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jueves, 4 de agosto de 2011

El precio de la sombra

Ya había tratado el tema de las terrazas en otro artículo del blog, pero hay cosas que dan para más de un día. Hablando con Antonio, del Café Bar Centro, una institución que lleva ahí más de 100 años (el café, no Antonio) y que ha visto pasar de todo, le pregunté si había visto las terrazas que han instalado en la Calle/Plaza de San Marcos. Resulta que no sólo las ha visto, sino que les han dicho que obligatoriamente tienen que poner las terrazas como esas.

020820112112 En el otro artículo quedamos en que los toldos de todo Lugo tendrían que ser iguales, porque a nuestros paletísimos dirigentes se les ha metido en los cuernos que la uniformidad marxista es lo mejor para la ciudad. Lo grande del asunto es que ahora no sólo exigen que tengan el mismo color, sino que volvemos a las andadas y se obliga a comprar el mismo modelo de paraguas/sombrilla a las cafeterías del centro. Todas iguales, del mismo fabricante. Se va a forrar el tío. Tal vez no sea el único que saca tajada, alguien tendría que investigarlo, porque por si fuera poco el aberrante principio de la igualdad a golpe de pito, encima las sombrillas de las narices son carísimas. Unos 4.000 € cada una. Por dar sombra, que tampoco es que sea algo tan complicado.

Una estimación así por encima hace ver que una cafetería como el Centro se tendrá que gastar aproximadamente 25 millones de pesetas de las de antes (150.000 eurazos) en renovar la terraza. En plena crisis no me parece muy normal que les obliguen a sustituir un mobiliario que está en perfectas condiciones y que no hace mucho que ya les obligaron a comprar. Vale que a lo mejor no sería el que yo pondría puede ser, pero de ahí a chantajear a los hosteleros para que Lugo sea una pesadilla modernista…

Al Alcalde le encanta la hostelería, lo veo obsesionado con el tema. Cada poco obliga a los hosteleros a hacer algo o les echa broncas, o les dice cómo llevar sus negocios. Pues mire, hay un montón de locales vacíos en Lugo para que abra usted su propio bar, y así vemos lo bien que lo hace. A lo mejor luego ve que no es tan sencillo.

Volviendo al tema, me gustaría mucho que alguien del Ayuntamiento me explicara porqué se obliga a los empresarios a hacer esos desembolsos tan bestiales cuando el propio Ayuntamiento no cumple sus normas. Los cables de las fachadas se tendrían que haber retirado hace años y siguen ahí; los edificios municipales no cumplen el PEPRI, y aquí no pasa nada. Eso sí, al particular se le machaca porque hay que vender sombrillas para evitar la crisis, al menos para algunos. Ya no se pide a la Administración que ayude, pero al menos que no estorbe.

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