miércoles, 29 de agosto de 2018

¡Solo 1.000 días para señalizar un ascensor!

El ascensor de la Muralla, inaugurado en 2015, será señalizado. ¡Para que luego digan de la lentitud administrativa!
Ya saben que siempre protesto contra la lentitud del Ayuntamiento en hacer sus deberes aunque hay honrosas excepciones, como hablamos ayer con su inmediato pintado del mural de Lugo sen Mordazas (cuya desaparición tuvo prioridad sobre la de pintadas tan hermosas como las de “más fútvol, por favor”), o con la celeridad que muestran a la hora de retirar los carteles-denuncia “ciudadanos” que aparecen en diferentes puntos de la ciudad y que avergüenzan a la administración por mucho que algún pelmazo nos cuelgue fotos en Facebook de lo mucho que se hace, como si fuera una graciosa concesión a la ciudadanía y no su obligación.

Sobre esto último, he de mencionar que siempre que veo estas cosas recuerdo que de pequeño pregunté a mi madre por mi premio por aprobar todo y su respuesta fue categórica: “ninguno, es tu obligación”. El corolario era que si no cumplía con dicha obligación se me castigaría, como es lógico. No hacía falta decirlo, lo captaba al vuelo, aunque se ve que no todas las madres han inculcado ese mensaje a sus hijos y de ahí que algunos insistan en que les aplaudamos por hacer, tarde, mal y a rastras, su trabajo.

Pero bueno, que se me desvía el asunto. La introducción viene a que a pesar de mis protestas por la lentitud municipal hoy hay que aplaudir el anuncio realizado por la siempre diligente y competente concejala de Cultura y Turismo, Carmen Basadre, que ha comunicado a la Humanidad que van a señalizar el ascensor instalado en la Muralla (patrimonio del colectivo terrestre) para que todos los discapacitados que en el mundo son puedan encontrarlo sin problemas. Creo que habría que montar una plataforma ciudadana o algo (¡atención, federaciones subvencionadas, aquí tenéis otro filón para sacar pasta!) para que se promueva el darle la Cruz del Mérito Civil por haber tardado... ¡¡tan solo tres años!! en poner las señales, ya que les recuerdo que el ascensor se inauguró el 30 de noviembre de 2015, aunque puestos a ser exactos quizá habría que poner el reloj a andar un poco más tarde porque se estropeó a las dos semanas de su instalación, aunque son tecnicismos sin mayor importancia.

Habrá quien se atreva a comparar la complejidad técnica, administrativa y económica que supone instalar un ascensor con la que conlleva poner cuatro cochinas señales, y ese alguien incluso podría decir que lo suyo sería que éstas estuvieran instaladas el mismo día de la inauguración (y tapadas convenientemente los días de malfuncionamiento de la instalación) y no mil días más tarde, pero eso son lenguas viperinas contrarias a los avances de Lugo que protagoniza nuestra más insigne representante municipal, de cuya valía y competencia nadie puede dudar. No en vano inventó que inventó el Arde Lucus, y esa es una creación intelectual digna de mención.

Para que vean la dificultad que entraña la instalación de unas aparentemente sencillas señales, no tienen más que acudir a un sitio apartado, recóndito incluso, uno de esos rincones que los turistas no ven porque están a desmano: la plaza del Campo. Allí podrán observar, si buscan atentamente (recomiendo ayudarse de una lupa de 20 aumentos), ciertas pequeñas señales de humedad en la señalización turística instalada hace unos pocos años. Es la prueba palpable de que no es tan sencillo hacer bien estas cosas y que hay que tener en cuenta imprevistos tales como la lluvia, que en Lugo son tan ocasionales que podríamos decir que son milagrosos, y que pueden estropear un diseño con feas agresiones de la climatología, que como todo el mundo sabe es de derechas y por eso ataca las obras municipales.

Así que unámonos todos para felicitar al Ayuntamiento y a la concejala del ramo por señalizar el ascensor solamente tres años después de su instalación. Me atrevería a decir que han batido algún tipo de récord, a ver si consulto el Guiness para tramitar su inclusión... ¡Para que luego digan que la administración es lenta!

Las casi inapreciables manchas de humedad.

Afortunadamente la señal está en un sitio poco relevante.
El día que hice la foto el santo estaba de vacaciones, pero la última vez que pasé por allí seguía igual (el santo no, la humedad).

1 comentario:

  1. Genial, se puede decir más alto pero no más claro!! en fin hay tantas cosas que no están en Lugo como a los Lucenses nos gustarían...

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