La militancia del PP de Lugo lleva pidiendo a gritos desde hace tiempo el relevo al frente de la junta local. Este hecho es tan incontestable que fue clave en la victoria de Elena Candia sobre Raquel Arias en la carrera a la presidencia provincial de los populares, quizá porque aparentemente la primera ya tenía sustituto para Castiñeira y la segunda no lo aclaró tanto, probablemente por entender que no era asunto suyo poner un “mandado” sino competencia de los afiliados el elegirlo. En cualquier caso esto es cosa juzgada y ya sabemos lo del agua y el molino.
Jaime Castiñeira quizás esté rematando su tiempo en la política municipal |
La pregunta es ¿quién será la persona que lo reemplace? Personalmente tengo mi quiniela más que cubierta, y hace ya meses (antes incluso de la renovación de la junta provincial) que mi apuesta es cada vez más firme porque los hechos parecen avalarla. Vamos por partes.
El PP tiene una extraña alergia a las bicefalias. No es marca de la casa, ya que es muy nutrido el grupo de partidos políticos que reflejan en la estructura orgánica de sus agrupaciones las pirámides de las administraciones que gobiernan o aspiran a gobernar. Vamos, en román paladino, que lo normal es que el presidente de la junta local sea la misma persona que se proclamará como candidata a la alcaldía de Lugo.
Aunque esta fijación es comprensible desde un punto de vista muy concreto, el de evitar confrontaciones entre partido y administración "gobernada", en mi opinión es un error. Creo que es sano que los partidos separen claramente los cargos orgánicos de sus organizaciones (valga la redundancia) de los cargos públicos que ostentan en las administraciones. ¿Qué tiene de malo que el alcalde de la ciudad sea un militante de base de un partido? ¿O que al menos ostente una presidencia “simbólica” pero que no se ocupe de la gestión de la agrupación y dedique todas sus energías al cargo para el que le han elegido los ciudadanos? De hecho en mi opinión debería ser incompatible tener mando en ambos lados, salvo esa opción residual de la presidencia simbólica, que permita a determinadas personas que ocupan un puesto público asistir a las juntas como miembro nato.
Pero como esto no parece que cuaje en el PP, lo más probable es que haya una persona que aglutine los cargos de Presidente de la Junta Local y candidato a la alcaldía de Lugo.
El PP tiene una extraña alergia a las bicefalias. No es marca de la casa, ya que es muy nutrido el grupo de partidos políticos que reflejan en la estructura orgánica de sus agrupaciones las pirámides de las administraciones que gobiernan o aspiran a gobernar. Vamos, en román paladino, que lo normal es que el presidente de la junta local sea la misma persona que se proclamará como candidata a la alcaldía de Lugo.
Aunque esta fijación es comprensible desde un punto de vista muy concreto, el de evitar confrontaciones entre partido y administración "gobernada", en mi opinión es un error. Creo que es sano que los partidos separen claramente los cargos orgánicos de sus organizaciones (valga la redundancia) de los cargos públicos que ostentan en las administraciones. ¿Qué tiene de malo que el alcalde de la ciudad sea un militante de base de un partido? ¿O que al menos ostente una presidencia “simbólica” pero que no se ocupe de la gestión de la agrupación y dedique todas sus energías al cargo para el que le han elegido los ciudadanos? De hecho en mi opinión debería ser incompatible tener mando en ambos lados, salvo esa opción residual de la presidencia simbólica, que permita a determinadas personas que ocupan un puesto público asistir a las juntas como miembro nato.
Quique Rozas, preparado para la carrera |
Mucha gente da por sentado que esa persona será Quique Rozas, ya que es alguien popular que además puso toda la carne en el asador y dio un paso adelante para apoyar con energía y mucho trabajo la candidatura de Elena Candia a la presidencia provincial. Aparentemente es obvio el “quid pro quo” que debería aupar a Rozas a la presidencia local y, por lo tanto, a la cabeza de la candidatura popular a la alcaldía. Sin embargo tengo mis serias dudas de que vaya a pasar eso. De hecho más que dudas tengo la certeza de que no será así.
Otra persona que podría entrar en la quiniela es Ramón Carballo, el actual subdelegado del Gobierno, puesto que le viene como anillo al dedo y que se le da muy bien. Esa eficacia que está demostrando en la calle Armañá es un argumento de doble filo (lo de "arma" aquí no pega), ya que por una parte hace que se pueda postular para Alcalde con cierta experiencia en gestión pública pero por otro lado puede ser la causa de que se resista a abandonar un puesto agradable y en el que es muy competente. Además, la posible renovación del gobierno de Rajoy le augura seguir en el puesto unos añitos más con lo que es más difícil que deje la Subdelegación para embarcarse en una aventura que no estoy convencido de que le atraiga en demasía. Por si eso fuera poco tiene en contra no ser concejal, con lo que el año o año y medio anterior a las municipales no se podría batir “de igual a igual” con los candidatos de los demás grupos y eso lo deja cojo frente al día a día de la Plaza de España.
Veo señales de que no será ni Rozas ni Carballo sino otra persona del grupo municipal la que ocupe la presidencia de la Junta Local, concretamente pienso en la doctora Encarna Amigo, cuyo perfil probablemente sea el elegido como más “alcaldable”.
Encarna es una persona afable, tiene una profesión de reconocido prestigio, y no cuenta aparentemente con opositores de importancia (por ahora, claro, si finalmente acierto ya le saldrán unos cuantos). Además es mujer, lo cual tiene una importancia para mí incomprensible (ya que no creo en las cuotas porque entiendo que lo relevante es que sea la persona adecuada independientemente de su sexo), pero la tiene. De hecho no descarto que en las próximas municipales haya al menos paridad de candidatos femeninos si repiten Lara Méndez y Olga Louzao.
Veo a Encarna de Presidenta de la Junta Local y a Quique Rozas de secretario, dándole más relevancia a este último cargo de la que ha tenido hasta ahora y ocupándose él del peso real del día a día de la organización en sí.
Económicamente Encarna no depende del grupo municipal (tanto por su profesión y como porque ha sido elegida diputada autonómica en las últimas elecciones) y parece lógico que en este esquema le diera una dedicación exclusiva a Quique en detrimento de otros concejales que la disfrutan ahora. Esto daría a Rozas la autonomía económica y el tiempo necesario para dedicarse a su incuestionable pasión municipal. Desde el punto de vista organizativo no sería un mal arreglo (de ahí lo de la presidencia simbólica que mencionaba antes) y lo considero incluso probable, como ensayo de una candidatura con Amigo de cabeza de cartel y Rozas de número dos, aspirando a alcaldesa y primer teniente de alcalde respectivamente.
Ramón Carballo podría ser un buen velocista |
Mi porra es que será Encarna Amigo |
Encarna es una persona afable, tiene una profesión de reconocido prestigio, y no cuenta aparentemente con opositores de importancia (por ahora, claro, si finalmente acierto ya le saldrán unos cuantos). Además es mujer, lo cual tiene una importancia para mí incomprensible (ya que no creo en las cuotas porque entiendo que lo relevante es que sea la persona adecuada independientemente de su sexo), pero la tiene. De hecho no descarto que en las próximas municipales haya al menos paridad de candidatos femeninos si repiten Lara Méndez y Olga Louzao.
Veo a Encarna de Presidenta de la Junta Local y a Quique Rozas de secretario, dándole más relevancia a este último cargo de la que ha tenido hasta ahora y ocupándose él del peso real del día a día de la organización en sí.
Económicamente Encarna no depende del grupo municipal (tanto por su profesión y como porque ha sido elegida diputada autonómica en las últimas elecciones) y parece lógico que en este esquema le diera una dedicación exclusiva a Quique en detrimento de otros concejales que la disfrutan ahora. Esto daría a Rozas la autonomía económica y el tiempo necesario para dedicarse a su incuestionable pasión municipal. Desde el punto de vista organizativo no sería un mal arreglo (de ahí lo de la presidencia simbólica que mencionaba antes) y lo considero incluso probable, como ensayo de una candidatura con Amigo de cabeza de cartel y Rozas de número dos, aspirando a alcaldesa y primer teniente de alcalde respectivamente.
El tiempo dirá si mi bola de cristal necesita un ajuste y, de acertar, si la ciudadanía ve clara esa opción.
Pues nada , si tu porra se cumple le espera al pp otros ocho años en la oposición con otro candidato/a de sonrisa perenne pero que no conecta con un pueblo ( Lugo todavía lo es ) que no acaba de empatizar con este tipo de políticos artificiales que se empeñan en aupar sin mérito ni trabajo alguno .
ResponderEliminarAuguro una nueva espantada de afiliados.
Tengo la máxima simpatía por Encarna pero sólo nos faltaba otro candidato que se pase toda la semana en Santiago.
ResponderEliminarPuede que tengas razón, pero no me parece una candidata que ilusione al posible votante popular ...
ResponderEliminarMe la suda el Pp.Lleva camino de 20 años en la oposición del ayuntamiento y no se les echa de menos
ResponderEliminarNada , yo apuesto por que dejen a jaime , antonio ameijide o encarna ...
ResponderEliminartambien apuesto a q con cualquiera de ellos el pp sacara un maximo de 7 escaños
Casi era mejor q pusieran a devesa o a teijeiro y ya seria la leche
Desde el psoe estamos encantados , nos esperan muchos años gobernando en lugo.
que pronóstico mas desastroso nos pintas, luis,
ResponderEliminarDesde mi humilde opinion creo que en el PP tiene muchas personas validas para ser candidato s la alcaldia,lo que esta claro es que la militancia tiene que tener voz y voto,no que coloquen como siempre al que les da la gana s unos pocos.
ResponderEliminarPor curiosidad... ¿Muchas? ¿Me podría decir seis o siete?
EliminarPor curiosidad... ¿Muchas? ¿Me podría decir seis o siete?
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