Pocas personas reflejan con tanto acierto la realidad de la ciudad de Lugo como Carmen Uz, periodista de El Progreso que escribe la columna “A semana do revés”, donde analiza los temas con profundidad y un envidiable sentido crítico con el que dispara a todo el que se mueve, casi siempre con razón.
Uz tiene el acierto de contrastar sus opiniones antes de publicarlas, de ver todos los puntos de vista, y una vez analizado el tema forma su opinión y es cuando escribe esos casi siempre acertadísimos artículos que cada vez leo con más agrado. Se aleja del perfil de “periodista canalla”, que dice tonterías solo por llamar la atención e intentar convertirse en el “enfant terrible” de la sociedad lucense, ya que ella es respetuosa incluso desde su discrepancia.
El pasado día 24, y llamativamente en la página opuesta al anuncio del que les hablaba ayer, el de O Carme, analiza el viaje realizado por ¡¡15 personas!! a Italia para aprender a gestionar. Bajo el título “Gasto para aprender a gastar”, la periodista analiza el proyecto Lugo+Biodinámico, un chiringuito que costará, al menos, 1,7 millones de euros que pone la Unión Europea, 540.000 del Ayuntamiento y 526.000 de la Diputación.
La idea no suena mal: aprovechar el potencial forestal autóctono para impulsar la construcción basada en la madera. El problema es que tampoco sonaban mal el CETAL y sus nosecuantos miles de puestos de trabajo, o el parque de nuevas energías (que menciona Uz en su artículo) y que costó 800.000 euros (182.000 de la Unión y el resto del Ayuntamiento) y que fue un sonoro fracaso, teniendo que desinstalar los paneles solares porque consumían más de lo que producían.
La pregunta que se hace Uz y que traslada a los lectores es la siguiente: ¿es necesario que vayan 15 personas a ver cómo hacen en Italia para construir casas de madera? ¿Qué pintan ahí la alcaldesa, un concejal y una diputada? ¿Y qué hacen tres funcionarios en la comitiva? ¿Acaso esos seis representantes públicos (cada uno en su medida) se van a poner a construir casas de madera?
Insisto en que el plan no es malo. Convertir los márgenes de Duquesa de Lugo en un frondoso bosque de aprovechamiento maderero no me parece mala idea. Tampoco lo sería terminar la avenida, por cierto, que ya va siendo hora y no se comprende cómo hay esa especie de intermitencia entre uno y dos carriles en tan pocos metros. Lo curioso es la expedición y su composición.
Lugo tiene muchos frentes abiertos en este momento. No es que haya que renunciar a nuevas ideas y proyectos, solo faltaría, pero quizás sería más aceptable que esas nuevas metas se asuman de otra forma.
La alcaldesa es una persona que ha traído un nuevo aire en la forma de hacer del Ayuntamiento. Le falta un pelín para hacerlo bien, y desde luego si algo le caracteriza es que es amable incluso con los críticos, lo cual le honra sincera y profundamente. Conmigo, sin ir más lejos, es una persona encantadora, quizás porque entiende que las críticas las hago con sinceridad, igual que le aplaudo cuando acierta.
Sin embargo mantiene tics heredados de sus padrinos políticos (Besteiro y, en menor medida, Orozco) en que pone el mensaje sobre la acción, las formas sobre el fondo, y eso es grave. Entiendo que se dedica a la política y que ahí hay que vender lo invendible porque en eso les va el futuro en la poltrona, pero todo tiene unos límites y hay que mantener un equilibro que aquí, si bien es cierto que es más cercano, no se da.
Ojalá mejore lo que le falta. Lleva un año y pico en la alcaldía y ha demostrado que es diferente, pero le falta un empuje importante, posiblemente derivado en gran parte de las personas que la rodean. Por el bien de todos, espero que simplemente fuera experiencia y que ahora que la va teniendo lime esas cuestiones.
Uz tiene el acierto de contrastar sus opiniones antes de publicarlas, de ver todos los puntos de vista, y una vez analizado el tema forma su opinión y es cuando escribe esos casi siempre acertadísimos artículos que cada vez leo con más agrado. Se aleja del perfil de “periodista canalla”, que dice tonterías solo por llamar la atención e intentar convertirse en el “enfant terrible” de la sociedad lucense, ya que ella es respetuosa incluso desde su discrepancia.
El pasado día 24, y llamativamente en la página opuesta al anuncio del que les hablaba ayer, el de O Carme, analiza el viaje realizado por ¡¡15 personas!! a Italia para aprender a gestionar. Bajo el título “Gasto para aprender a gastar”, la periodista analiza el proyecto Lugo+Biodinámico, un chiringuito que costará, al menos, 1,7 millones de euros que pone la Unión Europea, 540.000 del Ayuntamiento y 526.000 de la Diputación.
La idea no suena mal: aprovechar el potencial forestal autóctono para impulsar la construcción basada en la madera. El problema es que tampoco sonaban mal el CETAL y sus nosecuantos miles de puestos de trabajo, o el parque de nuevas energías (que menciona Uz en su artículo) y que costó 800.000 euros (182.000 de la Unión y el resto del Ayuntamiento) y que fue un sonoro fracaso, teniendo que desinstalar los paneles solares porque consumían más de lo que producían.
La pregunta que se hace Uz y que traslada a los lectores es la siguiente: ¿es necesario que vayan 15 personas a ver cómo hacen en Italia para construir casas de madera? ¿Qué pintan ahí la alcaldesa, un concejal y una diputada? ¿Y qué hacen tres funcionarios en la comitiva? ¿Acaso esos seis representantes públicos (cada uno en su medida) se van a poner a construir casas de madera?
Insisto en que el plan no es malo. Convertir los márgenes de Duquesa de Lugo en un frondoso bosque de aprovechamiento maderero no me parece mala idea. Tampoco lo sería terminar la avenida, por cierto, que ya va siendo hora y no se comprende cómo hay esa especie de intermitencia entre uno y dos carriles en tan pocos metros. Lo curioso es la expedición y su composición.
Lugo tiene muchos frentes abiertos en este momento. No es que haya que renunciar a nuevas ideas y proyectos, solo faltaría, pero quizás sería más aceptable que esas nuevas metas se asuman de otra forma.
La alcaldesa es una persona que ha traído un nuevo aire en la forma de hacer del Ayuntamiento. Le falta un pelín para hacerlo bien, y desde luego si algo le caracteriza es que es amable incluso con los críticos, lo cual le honra sincera y profundamente. Conmigo, sin ir más lejos, es una persona encantadora, quizás porque entiende que las críticas las hago con sinceridad, igual que le aplaudo cuando acierta.
Sin embargo mantiene tics heredados de sus padrinos políticos (Besteiro y, en menor medida, Orozco) en que pone el mensaje sobre la acción, las formas sobre el fondo, y eso es grave. Entiendo que se dedica a la política y que ahí hay que vender lo invendible porque en eso les va el futuro en la poltrona, pero todo tiene unos límites y hay que mantener un equilibro que aquí, si bien es cierto que es más cercano, no se da.
Ojalá mejore lo que le falta. Lleva un año y pico en la alcaldía y ha demostrado que es diferente, pero le falta un empuje importante, posiblemente derivado en gran parte de las personas que la rodean. Por el bien de todos, espero que simplemente fuera experiencia y que ahora que la va teniendo lime esas cuestiones.
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