Enlaces

martes, 30 de diciembre de 2003

El peligro de las prohibiciones

Desde hace unas semanas, más concretamente, desde el día que el Ayuntamiento de Lugo tomó la polémica decisión de prohibir el acceso a perros al adarve de la Muralla, el Progreso se ve inundado de opiniones sobre este tema en la sección de cartas al director. Resumidamente, se podría decir que hay dos sectores claramente diferenciados: los que consideran la decisión un acierto (los no propietarios de perros en su mayoría, claro) y los que creen que es un error (los propietarios de perros y otras personas que comprenden su situación). Como a cada cual me molestan enormemente las cacas de los perros, pero sin embargo me gustan mucho estos animales aunque no tengo uno.

Creo que la discusión no está bien enfocada. La cuestión no es si es acertado negar el acceso de perros al adarve, sino si esta medida es proporcional al objetivo que se persigue. No estamos hablando de otra cosa que de la suciedad en nuestro monumento más representativo, y de la seguridad de los ciudadanos. Prohibir el paso a perros al adarve - ¿en las demás calles no son peligrosos ni ensucian? - me parece, como mínimo, exagerado. Por extensión, cuando un borracho mee por la noche contra la Catedral se prohibirá salir de copas a todo el mundo en el casco histórico, o si un coche aparca en doble fila o montando la acera - prácticas habituales en Lugo - sería lícito hacer peatonal la calle, lo cual es una barbaridad contra la que todos protestarían; hay más gente con coche, a la que le gusta salir por la noche, que gente con perro.

No es lógico sacar una norma tan restrictiva por la inconsciencia de unos cuantos. Lo normal, creo yo, sería establecer sanciones muy fuertes a las personas que no hacen lo que deben, es decir, llevar el can correctamente sujeto con una correa y recoger las deposiciones del animalito. Les garantizo que a la tercera o cuarta multa de 250 euros que se imponga por un tema de estos cundirá el ejemplo. Por lo demás, no creo que sean molestos los perros siempre y cuando se cumplan estas dos sencillas normas de convivencia.

Porque la convivencia es la clave de todo esto. Si empezamos a entrar en el juego de las prohibiciones mal vamos. La democracia no se basa en que la mayoría imponga sus condiciones a la minoría, sino en el respeto de los derechos de cada cual. Aquí no vale “que paguen justos por pecadores”, como propugnan algunos inconscientes... que no se ven entre los pecadores ni entre los justos que van a pagar, claro. La Alemania Nazi comenzó con chorradas como ésta.

Artículo del 30 de diciembre de 2003 publicado en la sección de Cartas al Director de El Progreso

viernes, 12 de diciembre de 2003

El Plan Estratégico: 1ª fase, el Diagnóstico

En los últimos meses (desde unas semanas antes de las elecciones hasta hoy) el tema central de la agenda municipal parece ser el Plan Estratégico, que en mi opinión es la más elaborada de las campañas publicitarias que ha visto esta ciudad. Vaya por delante la opinión de que creo firmemente que la elaboración de un plan serio y riguroso es muy beneficiosa para una ciudad, puesto que dicta las líneas a seguir para, desde una situación inicial determinada y no totalmente satisfactoria (por eso se redacta el plan), llegar a conseguir unos fines concretos.

Cuando uno va al médico es porque se encuentra mal, y lo que quiere es que le curen. El señor doctor da dos pasos básicos: el diagnóstico de nuestro mal y la elaboración de la receta que nos sanará del mismo. Con el plan estratégico de Lugo pasa lo mismo, ya que se considera que nuestra ciudad está enferma y que necesita revitalizarse. De ahí la importancia de hacer un diagnóstico certero, porque si nos recetan quimioterapia, pero nosotros tenemos un esguince de tobillo, malamente nos recuperaremos. Es más, acabaremos peor, porque seguiremos con el esguince y además sufriremos las consecuencias del tratamiento.

Pues bien, la empresa contratada para la realización del Diagnóstico, sobre el que se basará todo lo demás, nos ha cobrado 23 millones de pesetas por elaborar un documento cutre en todos los sentidos. Además de una presentación penosa y algunas faltas de ortografía (con ese precio no paso una), la chapuza salta a la vista en cada una de sus páginas.

No hay ni una sola estadística o estudio de campo realizados por la empresa. Se han limitado a copiar las que hay por internet, el anuario de La Caixa, el del BBVA... y ni siquiera en ediciones recientes. Recordemos que el estudio fue publicado en Mayo y que las estadísticas de vivienda son del año 1.991, el plano de urbanismo que recoge es de un libro de 1.989 (no existían Augas Férreas ni la Aceña de Olga), los datos de empleo de 1.998... para qué seguir. Si no me creen pueden ustedes buscar el documento en la web www.concellodelugo.org y descargárselo para leerlo con calma y sabrán a qué me refiero.

No hay datos que sustenten muchas de las opiniones que se arriesgan a lanzar al aire. Por ejemplo, critican a Carrefour por tener demasiadas plazas de aparcamiento (cualquier lucense sabe que en determinados días hasta las que hay son insuficientes) y luego afirman que el centro necesita 1000 plazas más, pero no especifican de dónde sale esa cifra. ¿Porqué 1000 y no 600 o 2000? ¿En qué se basan para decir eso?. Es como el tema del suelo industrial. Dan como cifra necesaria 2.500.000 metros de suelo adicional, pero tampoco dicen de dónde sale ese dato. Lo normal, digo yo, sería hacer una estimación de la proyección empresarial o industrial de Lugo y ver los metros que realmente hacen falta.

Justifican todas estas discutibles opiniones, que no hechos, en un “sistema” que dicen tener, pero del que no dan ni siquiera pistas. Mucho menos explican cuál es. Sólo dicen que meten los datos por un lado y salen las directrices por el otro, dejando en el misterio el proceso “técnico”. No sé la credibilidad que pretende tener esta empresa, pero para sacarse esas conclusiones de la manga a la buena de Dios llamamos a la Bruja Lola, que usa sistemas parecidos y cobra mucho menos.

Sé que soy insistente en cuanto al tema del precio del estudio, pero es que me parece muy relevante. No sé si es caro, pero vería bien que se pagara esa cifra si creyera que el estudio es serio y riguroso, que no es el caso. Con ese dinero se podrían haber creado una serie de becas universitarias de investigación para estudiantes del Campus de Lugo, supervisada por profesores de nuestras escuelas y facultades, y sometida a un comité de empresarios, sindicatos y colectivos representativos de la ciudad, y el resultado sería, por lo menos, serio. Me gustaría que una comisión de profesores universitarios corrigiera este estudio como si fuera un proyecto de fin de carrera, a ver que nota le daban. Si les dan más de un 2 seré el primer sorprendido.

En posteriores reflexiones analizaremos las fases siguientes del plan, pero ahora quiero insistir en que entren en la web del Ayuntamiento y se lean los 320 folios del diagnóstico, porque comprobarán la veracidad de lo que les cuento. Es mucho folio, pero vale la pena. Y presten atención al análisis DAFO, que no tiene desperdicio.

Artículo del 12 de diciembre de 2003 publicado en la sección de Cartas al Director de El Progreso