Exposición de credenciales en Samos Foto de La Voz de Galicia |
Este fin de semana se reunieron varias asociaciones vinculadas al Camino de Santiago y debatieron sobre varios asuntos, entre los que están el tema de la edición de credenciales y el mínimo de kilómetros que se debe exigir para considerar que se ha realizado la peregrinación.
Partiendo de la base de que no soy objetivo en ninguna de las dos materias, creo que hay argumentos poderosos para poder defender una postura más bien liberal en la primera y conservadora en la segunda. Y explico el porqué.
La edición de credenciales es un asunto que, como saben mis lectores habituales, afecta a nuestra ciudad notablemente tras la publicación de la Credencial del Camino Primitivo desde Lugo que sacó a la luz la asociación Lugo Monumental con el aval del Obispado de nuestra ciudad y el patrocinio de La Voz de Galicia. Un precioso documento (el diseño de Chencho Pardo le da sopas con hondas a la cutre edición tradicional) que permite recoger los sellos que demuestran la peregrinación y que en Santiago aseguran que nunca admitirán, para sorpresa de propios y extraños porque aceptan folios en blanco.
Entiendo que quieran controlar el tema de las credenciales, pero solo lo comprendo hasta cierto punto. Si una persona por cualquier circunstancia hace el camino y demuestra de buena fe que lo ha completado, ¿qué problema hay en darle la bendita Compostela? Tampoco es que te concedan un título universitario o una plaza por oposición. Realmente es un documento que no tiene más validez que la moral.
Pretender que el documento que llevas de viaje sea el editado por el punto de destino no tiene sentido. Lo suyo sería que cualquier documento avalado por la diócesis o incluso por la parroquia de origen del caminante sea válido, porque lo contrario es poner en duda la autoridad del Obispo o del Párroco de donde sale el peregrino.
En cuanto a lo de la distancia mínima a recorrer, volviendo a recordar mi falta de objetividad, no soy partidario de cambiarla. El motivo es que si se aumenta de los 100 kilómetros actuales a los 300 propuestos Lugo dejaría de tener esa ventaja de ser la primera ciudad del Camino Primitivo que se pueda convertir en punto de salida. También perjudicaría a otras poblaciones como Sarria, que ya tiene organizada una completa y compleja industria en torno al Camino.
Entiendo que desde el punto de vista religioso es irrelevante lo práctico y lo económico (aunque con lo de las Credenciales lo disimulen que da gusto) pero hay que tenerlo en cuenta como organización que opera en el mundo real.
El argumento aportado es un poco ridículo. Dicen que es para evitar la aglomeración de gente, lo cual es una tontería. Si para evitar que vaya mucha gente te cargas el propio Camino ya me dirán ustedes qué lógica se le ve al asunto.
Cada vez es más complicado que la gente cuente con grandes periodos vacacionales, por lo que obligar a dedicar al Camino tres semanas lo que hará es reducir el número de peregrinos. Si esa es la gran solución que tienen para reducir la masificación, estamos listos.
La solución, queridos amigos, es promocionar las rutas alternativas. Es dejar de centrarse tanto en el Camino Francés, que ya está más que trillado, y abrir promociones a otras rutas… como el Camino Primitivo, el de la Plata, el inglés… Divide y vencerás, también en este caso.
Partiendo de la base de que no soy objetivo en ninguna de las dos materias, creo que hay argumentos poderosos para poder defender una postura más bien liberal en la primera y conservadora en la segunda. Y explico el porqué.
La edición de credenciales es un asunto que, como saben mis lectores habituales, afecta a nuestra ciudad notablemente tras la publicación de la Credencial del Camino Primitivo desde Lugo que sacó a la luz la asociación Lugo Monumental con el aval del Obispado de nuestra ciudad y el patrocinio de La Voz de Galicia. Un precioso documento (el diseño de Chencho Pardo le da sopas con hondas a la cutre edición tradicional) que permite recoger los sellos que demuestran la peregrinación y que en Santiago aseguran que nunca admitirán, para sorpresa de propios y extraños porque aceptan folios en blanco.
Entiendo que quieran controlar el tema de las credenciales, pero solo lo comprendo hasta cierto punto. Si una persona por cualquier circunstancia hace el camino y demuestra de buena fe que lo ha completado, ¿qué problema hay en darle la bendita Compostela? Tampoco es que te concedan un título universitario o una plaza por oposición. Realmente es un documento que no tiene más validez que la moral.
Pretender que el documento que llevas de viaje sea el editado por el punto de destino no tiene sentido. Lo suyo sería que cualquier documento avalado por la diócesis o incluso por la parroquia de origen del caminante sea válido, porque lo contrario es poner en duda la autoridad del Obispo o del Párroco de donde sale el peregrino.
Son muchos los caminos... |
Entiendo que desde el punto de vista religioso es irrelevante lo práctico y lo económico (aunque con lo de las Credenciales lo disimulen que da gusto) pero hay que tenerlo en cuenta como organización que opera en el mundo real.
El argumento aportado es un poco ridículo. Dicen que es para evitar la aglomeración de gente, lo cual es una tontería. Si para evitar que vaya mucha gente te cargas el propio Camino ya me dirán ustedes qué lógica se le ve al asunto.
Cada vez es más complicado que la gente cuente con grandes periodos vacacionales, por lo que obligar a dedicar al Camino tres semanas lo que hará es reducir el número de peregrinos. Si esa es la gran solución que tienen para reducir la masificación, estamos listos.
La solución, queridos amigos, es promocionar las rutas alternativas. Es dejar de centrarse tanto en el Camino Francés, que ya está más que trillado, y abrir promociones a otras rutas… como el Camino Primitivo, el de la Plata, el inglés… Divide y vencerás, también en este caso.
Aún no se han publicado las conclusiones de la reunión del fin de semana. Veremos e informaremos. Y en su caso... pelearemos.
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