Una pasta en forma de miles de euros se acaba de gastar el señor Orozco, alcalde de Lugo, en contarnos lo maravilloso que será una obra que asegura que estará hecha el año que viene, o eso afirma, aunque su puntería a la hora de prever las inauguraciones suele fallar bastante (el nuevo puente decía que estaría en 2006 y el Museo Interactivo ese en 2007).
En plena crisis, y cuando está todo el mundo rompiendo la hucha-cerdito para llegar a fin de mes, Orozco contrata un “publirreportaje” de 2 páginas completas en un periódico local para contarnos lo cómoda que va a estar la policía local en su nuevo edificio. Se deduce que la noticia en sí no es interesante, ya que entonces no habría hecho falta gastarse los aproximadamente 6.500 euros que cuesta el anuncio de marras.
Contrasta, por su parte, que se publique en la página 15 del mismo diario que la Xunta acaba de autorizar el gasto de 20 millones de euros para el nuevo auditorio de Lugo. Ni un euro de esos 20 millones se lo han gastado, al menos por ahora, en pagar la publicidad que el Ayuntamiento de Lugo mete por una inversión de 3,1 millones de euros. Eso es priorizar el gasto, sí señor. Seguro que Lugo no tiene ninguna necesidad que cubrir con esos 6.500 euros de autobombo y propaganda.
En una democracia seria, no lo que tenemos, la sociedad civil debería estar escandalizada por este tipo de cosas. Me recuerda a un anuncio a página completa que pagó con nuestro dinero el conselleiro nacionalista de Industria, señor Fernando Blanco, para felicitar el San Froilán a los lucenses tras no ser elegido alcalde.
La explicación de este tipo de cosas es evidente: faltan pocos meses para unas elecciones en las que Orozco se ve desalojado de su cómodo sillón, y si para mantenerse hay que pagar se paga, siempre que no sea su dinero, claro.