libertad del ser humano, ese famoso “libre albedrío”, la maldad de los accidentes? ¿Acaso pensar que una supuesta vida después de la muerte va a recompensar a los justos y castigar a los injustos es razonable?

Respeto a las personas creyentes, igual que puedo respetar a quien no piensa como yo en otros ámbitos, pero soy incapaz de entender cómo se puede justificar ese tipo de situaciones con fe. A mí, desde luego, ver ese tipo de cosas es lo que me hizo perderla.

¿Te hace peor persona no tener fe? Supongo que dependerá del caso. Habrá quien piense que si no hay “justicia final” tras la muerte puede hacer lo que le venga en gana y dañar a sus semejantes de cualquier forma porque no tendrá consecuencias. Sin embargo conozco gente así a montones, y no todos son ateos ni mucho menos, hay monstruos tremendos de misa semanal. Por otra parte, también habrá quien piense que si no hay un paraíso tras esta vida tendremos que intentar estar aquí lo mejor posible, y eso solo se conseguirá si todos arrimamos el hombro. Cada cual reacciona de acuerdo a su naturaleza.

El sentimiento religioso es muy fuerte en mucha gente, y a gran parte de la población le ayuda a ser mejores personas, aunque solo sea por miedo al castigo del día después. También es, junto al amor, la mayor fuente de creación artística de la Humanidad hasta la fecha, y aunque solo sea por eso tiene lógica respetarla, siempre y cuando no intente imponer sus criterios a los demás, cosa harto complicada en uno y otro sentido.

Obviamente el mismo sentimiento que hace que una persona entregue su vida al servicio a los demás, en un hospital, una misión o lo que sea convierte a otros taladrados en asesinos de masas en nombre de su fe. Pero si no mataran por su Dios lo harían por su bandera, por su equipo de fútbol o por su licor de manzana favorito. Chalados los hay para todas las causas.

Al final se trata de respetarnos unos a otros y de no menospreciar a los demás por sentir que hay un poder superior que nos vigila, o de no menospreciar a los demás por sentir que no hay un poder superior que nos vigila. Cada cual es muy libre de pensar lo que considere oportuno.

Lo importante no es la fe, sino la persona que la profesa ¿Qué quieren que les diga?, hoy estoy filosófico.

martes, 11 de abril de 2017

La nueva obra de la vieja cárcel


Mantener elementos de las celdas, un acierto.
 Ayer les hablé del fantástico concierto que la LUCA nos ofreció en el patio de la antigua cárcel, y hoy les hablaré del edificio en sí mismo, tal y como quedé de hacer.
La impresión es positiva, sin duda alguna. Una estructura amplísima, reformada con buen gusto (salvo las escaleras, la entrada y la cafetería donde se abusa demasiado del mármol en mi modesta opinión) y predominando las líneas sencillas y el blanco nuclear como único color en contraste con la madera y la piedra. En lo que se refiere al continente, casi nada que objetar salvo pequeños detalles.
El primero es el ya mencionado, el mármol. Excesivo para mi gusto (pero insisto, sobre gustos...) donde yo habría puesto probablemente granito del país o incluso pizarra. La sensación del mármol es bonita los días de sol y calor, pero demasiado fría para el clima lucense.
Por otro lado la “biblioteca” es absurda. Darle ese nombre a un espacio donde solamente hay una mesa y ocho sillas (literalmente) es, además de pretencioso, una tontería. Hasta como sala de lectura me parece demasiado escasa para su fin, a menos que su único objetivo sea “que se vea” y no “que se use”, cosa que parece razonablemente creíble si vemos que los escasísimos libros de la supuesta “biblioteca” ni siquiera tienen el típico sello de “propiedad de la biblioteca municipal de la antigua cárcel” o similar.
La supuesta "biblioteca"
Insisto en que en mi opinión sobra el edificio delantero. Quizás cuando propuse eliminarlo completamente fue exagerado, pero al menos reducirlo a sus dimensiones originales (de planta baja) habría sido lo razonable. La cafetería se podría hacer igual en la parte trasera, la principal, y además podría abrirse el acristalamiento tanto a la zona de la plaza de la Constitución como al propio patio de la cárcel, que sería precioso, pero bueno, ahora ya está y no vamos a darle vueltas.
Lo que es la cafetería no sé yo... Muy bonita para visitar brevemente pero un asadero cuando hace sol para estar sentado tomando algo. Las vistas muy chulas, porque además no se me ocurre ningún otro sitio de todo Lugo (público, quiero decir) en que se pueda admirar la Muralla desde cierta altura. Da una perspectiva única de nuestro principal monumento, un acierto que ya pensó en su momento Ramiro, el de La Palloza, cuando se hizo cargo del restaurante de la estación de autobuses, aunque a él no le dejaron hacer la reforma que quiso pero ya sabemos que la todopoderosa administración gusta de ejecutar las obras que no permiten a los particulares.

El patio en sí me parece perfecto, una obra indiscutible a la que no se pueden poner pegas. Incluso han tenido el buen gusto de mantener las puertas de las celdas con los ventanucos originales (donde se pudieron conservar), lo que me parece que le da un aire extraordinario. Tanto me ha gustado que auguro que el breve salón de actos (que no pudimos visitar porque estaba cerrado) tendrá poco o ningún uso porque “las fotos” quedan más bonitas en el patio, que es un entorno diferente y muy estético.
En general me ha gustado muchísimo. Supongo que el mantenimiento será una locura porque es todo tan blanco y tan níveo que cualquier manchita se ve a la legua, pero ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él.
Muy bonita vista desde la cafetería
Lo que sí me parece disparatado es el presupuesto. 5,7 millones de euros (en otras fuentes se hablaba de 13 milloines), que vienen a ser 950 millones de pesetas (una pasta) para reformar un edificio es muchísimo dinero. Para que se hagan a la idea la reforma del Hospital San José que está haciendo ASPNAIS tiene un presupuesto de aproximadamente la mitad del dinero que costó la reforma de la antigua cárcel. Con 3 millones están vaciando entero un enorme complejo, al que están cambiando todo el tejado también, para construir la nueva sede, residencia, oficinas y talleres para la asociación, frente a los 5,7 de la obra de la cárcel. Me cuesta creer la diferencia de precios hasta que recuerdo que ASPNAIS es una entidad privada que tiene que ver lo que gasta y el Ayuntamiento tira de talonario común y de dinero de la Unión Europea, así que le da igual ocho que ochenta.
Lugo tiene ahora un nuevo edificio dedicado a la cultura, que se une al existente auditorio de Frigsa, el MIHL, el futuro auditorio de Magoi y los demás espacios que se usaban en plan “moderno que lo flipas” para hacer actividades, como el mercado y la plaza de abastos.
Algo me dice que el incremento de actividad en la antigua cárcel va a suponer una merma en la oferta cultural de los demás centros. Ojalá me equivoque, pero no sé yo hasta qué punto había necesidad de construir edificios como setas, todos destinados a la misma finalidad. Hasta donde yo sé no había problemas de disponibilidad, pero insisto en que ojalá esté mal informado.
Vamos a dar un voto de confianza y esperemos lo que resta de 2017 para ver si se le da uso a toda esa red de centros o si, por el contrario, van “rotando” su actividad para que no se vean todos vacíos.
Me gustaría dar una idea con el fin de que se ponga a andar: ofrezcan a los particulares las celdas para diferentes actividades. ¿Cuáles? Las que propongan los propios interesados. Imaginen en la celda 24 un taller de pintura de un artista local, y en la 33 una chica haciendo obras de arte reciclando libros (esto último es real, que he visto fotos y es una pasada lo que hace esta mujer). Que tengan allí su propio espacio, con sus materiales, y que a cambio de esa cesión gratuita permitan que los visitantes puedan contemplar cómo trabajan. No me digan que no sería algo digno de ver.

lunes, 10 de abril de 2017

Un aplauso para la LUCA (Lugo Camerata)

El cuarteto de la LUCA. No se asusten que la foto es durante el ensayo no en pleno concierto como aparenta.
 

El sábado por la tarde fui a un concierto de los que se organizaron en la antigua cárcel para celebrar su puesta en funcionamiento. Si les soy brutalmente sincero para mí era una “excusa” por la que entrar en el edificio (las comillas son porque no hace falta ningún motivo, ya que se puede entrar a curiosear libremente) y mi intención era escribir sobre las positivas impresiones que me causó el edificio, pero eso lo voy a dejar para mañana porque hoy me gustaría contarles que en Lugo tenemos un nuevo atractivo musical sin duda alguna: la Lugo Camerata o LUCA.

Componentes de la LUCA
Gráfico de su web www.lucaorquesta.es
La LUCA es una agrupación de 19 músicos (según se deduce de la composición que tienen en su web www.lucaorquesta.es) dedicados a formar una orquesta clásica en Lugo. Una iniciativa valiente tal y como están las cosas, que hay que aplaudir sobre todo si te gusta este tipo de música, que es mi caso. 
 
En el repertorio que ofrecieron en el concierto del otro día nos sorprendieron con música de Xoan Montes, compositor lucense cuya obra es bastante desconocida. Tocaron “Rapsodia Galega”, una pieza de tres movimientos. Los dos primeros no me enloquecieron pero el tercero... Era una alborada, que jamás había escuchado adaptada a cuerda, y me pareció una auténtica maravilla, tanto por lo bueno de la partitura como por la perfecta ejecución. El segundo bloque fue la Pequeña Serenata Nocturna de Mozart, lo que siempre asegura el éxito. Tanto gustó al público que les obligamos a hacer un bis, en el que tuvieron el único patinazo que escuché en toda la velada en una nota que se le escapó al primer violín, pero que se disculpa porque son cosas del directo.

La LUCA estuvo perfecta, brillante, y el entorno ayudaba. El concierto no fue en el salón de actos (que por cierto no vi) sino en el patio de la propia cárcel, lo que auguro que será lo habitual en el recinto ya que es muy bonito y un lugar diferente. De hecho creo que han equivocado el diseño del edificio precisamente por eso, pero hablaremos mañana de ese aspecto.

Por seguir con lo relativo al concierto les diré que si bien la música me gustó muchísimo, la cuestión de la organización dejó bastante que desear. Vamos por partes.

Conseguir las entradas fue sencillo. Solo había que ir a la oficina de turismo de la plaza del Campo y pedirlas. El problema es que en la web se nos mostraban inexplicablemente dos “lotes” de 60 entradas cada uno sin que se explicara a qué se debía tal divergencia, y el personal de la oficina tampoco tenía ni idea del asunto, cosa llamativa porque eran los que las despachaban. Cuando las miras con atención ves que en realidad había dos zonas, la “planta primera” y la “planta segunda”, con 60 entradas cada una... y lo que es una tontería porque todos estábamos ubicados en el mismo sitio, a ras de suelo. Totalmente ilógico y bastante confuso.

Captura de unas horas antes del concierto. 4 entradas...
Una vez te imprimían las entradas te advertían que no las doblaras para no estropear los códigos QR que son los que garantizaban el acceso al recinto, aviso totalmente lógico y que respetamos siendo cuidadosos con ellas. Nos molestamos en custodiarlas en una carpeta para que estuvieran perfectamente lisas (es un folio A4) y cuál sería nuestra sorpresa al ver que NO se nos pidieron en ningún momento. Para eso no hacía falta volvernos locos con lo de las entraditas.
 
Por otro lado la promoción, deficiente como todo lo que se organiza en Lugo. De hecho el recinto se llenó gracias a los curiosos que estaban visitando el edificio y a los que la música fue atrayendo a la sala como la miel a las moscas (no me entiendan una crítica en la comparación, la intención es justo la contraria) y solo cuatro personas según la web municipal, nos habíamos molestado antes de esa mañana en sacar las entradas.

Supongo que sería por la novatada, pero hay otros aspectos más que discutibles. Por ejemplo, que mientras duraba el concierto se permitiera a las visitas curiosear por allí y por las plantas superiores. El suelo es de madera y francamente es bastante molesto estar escuchando música al ritmo del taconeo de la gente que, legítimamente, cruzaba por allí y nos hacía fotos como si fuéramos jirafas del zoo. Una sensación no muy agradable.

En cualquier caso, y a pesar de estas pequeñas “pegas”, el concierto fue muy bien. La acústica del patio es buenísima y se escuchaba de maravilla y el sitio es muy bonito. Le auguro un gran futuro a este centro, que dará el contrapunto al semiabandonado MIHL, cuya triste historia probablemente acabará con la pérdida del “semi”.

viernes, 7 de abril de 2017

Una pequeña guía de Roma

Foro Romano, una de las joyas de la ciudad... pero no la única ni mucho menos.
Cuando escribes un blog diario hay veces que los temas se te acumulan y otras que no es tan sencillo buscar material. Será por eso que cuando escribo cualquier cosa que creo que puede ser de cierta utilidad, aprovecho para colgarlo aquí, así que hoy, a la vista de que se acercan Semana Santa y ya empezamos a otear en el horizonte el verano, les voy a poner una mini-guía de Roma por si alguno de ustedes se acerca por la que sin duda es una de mis ciudades favoritas del mundo (al menos de las que conozco, claro).
Está escrita para unos amigos así que el tono es coloquial, como suelo hacer en este blog. No creo que noten mucha diferencia. Vamos allá:

1.- Alojamiento:
La primera vez que fuimos a Roma nos alojamos en un hotel, pero suelen ser caros y de mala calidad para el precio que tienen. Hay una opción mucho más recomendable que es la de los apartamentos. Hay muchísimas zonas para elegir y una gran variedad de estilos y tamaños para quien quiera uno pequeñito para dos o uno grande para familias enteras (el último que estuvimos era de 8 personas).
La web donde solemos mirar es www.rentalinrome.com, que tiene muchísimos en zonas perfectas de Roma. Recomendamos mucho el entorno de Campo dei Fiori. Mucha gente tiende a ir a la zona de Termini (la estación de tren y bus) pero no la recomendamos porque es muy incómoda al estar lejísimos del casco histórico. Personalmente prefiero un alojamiento peor en una zona buena que uno de lujo en el quinto pino.

2.- Transporte:
Roma en Vespa es la opción ideal, como demostraron en
"Vacaciones en Roma"
En Roma hay buenos servicios de transporte público. Bus, tranvía y metro (este último en la zonas alejadas del casco histórico por razones obvias). Mucha gente no compra billetes de autobús porque no siempre te lo piden, pero si te pillan te multan y no merece la pena por unos pocos euros hacer el tonto, ni siquiera por la “diversión” que para algunos tiene colarse en el bus.
La opción ideal para moverse libremente es la moto. Hemos probado un par de veces y es una maravilla porque se puede aparcar en cualquier parte, incluso en el centro en el entorno muy cercano de las zonas peatonales (al lado del Panteón, por ejemplo, se puede aparcar sin problemas). El tráfico es fluido y en la moto muy sencillo, aunque van rapidito.
Nosotros las alquilamos en una empresa llamada www.onroad.it. Las puedes reservar por Internet y tienen dos puntos de entrega, uno en el entorno de Termini y otro más céntrico cerquita de Campo dei Fiori. Lógicamente más recomendable este último que encima queda a mano de la zona recomendada para el apartamento.
Para hacer desplazamientos en ciudad la moto es una opción comodísima porque Roma es muy grande y desde el Vaticano hasta el Coliseo, por ejemplo, hay unos cuatro kilómetros aproximadamente en línea recta. Te permite también visitar cosas menos habituales, como las que diremos más adelante que están cerca de la ciudad pero no lo bastante para ir andando, o tener más libertad para cambiar de zona rápidamente.
Sí es cierto que hay que tener algo de experiencia para no tener problemas. El tráfico en la ciudad tiene mala fama pero en mi opinión es algo exagerada. Conducen bastante rápido pero bien, no he visto jamás un accidente y aunque te piten si eres lento, pues te echas a un lado y punto.

3.- Lugares a visitar:
Cualquier guía de Roma te dirá las cosas que ver como “imprescindibles”. Por supuesto cada cual es un mundo y depende mucho de los gustos, pero para nosotros los sitios “mágicos” fueron los siguientes:
  • En la zona histórica:
    1. El Panteón, situado en pleno casco histórico y referencia absoluta en Roma. No sé muy bien por qué me gusta tanto, pero me parece el sitio más magnético de toda la ciudad. Curiosamente por dentro solo me gusta la cúpula, porque la parte de abajo me resulta algo hortera, pero por fuera y la parte de arriba tiene ese “je ne se qua” que atrae tanto.
    2. Castillo de Sant Angelo
      El Castillo de Sant'Angelo, una fortaleza romana que fue modificada con el paso de los siglos. Los viernes y sábados abre por la noche y es muy recomendable ir a última hora del día para ver la puesta de sol e incluso cenar allí, que hay una cafetería con vistas muy bonitas hacia el Vaticano y la ciudad de Roma. Las cenas son sencillas (pizza, pasta y poco más) pero no vas por la comida, sino por un sitio que merece la pena.
    3. Por supuesto la zona arqueológica del Coliseo y el Foro romano son imprescindibles. El Coliseo es un poco rollo por las colas pero sorprendentemente hay que acertar con la hora (varía) y normalmente hay menos cola en la taquilla sin reserva que con ella, supongo que porque todo el mundo reserva por si acaso.
    4. Villa Borghese, son los jardines de los palacios de la familia Borgia. Están en pleno centro, en una colina, y particularmente hay un restaurante llamado Casina Valadier que recomendamos muchísimo para ir a cenar un día (tienen web para reservar previamente). Unas vistas espectaculares de Roma y una puesta de sol magnífica en un restaurante digno de ver porque es un antiguo palacete. La comida no es precisamente barata pero un día es un día y aunque es tipo “nueva cocina” (con la que yo no comulgo) hay platos ricos.
    5. Vaticano: Se puede entrar en la Basílica de San Pedro y subir a la cúpula (esto último muy recomendable, como habréis visto nos gustan los sitios con vistas). Los museos vaticanos son espectaculares aunque a mí personalmente me enfadaron mucho por el lujo y el boato que contienen que se podría utilizar de otra forma, pero bueno... culturamente es impresionante.
    6. San Pietro in Vincoli: Es la iglesia donde está el Moisés de Miguel Ángel. Nada más que añadir. Solo por eso merece la pena.
    7. Pasear, pasear y pasear. Dividir la ciudad en zonas y andar sin descanso es lo mejor para conocer cualquier sitio, pero más Roma que es una ciudad pensada para disfrutar de sus callejas y su ambiente. La zona de Trastevere para cenar y tomar algo es perfecta.
  • Fuera del centro:
    • Estas zonas ya serían para ir en transporte, en moto se puede perfectamente.
    Juegos de agua en Villa del Este
    1. Villa Adriana y Tivoli. Se necesita un día completo pero merece muchísimo la pena. Villa Adriana está a unos 20 kilómetros de Roma, que se pueden hacer muy bien en la moto. Es un parque arqueológico espectacular, con los restos de un palacio de los césares impresionante. La recomendación es ir por la mañana y dedicar varias horas a pasearlo tranquilamente (llevar sombrero porque NO hay ni una sombra casi en todo el yacimiento).
      Justo frente a Villa Adriana hay un pequeño restaurante/cafetería que tiene una gran arboleda donde comer. Es sencillo pero se come razonablemente bien y se agradece después de tanto sol.
      Al salir de Villa Adriana y desps de comer recomendamos vivamente acercarse a la vecina localidad de Tivoli, precioso pueblo donde hay un palacio llamado Villa Del Este, una joya cuyo mayor atractivos son los jardines, con juegos de agua dignos de ver (sobre todo cuando hace calor).
    2. Ostia Antica: Otro yacimiento situado junto al mar. También está a unos 20 kilómetros de Roma y se puede hacer en moto o en tren. Como aquí es “destino único” (en el anterior se iba a varios sitios y la moto es mejor opción) también es razonable el tren que, aunque te sujeta a horarios, tiene una parada en este yacimiento. Es el antiguo puerto de Roma y es impresionante ver los restos que se conservan, mosaicos entre otros.
    3. Catacumbas: Hay varias, de hecho hay muchísimas. Nosotros vimos dos, las de San Sebastián y las de San Calixto. Cualquiera de las dos es digna de ver y dependiendo de los días de apertura se pueden ver con guía, lo que es muy recomendable.
Por supuesto esto no es una guía pormenorizada, y faltan sitios como la Fontana de Trevi (porque esa os la vais a encontrar sí o sí) que son hiperturísticos pero que quizá tienen para nosotros menos encanto que los mencionados.
A las personas que les escribí esta pequeña guía les indiqué que podían llamarme para aclarar lo que sea. Hago extensiva esta invitación a todos los lectores del blog, que pueden preguntar lo que quieran en los comentarios y si está en mi mano les contestaré lo que sepa.
¡Buen viaje a los afortunados que visiten la Ciudad Eterna!

Un añadido de última hora:

Gracias a una persona que me lo recordó en el Facebook, añado un nuevo sitio para visitar que es muy llamativo aunque no recomendable para los aprensivos. La Iglesia de Santa María de la Concepción, en Via Veneto, alberga una serie de capillas en su cripta realizadas con ¡huesos! de los monjes del convento. Es macabro pero algo difícil de olvidar y una curiosidad muy interesante.

¡Buen viaje nuevamente!

jueves, 6 de abril de 2017

El desastre del Camino Primitivo un año después

La Credencial de Lugo (anverso)
Más de un año ha pasado desde aquel éxito inicial
Ha pasado más de un año desde que se puso a andar la Credencial del Peregrino que la Asociación Lugo Monumental creó con la colaboración del gran artista Chencho Pardo, el respaldo del Obispado de Lugo y el patrocinio de La Voz de Galicia. También hemos superado una vuelta en torno al sol desde que hicimos aquella primera peregrinación con la Credencial y conseguimos nuestras respectivas Compostelas una vez alcanzada la meta.

Sin embargo, aquel hermoso proyecto parece haber quedado en el olvido, y lo que es más grave todavía, todas las promesas de impulsar el Camino Primitivo desde su declaración como Patrimonio de la Humanidad se han ido quedando en vaguedades y compromisos que por lo que se ve jamás se cumplirán. Se han gastado 13 millones de euros en renovar la antigua cárcel (acción que creo que está muy bien) pero no han dedicado ni una fracción de ese dinero a impulsar algo que ha sextuplicado su atractivo según datos de la oficina del peregrino.

El Camino Primitivo en Lugo
El Camino Primitivo en Lugo no solo no se ha mejorado sino que ha empeorado notablemente desde que hicimos aquella salida acompañados de todas las autoridades. Fue un rayo de esperanza que se ha visto ya tapado por los nubarrones de la desidia. Se ve que las sospechas de que se había utilizado cepillo y jabón para que el recorrido quedara lo mejor posible en las fotos no eran infundadas, y que realmente se trató de una cuestión publicitaria ante la prensa. El interés real, aparentemente, era pura palabrería.

El martes recorrí el tramo del Camino Primitivo que va desde la Plaza del Campo hasta el Puente Romano, y si les soy sincero sentí una rabia que a poco me hace saltar las lágrimas. Cuando has recorrido los Caminos eres consciente de que al peregrino hay que cuidarlo, no ponerle gincanas que le hagan torcerse el tobillo nada más salir de la ciudad.

El tramo que va desde la calle del Carmen (de vergonzoso aspecto) hasta la ronda del Carmen (se ve que no estamos muy sobrados de imaginación para los nombres) es un peligro para la integridad del caminante. El suelo no solo está sin mejorar desde hace un año, sino que ha empeorado enormemente porque es pasto de la maleza, convenientemente recortada en su momento para que no rasgara las vestiduras de las autoridades.

El Camino Primitivo,
o la Corredoira Primitiva
Obviamente no soy partidario de que se asfalte el Camino, ni mucho menos, pero tampoco comprendo por qué no se puede poner un empedrado (regular, por favor, no hablamos de adoquinado) que desde los tiempos de Roma era símbolo de civilización y prosperidad. No se trata de “urbanizar” la zona, dios nos libre de tal cosa, sino de adaptarla para que cumpla su función de camino, en lugar de la cutre corredoira que hoy tenemos.

Lo único bueno del abandono es que en plena ciudad se respira un ambiente campestre y bucólico difícil de igualar. El Camino transcurre entre huertas y cerramientos de piedras (probablemente muchas de las cuales provienen de la propia Muralla) que le dan un encanto que no debe ser destruido, pero tampoco pasaba nada por mejorar la senda levemente, de forma adaptada al entorno.

La señalización sigue siendo absurda. Solo he visto una modificación, que es la del poste que está justo frente a la Porta Miñá. La señal que dirigía al peregrino de forma errónea e intencionada hacia la Calle Santiago (para evitar que viera nuestras vergüenzas) ahora indica correctamente hacia la derecha... pero nada
Señal corregida (vía pegatina, es un sistema)
le dice al despistado peregrino que tiene que bajar por la calle del Carmen, así que no veo difícil que muchos acaben preguntando en la Gasolinera Martínez por dónde se va a Santiago. Hay un único pivote de señalización al inicio de la calle del Carmen, pero colocado en un sitio que se oculta tras los vehículos correctamente aparcados justo delante. Lo suyo, creo yo, sería utilizar distintivos que merezcan tal nombre y orientar correctamente a personas que, por definición, se entiende que no conocen la ciudad.

Aquí el Peregrino ya se despista si no ve la señal escondida
La importancia del Camino de Santiago para la ciudad es algo difícil de explicar, sobre todo si quienes tienen que escucharlo no están dispuestos a poner la oreja. Quizá porque es una acción creada a la sombra de un crucifijo hace que la ideología se interponga en su camino. O quizá, simplemente, porque no dan la talla.

En cualquier caso es preocupante, que un tema que puede ayudar a poner a Lugo en el mapa se deje de lado a menos que vaya la prensa a hacer la foto.