El Ayuntamiento de Lugo contrató nuevamente a una persona que está imputada en la Pokemon, y por lo que dicen desde Personal no sabían de su condición de tal cuando firmaron los papeles. La pregunta que se me viene a la cabeza es… ¿y si lo hubieran sabido qué habrían hecho? ¿No contratarla? Pues sería un nuevo melón judicial en que nos veríamos abocados a pagar, entre todos los lucenses, una indemnización a la moza.
Vamos a partir del supuesto de que todo el mundo está diciendo la verdad (que es una posibilidad, aunque hay otras) y que en Personal no sabían nada. No recordaban que la chica había trabajado de la mano de Liñares, ni que le había regalado un reloj del año 1800 que ahora por lo visto no fue tal regalo, sino una venta que le hizo a cambio de un dinero que nunca llegó a recibir.
Pero si nos vamos a los hechos relevantes, veremos que esta persona se había presentado a una oposición y quedó en las listas porque no sacó la plaza. El Ayuntamiento la llamó porque le tocaba entrar y aceptó el puesto, temporal por supuesto.
Reitero mi pregunta. Si hubieran estado al corriente de que estaba imputada en la operación Pokemon, ¿qué habrían hecho? Porque si su justificación es que “no lo sabían” se sobreentiende que de haber conocido tal cosa la decisión habría sido distinta, aunque la respuesta dada por el Ayuntamiento suena a "excusatio non petita".
Aunque reconozcan saber la situación sería ilegal actuar de otro modo. Un imputado, como hemos reiterado hasta la saciedad, a pesar de que siento que predico en el desierto, es una persona que no está siquiera acusada de nada, sino que está siendo simplemente investigada por un juzgado… aunque la acusación luego quede en nada, como sucede en infinidad de ocasiones.
Pero cuidado, incluso aunque la hubieran acusado formalmente del asesinato de los Marqueses de Urquijo, mientras no haya una sentencia no se puede tomar medida alguna contra una persona, y es lo lógico. Aún les diría más, a menos que la sentencia incluya pena de inhabilitación tampoco afectaría a su vida laboral.
Un funcionario que asesine a su tía cumplirá su pena de cárcel, pero al salir tendrá su plaza esperándole porque una cosa no tiene que ver con la otra. Diferente es la cuestión de la persona condenada por delitos relacionados con su puesto, en cuyo caso el juzgado ya se encargará de impedir que vuelva a la función pública.
Así que, una vez más, les invito a dar una vuelta a las cosas y no quedarse con lo primero que leen y el escándalo de “fíjate, han contratado a una imputada”. Principalmente porque, reitero, puede ser inocente y de hecho hay que tratarla como tal hasta que se demuestre lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Derecho a réplica:
Se admiten comentarios, sugerencias y críticas. Sólo se pide cierta dosis de ''sentidiño'' y cortesía.