jueves, 13 de diciembre de 2018

De lamaparking a campo de minas en 44 días

Los surcos del aparcamiento no han tardado en aparecer ni dos meses. Otra brillante gestión de nuestro gobierno local.
Foto: El Progreso
No ha tardado mucho en irse al cuerno el flamante nuevo aparcamiento junto al HULA. Concretamente 44 días ha funcionado la cosa hasta que la lluvia hizo acto de presencia (quién se lo iba a imaginar, con lo poco que llueve en Lugo) y se cargó una obra inaugurada el 29 de octubre. Nos ha salido la coña a más de 2.700 euros diarios, con lo que se podría haber pagado, creo yo, el subterráneo a todo el que lo quisiera usar. Y ahí incluso se cumplen las normas de accesibilidad, cosa que el propio ayuntamiento no siguió al hacer el aparcamiento, pero ya saben que una cosa es lo que exige al particular y otra a la administración.

El “lamaparking”, variante más chapucera aún que el “leiraparking” (en Lugo somos únicos dando nombre a cafradas perpretadas con nuestros dineros) ya presenta surcos importantes que hacen que un coche normal no pueda transitar con tranquilidad por los supuestos aparcamientos públicos que nuestro bienamado gobierno ha puesto a funcionar, es un decir.  Nos cuentan que no nos tenemos que preocupar porque la obr está en garantía y los arreglos los hará la empresa que lo construyó, pero ¿y si el fallo no es de realización sino de diseño? ¿Acaso una vez pasado el plazo de garantía podemos tener la certeza de que esto no volverá a ocurrir?

La excusa para hacer las cosas a la buena de Dios, que como todos sabemos es la especialidad de la casa, es que como el Plan General no permite asfaltar hubo que hacerlo así. Claro, es normal, el Plan General es algo que el Ayuntamiento no puede cambiar… espera… ¡Ah, sí que puede! ¡De hecho es un documento que aprueba el propio Ayuntamiento!... 

Se pueden hacer modificaciones puntuales del Plan General casi para cualquier cosa. Por ejemplo, según la teoría del Gobierno Local se puede hacer una reforma concreta para convertir por arte de magia el Garañón en una zona verde (de los milloncejos que hay que soltarle al promotor para que eso se complete no han dicho nada, pero de aquí a Mayo malo será que algunos no piquen) pero no para echar una cochina capa de asfalto en donde 400 vehículos tienen que estacionar. Curioso, muy curioso. 

La obra deficiente cuando no sin terminar (la Plaza de Abastos es el ejemplo perfecto, en que se gastan millones de euros pero sigue ahí, sin rematarse la obra), la chapuza, la improvisación, la falta de planificación y el caos son señas de identidad de nuestra ciudad en estos años. Orozco no era santo de mi devoción, pero lo están haciendo bueno, que ya es decir. No estaba de acuerdo con muchísimas de las cosas que hacía (el MIHL, por ejemplo, es el buque insignia de la inutilidad urbanística) pero hemos ido a peor, por difícil que fuera creerlo. 

De los cristos que se montan con el tráfico por las obras de la Milagrosa, o los ya tradicionales atascos por falta de civismo de los papis que llevan a sus hijos (que se ve que no son capaces de andar 200 metros, los pobres) y la dejadez de funciones de la policía local, principalmente porque desde la cafetería es complicado controlar nada, ya ni hablamos. 

Pero ¡no pasa nada!, la obra del “lamaparking” ha costado solamente 119.000 euritos que hemos pagado ustedes y yo y que han convertido un prado en una trampa para los coches de los incautos que no quieren pagar un aparcamiento ni ceder al chantaje de los gorrillas… pero que se lo van a gastar en grúas para sacar los coches de allí. 

¿Algo funciona bien en esta santa ciudad? Últimamente me pregunto eso con demasiada frecuencia.

La inauguración hace tan solo 44 días, con las autoridades competentes (es un decir) y las municipales.
Foto: www.lugo.gal

1 comentario:

  1. Tenemos lo que nos MERECEMOS. La "CORRUPCIÓN" lleva ya muchos años inquistada en el Concello y es un CANCER con muy difìcil, por no decir imposible, cura.

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