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martes, 16 de agosto de 2016

Una solución para el Miño

Leo en la prensa que un empresario propuso la instalación de una piscina flotante en el Miño como alternativa más económica, rápida y sencilla a la playa fluvial. Si tuviera una mínima esperanza de que esta última podría cristalizar antes de que las ranas del río críen pelo, descartaría el proyecto automáticamente porque creo que hay cosas que se deben hacer de otra forma, pero como esto es Lugo, y aquí pasaremos de no tener playa a tener un arenal propio de Benidorm dentro de 30 años, es algo para estudiar.

Hace algunos años fui a Austria y pasé por casualidad por una ciudad llamada Graz. No es tan conocida como Viena o Salzburgo, obviamente, y si dormimos allí fue un poco por variar de los sitios más típicos. Nos llevamos una muy agradable sorpresa y nos encontramos un casco histórico impresionante, con un concurso de estatuas de hielo digno de mención y, para el caso que nos ocupa, una estructura en el río que creo que podría ser tenida en cuenta en Lugo.

La estructura de Graz
Se trata de una especie de cafetería/auditorio/parque acuático/puente. Un cuerpo central descansa en el agua (no “sobre”, sino “en”) y en su parte superior tiene un pequeño recinto para actuaciones al aire libre, con bancadas para el público. También cuenta con una cafetería en el nivel inferior, desde la que se puede ver, asombrosamente, el agua cubriendo parte de la estructura desde dentro, y todo esto se corona con una serie de toboganes que van desde lo más alto al río. Dos puentes unen esta estructura a ambas orillas del río. 


La cafetería, incluso
en pleno invierno, espectacular
Es una forma muy ingeniosa de utilizar un espacio que de otra manera no podría ser aprovechado con facilidad y menos para darle semejante versatilidad.

Es cierto que en Lugo el Miño no cruza la ciudad, sino que tenemos el río “al lado”, y que quizás no sea tan sencillo utilizarlo durante los 12 meses del año. Esa razón, y no la climatología (la de Austria es bastante peor que la nuestra) podría hacer que nos pensemos seriamente si algo así podría ser importable a Lugo, pero francamente, si queremos apostar por el río hay que hacerlo decididamente y algo del estilo de esta estructura podría solventar una parte importante de los problemas de un plumazo.

Un pequeño auditorio corona la estructura
Lo de la playa fluvial no es tanto una cuestión de dónde poner la toalla (hay césped hasta aburrir en el Paseo del Miño, obra que debemos al tesón del amigo García Díez en su etapa de Alcalde) sino de cómo meterse en el agua sin matarse por los casi imposibles accesos al río. Esta estructura solventaría esto, y además supondría poder conectar ambas orillas por un puente peatonal que se podría colocar prácticamente en cualquier sitio.

En cuanto a la estética, es cierto que no es una típica estructura de piedra, pero si una ciudad como Graz, clásica en un país clásico, se atrevió con ella quizás en Lugo no tendría por qué quedar mal. En cualquier caso tampoco es cosa de fotocopiar exactamente el proyecto sino de adaptar la idea a nuestras necesidades.

Yo lo dejo ahí. Supongo que no valdrá de gran cosa, pero muchas veces no se trata de ser los más originales sino de imitar lo que funciona.

La estructura vista desde el aire da una idea más completa

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