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jueves, 17 de octubre de 2013

Muere por escribir con tinta azul

“Muere por escribir con tinta azul”. Es lo que nos falta que publiquen. En este caso, por ejemplo, podría darse que el bolígrafo que tenía el sujeto en la mesa fuera de tinta negra y que el de la tinta azul estuviera en un almacén y que, al entrar al almacén se le cayera el techo encima porque estaba en mal estado.

¿Que exagero? Eso no me lo dices en la calle. Después de ver el siguiente titular “2.700 euros de multa por una noche de sexo en un coche ajeno” y leer el contenido… Resulta que a la pareja en cuestión le dio un calentón y se metieron en un garaje desconocido a jugar un rato. Se lo montaron encima del capó de un coche y con la fogosidad del momento hubo abolladuras y desperfectos. Lo que se les cobra no es el polvo (eso sería otro tipo de falta) sino el haberse llevado por delante bienes ajenos, más las costas del juicio.

¿Acaso no es lo mismo? ¿Decir lo del boli o responsabilizar al calentón de las consecuencias no es una tontería? Si uno hace algo mal, el problema está muchas veces en el “cómo” no en el “qué”. No parece tan complicado de entender.

Volviendo al ejemplo inicial, algún lector podrá pensar “es que si no hubiera ido a por el boli no le habría pasado nada”. Ya, vale, pero si no se hubiera caído el edificio encima del señor tampoco, y el hecho causante de la muerte no es el ir a por el boli, es la caída del techo.

Este tipo de titulares, que buscan llamar la atención y que leas la noticia (lo cual consiguen, dicho sea de paso), pueden parecer un tema menor. Total, ¿qué más da? Simplemente es una táctica publicitaria, un recurso periodístico, una metáfora literaria… No puedo estar de acuerdo. Es más grave. Es una alteración de la percepción del principio básico de causa y efecto que si se instala en el inconsciente colectivo (lo de “inconsciente” lo he puesto a propósito) puede dar lugar a que, por ejemplo, se justifiquen cosas que no podrían aceptarse bajo ningún concepto.

Por ejemplo, podríamos llegar a aceptar que un señor resulte herido o asesinado, sin comerlo ni beberlo, en una pelea de un prostíbulo por estar donde no debía, o que un paranoico le pegue un tiro a un vecino por entrar en su jardín. En ambos casos ni requerir los servicios de una prostituta ni entrar en el jardín del vecino justifican unas consecuencias tales, pero el titular sería “Asesinado por irse de putas” o “Muere por entrar en un jardín”.

Cuidadito con estas chorradas.

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