viernes, 31 de agosto de 2018

Una metedura de pata por la que no habrá disculpas

El Xeral sigue durmiendo el sueño de los justos a la espera de más "sentidiño" y menos política cutre.
Foto: El Progreso
En política es más fácil superar un error que un ridículo, y esto último es lo que ha hecho el concejal de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Lugo, Daniel Piñeiro. Como les contábamos ayer tanto un servidor como la prensa local, la Xunta envió a mediados de julio el proyecto para el viejo Xeral, que estuvo un mes dando vueltas por dependencias municipales sin que se sepa exactamente por dónde estuvo descansando.

Esa situación, que no es totalmente anormal en ninguna administración en los meses estivales, no tendría mayor trascendencia si no fuera por los golpes en el pecho del gobierno local, el rasgado de vestiduras por las críticas y la acusación a otra administración, en este caso la Xunta, de haber registrado “solo un papel” sin la documentación adjunta, cosa que no hicieron como se ha demostrado.

No voy a decir que Piñeiro tenga que dimitir por esto, ya que me parecería exagerar, pero no habría estado de más una disculpa, que tan difícil se les hace a algunos cuando meten la pata como ha pasado. De hecho mucha gente tendría que disculparse. Por ejemplo, ayer algún comentarista del artículo que publiqué me decía irónicamente que “la culpa de todo es del Ayuntamiento socialista” (por cierto, me gustaría aclararles que el que es socialista es el gobierno local, no el Ayuntamiento, no es lo mismo) y hoy apostaría dinero a que no se disculpará, porque parafraseando a Juego de Tronos “Mayo is coming” y los nervios empiezan a aflorar. Nos espera una campaña larga y sucia.

Lejos de disculparse por sus acusaciones, el gobierno ha tenido palabras críticas para la Xunta, asegurando que deberían haber enviado la documentación al servicio de licencias en lugar de a la Alcaldía. Si tuvieran en la web un formulario con el encabezamiento correcto a lo mejor era más sencillo, pero como todo el mundo sabe los escritos que se dirigen a los ayuntamientos se suelen enviar a la atención del “alcalde-presidente”, en este caso “alcaldesa-presidente”.

En fin, que es lo que hay. Meter la pata hasta el corvejón como han hecho es consecuencia de esa manía de no afrontar las situaciones por sus fondos sino por un discutible y poco práctico (para la ciudadanía) enfoque siempre politizado, y así nos va.

“Mayo is coming”, habrá que tomar nota de todo esto.

jueves, 30 de agosto de 2018

Un proyecto clave para la vieja Residencia que se torpedea con chorradas

Infografía de la primera fase del futuro de la Residencia. A la derecha el viejo Xeral, que será derribado.
Si no la lían por los fondos la lían por las formas. La Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Lugo vuelven a las manos por un inexplicable retraso en la entrega de una documentación, nada importante... solamente el proyecto del Sergas para pedir licencia y poder hacer algo en el antiguo Hospital Xeral. Ya ven, algo anecdótico.

La cosa es que según el Sergas se envió la documentación a través de Correos el 19 de julio, y el Ayuntamiento asegura que no les llegó nada hasta mediados de agosto y que no hay proyecto alguno en el sobre. La administración local echa en cara a la autonómica, además, que en vez de meterlo en el registro municipal lo envíe por Correos.

Vamos por partes. Lo primero es la forma de remitir la documentación. El artículo 16 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, dice claramente que cualquier interesado (y aquí la Xunta actúa como tal) puede presentar cualquier documentación en los registros de la administración de destino, pero también en cualquier oficina de Correos, entre otros lugares.

Cuando uno presenta un documento en una ventanilla (cualquiera de las enumeradas) ha de ser muy concreto con lo que le sellan para evitar problemas. Por ejemplo, si se trata de una solicitud con documentación anexa es recomendable que se haga mención a dichos anexos (un simple párrafo que diga “se incluye la siguiente documentación adjunta” y relacionando lo que se manda). Así, aunque el sello solo te lo pongan en la hoja inicial se entiende que se ha recibido todo el papeleo.

De esta forma se evita lo que está pasando ahora, que la administración remitente dice que mandó todo y la receptora afirma lo contrario. Bien es cierto que el recibo de Correos habla de documentación adjunta, aunque como no dice exactamente qué es esa documentación la cosa queda coja. Es como cuando mandas una carta certificada, que si no es con garantía de su contenido no demuestra gran cosa, porque tanto puedes enviar una notificación como un recorte del Marca. Sin embargo, verán que la administración jamás hace esto, y envía notificaciones con acuse de recibo y se dan por ciertas, porque de lo contrario sería la ruina.

Todo esto se solventaría con facilidad si el Ayuntamiento tuviera en vigor el registro electrónico, tal y como funciona en localidades mucho más pequeñas y con presupuestos más modestos como es el caso de Foz, que ya les puse como ejemplo hace unas semanas. Es cierto que hasta el 2 de octubre (es decir, en un mes y nada) no será obligatoria su entrada en funcionamiento, pero dejar todo para el último día no es la mejor señal de eficiencia, aunque estoy seguro de que si ponen a funcionar el tema el día 1 lo harán felicitándose de su magnífica gestión. Ver para creer.

El registro electrónico no solo te permite enviar archivos adjuntos, sino que quedan registrados, con lo que se resolverían dos problemas, el de si se envió o no la documentación y el de ese problema tan propio del siglo XIX, en que una carta tarda un mes en ir de Santiago a Lugo. Bueno me he pasado, en el siglo XIX no tardaban esa barbaridad, porque andando te da tiempo a presentarla, llevar la respuesta, la réplica a la respuesta y la contrarréplica a la réplica de la respuesta y te sobra tiempo para admirar el paisaje en todos los trayectos.

Es una tomadura de pelo que un proyecto tan importante se torpedee con tecnicismos y chorradas de este tipo. En el caso de que no se enviase el proyecto (cosa más que dudosa, la verdad) antes de ponerse dignos con “las obligaciones”, recuerden que hace un par de años la propia Alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, fue en persona a la Xunta a registrar un papel con unos anexos… y se olvidó de llevar estos últimos, así que todos somos humanos. Eso sí, lo del mes de tardanza del correo merece una investigación...


Hace un par de años, y acompañada (no sé por qué motivo) por miembros de la Federación de Vecinos,
la alcaldesa registró un documento al que olvidó anexar los planos que se anunciaban en el mismo.

miércoles, 29 de agosto de 2018

¡Solo 1.000 días para señalizar un ascensor!

El ascensor de la Muralla, inaugurado en 2015, será señalizado. ¡Para que luego digan de la lentitud administrativa!
Ya saben que siempre protesto contra la lentitud del Ayuntamiento en hacer sus deberes aunque hay honrosas excepciones, como hablamos ayer con su inmediato pintado del mural de Lugo sen Mordazas (cuya desaparición tuvo prioridad sobre la de pintadas tan hermosas como las de “más fútvol, por favor”), o con la celeridad que muestran a la hora de retirar los carteles-denuncia “ciudadanos” que aparecen en diferentes puntos de la ciudad y que avergüenzan a la administración por mucho que algún pelmazo nos cuelgue fotos en Facebook de lo mucho que se hace, como si fuera una graciosa concesión a la ciudadanía y no su obligación.

Sobre esto último, he de mencionar que siempre que veo estas cosas recuerdo que de pequeño pregunté a mi madre por mi premio por aprobar todo y su respuesta fue categórica: “ninguno, es tu obligación”. El corolario era que si no cumplía con dicha obligación se me castigaría, como es lógico. No hacía falta decirlo, lo captaba al vuelo, aunque se ve que no todas las madres han inculcado ese mensaje a sus hijos y de ahí que algunos insistan en que les aplaudamos por hacer, tarde, mal y a rastras, su trabajo.

Pero bueno, que se me desvía el asunto. La introducción viene a que a pesar de mis protestas por la lentitud municipal hoy hay que aplaudir el anuncio realizado por la siempre diligente y competente concejala de Cultura y Turismo, Carmen Basadre, que ha comunicado a la Humanidad que van a señalizar el ascensor instalado en la Muralla (patrimonio del colectivo terrestre) para que todos los discapacitados que en el mundo son puedan encontrarlo sin problemas. Creo que habría que montar una plataforma ciudadana o algo (¡atención, federaciones subvencionadas, aquí tenéis otro filón para sacar pasta!) para que se promueva el darle la Cruz del Mérito Civil por haber tardado... ¡¡tan solo tres años!! en poner las señales, ya que les recuerdo que el ascensor se inauguró el 30 de noviembre de 2015, aunque puestos a ser exactos quizá habría que poner el reloj a andar un poco más tarde porque se estropeó a las dos semanas de su instalación, aunque son tecnicismos sin mayor importancia.

Habrá quien se atreva a comparar la complejidad técnica, administrativa y económica que supone instalar un ascensor con la que conlleva poner cuatro cochinas señales, y ese alguien incluso podría decir que lo suyo sería que éstas estuvieran instaladas el mismo día de la inauguración (y tapadas convenientemente los días de malfuncionamiento de la instalación) y no mil días más tarde, pero eso son lenguas viperinas contrarias a los avances de Lugo que protagoniza nuestra más insigne representante municipal, de cuya valía y competencia nadie puede dudar. No en vano inventó que inventó el Arde Lucus, y esa es una creación intelectual digna de mención.

Para que vean la dificultad que entraña la instalación de unas aparentemente sencillas señales, no tienen más que acudir a un sitio apartado, recóndito incluso, uno de esos rincones que los turistas no ven porque están a desmano: la plaza del Campo. Allí podrán observar, si buscan atentamente (recomiendo ayudarse de una lupa de 20 aumentos), ciertas pequeñas señales de humedad en la señalización turística instalada hace unos pocos años. Es la prueba palpable de que no es tan sencillo hacer bien estas cosas y que hay que tener en cuenta imprevistos tales como la lluvia, que en Lugo son tan ocasionales que podríamos decir que son milagrosos, y que pueden estropear un diseño con feas agresiones de la climatología, que como todo el mundo sabe es de derechas y por eso ataca las obras municipales.

Así que unámonos todos para felicitar al Ayuntamiento y a la concejala del ramo por señalizar el ascensor solamente tres años después de su instalación. Me atrevería a decir que han batido algún tipo de récord, a ver si consulto el Guiness para tramitar su inclusión... ¡Para que luego digan que la administración es lenta!

Las casi inapreciables manchas de humedad.

Afortunadamente la señal está en un sitio poco relevante.
El día que hice la foto el santo estaba de vacaciones, pero la última vez que pasé por allí seguía igual (el santo no, la humedad).

martes, 28 de agosto de 2018

El Ayuntamiento y su ''eficacia selectiva'' (vamos, que solo actúan cuando les pican)

El mural de San Roque, eliminado en cuestión de horas

No me gustan las pintadas y aunque entiendo que desde hace miles de años (literalmente) son una forma de expresión popular me disgusta que se ensucien nuestras paredes con, normalmente, groserías o mensajes que importan solamente al que los escribe y cuatro gatos más.

Sin embargo sí es cierto que hay pintadas y pintadas. Podríamos decir que los murales bien hechos no se encuadran tanto en la categoría de vandalismo como en la de arte urbano, y en Lugo tenemos sobrados ejemplos de gente que se dedica a embellecer paredes sosas, puertas de garaje anodinas y otras superficies convirtiéndolas en auténticos referentes de color en la ciudad. La lucha contra la pintada es correcta, pero el mural debiera ser no solo objeto de autorización sino incluso de conservación.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando esos murales no son autorizados y se ponen para reivindicar un tema político o social? Bueno, ahí tengo que reconocer que incluso yo, que suelo tener una opinión bastante firme sobre casi todos los temas lucenses, tengo mis dudas. Verán, no puedo aprobar que se pinte en una pared porque al autor le apetece “decorar” un muro así por las bravas. Hay que tener en cuenta que el propietario del improvisado lienzo tendrá algo que decir y que toda actuación urbana ha de estar autorizada… pero… sí, ahora viene el pero… reconozco que hay cosas más importantes a las que atender antes de empezar a eliminar murales que tienen mucho de arte y bastante de reivindicación.

Hace unos días la plataforma “Lugo sen mordazas”, con la que comparto objetivos aunque no argumentos (no estamos de acuerdo en los enfoques pero sí en que la supuesta “ordenanza cívica” es un disparate jurídico y un atentado contra las libertades individuales) llevó a cabo un hermoso mural en la calle San Roque. Duró unas horas ya que “alguien”, supuestamente el Ayuntamiento, lo tapó inmediatamente en un arranque de energía, eficacia y diligencia que no se ve en Lugo desde hace décadas.

No les voy a decir que no esté bien tapar ese mural, pero sí que me choca que desde hace años hay zonas de la ciudad que soportan pintadas cutres sin que haya, ya no digo esa celeridad, sino el más mínimo atisbo de interés para eliminarlas. Ayer fui a O Cantiño a tomar un café y vi en Facebook este asunto. Levanté la vista y no tuve que moverme ni un metro para “admirar” las pintadas que hay en una zona pública, concretamente en el acceso al tramo de ronda interior de la Muralla que arranca en ese punto. Ahí llevan años y más años seguirán porque como no tienen carga política se dejan a mayor gloria del vándalo que las hizo.

Mientras tanto, en la ronda interior, las pintadas permanecen porque no son "políticamente relevantes"
Hay muchísimas más, pero éstas fueron las primeras que vi cuando me enteré del asunto.

No es el único caso de “eficiencia selectiva”. La campaña de carteles-denuncia “ciudadanos” (sí, va con segundas) que nos hablan de venta de xestas, hierba seca, de restos arqueológicos de la “edad de hierro” y demás ironías, tienen como consecuencia dos actuaciones inmediatas de las administraciones, porque no les gusta que les saquen los colores: la primera es la retirada de los susodichos carteles y la segunda el arreglo de la parcela donde aparecen (bueno, esto último con más calma, que lo importante es el cartel). Van lentos e incluso hoy La Voz de Galicia publica un reportaje a página completa de grandes zonas de maleza en la ciudad, que violan la normativa sobre seguridad forestal, pero ya sabemos que perro no come perro y la administración es perezosa a la hora de sancionarse a sí misma.

Urbaser ha recibido instrucciones de estar atenta a esas denuncias “anónimas” y cumplen con una disciplina castrense que ya nos gustaría ver a la hora de cambiar los contenedores rotos que afean (cuando no apestan) nuestras calles.

Lugo no se merece esto. Esa eficacia selectiva en que solo se atienden las cuestiones que denuncian la inacción municipal o la acción equivocada. El mural de San Roque y los “carteles ciudadanos” no son el problema. El problema son la ordenanza mordaza y que la ciudad está que da asco verla.

El único recuerdo que queda del mural son las fotos.

lunes, 27 de agosto de 2018

¡Benditas terrazas!

Las terrazas contribuyen a dar vida a las calles peatonales.

La reducción del precio que hay que pagar anualmente para tener una terraza, lograda por la insistencia de Lugo Monumental y la APEC, se empezará a notar este año, que es el primero en el que se aplican las nuevas y razonables tasas. Esto hará que probablemente más negocios opten por instalar sus mesas y sillas en toda la ciudad, lo que beneficiará a los lucenses que podrán así disfrutar de los espacios públicos en todo su esplendor, ya que de poco nos sirve tener plazas y calles peatonales si no podemos sentarnos a disfrutarlas.

Lejos de las exageraciones interesadas, las terrazas en zona peatonal no son obstáculos, sino servicios públicos. Sí es cierto que quizás habría que replantear la distribución de algunas de ellas, pero en general no suponen ningún inconveniente para el viandante, o al menos las molestias que pueden generar son insignificantes si las comparamos con sus ventajas: disfrutar de unos vinos, ya sea en la Rúanova o en Divina Pastora, o de un café en la Plaza de España o en la de Augas Férreas no tiene nada que ver ahora que en esos tiempos no tan lejanos en que en Lugo no había apenas terrazas.

Por poner una pega, es una pena que las ordenanzas uniformicen excesivamente las instaladas en el casco histórico mientras las autoridades miran para otro lado cuando los viandantes se topan con toldos a la altura de los ojos o con instalaciones que no dejan pasar cochecitos de niño o sillas de ruedas, pero estas desafortunadas situaciones, que hay que evitar, se dan en calles no peatonalizadas, en las aceras, en general estrechas, de Lugo.

La vida en la calle, esa que los niños abandonaron cuando se pegaron a los móviles, la disfrutamos ahora los adultos, y sobre todo las personas mayores. Hagan un ejercicio mental por un instante e imaginen Lugo sin terrazas. Sería un lugar triste y anodino en que no habría más opción que sentarse en un banco para dar de comer a las palomas. ¡Benditas terrazas!

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 24 de Agosto de 2018

viernes, 24 de agosto de 2018

Peatonalizar sí, pero con ‘’sentidiño’’

La infografía de la peatonalización con la cubierta (que ahora por lo visto no se hará) y sin espacio para los vehículos que tendrán que pasar (buses, vehículos de reparto...) Foto: El Progreso
La presentación del proyecto de peatonalización y reforma de la calle Quiroga Ballesteros, en que las farolas serán “actuales” y el suelo tendrá luces LED, lo que viendo cómo se han destrozado rincones encantadores de Lugo como O Cantiño o San Marcos te hace echarte a temblar, obvia temas de vital importancia para la Plaza de Abastos, y mucho más prioritarios que ponerse a reurbanizar esa calle, por mucho que podamos estar a favor de la peatonalización.

Es llamativo que se gasten un millón y pico de euros en eso cuando está sin terminar la reforma de la Plaza, a la que le falta por completar toda la planta baja, o mientras cada día hay más puestos vacíos sin que se saquen a concurso a pesar de haber emprendedores interesados, y por mucho que nos expliquen que son “procedimientos diferentes” cuesta mucho entender que se priorice lo accesorio sobre lo fundamental.

¿Y si terminamos la plaza antes de meternos en otros fregados?

Tampoco tranquiliza a los empresarios de la zona que no esté muy claro qué se va a hacer con los autobuses o las zonas de carga y descarga, y “ya iremos viendo” no es la respuesta que te esperas cuando preguntas por cuestiones tan fundamentales. Se supone que un proyecto debe recoger previamente un estudio de necesidades, usos y costumbres a los que adaptarse y no hacer al revés, y una vez que terminemos la obra ya nos apañaremos. Hay que recordar, además, que para elegir el proyecto de reforma no se ha contado ni con los placeros, ni los empresarios, ni los vecinos de la zona. Es un “trágala” en toda regla.

No me entiendan mal, la peatonalización de esa calle es absolutamente necesaria y la Plaza de Abastos ha de captar nuevos clientes, por supuesto que sí, y para ello ha de actualizarse y competir con otras superficies con atractivos y zonas de esparcimiento que solo el casco histórico puede ofrecer, pero tampoco se puede despreciar al cliente del presente y lo que parece evidente para todos menos para quienes han de entenderlo, es que es total y absolutamente imprescindible que haya al menos una línea de autobús urbano que tenga parada frente a la plaza. Podría ser, por ejemplo, un pequeño autobús eléctrico que enlace gratuitamente con otras líneas de mayor recorrido, pero sea cual sea la solución tiene que estar prevista antes de tomar una decisión tan trascendental como vedar el tráfico rodado en un punto tan sensible.

Soy un firme defensor de la peatonalización total del casco histórico, pero antes de acometerla hay que atender a las alternativas de transporte. No podemos, sencillamente, prohibir el paso y que sea lo que Dios quiera, sino que hay que ver cómo se facilita el acceso al recinto amurallado de la gente, dónde puede aparcar si viene de lejos, qué medidas se toman para alentar el uso de bicicletas… y no crear un problema que ya veremos cómo se arregla en el futuro.

El orden correcto parece ser el de terminar las obras en la plaz,a sacar a concurso los puestos vacíos, organizar el transporte público, estudiar las necesidades del recinto… y luego ya levantamos la calle.

Artículo publicado en El Progreso del 24 de Agosto de 2018

jueves, 23 de agosto de 2018

La (eterna y absurda) guerra del aparcamiento en el HULA

Si pones "aparcamiento HULA" en Google Maps te sale esto...
El más grave de todos los problemas de Lugo en mi modesta opinión es que nuestros gobernantes no están a lo que hay que estar. Me refiero a que no se afrontan las situaciones pensando en solventarlas por el bien de los ciudadanos, sino con la vista puesta en las próximas elecciones y en culpar al adversario, por lo que en ocasiones cuanto peor, mejor.

Uno de los más recurridos temas para el pimpampún ocasional es el de los aparcamientos en el HULA. Como saben todos ustedes el que está en el edificio es de pago, y en los alrededores se puede aparcar pero siempre teniendo en cuenta el indisimulado chantaje de los “gorrillas” a los que o abonas la preceptiva “propina voluntaria” o te puedes encontrar con algún disgusto al volver, como un rayón, una abolladura, un espejo de menos o un cristal roto. Así, sin presiones. Que la ciudadanía esté hasta la gorra (¡qué bien traído, no me digan que no!) de la situación es totalmente normal, pero que se use esto desde hace años como arma arrojadiza en lugar de ponerle coto al problema ya es menos razonable.

Los "gorrillas", "ayudando" a aparcar a los conductores. ¡Qué detalle!
Foto: El Progreso

La Xunta de Galicia podría haber hecho el subterráneo gratuito, sí, aunque si les soy sincero me sorprendería porque no conozco ningún caso que esto sea así. En los hospitales públicos que conozco (Santiago de Compostela, Coruña, La Paz en Madrid…) hay que pagar por dejar el coche en el aparcamiento o buscarse la vida y estacionar por la zona… y no lo veo completamente ilógico, ya que las instalaciones sanitarias se han de centrar en curar enfermos y no en buscarles dónde dejar el coche… y no me digan nada de los que van con los pacientes porque siguiendo el mismo principio también nos pueden exigir que la cafetería debería ser gratis porque no hay donde comer algo si estás acompañando a un enfermo. Hay cosas que no tienen lógica, sobre todo cuando en las inmediaciones hay enormes extensiones de aparcamiento gratuito.

Otra cosa sería que a la concesionaria se le pusiera como condición hacer unos bonos especiales para los trabajadores del hospital (eso sí me parecería acertado, porque tienen que ir todos los días sí o sí y a un horario determinado) e incluso otros para, por ejemplo, un familiar por persona ingresada, y tampoco sería descabellado algún tipo de gratuidad temporal para aquellos que llevan a una consulta a personas de movilidad reducida (el tiempo de dejar a la persona y salir a buscar dónde aparcar, en Urgencias por ejemplo ya se puede dejar el coche cosa que en el viejo hospital no se podía hacer)... habría que estudiar el tema con calma. Pero de ahí a la gratuidad total… No comprendo por qué si voy de visita a ver a un amigo ingresado o a una consulta menor (vamos, algo que no me tiene con muletas o en silla de ruedas) me tienen que eximir del pago.

Ya sé que es muy poco popular no pedir que todo sea gratis. Nos cuesta mucho rascarnos el bolsillo y lo de aparcar en la zona y andar es algo que escuece tanto o más, por muy sano que sea, pero es que no le veo el sentido en un sitio donde en la práctica no hay límites de espacio.

Pero volviendo al inicio del artículo, lo que más llama la atención es que quien más protesta por este asunto es el Ayuntamiento de Lugo, que tienen más morro que un oso hormiguero porque llevan tres años intentando hacernos pagar a todos por aparcar en las calles de la ciudad con la O.R.A., así que su argumentación de “el Hospital es público y los terrenos son de todos los lucenses” cae por la base porque más “público y de todos los lucenses” que la calle no se me ocurre nada.

El Ayuntamiento suspendió la O.R.A., sí, pero con intención de extender el sistema y duplicar sus plazas, con el apoyo y la ovación cerrada de Federación de Vecinos, Federación de Comercio, Asociación de Hostelería y algunas entidades más. Otras organizaciones como Lugo Monumental, se opusieron frontalmente, y algunas como UNAVE aunque al principio apoyaban (con prudencia) el nuevo sistema propuesto de pago, tras visitar Pontevedra en una excursión organizada por el BNG cambiaron de idea y vieron las virtudes de una ciudad sin O.R.A.

Por eso me parece tan manipulador y tan incongruente que quien nos quiere cobrar por aparcar en plena calle exiga a los demás la gratuidad de los subterráneos. Pero hay más, ya que los aparcamientos bajo tierra de Santo Domingo, Constitución y Plaza del Ferrol son igual de públicos, titularidad del Ayuntamiento y están hechos en terrenos “de todos” y no veo ningún intento por hacerlos gratuitos, porque no tendría la más mínima lógica.

Estas cosas funcionan así y lo que hay que hacer es dar alternativas a la gente: hacer de una maldita vez los “leiraparking” por los que llevamos esperando desde que abrió el hospital (por Dios, es meter unas excavadoras a nivelar el terreno y poner una capa de asfalto, no el Eurotúnel) y que los autobuses funcionen con una frecuencia y fluidez razonable en el siglo XXI. El último anuncio del aparcamiento municipal es que estará listo en Octubre, veremos si es cierto porque lleva más anuncios esto que una campaña de El Corte Inglés.
El último anuncio nos dice que en Octubre estará listo el aparcamiento de superficie...
Foto: La Voz de Galicia
Es más cómodo y más “político” echar la culpa a los demás en lugar de poner soluciones a los problemas de los lucenses, que si se arreglan no se puede despistar a los demás de la incompetencia propia. Y la gente pica, así nos va.

miércoles, 22 de agosto de 2018

El curioso pliego de montaje de los puestos del San Froilán

Curiosa y atractiva foto de La Voz de Galicia de los stands de San Froilán
En la web municipal puedes ver cosas interesantes y entre ellas uno de los sitios a los que acudo frecuentemente es la sección del “perfil del contratante”, cuyo nombre sinceramente nunca comprendí muy bien porque creo que lo lógico sería llamarlo algo así como “contrataciones municipales”, que es de lo que se trata. Pero como es una cosa extendida a nivel nacional hasta puede que sea cosa de las leyes así que no insistiremos en ese punto.

Actualmente hay varios contratos ofertados a las empresas interesadas, y uno de ellos es el del alquiler, con montaje y desmontaje, de los puestos de venta que habrá en las fiestas de San Froilán de este año. Casi 100.000 euros en alquiler de unas casetas que siempre me pregunto si no estarían mejor invertidos en su compra, porque si todos los años nos gastamos eso… y además si son en propiedad entiendo que se podríain utilizar para más eventos, la feria del libro, y otras ocasiones. Pero bueno, vamos a dar por sentado también que el arrendamiento tiene sus ventajas, como el evitar el amacenamiento y que es más sencillo.

Lo que me cuesta más trabajo entender es la diferencia de precios entre unas casetas y otras. Por ejemplo, mientras las casetas que se instalarán en la Plaza de España salen a casi 800 euros por unidad, las de Puro Cora apenas superan los 500 euros. Se podrá argumentar, con razón, que la diferencia está en el tamaño, y es cierto que son distintas pero incluso si calculamos el precio por metro cúbico hay variaciones de casi un 20% en el precio por caseta, superando el de la principal plaza lucense a las que se instalarán en García Portela (26,66 euros por metro cúbico frente a 22,53).

Quizá, se preguntarán ustedes, la explicación es el tipo de caseta, que será más completa o más bonita en unos sitios que en otros. Respecto a esto último ya les digo que no porque son todas iguales en diseño (supongo que las habituales blancas y azules, que quedan fatal en todas partes y por lo tanto la cosa es homogenea), y en cuanto a las instalaciones cada una es de su padre. Para unas se pide portón levadizo, en unos casos se exige posibidad de mostrador, algunas deben contar con instalación eléctrica, se requieren puertas de acceso individual en ciertas instalaciones… pero en otras no. Todo varía y es sorprendente que alguna caseta haya de tener persiana de seguridad de aluminio y otras no. ¿Acaso son zonas más “conflictivas”?

Es extraño ver toda esa variedad de diseños en las mismas dos páginas de las bases. Pueden ver el pliego en la dirección https://contrataciondelestado.es/wps/wcm/connect/cb313af1-208e-4689-8d0d-c3f5901166a4/DOC20180810130035DEC+APERT+LICITAC.pdf?MOD=AJPERES (ya sé que es larga, pero oigan, es la que es), pero les pongo a continuación los cuatro tipos de caseta:
  • Rodríguez Mourelo - 340x270x215 cm. (largo-altofondo) con cornixa decorativa de 33 cm. de 384x270 cm. con portón levadizo de entre 115/130 cm. e frontal inferior extraíble e porta traseira. 
  • Plaza de España - 420x270x215 cm. (largo-alto-fondo) con cornixa decorativa de 33 cm. de 464x270 cm. e portón levadizo de 115 cm. e posibilidade de instalación de mostrador (a demanda do adxudicatario), máis cadro eléctrico, instalación eléctrica e consumo (1.100 w/caseta), e porta individual. 
  • García Portela - 300x290x250 cm. (largo-alto-fondo) con cornixa decorativa de 42 cm. de medidas 370x387 cm. Con persiana de lamas de aluminio de seguridade e porta traseira.
  • Puro Cora - 300x290x200 (largo-alto-fondo) con cornixa decorativa de 42 cm. de 370x337 cm. Con persiana de lamas de aluminio de seguridade máis cadro eléctro e instalación eléctrica para unha potencia máxima de 1.100 watios.

En definitiva, cada una de su padre, aunque la estética no tiene por qué variar. Comprendería que se pidan casetas diferentes en cuanto a apariencia, pero no que se varíen las cuestiones de seguridad de unas u otras… y que llamativamente las más baratas sean las que tienen que tener persiana de seguridad curiosamente (las de García Portela y Puro Cora).

Posiblemente haya una explicación, pero como esto depende de quien depende… vayan ustedes a saber. A lo mejor es tan sencillo como que son las que tienen en sus almacenes las empresas que tradicionalmente obtienen las adjudicaciones, pero eso supondría que estamos hablando de un concurso hecho a medida para los posibles interesados y eso sería pensar en un delito, así que habrá otra explicación… O no.



martes, 21 de agosto de 2018

Las plagas de Lugo. En el capítulo de hoy: ratas

PAC de Fingoy, en que se ha denunciado la presencia de ratas, como en otras zonas de la ciudad.
Aunque en Lugo seguimos sin cronista oficial, una figura retórica que realmente no es necesaria pero que dota de poesía a la fría administración pública (y, por aquello de “mojarme”, yo apostaría por Julio Giz para el puesto), los posibles nombres que llevan años sonando (“estamos en ello”, ya saben) deberían tomar apuntes para escribir un futuro Éxodo lucense, concretamente parafraseando la parte del Antiguo Testamento que habla de las plagas que asolaron Egipto y que se reproducen en nuestra ciudad, aunque con elementos autóctonos.

Si el Faraón se enfrentó a las aguas teñidas de sangre, las ranas, los piojos, las moscas, las langostas y demás fenómenos, en Lugo tenemos la porquería que tiñe el Miño de marrón, las hierbas, los toxos, las ruinas y más recientemente las ratas y cucarachas. Esperemos que lo de los primogénitos no cuaje.

Que en pleno siglo XXI se tenga que denunciar que en un centro de salud, el de Fingoy concretamente, entran ratas y cucarachas es para hacérselo mirar. Ya no se trata de un tema estético o de “hacer bonito” sino de salud pública, y las ratas no son precisamente las mejores compañeras con las que compartir un centro sanitario, pregunten a las que extendieron por Europa las plagas de peste en la Edad Media.

Lugo está hecho un desastre. A pesar de los esfuerzos de algún político o de aspirantes al trono, la ciudad está sucia, los contenedores rotos y llenos de porquería (más allá de la obvia de su función, claro), la maleza campa como en una película postapocalíptica en que se ven las ruinas de Nueva York llenas de hierbajos y mapaches por las calles…

Todo son proyectos y maquetas, pero la realidad es que pasear por la ciudad y mirar al suelo te dan ganas de quemar los zapatos en cuanto llegas a tu portal, o comprar unas zocas de madera de esas que usaban nuestros abuelos para andar por el barro en las aldeas, como funda para el calzado normal.

Las ratas vienen normalmente de los solares abandonados, de las zonas con maleza y basura, del descudio y de la desidia. Nos cuenta el Ayuntamiento que las que se ven son las que han tomado veneno, que se ve que las envalentona (¡a quién no le pone farruco un chute de arsénico!) y que está todo bajo control… Y habrá quien se lo crea.

lunes, 20 de agosto de 2018

La sanción a ''Lugo sen mordazas'' puede ser delito si es arbitraria

Como es obvio, el peligro que entraña la mesa merece una fuerte sanción... solo que el peligro es político...
La Policía Local, aplicando una vez más la Ley de Seguridad Ciudadana, denunció a miembros de la plataforma “Lugo sen mordazas” a la que se impuso una sanción de 300 euros por instalar una mesa de recogida de firmas contra la ordenanza que se viene llamando “Ordenanza Mordaza”.

Hay que decir que las normas están para cumplirse, y que si los titulares de la instalación no pidieron el preceptivo permiso han de ser sancionados, como todo hijo de vecino, ya que ese peculiar principio por el que uno se salta las normas que considera injustas trae como consecuencia que esto sea un lupanar y cada cual haga lo que le venga en gana. No se puede confundir liberalismo, del que soy un férreo defensor, con tomarse a pitorreo las normas basándose en el principio de que el juicio propio supera en todo caso al del conjunto. Recordando a Aznar, podríamos traer a colación aquella frase de “déjame que beba tranquilo”, que a su vez era un “spin off” del “yo controlo” de todos los adictos, algo totalmente inaceptable.

Pero a lo que íbamos, los sancionados afirman tener decenas de fotografías de mesas de petición y chiringuitos similares instalados sin pedir permiso y que no fueron sancionados. Si eso es así nos encontramos ante un más que probable caso de prevaricación, ya que se dictaría una resolución arbitraria en que se multa a una gente por cuestiones puramente subjetivas y no se trata a todos siguiendo el más elemental principio de igualdad ante la ley. Esto sería inaceptable, y si yo fuera el afectado sin la más mínima duda presentaría un escrito en Fiscalía aportando las fotografías y las fechas de las mesas que afirman que no tenían permiso para que comprueben si eso es así y, de serlo, sancionar a las autoridades que han cometido tamaña tropelía. Eso no les quitaría la multa, que no se debe retirar ni por la intercesión de la Virgen de la Caridad, pero sí castigaría a quien ha sancionado a quienes resultan “incómodos”.

Espero que no nos sancionen a los que también hemos firmado. Foto: Facebook de Lugo sen mordazas
Personalmente creo que las mesas de petición de firmas no deberían requerir ningún tipo de autorización previa, y que solo deberían retirarse o sancionarse si suponen algún tipo de estorbo a la circulación (nos entendemos que todo “molesta”) o algo por el estilo. Habría que redactar eso con cuidado en una normativa, pero abriendo la mano porque lo que resulta un poco paradójico es que para luchar contra una norma abusiva del Ayuntamiento dependas de que te lo permita ese mismo Ayuntamiento.

El problema de estas cosas es la exageración. Por ejemplo, vemos en los telediarios que en Cataluña no son extrañas las plazas o las playas llenas de cruces amarillas, las pancartas en fachadas y los lazos en todo tipo de mobiliario urbano, y para mayor fantasía ahora anuncian sanciones para quienes retiran dichos elementos. ¿Y no sería más lógico sancionar a quienes los han puesto sin autorización? Y de estar autorizados, ¿no creen que lo suyo sería revisar por qué se autorizan esas ocupaciones de vía pública sin pagar las oportunas tasas? Y si las han pagado (esto lo dudo muchísimo), ¿soy el único que observa una dejación de funciones en la promoción de lo que a todas luces es un tema político? Si fuera una empresa u otro tipo de evento jamás se autorizaría tamaña campaña.

Pues aquí pasa lo mismo, aunque a menor escala. Si las afirmaciones de los sancionados son ciertas se está multando a unos lucenses por cuestiones puramente políticas. Inaceptable, inadmisible e ilegal.

martes, 14 de agosto de 2018

¡Gracias Joaquín!

Inauguración de la peatonalizacióin del casco histórico tras las obras

El Progreso de ayer domingo recogía a doble página un gran reportaje sobre la efeméride de los 20 años de la peatonalización del casco histórico, acción llevada a cabo por Joaquín García Díez en su único pero increíblemente productivo mandato como alcalde. Es de agradecer que el diario de Lugo y su provincia tenga buena memoria y recuerde el gran cambio que supuso para todos aquella titánica y difícil decisión, sin la que hoy nuestra ciudad no sería lo que es.

La objetividad es una gran cosa para escribir sobre alguien pero también algo difícilmente alcanzable. Filias y fobias nos influyen a todos a la hora de escribir, y cuanto más conocemos a la persona más nos marca la opinión que tenemos sobre ella. Cuando cristalizó aquella ambiciosa y revolucionaria idea no conocía a Joaquín más que como alcalde de nuestra ciudad y aún así ya no habría sido objetivo con él porque siempre fui consciente de que fue quien nos dio alas para soñar un Lugo mejor y aumentó nuestro orgullo para recodar que no tenemos nada que envidiar a otras urbes de nuestro entorno. Hoy día tengo el honor de contarlo entre mis amigos y de haber trabajado con él, lo que me da una perspectiva bastante completa de su persona, y eso no hace más que aumentar mi admiración, respeto y cariño, lo que aleja más aún cualquier presunción de objetividad que pudiera restarme.

Sin embargo, no hace falta ser objetivo para reconocer que Joaquín marcó un antes y un después para Lugo. Su alcaldía supuso retirar el tráfico de lugares donde hoy nos parece una barbaridad que alguna vez lo hubiera. Campo Castillo, Reina, Plaza de España, Progreso… son a día de hoy zonas que las personas han podido recuperar gracias a la valentía de quien se enfrentó al statu quo y llevó adelante su proyecto, protegido de las muchas y duras críticas únicamente con una armadura de buenos argumentos y una inquebrantable convicción. Fue inolvidable la enorme reunión que mantuvo con cientos de personas del casco histórico en la vieja cafetería Monterrey, donde dio la cara antes de iniciar las obras y estuvo contestando preguntas a una audiencia inicialmente hostil a la que poco a poco fue convenciendo con su discurso tranquilo pero firme.

La visión global de Lugo que tiene Joaquín no la hemos visto en ningún otro alcalde desde que dejó el cargo. No solo se encargó de convertir el casco histórico en un verdadero centro peatonal sino que se preocupó por las antiguas travesías que cruzaban Lugo, hoy avenidas reformadas gracias a su trabajo, y de las zonas verdes como el parque del Miño, también creado en su mandato, y eso sin mencionar su “locura” de luchar por la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad, algo por lo que peleó con una energía arrolladora y que felizmente logramos “entre todos”.

Lugo tiene una gran deuda con el alcalde Joaquín García Díez que, lamentablemente, pagará dentro de espero que muchos años cuando él no pueda recibir en persona los sin duda merecidos elogios, por la absurda idea de que no se puede dedicar una calle a una persona viva. Al menos que este modesto pero sincero homenaje sirva para recordar lo muchísimo que se puede hacer por Lugo en cuatro años si se tiene coraje, convicción y, lo más importante de todo, si se quiere a esta ciudad.

¡Gracias, Joaquín!

Inauguración del Parque del Miño el 7 de mayo de 1999
Artículo publicado en El Progreso del 13 de Agosto de 2018 

lunes, 13 de agosto de 2018

Retranca reivindicativa, una sana receta

Mi favorito es el de los restos arqueológicos en la Ronda. Foto: El Progreso

La retranca es algo que de los Ancares para allá pillan y no pillan, más bien no. No hay más que ver ese cachondeo que se traían con las frases aparentemente enrevesadas de Rajoy (algunas eran un lío que ni él entendía bien, como su letra, pero otras tenían mucho sentido) que aquí se veían con normalidad porque son de las que decimos día sí y día también e incluso ese tipo de coñas gustan. Quizá por eso ha sido tan bien acogida la campaña de carteles irónicos que invade Lugo estos días y que anuncia diversas cuestiones como la oferta de paja y forraje en los solares que Xunta y Ayuntamiento no cuidan y de la que tanto se habla.

Que las administraciones multen a los particulares por no tener sus montes y campos limpios es algo aceptable, ya que luego viene el desgraciado de la cerilla y la colilla (cuando no el bidón de gasolina directamente), Galicia arde por los cuatro costados y nos echamos las manos a la cabeza. Pero ese ejemplar rigor a la hora de sancionar a los demás ha de ser respaldado por una coherencia propia teniendo en estado de revista los solares propios.

Se vende hierba seca - Foto: El Progreso
La campaña, sin embargo, no va solo por el tema de los solares. También se ha metido con la pila de hierrajos que hay tirados en la esquina de San Roque con la Ronda desde hace lustros y que afean la vista desde la Muralla, y no dudo que seguirá con otras acciones que dejarán en ridículo a las administraciones que no hacen lo que tienen que hacer.

Algunos ejemplos de carteles que podrían poner son estos:
  • “Se alquila nave diáfana, ideal para aparcamiento de camiones” en el nuevo Auditorio, que lleva terminado y cerrado dos años. 
  • “Baños públicos” en la fachada norte de la Catedral de Lugo, donde los herrajes del siglo XIII están siendo destruidos por la costumbre de orinar contra ellos. También se podría poner en el callejón de Santo Domingo, recientemente rehabilitado y dedicado a estos usos.
  • “Se vende pantalla digital, sin apenas uso” en los paneles informativos de las paradas de autobús de Lugo, que funcionaron unos meses y ahora solo valen para poner el nombre del Ayuntamiento.
  • “Ate aquí a su montura” en las paradas del difunto “Rebicíclate”.
  • “Coto de pesca, prohibido el baño” en la zona donde se ha proyectado, hablado y debatido sobre la inexistente playa fluvial del Río Miño.
Les pongo solo cinco, aunque estoy seguro de que cualquiera de ustedes sería capaz de pensar muchos más. De hecho no estaría mal hacer una campaña para pedir ideas y poner más.

Lo más gracioso del asunto es que estoy seguro de que los gobiernos destinatarios de las coñas, es decir, Diputación, Xunta y Ayuntamiento, no solo no las recibirán con un deportivo espíritu de autocrítica, sino que se pondrán como hidras dado el éxito de la iniciativa y no descarto que busquen a los autores para “sancionarlos”, mientras asisten impasibles a la colocación de diversos “adornos” a la Muralla o a otros lugares públicos por parte de partidos políticos.

No tengo ni idea de quién está detrás de todo esto, aunque se rumorea que es cosa de gente cercana a Ciudadanos. Si es así quizá libren de la denuncia por lo mismo que lo ha hecho reiteradamente el BNG (ya saben, perro no come perro), pero si es un colectivo “de la calle” y los multan yo me plantearía una demanda por prevaricación, ya que se les persigue porque hacen pupa y no por otros motivos. De otra forma no se explicaría que a diversos colectivos “vecinales” les dejen poner lo que les da la gana o que el propio Ayuntamiento pegue sus carteles por la calle, cosa prohibida según ellos mismos.

En fin, mis felicitaciones a quien haya hecho esto. Es bueno llamar la atención sobre problemas de la ciudad y si se hace con cierta dosis de ironía y buen humor, ya ni les cuento.

Se venden "toxos" en el Auditorio Foto: El Progreso

viernes, 10 de agosto de 2018

Toldos de colores

Las monocromáticas terrazas lucenses.
Publicaba La Voz de Galicia de ayer que el Ayuntamiento pretende cubrir con telas de colores el parque infantil de Campo Castillo. Me parece una idea maravillosa, estupenda, fantástica… tanto que creo que es una pena que no dejen a los demás hacer lo mismo y dar un poco más de color al casco histórico.

Por decreto municipal todas las terrazas del recinto amurallado han de ser del mismo color, un monótono y anodino crema que además se mancha como nada. ¿Cuál es la razón de haber elegido ese tono y no otro? Sencillamente, que les dio por ahí a los munícipes y eligieron ese como podían haber optado por el verde Marujita, de hecho me sorprende que no lo hicieran visto el dudoso gusto que han demostrado en sitios como la plaza San Marcos o la Plaza Inútil.

¿Por qué no hay, como en muchas ciudades que nos dan sopas con hondas, una carta de colores para elegir? Viajar un poco ayuda a ver esas cosas y les recomiendo Venecia donde podrán ver toldos verdes, rojos, azules… ¿Qué tiene de malo que tres terrazas continuas tengan tres colores diferentes si son tonos razonables? ¿Por qué hay que uniformar a la ciudad como si esto fuera la afortunadamente extinta Rusia Comunista?

La homogeneidad es enemiga de la creatividad, la libertad y la personalización de diferentes espacios, pero si les soy sincero lo que me molesta no es tanto que se quiera convertir la ciudad en un páramo de colores, sino que se les prohíba a los particulares usar un tono diferente del decretado pero la administración se vea por encima de las normas que obliga a cumplir a los demás y haga lo que le salga de las narices.

Los Plenos deberían hablar de estos temas en lugar de ocuparse de asuntos que atañen al Congreso de los Diputados o al Parlamento de Galicia, y si nuestros concejales quieren hablar de eso que se presenten a otras elecciones.



Artículo publicado en La Voz de Galicia del 10 de Agosto de 2018

jueves, 9 de agosto de 2018

Dibujando en la suciedad

Dibujado en la suciedad. Nunca lo había visto.

Como se me acumulan los temas a veces se me van quedando cosas y una de ellas es una pequeñez que me llamó la atención ya hace un mes más o menos. Un anuncio, en una acera, en el suelo… dibujado en la porquería de la calle…

El anuncio era de Ecoembes y me sorprendió ver el logotipo de la Xunta junto al de esta empresa medioambiental diciendo que cada seis latas recicladas contrarrestan la contaminación de 10 minutos de un coche. La información es llamativa, sí, pero más aún la forma de hacerla llegar al público.

¿Cómo se planifica algo así? ¿Cómo se puede dar por sentado que la acera va a estar lo bastante sucia como para llegar a poder escribir en ella? Vale que Lugo últimamente no es la ciudad más limpia del universo, y antes de que me vengan con el premio de la escoba de oro les recuerdo que no se le dio a la ciudad por limpia sino por una aplicación de móvil que no sé si sigue funcionado a día de hoy. Lo compruebo y si tal eso nos da para otro artículo. Pero como les decía, por mucho que las aceras no sean un ejemplo de higiene, de ahí a hacer figuritas en el suelo media un abismo y me sorprende que planifiquen una campaña de este tipo basándose en eso.

Es un doble golpe. Por una parte se nos recuerda que el reciclaje es positivo (por si alguien no lo sabía) pero por otra se hace una crítica poco sutil al Ayuntamiento y el mantenimiento de las calles. Dos por uno.

Cuando pasa una máquina de limpieza se nota. Deberían pasar con más frecuencia.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Consejos (sobre agua) vendo que para mí no tengo

  
Dar consejos es una gran cosa. Cumplirlos para dar ejemplo ya es harina de otro costal.
Una de mis obsesiones es el agua, no me pregunten el motivo porque la verdad es que no lo tengo claro, pero siempre me ha parecido algo casi milagroso que girando un mando el elemento más preciado para la vida corra alegremente en nuestras casas, algo tan cotidiano que creo que no somos plenamente conscientes de lo que supone. Cuando en este mundo hipertecnológico pensamos que los romanos ya tenían casas con agua corriente en el viejo Lucus Augusti, y que incluso algunas villas contaban con agua caliente y calefacción la sorpresa es mayor todavía, pero insisto, hoy no le damos la importancia que tiene al tema.

Por eso cada vez que veo una fuente con el grifo permanentemente abierto me acerco a cerrarlo, porque veo que el agua se desperdicia con una dejadez que solo puede venir de la inconsciencia del milagro que supone contar con ella día tras día de forma tan cotidiana. De hecho les he hablado de ese asunto hace no mucho en este mismo blog, de los grifos de las fuentes que no funcionan correctamente y que siguen manando agua horas después de que se utilicen.

Lo más llamativo es que el Ayuntamiento se ha molestado en crear una “guía de buenas prácticas” del agua que por lo que veo ellos mismos ignoran olímpicamente. Según su propio documento un grifo abierto consume unos 20 litros por minuto, así que esas fuentes que con tanto descuido quedan abiertas tiran 1200 litros por hora, y les aseguro que están así muchas, muchas horas.

Ahí tienen el dato de lo que pierde un grifo abierto.

No sé cuánto habrá costado la impresión del libro de marras, pero en mi modesta opinión harían un servicio mucho más importante a la red de suministro si cambiaran los grifos de las fuentes que no funcionan correctamente. Lo hicieron con uno, el del canil del carril de las Estantigas, que por cierto es horroroso porque es un grifo doméstico que no pega en la fuente ni con cola, pero al menos funciona bien que es de lo que se trata.

Si tienen a bien algún día tomarse esto en serio, y como colaboración, les señalo cuatro fuentes que, sin moverse del centro, presentan ese problema de despilfarro: la que está frente a Sanidad (la que parece un reloj de sol), la situada en San Fernando frente al cuartel en el pequeño parterre, la de la Plaza de la Soledad, y la de la Plaza de España. Ya tienen por dónde empezar antes de decinos a los demás lo que hacer. De nada. Ahora prediquen con el ejemplo.

Uno de los grifos que no cierra bien. 1200 litros por hora...

martes, 7 de agosto de 2018

Ataques al Patrimonio de todos

Herrajes de la puerta norte de la Catedral de Lugo, auténticos del siglo XIII
Es curioso cómo la popularidad de un monumento también influye, como la de las personas, en la difusión de sus achaques e incluso agresiones. Por ejemplo, la Catedral de Santiago abre hoy las noticias de innumerables medios de comunicación porque un desgraciado sin cosas más interesantes que hacer que fastidiar una obra de arte se ha entretenido en pintarrajear una de las esculturas de la plaza de Platerías de la seo compostelana.

La pintada en un monumento histórico, ya ven qué gracia...
No creo que nadie en su sano juicio piense que voy a minimizar el suceso, ya que creo que refleja la poquita cabeza y el nulo respeto que algunos tienen hacia el patrimonio común y la herencia cultural, pero me sorprende que esa agresión ocupe tantas portadas mientras que el deterioro constante de otro bien histórico, esta vez en la Catedral de Lugo, pasa desapercibido a pesar de las continuas quejas del obispado y de algunos lucenses.

Se trata de los herrajes de la puerta norte de la Catedral, unos refuerzos de dicha puerta que llevan ahí ochocientos años ya que son del siglo XIII, que se dice pronto, y que probablemente no terminen sus días con dignidad porque la causa de su deterioro son los meos de la gente que se dedica a vaciar su vejiga allí por las noches. ¿Hay que vallar la zona para evitar el daño? Pues se ve que es la única solución que aparentemente nos dan, ya que la policía, una vez más, ni está ni se le espera y la cosa va a peor cada día que pasa.

Es triste reflejo de nuestra sociedad ver que un bien que estuvo ahí durante ocho siglos esté ahora en peligro por la ignorancia, la dejadez y la guarrería de los usuarios. Y eso no abre telediarios porque no es tan llamativo, a pesar de que tan Patrimonio de la Humanidad es nuestra Catedral como la de Santiago.

Los daños son evidentes

lunes, 6 de agosto de 2018

El peligro está en las fiambreras

Los peligrosos domingueros actuando contra el pueblo. Foto: La Voz de Galicia

No deja de ser curioso que entre las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Foz se incluya la persecución de la costumbre de comer en el césped de La Rapadoira. Por mucho que lo intento no consigo verle nada de malo a la actividad si dejan recogidas las cosas . Sin embargo se ve que es algo preocupante para la Corporación porque el sábado dos agentes locales se encargaban de disuadir a los presuntos infractores de la tortilla y la gaseosa.

Restos nocturnos...
Paradógicamente nadie pasa a las once de la noche para comprobar cómo el botellón aprovecha las mesas de piedra instaladas con dinero público, y cómo bajo el brillo de los mecheros se queman piedras de costo sin disimulo alguno. Por la mañana, eso sí, se recogen rápidamente los muchos restos para que parezca que “aquí no ha pasado nada”… pero ha pasado, vaya si ha pasado, como podemos constatar muchos cuando nos despiertan a las cinco de la mañana los gritos de los que disfrutan de su juerga particular.

No seamos cínicos, muchos hemos hecho botellón, o al menos nuestra versión, más descafeinada ya que un par de botellas daban para una noche de diez personas. No se trata de eso sino de lo chocante que resulta que mientras el alcohol entre jóvenes corre como el agua, los que vienen a pasar el día con el túper de tortilla y los filetes empanados los tienen que esconder de la policía como si fueran fardos de coca.

Llevo más de veinticinco años viniendo a Foz, que considero mi segundo hogar, y no recuerdo que haya habido problemas de convivencia en el césped. Mi abuela disfrutaba de la sombra de los árboles cuando no podía bajar al arenal y no le oí jamás protestar porque los vecinos le dieran al bocata de lacón. Al revés, lo suyo era entablar una amistosa conversación en que no faltaba un “si gusta usted…”. Había libertad para disfrutar cada cual y respeto. Se ve que estaba equivocado y que el verdadero peligro para Foz está en las fiambreras.

Artículo publicado en La Voz de Galicia (edición A Mariña) el 7 de Agosto de 2018

viernes, 3 de agosto de 2018

El (ahora justo) precio de las terrazas

La rebaja de tasas lograda por Lugo Monumental y la APEC no afecta a las terrazas del centro, sino a las de toda la ciudad
y a más actividades como pueden ser las grúas de obra.
Foto: El Progreso 
Casi todo se puede ver de dos maneras, como demuestra el manido ejemplo del vaso mediado. De igual forma podemos entender que el Ayuntamiento ingresa 100.000 euros de menos con la rebaja de las tasas de terraza tal y como recogía El Progreso hace un par de días, o que antes de la modificación ingresaba 100.000 euros de más. ¿Cómo podemos saber cuál es el punto de vista más justo? Probablemente las comparativas nos pueden ayudar.

Si ustedes observan que un metro cuadrado de terraza en Santiago de Compostela le cuesta al hostelero 27 euros, y que en Coruña son 25, quizá los casi 20 que se pagan en Lugo no le parezcan tan baratos, sino razonables. Y eso dejando fuera de la comparación a Vigo, donde el metro cuesta poco más de cinco euros. En Lugo hasta este año el precio rondaba los 60 euros por metro cuadrado, un disparate que felizmente el Ayuntamiento ha accedido a corregir gracias a las continuas reclamaciones de Lugo Monumental y la APEC, que han trabajado conjuntamente para llevar el sentido común a un tema que hacía mucho tiempo que se les había ido de las manos a nuestros regidores.

Si además tenemos en cuenta que en las demás ciudades no se ponen las tapas que hay en Lugo, ya que las más generosas empiezan a poner alguna cosilla, pero nada comparado con la selección de nuestra ciudad y su abundancia, entenderán que no es sostenible seguir sableando a los hosteleros con el pobre argumento de que “es suelo público”. También lo es el que usa la empresa de los autobuses urbanos y en vez de cobrarle se le paga por hacer ese servicio.

Imaginen la tristeza de una ciudad sin terrazas. Todos compartimos que no pueden estorbar el paso y que hay que vigilar los abusos, que los hay como en todo, pero la adecuación de las tasas de terraza no hace que el Ayuntamiento “pierda” dinero, sino que haya dejado de cobrarlo de más.

Es bueno ponerse en la piel ajena y ver todo, no solo lo más evidente. Afortunadamente en este asunto el actual gobierno y su Alcaldesa han demostrado mucha más sensibilidad que su antecesor y han puesto fin a una situación injusta y unos precios desmedidos.

Artículo publicado en El Progreso del 2 de Agosto de 2018