Que Lugonovo, tras aupar a Lara Méndez a la alcaldía y aprobarle el presupuesto, abra la boca para criticar cualquier cosa es como si el que vendía el gas Zyklon a los nazis dijera que pensaba que lo querían para matar conejos.
La respuesta a casi cualquier propuesta que puedan hacer es “haberlo metido en el presupuesto que aprobasteis”, y a cualquier ataque contra el gobierno local “pues no haber aprobado los presupuestos”. Sencillo, simple y transparente.
La última que les he leído es que los autobuses urbanos de Lugo deberían tener los colores corporativos del ayuntamiento, que por lo visto son el rojo y el azul nosequé, que es un azul tan oscuro que parece negro. Si ellos lo dicen será verdad, aunque el manual corporativo del Ayuntamiento habla directamente de negro, pero si les soy sincero me suena fatal ver los autobuses con tonos tan fúnebres por nuestras calles. Su argumento es que como es un servicio público tiene que tener esa pinta, y que los de ahora utilizan los colores corporativos de Monbús, la empresa concesionaria.
Eso de juzgar por los colores está muy feo, pero si les soy sincero creo que en el 2016 podríamos incluso ser un poquito más ambiciosos y utilizar los buses como paneles móviles para diferentes cuestiones, como la publicidad tanto pública como privada (a pesar de los líos que hubo aquí con ese tema). Aún les digo más, antes de proponer usar esos colores me atrevería a sugerir un concurso de ideas, que hay gente muy espabilada en el tema del diseño en la ciudad, y que puedan puntuar el uso de tales gamas a pesar de su difícil encaje.
La cuestión es que parece que les importa poquito que la concesión se renovara o no, o que las condiciones contemplen semejante cosa o no. Lo importante se ve que es el colorido de los buses, no cuánto se paga por billete (que es poquito), que las frecuencias sean razonables (que no lo son) o que los recorridos tengan sentido (que no lo tienen).
Que se utilice un microbús para una línea como la 12, el “especial campus” debería preocupar un poco más que eso, no tanto por el hecho de utilizar ese vehículo, que supongo que se hará por alguna razón, sino por la baja ocupación que refleja, mientras que los buses “grandotes” siguen entrando en el recinto amurallado con los problemas que eso implica.
Con el servicio tan horrible que tenemos de autobús lo que preocupa a Lugonovo es el color de los vehículos. Supongo que en el presupuesto del que son cómplices habrán metido una partida para pintarlos con esos colores, con sus colores. Lo importante es sacar los colores.
La respuesta a casi cualquier propuesta que puedan hacer es “haberlo metido en el presupuesto que aprobasteis”, y a cualquier ataque contra el gobierno local “pues no haber aprobado los presupuestos”. Sencillo, simple y transparente.
Colores corporativos. Yo el azul no lo veo en ningún lado. |
Eso de juzgar por los colores está muy feo, pero si les soy sincero creo que en el 2016 podríamos incluso ser un poquito más ambiciosos y utilizar los buses como paneles móviles para diferentes cuestiones, como la publicidad tanto pública como privada (a pesar de los líos que hubo aquí con ese tema). Aún les digo más, antes de proponer usar esos colores me atrevería a sugerir un concurso de ideas, que hay gente muy espabilada en el tema del diseño en la ciudad, y que puedan puntuar el uso de tales gamas a pesar de su difícil encaje.
La cuestión es que parece que les importa poquito que la concesión se renovara o no, o que las condiciones contemplen semejante cosa o no. Lo importante se ve que es el colorido de los buses, no cuánto se paga por billete (que es poquito), que las frecuencias sean razonables (que no lo son) o que los recorridos tengan sentido (que no lo tienen).
El llamativo bus de la línea 12 |
Con el servicio tan horrible que tenemos de autobús lo que preocupa a Lugonovo es el color de los vehículos. Supongo que en el presupuesto del que son cómplices habrán metido una partida para pintarlos con esos colores, con sus colores. Lo importante es sacar los colores.
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