¿Dónde están los Bardem?

Se publica hoy que en Afganistán la OTAN ha cometido, entre otras tropelías, asesinatos de civiles. También se habla, en un conjunto de más de 90.000 documentos secretos que se han colgado en Internet, de diferentes problemas que ha habido en esa zona, incluidas las fundadas sospechas de que el gobierno “amigo” de Pakistán ayuda a los Talibanes.

La guerra “buena” de Afganistán se revela, pues, no tan buena. Me faltan los Bardem, en manifestaciones callejeras, pidiendo justicia para esos asesinados por nuestras tropas (España participa activamente en Afganistán, donde hemos perdido a más de un soldado). Toda la indignación provocada por el ala izquierda y progre de nuestro país, está ahora anestesiada porque le falta un pastor que dirija al rebaño contra el Gobierno, quizás porque las posaderas del pastor están calentando un jugoso sillón oficial.

Todo esto viene a demostrar la utilización política, partidista y borreguil de una actuación, la de la intervención en Irak, de la que España renegó y que el resto de países que habían criticado hoy apoyan con tropas y recursos. Estoy de acuerdo en que la guerra contra el gobierno tiránico de Saddam Hussein estuvo mal explicada y se justificó sobre el tema de las armas de destrucción masiva que luego no aparecieron. En ese debate también podemos entrar, ya que la ONU había impuesto a Irak la obligación de enseñar cómo las destruía tras la primera guerra de Irak, en que las utilizó contra, por ejemplo, los kurdos.

Sin embargo, todo el circo mediático que se armó, y que se concretaba en el “No a la guerra”, hoy está totalmente fuera de circulación. No se ven pegatinas contra la guerra en Afganistán, ni salen los actores a criticar a un gobierno “belicista”. Estados Unidos sigue siendo quien lleva la batuta, pero ahora está el “amigo” Obama en lugar del “satánico” Bush… es decir, que cambian los actores aunque el guión sea el mismo, y con eso ya no hay que sacar a la opinión pública a la calle. Será que ahora no gobiernan los enemigos políticos.