lunes, 24 de julio de 2017

Una posible solución al aparcamiento de Ánxel Fole

Parking de Anxel Fole - Foto: La Voz de Galicia

El tema del aparcamiento de Ánxel Fole, más conocido como el aparcamiento de la calle del Gran Teatro (ahí se nos nota que vamos peinando canas… o dejando de peinarnos que para el caso es lo mismo), trae de cabeza a media ciudad, sobre todo a la propiedad, como es lógico, y a los negocios del casco histórico que ven que el mejor parking del centro de Lugo será cerrado por el Ayuntamiento. Es un negocio privado, pero presta un servicio público necesario en un espacio donde la alternativa son los aparcamientos municipales diseñados para que entre holgadamente… un 600. 

Es sorprendente que desde 2009 se haya denegado la licencia y ocho años después el aparcamiento siga abierto y funcionando. Suena raro como poco, y aunque creo que para el centro será un auténtico mazazo su clausura, también es mosqueante esa pachorra de dos gobiernos diferentes (aunque similares) para cumplir las normas que se ven inexcusables... o no. 

Este tema ya lo traté en su momento, y sostenía que no queda otra que cumplir la legalidad porque ésta no es opcional… sin embargo a veces la ley contempla más de un camino que nos puede llevar a destinos diferentes si se dan ciertas circunstancias y en ocasiones podemos elegir qué es mejor para el conjunto de la ciudad.

Dando vueltas al asunto y comentándolo con un amigo que sabe mucho de esto (el urbanismo no es un tema que domine demasiado), quizá haya una alternativa legal para mantener abierto el Ánxel Fole gracias, quién lo iba a decir, a la desidia municipal. 

En rojo la hipotética futura calle que iría de Teatro a Noreas
Antes de entrar en materia deberíamos saber que el proyecto original del aparcamiento sí tenía licencia fechada en 1990, solo que en su primer diseño la entrada y salida estaban en la propia calle Ánxel Fole, es decir, se entraba perpendicularmente desde la calle del Teatro. Sin embargo como la idea es que algún día la calle donde se iba a situar la entrada se continuara hasta Noreas siguiendo un recorrido paralelo a la calle Progreso, los propietarios modificaron el proyecto del parking a petición de la administración para que su acceso estuviera más metido en la parcela. Para ello cambiaron la ubicación de las rampas, el esquema de circulación de los vehículos y las chimeneas de ventilación, cosas que no se permiten con las normas posteriores al proyecto original. En mala hora hicieron esos cambios por el bien común ya que son los que ahora los traen de cabeza. 

El problema de base, una vez más, es el PEPRI, sobre cuya fundamental reforma se ha insistido hasta la náusea desde diversos sectores (siendo este modesto blog uno de los más pesados con el tema). Lo suyo sería iniciar los trámites para cambiar esa normativa… y mientras tanto aplicar el artículo 89 de la ley autonómica 2/2016, “Ley del Suelo de Galicia” que habla de “usos y obras provisionales”. 

Verán, la cuestión es que la unidad de actuación donde está el aparcamiento está sin desarrollar. Esto, que debería ser negativo, en este caso es una ventaja ya que está "en falso". Tenían que haberlo desarrollado los propietarios en un plazo que creo que era de cuatro años (esto lo digo sin seguridad alguna, pero por ahí anda el tema) y de no llevarlo a cabo (como así pasó) lo tendría que haber hecho el propio ayuntamiento mediante el sistema de expropiación. Pero ni unos ni otros lo hicieron así que la zona sigue "pendiente" de desarrollo y por eso la calle proyectada entre Nóreas y Teatro aún no existe.

Pero precisamente gracias a eso y según el mencionado artículo de la Ley del Suelo, se podría autorizar el uso y la obra en suelo urbano no consolidado mientras no se inicie el procedimiento de gestión correspondiente (es decir, el desarrollo de la unidad de actuación de marras), que el Ayuntamiento no inició en su momento aunque era su responsabilidad subsidiaria. Dice ese artículo que no serán válidos los usos como residenciales o industriales, pero como hablamos de un uso de aparcamiento, diferente de esos dos vedados, no veo el problema. 

La administración local puede arreglar un problema al que no es ajeno y que por desidia no se solucionó. En el desarrollo del PEPRI no es su única dejación de funciones, ya que tampoco gastaron ni un céntimo de los 200 millones de pesetas consignados en su día (era una pasta de aquella) para excavaciones arqueológicas ni tampoco han movido un dedo para recuperar el uso del viejo pabellón de la OJE. Simplemente dejaron pasar el tiempo y no ejercieron las competencias que les otorgan las normas, y ahora el lío lo tiene una empresa que presta un servicio demandado y apreciado por los lucenses. Y que como ven aparentemente tiene solución. 

Las cosas se pueden arreglar a veces si se buscan caminos, y aunque insisto en que el tema urbanístico no es lo mío ni de lejos (me lío con tantísimas normas, si les soy sincero) la clave de todo esto podría estar en ese artículo 89, aparentemente pensado para buscar una salida a situaciones como la que tenemos delante.

Con un poco de tacto, algo de dinero, y un mucho de suerte se podría solucionar esto y sacar adelante un nuevo PEPRI acorde con los tiempos y las necesidades de Lugo. 

3 comentarios:

  1. No hay nada mejor que la crítica constructiva. Espero que el Concello sea inteligente y sepa apreciar lo aquí expuesto. Y también tome ejemplo de los concellos de otras ciudades, de Galicia, con casco histórico y promocione y promueva el de su ciudad, Lugo. La mayoría de las veces la impresión que da esta administración local es de todo lo contrario.

    ResponderEliminar
  2. Parece razonable lo que se propone aquí. Pero no sé yo si harán mucho caso en el Ayuntamiento. Seré el primer sorprendido si eso ocurre.

    ResponderEliminar
  3. El tema está en que para solucionar el problema hay que trabajar un poquito, hecho que no se va a producir por parte de nuestro querido concello. Como decía Manquiña "...pero, ¿y el concepto, eh? eh? ¡Amiga! A los hechos me repito!”.

    ResponderEliminar

Derecho a réplica:

Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.