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miércoles, 12 de diciembre de 2012

El Congreso y la Navidad

Anda la que se ha liado con la felicitación de Navidad del Congreso de los Diputados. Por lo visto está mal visto que la tarjeta elegida para este año esté ilustrada con una imagen del "Libro de Horas al Uso de Roma", de la biblioteca del propio Congreso, por aquello de ser religiosa. 

Lo llamativo del tema es que desde que tengo recuerdo de estas tarjetas (ya saben, la gente importante recibimos siempre felicitaciones de las instituciones) siempre han tenido imágenes similares. Esta tarde si tengo un rato busco alguna, que yo guardo todo (una especie de pre-síndrome de Diógenes, tengo que andarme con cuidado), y si no son religiosas mañana corrijo el blog. 

¿Saben lo que me resulta realmente peculiar? Que las mismas personas que critican que se felicite la Navidad con una tarjeta religiosa se vayan a su casa el día 25 y no trabajen. O en Reyes. O en Semana Santa. O el día de su Santo Patrono respectivo… Es decir, que felicitar una fiesta religiosa con una tarjeta religiosa es una barbaridad que atenta contra el laicismo del Estado. 

A estos desinformados alguien (yo mismo) debería explicarles por enésima vez que España no es un Estado laico, a ver si nos vamos enterando. Es aconfesional que no es lo mismo. Laica es Francia, y se nota a la legua. La aconfesionalidad es el reconocimiento de que el Estado como tal no tiene una religión oficial, pero se reconoce la religiosidad como un elemento más del pueblo español que es, al menos por ahora, mayoritariamente católico de carnet. 

En cualquier caso, insisto, lo absurdo es no atacar la raíz del “problema”, que es la Navidad en sí misma. Le pese a quien le pese esta fiesta conmemora el nacimiento de Jesucristo, y por mucho que vengan los americanos con Papá Noel, el calcetín, acción de gracias, el niño de “Sólo en casa”, y el reno ese de la nariz-bombilla la celebración sigue siendo religiosa. Disfrazarla no quita lo que es. 

Les voy a poner un ejemplo. ¿Qué pasaría si el 18 de Julio en vez de aquel llamado “glorioso alzamiento nacional” celebráramos el nacimiento de Nelson Mandela, que cae el mismo día? ¿Admitirían que un alcalde mantuviera el nombre de una calle “18 de julio” achacándolo a esa efeméride en lugar de la otra? ¿Ustedes creen que colaría? Pues esto es igual. 

Disfrazar una fiesta de lo que no es me parece una gilipollez como un castillo. Los que consideran que la religión tiene que escapar del calendario deberían dejar de celebrar los festivos religiosos, porque es una contradicción en sí misma, pero pedir eso en este país es una locura, ya que somos expertos en luchar contra una cosa pero aprovecharla si podemos. 

Yo soy el primero en pedir una tajante separación entre Iglesia y Estado, pero entre eso y montar un sindios (nunca mejor dicho) porque el Congreso usa una imagen religiosa para felicitar la Navidad media un abismo. ¿Con qué quieren que feliciten la navidad? ¿Con un Tapies de esos de raya y punto que cuestan 10.000 euros? ¿Preferían una foto de un graffiti?

Yo me considero ateo pero celebro la Navidad. ¿Es esto una contradicción? Sí, claro, pero ¿qué sería del mundo sin una pizca de sinsentido? La cuestión no es que para celebrar la Navidad haya que ir a la misa del gallo, sino que una cosa es aceptar esa bipolaridad ateo-navideña, y otra muy diferente luchar a brazo partido contra la religiosidad de la fiesta. Ahí es donde está la tontería.

Respecto a la postal del Congreso, les voy a sorprender, pero creo que en las bibliotecas del siglo XVI no abundan las imágenes relacionadas con la Navidad pero en versión atea. Es lo que tienen las antigüedades, que no son políticamente correctas. A la hoguera.

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