La mejor felicitación de Navidad

Hay tradiciones navideñas como la de hoy, la Lotería de Navidad, el árbol, el belén, u otras muy extendidas por toda España. Pero hay una muy de Lugo, el concierto de Navidad que le debemos a una persona concreta: Noemi Mazoy. Este año lo dio ayer, en un abarrotado Círculo de las Artes, y si el doble de butacas hubiera, el doble de butacas se habrían llenado. Y eso que la promoción fue escasa y que la propia protagonista estaba preocupada por si había poca gente, “que lo hemos anunciado poco”.

La ocasión no era para menos, porque Noemi, con la dulzura que le caracteriza, quiso dedicar este concierto a su madre, a la que definió como “el amor más grande de mi vida”. Lula, la orgullosa madre, recibió cariño en persona y a distancia con diferentes vídeos de amigos que por motivos laborales no podían estar en el concierto pero que querían saludarla.

El programa contó, como es habitual, con villancicos, canciones líricas, populares… pero con una novedad que no pasó desapercibida. Dos canciones de Noemi, compuestas por ella, en que volcó sentimientos y recuerdos personales muy importantes como los de “el chalet azul” y “a ti, mamá”, que cerró el concierto y que nos hizo saltar las lágrimas a todos. Junto a estas, otra serie de canciones compuestas por ella, incluida una a la Muralla que me pone los pelos de punta literalmente, formarán parte de un disco que está en preparación y que será sin duda un canto a Lugo.

Si nunca han ido a uno de los conciertos de la soprano lucense les diré que no sé a qué están esperando. Es Lugo en estado puro: técnicamente impecable, llena de sentimiento y personal porque Noemi durante todo el concierto se empeña en alejar el centro de atención de ella misma y dirigirlo a todos los demás: a su inseparable hermana Macaco, a su unida familia, a su, nuestra, ciudad… Es lo que tiene que una voz perfecta se vea acompañada de una timidez que le da más encanto a nuestra querida vecina.

Tras una tarde-noche de emociones intensas, en que como comprenderán no pude olvidar a mi abuela Emilia ni por un momento, lo que no ayudó a contener las lágrimas, esta mañana al despertarme me encontré con un gran regalo de Noemi y su amiga Ángela, que colaboró con ella en el concierto: un vídeo de agradecimiento que grabaron ayer con Lula, la homenajeada, en que nos daban las gracias por colaborar con ellas. Esa es Noemi, un ángel.

También hay que mencionar que desde los técnicos de Escoitame Producións, el Arco Iris Musical, la familia de músicos rusos que acompañaron la velada, y otros amigos y compañeros que participaron en esto lo hicieron desinteresadamente. Es algo a valorar por dos motivos: el primero porque regalar tu arte y tus medios técnicos no es algo a tomarse a broma porque es de lo que vive esta gente, y el segundo porque demuestra el cariño que despierta Noemi: una llamada suya y todo el mundo se desvive por ayudarla a lo que haga falta.

Como sabrán algunos, la asociación Lugo Monumental que tengo el honor de presidir organizó el concierto los dos años anteriores, y confío en que vuelva a organizarlo el próximo. Este año no, porque Noemi quiso hacer algo muy personal, muy especial, sin patrocinios ni logotipos, sólo algo entre ella y su madre. Como es ella. Como debe ser.

La mejor felicitación de Navidad que año tras año nos llega de una voz que, por suerte, es profeta en su tierra.

Por ponerle una pega el concierto, decir que nos deja a los demás en una situación muy difícil, porque nos pone el listón insuperablemente alto para demostrar a nuestras madres lo que las queremos. En lo que pueda valer, yo a la mía la adoro y aunque no es un recital impecable queda dicho aquí: te quiero mucho mamá.