Adelantados a su tiempo

Estos días oiremos hablar de margaritas, deshojes, decisiones y consecuencias. Al haber adelantado Pachi López las elecciones vascas a Octubre parece que en Galicia hay más probabilidades de que Feijoo decida mandar todo al cuerno y meterse en campaña antes de tiempo. No acabo de entender muy bien porqué.

Verán, el adelanto electoral se entiende que es algo muy excepcional. El propio PP acusa a Pachi López de hacerlo porque su gobierno está agotado y no le quedaba otra salida, y los demás partidos apoyan esa tesis y se alegran de que acabe una legislatura de una opción “agonizante”. Vamos, que nadie le ha dado una palmadita en la espalda en plan “ muy bien Pachi, creo que es adecuado”. ¿Creen que en Galicia va a pasar algo diferente?

La Política, con mayúsculas, es otra cosa. Si el PSOE y el BNG tienen una opinión sobre el adelanto deberían decirlo claramente: sí o no. Lo que no vale es buscar argumentos de desgaste haga Feijoo lo que haga. Si las adelanta dirán que es porque las cosas se van a poner mucho peor y no quiere enfrentarse a un desgaste con el nuevo presupuesto y que es una rendición. Si no las adelanta dirán que es para poder “ trucar las reglas del juego” cambiando el número de diputados para renovar la mayoría absoluta, con lo que están diciendo dos cosas: la primera que van a perder, y la segunda que el nuevo Parlamento tendrá tintes de ilegitimidad.

Me molesta mucho que reduzcan el debate a un “¿por dónde le podemos meter caña haga lo que haga?”. Creo que una de las razones por las que nuestro sistema es tan denostado por los ciudadanos es esa percepción de que poca gente dice lo que piensa, sino lo que le conviene. Cuesta mucho dar la razón al Gobierno cuando se es Oposición y a la Oposición cuando se es Gobierno, y no debería ser así. Nadie es infalible.

A menos que cambien mucho las cosas las elecciones gallegas van a ser un paseo militar para Feijoo. Sé que soy de los pocos que afirman esto, pero entre la debacle del BNG y la confusión interna en el PSOE, Feijoo es el único que aparece como un líder serio y con pinta de eficaz, y, aunque no comulgo con todo lo que ha hecho en estos años, creo que todos reconocerán que Galicia está “menos mal” que el resto de comunidades. Vamos a ser la que mejor se porte en el tema del déficit, y haciendo recortes mucho más suaves que en otros sitios (quién iba a decir que Cataluña tendría que cerrar hospitales y nosotros no).

Para que no me digan que esto ya es campaña les diré qué creo que se ha hecho mal. Hay fallos que creo que no son de recibo, desde mantener una serie de gastos absurdos como la TVG, que se podría privatizar directamente, hasta incumplir una promesa que fue una piedra angular de su campaña: la elección de idioma por parte de los padres en la educación de sus hijos. También se ha ralentizado el cierre de “chiringuitos”, que se podrían haber liquidado con más agilidad (aunque no de un día para otro como parecen pensar muchos). No creo que sean temas menores.

La Oposición por su parte está más perdida que un pulpo en un garaje. Del BNG ya ni les hablo porque todos sabemos cómo está la cosa, y no me extrañaría que se liaran a bofetadas unos con otros antes incluso de que se convoquen elecciones. La posibilidad de aglutinar el nacionalismo en torno a un personaje fuerte la veo de ciencia ficción. En cuanto al PSOE, cifra sus esperanzas en que el Supremo exculpe a Pepe Blanco y que venga como el gran salvador. Pues que Santa Lucía les conserve la vista porque Blanco despierta las mismas simpatías en Galicia que los ingleses en tiempos de María Pita. Vamos, que no. Además sería divertida la campaña en que él presuma de lo que hizo por Galicia y explique por qué dejó todo sin pagar.

Como exijo que otros se mojen yo también lo voy a hacer. No creo que en Galicia tengamos una crisis institucional que pida un adelanto electoral. Si se hace es por intereses partidistas, cosa que es perfectamente legal pero poco ética desde mi punto de vista (que lo hagan todos no me vale como excusa), y no creo que se pueda justificar, con mayoría absoluta, la debilidad de un Gobierno que realmente es fuerte y acusa poco o nulo desgaste (se lo está comiendo todo Rajoy).

Si yo fuera Feijoo, mantendría el calendario previsto, las dejaría para marzo y cumpliría todo lo que pueda de mi programa electoral. Dejaría atadas las cuestiones importantes que crea fundamentales como el presupuesto para 2013 o la reducción de escaños y luego me enfrentaría al voto de los gallegos. Al menos que se vea seriedad por parte de alguien. Hemos elegido un parlamento para cuatro años, no para cuatro años menos los meses que convenga a un partido político, por muy legal que sea esto.