Cuando uno comete un error lo más difícil es reconocerlo y enmendarlo. Si encima se hace de forma pública y notoria el mérito del acto de reflexión es infinitamente mayor, y por eso no puedo menos que reconocer y aplaudir que el señor Deán de la Catedral de Santiago haya recapacitado sobre su decisión de no aceptar la Credencial del Peregrino de Lugo, emitida por Lugo Monumental con el sello y el aval del Obispado de Lugo y el patrocinio de La Voz de Galicia.
Rectificar es de sabios. Creo que en todo este asunto ha habido malos entendidos, interpretaciones equivocadas y quizás un pelín de exceso de celo por ambas partes, cada una de ellas preocupada por las consecuencias que este tema podría tener en el futuro. En ocasiones parece que se ha obviado que lo importante de todo este asunto es el Camino y todo lo que ello significa.
Para Santiago, promocionar el Camino Primitivo es importante, ya que supone una alternativa al Camino Francés y esto ayuda a descongestionar la ruta más conocida, lo que además de mejorar la experiencia para el caminante colabora en la organización de la intendencia de apoyo al mismo.
Que Lugo se consolide como punto de inicio para peregrinar a Santiago por el Camino Primitivo es de un interés tremendo para nuestra ciudad. Tanto que podría suponer el desarrollo de toda una “industria” económica pero, sobre todo, un punto de apoyo sobre el que ponernos en el mapa de una forma que no podríamos imaginar. Pregunten a Sarria la importancia de ser la primera población desde la que se cumplen los míticos 100 kilómetros.
Por supuesto para el Peregrino el hecho de recorrer la primera de las rutas a Compostela, la que inauguró Alfonso II el Casto desde Oviedo en el siglo IX, es algo digno de consideración y más si comienza la ruta en una ciudad con tres Patrimonios de la Humanidad, la Ciudad del Sacramento, la ciudad de las Murallas… nuestro Lugo.
Confío en que la senda de la reflexión que ha comenzado el señor Deán no se quede aquí y que siga aceptando las Credenciales expedidas en diferentes puntos de la cristiandad a partir del 1 de abril, fecha límite que en su momento marcó. No tendría sentido exigir al Peregrino partir con un documento emitido exclusivamente en el punto de destino, y cualquier desafío, ya no solo a Lugo sino a todas las instituciones implicadas en el sostenimiento del Camino solo podría tener consecuencias terribles para el conjunto.
El señor Deán de la Catedral de Santiago ha demostrado que es capaz de corregir una postura adoptada, supongo que con buena fe, pero que se ha demostrado equivocada y eso le honra. Desde aquí mi más sincero reconocimiento, y creo que en esto hablo en nombre de toda la ciudad cuando doy las gracias al señor Deán.
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