Es una tristeza pero es lo que hay. Telecinco, que más que fusionarse con Cuatro se ha la comprado (al menos es lo que parece), va a cerrar el 31 de diciembre el canal de noticias CNN+ y lo va a reemplazar por un canal de 24 horas de Gran Hermano. No hay más que ver las audiencias para darse cuenta de que si algo tiene la cadena que se hizo famosa por las mama-chicho es ojo para el tema de las audiencias. Nadie que no tenga un ojo clínico como ese encumbraría a Belén Esteban a la categoría de “princesa del pueblo”, y encima colando.
Esta España hortera y porteril tiene lo que se merece. Cuando los temas serios acaban debatiéndose en foros tan preparados como Sálvame o La Noria, es que la sociedad galopa hacia su autodestrucción, al menos en lo cultural. Una sociedad que admite que Lidia Lozano o María Patiño sienten sus bases intelectuales está perdida sin remisión. La Edad Media regresa en todo su esplendor, y nuestro modelo ya no es el Hombre de Vitruvio, sino Homer Simpson.
Evidentemente, un programa de actualidad con Punset es un tostón que no aguantaría ni él mismo, pero hay términos medios. Por ejemplo la fórmula de 59 segundos es muy interesante y además la sigue bastante gente. Al menos los que ahí hablan tienen algo de base (“algo”, tampoco nos pasemos) y cierta credibilidad. También funcionaron los programas de “tengo una pregunta para usted”, que unen muy bien “la voz de la calle” (en las preguntas) con cierta seriedad en las respuestas.
Pero es más fácil lo otro. Hoy los niños no quieren ser abogados ni arquitectos, que eso cuesta mucho esfuerzo. Tampoco quieren ser futbolistas porque les guste el deporte, sino porque ven que se forran y que van de fiesta en fiesta con sus contratos multimillonarios en el bolsillo. Ahora lo que prima entrar en la casa de Gran Hermano o tirarse a un famoso para ir por los platós contando sus miserias. Y la gente lo ve, lo sigue y lo admira para pasmo de lo que hace pocos años era la gente “normal”. De un país que ve decente que un tío que dice “espetáculo” y “retificar” sea Ministro de Fomento no se puede esperar otra cosa.
Es curioso que toda España clame contra los controladores aéreos por sus sueldos y vea normal que se paguen fortunas a la nieta de Franco por enseñar la cacha en un programa de baile. A lo mejor los de las torres de control tienen que montar un reality y la gente después los defiende.
La cruda realidad es que Telecinco no se carga CNN+ para poner Gran Hermano porque sean unos locos de atar. Lo hacen porque son listos, tienen un negocio y saben que para ganar dinero hay que apuntar de la cintura para abajo.
Pues nada, resignación cristiana y si alguien quiere ver el futuro de nuestra sociedad que vea una película del 2006 llamada “Idiocracia”. Es una comedia malísima, pero que al paso que vamos cada día se acerca más a la realidad. Para echarse a temblar.
Telecinco no se carga CNN+. Somos nosotras y nosotros, esa "mayoria" que va a hacer que el nuevo Canal Gran Hermano 24 sea rentable. Cuando deje de ser rentable, lo cambiarán por otro. Y cuando prueben otra vez con CNN+, estará en nuestras manos que sea rentable, o sea, que tenga audiencia.
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