Faltan dos meses y una semana para las municipales, y creo que hablo en nombre de una gran mayoría de lucenses cuando digo que ojalá fueran mañana. Este año electoral da mucha pereza, porque estamos todos muy saturados de tanto mensaje y tanta lata que nos dan, aunque aun así hay que reconocer que este año la cosa se presenta más divertida porque todas las opciones están abiertas.
Hace poco más de un mes publiqué una predicción a tres meses y pico. Hoy ya no estoy tan seguro de que las cosas vayan a ser así, por varios motivos. Bueno, antes de nada, les recuerdo que aquel pronóstico hablaba de que el número de representantes que podrían obtener cada grupo sería algo como lo siguiente: 9/10 PP, 8/9 PSOE, 5/6 Lugo Novo, 0/1 BNG y 0/1 UPyD o Ciudadanos…
Hoy lo veo un poco diferente y hablaría de un 10/11 PP, 8/9 PSOE, 2/3 Lugo Novo, 1/2 BNG y 0/1 Ciudadanos o UPyD…
Empezando por el final, vuelvo a pensar que es posible un concejal para Ciudadanos o UPyD, si bien ambos grupos se hacen una clara competencia, como se ve en que empiezan a sacarse los ojos entre ellos, lo que por cierto me parece un error. La bolsa de votantes es similar y se han dado cuenta por lo que el buen rollito se diluye y empiezan las dentelladas para arrancarse los votos uno al otro. El orden varía, ya que Ciudadanos puede tener más papeletas no por su lista en Lugo (bastante desconocida) sino por el empuje del Telediario, que en esta ciudad pesa mucho. El hecho de salir Albert Rivera en la tele todos los días, o casi, y tener a Rajoy hablando de ellos es significativo.
El BNG sube en mis quinielas, aunque no por mérito propio sino por demérito de la plataforma autodenominada “ciudadana”. Su granero es también similar en gran parte, y la caída de Lugo Novo beneficia al BNG. Eso explica que de un hipotético y extremo 6/0 estén ahora quizás en un 3/2 o un 2/2 incluso. Y eso siendo generoso.
El magnífico resultado que preveía para Lugo Novo se condicionaba a que lo hicieran bien, y no lo están haciendo así que aquel pálpito se va alejando y diluyendo en las aguas del tiempo. Un mes y pico más tarde siguen igual: sin programa, sin cabeza visible, sin proyecto y con mucha palabrería hueca. Llevan unas semanas repartiendo un panfleto que me he molestado en leer y que no incluye ni una propuesta para Lugo, ni la primera. Sólo blablablá genérico en plan “una ciudad más plural”, “una ciudad más abierta”, “apoyo al comercio”, “solidaridad”… pero sin decir cómo se hará todo eso, simplemente soltando diatrabas sin contenido real.
Por si eso fuera poco, de seis páginas de contenido (descontando portada y contraportada) se dedican cuatro a ellos mismos y dos a las generalidades antes mencionadas, sin ser conscientes de que realmente al votante medio le importa un cuerno cómo se organicen o se dejen de organizar. Lo que nos preocupa a todos es qué proponen hacer con nuestro Lugo y eso sigue escondido bajo llave.
Esa obsesión por su propio ombligo y el creerse más importantes de lo que realmente son puede cavarles su propia tumba, y más ahora que Podemos, partido al que cifraron todas sus esperanzas aunque no lo digan abiertamente, aparentemente empieza a caer por un desgaste obvio. Creo que era de Lincoln aquella cita que decía que "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".
Confiar ciegamente en el obvio hartazgo de la población no es suficiente para crear una alternativa seria y creíble y al final es complicado echarse en brazos de grupos formados por reciclaje de otros partidos por muy “marea ciudadana” que se autodenominen. Basta con ver las fotos de las reuniones para percatarse de que Lugo Novo parece cada vez más un desguace de agrupaciones de izquierda y nacionalistas.
Por su parte el señor Orozco tampoco ha presentado programa, sólo lista, y no parece dar muchas pistas de por dónde van los tiros aunque como es sabido es un auténtico as de la política y nunca se le puede dar por enterrado, porque no se deja. Su figura, discutida y “amortizada” (que es como se dice en política que alguien está quemado), ha resurgido de sus cenizas en varias ocasiones por lo que es difícil saber cuándo se quemará definitivamente.
Por último, un ascenso que preveo del PP a un 10/11 se debe a que Jaime Castiñeira está haciendo una campaña fantástica. En condiciones normales, si no estuviera el HULA de por medio, es probable que estuviera rozando la mayoría absoluta, incluso que la estuviera acariciando desde arriba y no desde abajo, pero no olviden que en Lugo se produjo la pérdida de una mayoría absoluta, la de 1999, por una casa apuntalada en la Plaza del Campo. Los que tengan buena memoria saben de qué les hablo.
La exitosa estrategia de la izquierda de coger un tema importante, indiscutible y popular y hacerlo el centro de todo debate funciona porque el PP en estas cosas no sabe reaccionar, y es más que probable que se estrelle contra el muro de la sanidad, por mucho que el porcentaje de voto sea el más alto y esas cosas que se dicen para consuelo de algunos seguidores.
Pero a lo que iba, no se trata sólo del perfecto vídeo de que les hablaba el lunes, sino de más cosas: de una campaña con muchos medios, bien planteada, con propuestas concretas, con iniciativa… que les puede hacer subir un pelín (las campañas sólo consiguen eso, por mucho que se empeñen) y quizás llegar a 11 concejales. Insuficiente para asegurarse el gobierno.
Prometo no hacer más cábalas hasta el mes que viene, hasta que se presenten oficialmente las listas porque ayer vi un cartel de Democracia Galega que me dejó boquiabierto porque no sabía ni que aún existían. Cuando tengamos en la mano las listas hablamos.
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