Dice el nuevo vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que tienen que comunicar mejor sus grandes logros para que la sociedad se entere, que parecemos tontos (esto último lo digo yo, no él). Todos los analistas y cualquier ciudadano que lea el periódico cada día, o cada dos incluso, se ha dado cuenta de que aquí lo que hay es un cambio de caras, incluso de formas, pero que las políticas del Gobierno seguirán siendo las mismas.
Ese es precisamente el problema. Al PSOE no le va mal porque De la Vega fuera antipática (ha puesto a Pajín para llenar el hueco) sino porque hay más de cuatro millones de personas en la calle. España no pide que se le expliquen mejor las cosas, sino que se cambie el rumbo del país. El gurú José Blanco, que basa todas sus expresiones, políticas, gestos y guiños en sus todopoderosas encuestas, es el adalid de esta política de salón.
Parecería lógico que un gobierno basara todas sus decisiones en el análisis pormenorizado de las necesidades de sus gobernados. Una vez hecho ese análisis se aplicaría la ideología de cada uno (al final es la diferencia, el “cómo”, no el “qué”) y se formularían soluciones que luego se aplicarían. Pero hete aquí que Spain is different. Aquí los problemas reales no importan, sólo los mediáticos. Si tienes la suerte de que un titular importante coincida con tu problema, puedes darlo por parcheado, pero como las cabeceras de los grandes periódicos, radios y televisiones no tomen tu causa como algo de interés general, date por jodido, y perdón por la expresión.
Las encuestas mandan, porque nuestros gobernantes actuales no creen que el ciudadano sepa lo que le conviene. En lugar de intentar convencer de que las cosas hay que hacerlas de tal manera, se adaptan las políticas a lo que dice el INE o las empresas de encuestas. Es la forma de no perder elecciones, aunque el país esté hecho unos zorros.
Ahora nos enfrentamos a más de lo mismo. Visto el negro momento económico que vivimos el señor Zapatero no ha creado un gabinete de crisis con los economistas que le advirtieron lo que se nos venía encima y reforzando su equipo técnico económico. No. Ha preferido dar a su gobierno más carga política para intentar vender mejor sus decisiones. No creo que se le pase por la cabeza la idea de que esas decisiones son equivocadas, y que así lo único que haremos es, en el mejor de los casos, seguir igual.
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