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martes, 13 de septiembre de 2011

Impuesto sobre impuesto

Cuando se habla de subir los impuestos de los ricos la clase media española debería echarse a temblar. Ahora que se toca el tema del “impuesto sobre patrimonio”, que se enfoca como que sólo lo va a pagar el dueño de Zara y dos colegas suyos que atracan el yate en el mismo puerto, deberíamos hacer una reflexión sobre el tema antes de que sea tarde, aunque lo cierto es que ya lo es porque desde que se anuncia una medida hasta que se hace lo contrario suelen pasar un par de años.

El 1 de enero de 2008 entró en vigor la supresión de este impuesto. Técnicamente no es que se suprimiera, es que se dejó de aplicar, que es una cosa un poco extraña pero que es lo que se hizo. Desde el Gobierno de Zapatero, y por boca de algunos de sus miembros, como Pedro Solbes, se dijo que era un impuesto “obsoleto” y que se eliminaba entre otras cosas para beneficiar la compra de viviendas “en un momento de desaceleración del sector inmobiliario”. Pues será que el mercado aún no está lo bastante hundido para soltarle este torpedo.

impuestos

Se encuentra uno con que pagará tres veces por los mismo. Cuando uno cobra su sueldo se le retienen bastantes impuestos, cuando compra una vivienda vuelve a pagar (ya sea el I.V.A. o el impuesto de transmisiones) y ahora, con la recuperación de Patrimonio, volverá  a pagar otra vez por tener un piso en propiedad. Vamos, que así se anima a la gente a meterse en una hipoteca, suponiendo que el banco se la llegue a dar. Supongo que en plena campaña no faltará quien diga que gracias a Zapatero el precio de la vivienda ha bajado. Es lo que tienen la crisis, que todo baja menos la gasolina. Lo malo es que como está medio país arruinado no hay quien compre (por eso bajan los precios, claro).

Lo más grande es que las grandes fortunas no van a pagar. Fulano Pérez, funcionario del Estado, y su mujer, que tiene una pequeña mercería, podrán ganar lo bastante para pagar este impuesto, pero no para poner su dinero en un paraíso fiscal o en una de esas fórmulas de sociedades/montajes que hacen los que sí saben del tema. Me juego algo a que los grandes ricos no van a soltar ni un duro, porque les habrán asesorado de cómo saltarse esto a la torera. Hay fórmulas pero sólo son accesibles para los que, precisamente, se supone que deberían pagar este impuesto. Al final lo van a pagar las clases medias que se hayan sacrificado y ahorrado.

En la crisis de los 90, el denostado Aznar demostró que bajando los impuestos se podía recaudar más. Esta idea, aparentemente contradictoria, se basa en que cuando se rebaja la presión fiscal se producen dos consecuencias: se reduce el fraude (sale menos rentable defraudar y muchos no se arriesgan) y se anima la economía, con lo que hay más actividad y, por tanto, se recauda más.

Estamos a la caza del voto, y Rajoy tiene un grave problema a pesar de lo que digan las encuestas: su tendencia a decir la verdad sobre sus intenciones. Un político en campaña no puede decir que se va a dedicar a meter la tijera, eso lo hará un estadista. Cuando Churchill formó su gobierno para luchar contra los nazis dijo que “no tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”. Ahora estamos en una situación menos bélica pero casi igual de dramática por los efectos en las vidas de millones de españoles. Quien nos pinte el panorama de rosa, o nos diga que esto “no tiene por qué afectar al Estado de Bienestar” es que o no se entera de dónde estamos metidos, o quiere engañarnos. Tiene guasa que el Gobierno que más recortes sociales ha hecho en nuestra historia reciente tenga la cara de presentarse como el salvador de los servicios sociales. Vivir para ver.

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