Ya dicen que nadie es profeta en su tierra, y eso explica casi seguro que pocos lucenses se hayan molestado en acercarse a la catedral a ver la restauración de los techos. Han quedado al descubierto unas impresionantes pinturas que estaban tapadas por los años de humedades, filtraciones y, sobre todo, el humo de las velas que los fieles bienintencionados y mal aconsejados fueron colocando.
Por si resulta poco atractivo, hay en estos momentos una exposición llamada “Hoc Hic Mysterium… El esplendor de la Presencia”, en que se puede ver de cerca la custodia, que normalmente está en el altar mayor, a cinco metros de altura, lo que impide ver de cerca sus detalles y su impresionante fábrica. Para los que no sepan lo que es (qué quieren que les diga, yo fui a catecismo pero no tenía muy claro el tema) la custodia viene siendo el receptáculo donde se guarda la hostia consagrada.
El de Lugo lleva a esa altura desde 1860, así que tenemos oportunidad de apreciar los detalles como no ha podido hacer nadie en 150 años. Merece la pena. Además es curioso porque verán varios anillos con impresionantes pedrerías, que fueron donando diferentes personas a lo largo de los siglos, y que se engarzaron en esta joya como donación a la Catedral.
También impresionan otras piezas, como un báculo que, aunque de creación reciente (es del siglo XX) llama la atención por su forma y sus detalles.
El otro día les hablaba de “museos de mentira”, y de lo que me fastidia que se gasten unas millonadas tremendas en promocionar exposiciones de réplicas y de montajes que parecen escenarios de una obra de teatro tirando a cutre. Esto es diferente, totalmente. Esto son Museos de verdad, es Historia, de la de pata negra, la de nuestra ciudad, de nuestro Lugo.
El Ayuntamiento de Lugo patrocina, colabora, promociona o lo que quiera que haga, la exposición que vimos el otro día, la de cartón piedra. La catedral se arregló con fondos de la Iglesia, del Ministerio de Fomento y la exposición la patrocina la Diputación Provincial de Lugo. Eso sí es gastar bien el dinero, deberían seguir por ahí, porque es más importante el patrimonio común que publicar cuatro chorradas que podrían poner en una web y van que arden.
La exposición, por cierto, es gratuita. En esto también debería cundir el ejemplo para que nuestros gobernantes se replanteen cobrar 7 euros por entrar en cuatro salitas-museo que tenemos en Lugo y que sólo enseñan vídeos y tres piedras. Es curioso que lo mejor que tenemos (muralla, catedral, museo provincial…) sean de entrada gratuita y que se nos cobren otras cosas que no les llegan a la altura del betún
Insisto: es una buena ocasión para conocer un poco más de lo nuestro, y de llevar a los amigos de fuera de Lugo que quieran conocer esto algo mejor.
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