martes, 4 de abril de 2017

La solución a los problemas legales de San Froilán


A veces los problemas complejos tienen soluciones sencillas, que no se adoptan por cerrazón o por no dar el brazo a torcer y reconocer a quien lo ha propuesto que tenía razón. Hace aproximadamente dos años se le ofreció al Ayuntamiento de Lugo la solución perfecta para acabar con el problema de las denuncias de los vecinos del entorno del parque para salvar la ubicación de las fiestas de San Froilán, pero seguimos esperando a que lo tomen en consideración.

Si conocen el asunto sabrán que el problema es que los vecinos han recurrido judicialmente el incumplimiento de la ordenanza sobre contaminación acústica, y que la modificación de esa ordenanza es complicadísima porque es un documento largo, técnico y farragoso que tiene que equilibrar diferentes intereses contrapuestos. Ni se atreven a cambiar la ordenanza ni la quieren cumplir, es un aparente callejón sin salida.

Pero la solución es de lo más simple: redactar y aprobar una ordenanza sobre fiestas. La hay en muchísimas poblaciones y lo que viene a hacer es adaptar a una situación extraordinaria (las fiestas) la normativa ordinaria del día a día. De esta forma se podría modificar puntualmente cualquier otro texto municipal en los puntos necesarios y, por ejemplo, exceptuar o cambiar los horarios de ruidos en fiestas. Además de eso podría regular muchos aspectos que hoy están sujetos al capricho del gobernante de turno sobre ubicaciones, condiciones, concursos, adjudicaciones y transparencia.

La ordenanza valdría para todo tipo de fiestas, tanto las de San Froilán como las demás de la ciudad, fijando por fin criterios comunes y razonables que eviten que por la mala redacción de la actual norma haya quien se agarra al texto para defender sus intereses, cosa por otro lado totalmente legítima.

Probablemente no harán caso, como no lo hicieron en estos dos años, pero luego que no finjan ignorancia como les pasó con la ocupación de vía pública.
 
Artículo publicado en La Voz de Galicia del 4 de abril de 2017

6 comentarios:

  1. Ou sexa que a solución e pasarse polo forro as resolucions xudiciais utilizando a capacidad normativa dos políticos. Pareceme unha opción mais propia dunha República Bananera que dun país democrático... Pero bueno, esa será a sua opinión. Que se me lexisle o meu gusto,ainda que non sexa xustificacion, e os que non lles guste, lles moleste ou lles cree calquera tipo de perjuicio... Que se jodan? Como xa dixera unha conocida representante política do PP referindose os parados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que no ha entendido el artículo. De hecho creo que tampoco tiene intención de entenderlo ;)

      Eliminar
  2. Como si las Leyes y los Reglamneros no hubiesen ido cambiando a lo largo del tiempo ! Es obvio que no lo entiende ni ganas tendrá de hacerlo....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente.

      Aquí la cuestión parece obvia: Hay una situación de facto que es la ubicación del ferial y una normativa en que les "olvidó" poner excepciones para las fiestas. La cuestión es cómo corregir esto sin tener que rehacer toda la normativa.

      Una ordenanza de fiestas sería la solución fácil, práctica, sencilla e "indolora".

      Me alegra que haya quien lo entienda, realmente tampoco es tan complicado.

      ¡Saludos!

      Eliminar
  3. Y si partimos de q la ordenanza hay q modificarla, debido a la aparicion en 2015 de un nuevo decreto de la xunta...lo dejo caer...
    Un gusto leerte Luis, como siempre.

    Salu2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias aunque imagino que habrá días, como con todo jeje.

      La modificación de la ordenanza por el cambio normativo de la Xunta la comparto pero ese cambio puede ser "de máximos o de mínimos". Es decir se puede inaplicar aquello que choque sin entrar a cambiar la actual o incluso modificar sólo los puntos en conflicto.

      En cualquier caso la ordenanza de fiestas creo que tendría más utilidad que soslayar este problema aunque también.

      Eliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.