viernes, 1 de marzo de 2019

Por un acceso libre y gratuito al río


Ayer hablábamos de si es lícito cobrar por el acceso a un bien que sostenemos con nuestros impuestos. Hoy vamos un paso más allá y hablamos de si es lícito cobrar por el acceso a un bien que es nuestro, de todos: el río.

En Lugo gobierna (ya me entienden, es una forma de hablar) el Partido Socialista Obrero Español. Aunque definir el “Socialismo” a día de hoy no es tarea fácil, por los muchísimos matices y modificaciones que el concepto ha sufrido, sí que parece poco compatible con que un trozo de nuestro río esté en manos privadas, por mucho que esas manos sean abundantes y el Club Fluvial, que es de lo que hablamos, tenga un montón de socios. Tantos que incluso se rumoreaba insistentemente que su presidente, Tito Valledor, sería el "fichaje estrella" del PSOE para las elecciones de Mayo, lo cual no deja de ser curioso si nos planteamos que el Fluvial representa la antítesis de las ideas de un verdadero socialista.

La Plataforma “Lugo de Cara ao Miño” ha hecho pública una idea, que se basa en una ocasión única e irrepetible durante el próximo medio siglo, ya que está en trámite la renovación de la concesión de uso del dominio público al Club Fluvial para 50 años más y ese expediente permite que cualquiera pueda pedir la concesión de ese espacio. Y ese cualquiera puede ser el Ayuntamiento de Lugo.

Llevamos años esperando por una playa fluvial pública, y el único tramo de río que a día de hoy está autorizado para tal menester es el que alberga las instalaciones del Fluvial. Si hasta el 8 de marzo tenemos la posibilidad de que nuestra Administración presente un proyecto para convertir ese espacio en público, y que todos podamos ir a disfrutar de una playa fluvial sin tener que abonar una cuota mensual, no veo dónde está la pega.

Esto no significaría expropiar el Club Fluvial, no nos vengamos arriba. La Sociedad podría mantener sus instalaciones, sus piscinas, gimnasio, clases, cafetería y demás. Lo que no podría es cerrar el paso a nadie (bueno, ya no puede ahora pero lo hace), ni explotar el aprovechamiento del río, que pasaría a manos del Ayuntamiento. Es decir, la playa sería pública y se complementaría con instalaciones privadas.

Sus parcelas de titularidad privada (las que tenga) seguirían bajo control del Fluvial y por supuesto seguiría cobrando cuota a quien quiera hacer uso de lo que forma parte de sus bienes, como es lógico, pero el río, que es de lo que hablamos aquí, sería de acceso libre a todos los ciudadanos.

El problema surge cuando piensas en cómo se gestionaría esa playa pública. Si hacen como con lo demás (autobuses, gestión del auditorio, de las instalaciones culturales, servicio de limpieza, jardinería…) sería a través de un contrato que pagaríamos entre todos, así que para ese viaje no necesitamos tantas alforjas. Si, en cambio, la gestión es directamente municipal podríamos poner como ejemplo el triste mantenimiento de los columpios infantiles de Lugo, el de las piscinas públicas (cuyo estado no es comparable con el del Fluvial) o, más adecuado aún, el resto de las riberas del Miño a su paso por la ciudad, que dan pena y son silveiras solo adecuadas para los jabalíes. Visto lo visto, y por muy liberal que uno sea, te hacen dudar. Pero como la alternativa es gastarse un porrón de dinero en hacer otra playa y gestionarla igualmente mal, casi nos quedamos con la que tenemos.

En plena campaña a las generales para abril y las locales para mayo va a ser muy complicado para un gobierno que se dice socialista explicar a sus votantes por qué no mueve un dedo para lograr que una zona pública sea disfrutada por todos, y que permanezca en manos privadas mientras llevamos años y más años mareando la perdiz para lograr tener una playa fluvial en Lugo de libre acceso.

1 comentario:

  1. Como siempre el Concello no hará nada, la oposición no hará nada, pero lo peor de todo los lucenses no haremos nada, con las asociaciones de vecinos al frente.

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