¿Poner fronteras a los médicos?

Seguimos con temas médicos. Es lo que tienen los blogs, que uno tira de lo que vive y últimamente toca hospital.

Una de las soluciones que todo el mundo apunta al (no tan dramático como a veces decimos) caos sanitario de este país es la de hacer incompatible la consulta privada con el servicio en la Seguridad Social. Según los paladines de esta medida, con esto se lograría que los médicos que ganan un pastón en la privada no desviasen a sus pacientes a la pública para, con el dinero de todos, hacerles pruebas y cosas así, y por otra parte repartir el trabajo y que médicos que están en paro puedan acceder a las plazas que los otros dejarían libres.

Parece un razonamiento lógico, pero tiene una consecuencia directa que no creo asumible: la introducción del sistema de mercado puro a la sanidad implica que sólo los ricos puedan acceder a los mejores médicos. Me explico: un buen cirujano o un médico que tenga algo de renombre cobra más por una intervención privada que por el trabajo de todo el mes en la pública. Si les obligamos a elegir, obviamente tirarán por lo que más les rinde, con lo que la seguridad social no contaría con los mejores del ramo, que se verían condenados, ¡oh pobres!, a pasar las mañanas en sus yates y sus campos de golf.

Si tanto cobran en la privada, ¿por qué siguen en la pública?: porque les da seguridad, la certeza de una nómina hasta que se jubilen y que permite que a cambio de esa tranquilidad muchos Juan Nadie y gente sin grandes recursos pueda ser operada por el Doctor Milagro, que por las tardes cobra kilo y pico por operación.

Por otra parte, si un médico se convierte exclusivamente en funcionario, no tiene alicientes para actualizarse, con lo que veríamos en los hospitales la versión de bata blanca del funcionario florero, que tanto abunda. No se me ofendan los funcionarios, que yo también lo soy y todos sabemos lo que hay.

Creo que hay que buscar otro sistema, y me parece que una idea podría ir por obligar a elegir… y luego que por ley todo médico que ejerza en España tenga la obligación de hacer x horas al mes gratis para la Seguridad Social. Una especie de impuesto del ejercicio médico que se pague en especie. Así garantizaríamos que al menos alguno de nosotros pueda llegar a ser operado por los grandes médicos que, con todos mis respetos, en condiciones normales ni nos mirarían.

¿A que suena bien?, ¡¡pues no!! No creo que sea ético obligar a estos profesionales a hacer eso. ¿Por qué un médico va a tener que hacer “horas sociales” sin haber atropellado a nadie? El ser un servicio básico no debería ser una condena. ¿Los panaderos tendrían que hacer unos cuantos panes al mes para repartir a los pobres? ¿Los taxistas tendrían que hacer servicios gratis? ¿Las marisquerías regalarían un porcentaje de centollos a Cáritas?… El sistema actual no es perfecto, pero al menos no obliga a nadie a nada y hasta que aparezca algo mejor habrá que ir tirando como buenamente podamos.