La mayor obra de la que presume Orozco, declarada ilegal

¿Pero por qué en esta ciudad no se hace una cosa a derechas? Apunte: obsérvese que hacer algo “a derechas” es hacerlo bien, no digo más. A lo que íbamos, los juzgados no hacen más que dar bofetadas a Orozco que no le duelen a él, sino a nuestros bolsillos comunes, los que él gestiona, es un decir. La última por ahora es que la nueva depuradora de Lugo, esa obra tan magnífica y de la que tanto presumía el Alcalde, es ilegal.

Casi 45 millones de euros es lo que ha costado la obra de marras, y ahora resulta que no puede estar donde está, porque según las normas tiene que estar a más de 2.000 metros de un núcleo de población y está a menos de eso de Nadela. No creo que tarde mucho el señor Orozco en echar la culpa al PP, no sé cómo lo hará, pero lo hará. Igual que el PP tiene, según él, la culpa de las Torres del parque a pesar de que los juzgados dicen lo contrario. La culpa es de todos menos de él. Parece que acabe de llegar, y no que haya estado 12 años calentando el final de la espalda en el mullido sillón en que está. Eso sí, para poner fotos de la depuradora en la campaña y salir con la ministra posando ante la instalación, sí que estamos implicados.

Una pregunta que nos hacemos mucho últimamente, demasiado en mi opinión, es ¿y ahora qué? ¿Vamos a tener que tirar la depuradora? ¿Hacer otra unos metros más lejos? ¿Seguir la tradición inaugurada por Portomarín y trasladar el pueblo? Ya nos veo moviendo la panadería y el restaurante, piedra a piedra, numerándolas previamente.

¿Cómo es posible que una obra que cuenta con las bendiciones de todas las administraciones sea ilegal? ¿Cómo puede ser que nadie se haya dado cuenta hasta ahora? Precisamente tal vez sea ese el problema, que hay demasiadas instituciones, una maraña competencial en que es muy fácil que se cuele un error de bulto como éste. Si fuera un particular, estaríamos a grito pelado y con órdenes de derribo, pero con la Administración hemos topado. Aunque les manden tirarlo les dará igual. Total, paga Juan Pueblo.