Melchor, Gaspar, Baltasar y Merkamueble

A pesar de que en general los niños que triscan por nuestras calles hoy día me dan un poco (bueno, más que un poco) de repelús, uno también tiene sus debilidades, de nombres Lola y Lara. Lo de tener sobrinas pequeñas ayuda a ver algunas cosas de otra manera, y a soportar actos como la cabalgata de reyes, a la que no iba desde que yo mismo quería sentarme a pedirles cosas a los presuntos magos de Oriente.

Estamos en crisis y eso hace que muchas cosas se reduzcan y otras se racionalicen. Hay cosas que son de sentido común y que sorprende mucho que no se hicieran antes de que las cuentas públicas dieran números rojos. Por ejemplo, durante la cabalgata los caramelos que se repartieron eran todos de publicidad, lo cual me parece estupendo. A los críos les importa un cuerno que los caramelos pongan por fuera Eon, Begasa u otra compañía energética, que es curioso pero todos los caramelos eran del sector. A lo mejor es en pago al Ayuntamiento por seguir sin utilizar las fuentes de captación de energía que tenemos a nuestra disposición, como el parque ese que hicieron en el Ceao y que sigue sin funcionar, o la fábrica de la luz del Miño, que está parada de la forma más tonta desde hace años. Pero bueno, por lo que sea nos han inflado a caramelos gratis y sería del género tonto no aprovecharlo.

Pero, siempre tiene que haber algún “pero”, lo que ya no me convence tanto es lo del camión. Verán, la cabalgata estaba compuesta por cuatro camellos, los tres primeros orgullosos portadores de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente y el cuarto vacío en plan camello-escoba que no sabemos muy bien qué pintaba allí. Cada una de las carrozas, como no podía ser menos, iba precedida de una comitiva de sardinas voladoras de colores (unas azules, otras plateadas, otras doradas) de complicado encaje aunque vistosa presencia. También tuvo su participación la Cohors lucensium desfilando en plan marcial, que aunque escuchaba a la gente comentar que qué pintaban allí, si somos correctos desde un punto de vista histórico tienen más sentido en la época del nacimiento de Cristo que Bob Esponja por increíble que pueda parecer a algún indocumentado.

A lo que iba, cerrando la cabalgata había un camión amarillo de merkamueble que iba tirando pelotas amarillas con el logotipo de la casa. No tengo nada contra merKamueble, de veras, incluso al revés porque creo que han sido muy muy inteligentes haciendo esta campaña, pero no acabo de ver qué pinta acompañando a los reyes magos por muchas pelotas que tire a los niños.

Si quieren poner una carroza, bueno, lo podría llegar a entender y siempre y cuando sea una cosa publicitaria pero sin pasarse, pero hombre lo del camioneto queda raro, qué quieren que les diga.

No es el primer año que lo hacen, y me imagino que no será el último, pero encajar, lo que se dice encajar, encaja poco. Me gustaría saber si se ha ofrecido a los comerciantes de Lugo la posibilidad de participar en la Cabalgata de una forma semejante, o si sólo han aceptado la colaboración ofrecida por esta avispada empresa sin pararse a pensar en el efecto que puede hacer esto en una cabalgata de reyes.

Para el año que viene, si alguna empresa más copia la idea, podríamos subir directamente a los reyes en los camiones de reparto de las principales empresas de la ciudad y así nos ahorramos las carrozas. Va a ser un desastre, pero un desastre barato.