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lunes, 31 de octubre de 2016

Quo vadis, Lara?

Aprovechando que algunos tienen puente y tiempo para leer, hoy les traigo un artículo que me ha salido un poquito largo, pero que resume un poco la situación actual que veo en el Gobierno Local, y más concretamente en nuestra alcaldesa, Lara Méndez y su dirección o falta de ella.

Hace un año y medio que las elecciones municipales crearon un extraño equilibrio en el Ayuntamiento de Lugo. El PP ganó con nueve concejales, pero su habitual soledad en los pactos le condenó a la oposición, mientras que los ocho elegidos del PSOE veían como BNG y Lugonovo les extendían un cheque en blanco por el que daban el bastón de mando a los socialistas, a condición de sacrificar a Orozco y dejar la alcaldía a Lara Méndez.

Lara ni siquiera era el “plan B” del PSOE, ya que la intención del partido era auparla a la Presidencia de la Diputación y dejar la capital en manos de Santín. Afortunadamente para los lucenses el plan se frustró porque la legislación electoral es más clara en eso de lo que nos quisieron vender tal y como se explicó claramente en este blog, y la "lista cremallera" en que por estética pusieron una mujer de número dos les jugó una mala pasada. La Ley dice claramente que solo los cabeza de lista pueden ser elegidos alcaldes al formarse la corporación (otra cosa es después para sustituirlos) y Lara no podía renunciar al puesto en favor de Santín sin perder la concejalía y, por tanto, su sillón en la Diputación. Así que los interesados se “sacrificaron” y aceptaron el cambalache de cargos, aunque a Santín le salió rana y a pesar de lo previsto el tema acabó como acabó.

Se encontró entonces nuestra actual alcaldesa como cabeza de un Ayuntamiento totalmente ajeno a ella, con un equipo al que no eligió, un programa electoral que no escribió, unos compromisos de los que no sabe nada y una serie de problemas e incendios en plena expansión en infinidad de temas: el Garañón, la antigua cárcel, el cuartel de San Fernando, el ciclo del agua, la grúa, el sistema ORA, la operación Pokemon, el MIHL, Carmen Basadre, el tráfico, los ineficaces aparcamientos subterráneos públicos, la paralizada renovación de las ordenanzas de publicidad, ruidos o convivencia, los inacabables gastos (que no inversiones) en informática sin que sigamos sin librarnos del papel, la diferida biblioteca de la Piringalla, la caída libre de la limpieza desde la huelga de Urbaser, los conflictos de personal...*, y ahora el nuevo lío de la escuela municipal de música.

Óscar de la Parte, apoyo fiel de Lara Méndez
Durante año y medio, y apoyada principalmente en Óscar de la Parte, su leal jefe de gabinete y admirador confeso de “El Ala Oeste de la Casa Blanca” (una de las cosas en que coincido con él), Lara ha intentado solucionar estos problemas… pero con escaso éxito y una gestión que podemos calificar de modesta siendo generosos. Encima está el agravante de que ha de callarse la realidad porque no puede echar la culpa a la herencia recibida al venir de los suyos, lo que le deja sin su principal argumento creíble (de hecho casi indiscutible) de por qué no han tenido una iniciativa propia digna de tal nombre en nada.

Cuando la alcaldesa aterrizó en el Ayuntamiento dio un esperanzador e ilusionante golpe de efecto de gran fuerza con la suspensión de la ORA, aunque lamentablemente se quedó en eso. Ni los anuncios de que se volvería a adjudicar, ni el acuerdo plenario para que se remunicipalice el servicio han cristalizado, pero tampoco se han atrevido a dar un paso en dirección contraria y reconocer que no hace falta ORA en la ciudad siempre que se ordene el tráfico razonablemente y se pongan limitaciones de aparcamiento en lugares puntuales siguiendo el modelo de la paradisíaca Pontevedra. El tema ha quedado en un impasse, un limbo político y administrativo en que ni hay solución a la vista ni se espera que la haya, que es lo que pasa cuando no se sabe por dónde tirar.

Y ahí acabó su gestión. Todos los demás temas siguen prácticamente como estaban. Se han limitado a a intentar sofocar los fuegos que Orozco dejó ardiendo y a llevar a pleno, para que no se diga, alguna iniciativa política para que la ciudadanía despierte y se dé cuenta de lo mala, malísima, que es la Xunta de Feijoo con Lugo, y para de contar. Y encima ni en eso han tenido gran éxito porque los resultados de las elecciones del 25 de septiembre parece que demuestran que no ha calado mucho el mensaje.

Como mucho podemos conceder, siendo de nuevo generosos, que San Fernando está en obras, aunque no son para nada práctico como hacer museo, colegio o lo que sea sino simplemente para que no se caiga encima de un peatón y tengamos un disgusto. “Obras de consolidación” se dice en lenguaje políticamente correcto. También han acertado consiguiendo dinero de Europa para lo de conectar la ciudad con el río, pero las experiencias anteriores nos hacen desconfiar de que no sea la enésima campaña publicitaria que termine con una ejecución desastrosa y un dinero tirado o, como poco, infrautilizado.

Sirviendo de escudo a Carmen Basadre
Por lo demás no se le puede criticar su acción de gobierno porque no hay tal acción de gobierno, salvo las cafradas de Carmen Basadre claro está, que le han dado un poco de vidilla a un año y medio soporífero.

En cuanto al tema político no le va mal. Es lo que tiene no tener oposición prácticamente. La fuerza de BNG y Lugonovo se les va por la boca porque aunque dan muchas ruedas de prensa y se alteran ocasionalmente con temas sangrantes, a la hora de respaldar al gobierno les falta tiempo para votar a favor. Por cierto difícil tiene el bueno de Santiago Fernández Rocha explicar que no son “cómplices” del gobierno local viendo el discurso que sus primos de En Marea defienden en el Congreso tras la abstención (que no “sí”) del PSOE en la investidura. En Lugo los de Fernández Bello han votado “sí” al gobierno de Lara y “sí” a los presupuestos... Difícil tienen ahora convencernos de que no tienen nada que ver en el asunto y solo pasaban por allí.

Solo PP, Ciudadanos y ACE, que juntos tienen 12 votos, hacen auténtica oposición, y para eso con matices. Los populares están ocupados con sus líos internos, de los que emergen ocasionalmente con momentos brillantes como los puyazos de Jaime a Carmen Basadre en su comparecencia de la semana pasada, o la presentación de iniciativas dignas de un gobierno que luego son fusiladas por otros grupos para, cambiándoles el título, presentarlas como propias cual alumnos vagos. Ciudadanos y ACE por su parte comparten la problemática de su falta de recursos para hacer oposición, que suplen con trabajo duro y, sobre todo en el caso de Carlos Portomeñe, un incuestionable lucimiento dialéctico y una dosis bastante alta de mala leche.

En esas aguas navega con más placidez de la imaginada Lara Méndez. Pero nada más. Pasa de una orilla a la otra sin caer a los cocodrilos, pero sin sumar tampoco tripulantes a su navío. La gestión de los marrones heredados le impide afrontar una labor propia de gobierno, y parece más un mandato de despedida de Orozco que uno de inauguración de su propia etapa.

Lara suple con enormes dosis de encanto, simpatía y don de gentes la falta de gestión real, y eso puede funcionar de cara al 2019 pero solo dependiendo de a quién se enfrente. Si el PP acierta con su candidatura y Olga Louzao se independiza podrían darle un susto considerable, e incluso no es descabellada la idea de un gobierno alternativo.

Orozco y Méndez - Foto de El Progreso
Orozco consiguió gobernar cuatro mandatos sin hacer gran cosa, pero vendiendo acciones que le llegaron de antes (todavía hay quien piensa que la peatonalización, la recuperación de las orillas del Miño como paseo o la campaña para lograr la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad fueron cosa suya) y proyectos, planos y estudios carísimos que nunca cuajaron, limitándose a salir a escena puntualmente en campaña electoral para luego acabar sus días en el fondo de un cajón (Plan Estratégico, Plan de Turismo, Plan de Tráfico…). Fue un gran político a pesar de ser un pésimo alcalde, pero me da en la nariz que Lara Méndez no lo considera el modelo a seguir. Y hará bien.

La única esperanza de Lara es dar un golpe de timón cada vez más complicado, y a imagen de Fraga y llevarse a todo su equipo (del que no necesariamente tienen por qué formar parte todos sus concejales) a un retiro en un monasterio para tomar aire y romper la pobre dinámica en la que están. Tienen que soltar amarras, dejar caer lo que haya que dejar caer, o a quien haya que dejar caer, y encarar un futuro de iniciativas y trabajo en positivo. Si eso implica reconocer errores pasados, habrá que hacerlo a pesar de la alergia a esto que detecto en sus colaboradores más cercanos.

Dudo que lleguen a tomar este camino, porque un punto negro que veo en Lara es su política de comunicación, demasiado maniquea: todo se resume con una serie de frases-tipo del estilo de  “nunca nos equivocamos”, “todo se ha hecho bien siempre”, “los malos son los demás”, “la culpa es de la Xunta”, “Rajoy es el que no nos deja hacer”, “ustedes lo que quieren es que en Lugo no se hagan cosas”... ese tipo de frases que vemos en su Twitter, del que tengo una impresión tan pobre que espero sinceramente que la alcaldesa no lo gestione personalmente, y que las simplezas que se publican sean obra de un ''negro'' con una importante falta de creatividad.

Yo no voté a Lara Méndez, pero es mi alcaldesa. También lo era Orozco pero es que ésta me cae mejor porque incluso sabiendo que soy un crítico tiene siempre una buena palabra, una sonrisa y un saludo que me atrevo a calificar de cariñoso. Quizás por eso cuando me han preguntado, ella o alguien de su entorno, sobre algo les he dicho mi opinión sincera y parece apreciar esa claridad.

Pues este artículo es igual de claro y sincero, y está escrito con la intención real de que, si llega a leerlo, vea un punto de vista diferente.

Estimada alcaldesa, reflexiona sobre la posibilidad de que en este texto se contenga al menos una parte de razón aunque mi planteamiento pueda ser maximalista. Cuando nos conocimos a los pocos días de tu nombramiento te deseé suerte, porque si aciertas nos va bien a todos, y sigo pensando en eso aunque con menos fe.

“Quo vadis, Lara?” El tiempo corre y tu innegable encanto te puede comprar más margen de maniobra, pero nada más. Es el momento de ponerse a trabajar en serio. Se acabó el entrenamiento.




Nota complementaria al margen:

* El Garañón sigue en pie y sin visos de piqueta, la antigua cárcel sigue cerrada y “pendiente de ultimar”, Carmen Basadre sigue haciendo de las suyas y metiendo a la alcaldesa en nuevos líos (con su respaldo, todo hay que decirlo), el ciclo del agua está como estaba, la grúa sigue en manos de una empresa de forma totalmente irregular, el sistema ORA ya lo tratamos pero está igual que estaba, Pokemon sigue poniendo sus huevos (por Dios entiendan la metáfora como de bicho de dibujos animados, no sean malos) en la grúa, el MIHL sigue haciendo aguas (literal y metafóricamente), el tráfico no ha mejorado porque continúan sin tomar decisiones valientes, los ineficaces aparcamientos subterráneos públicos aún rozan los coches de apretados que están, las nuevas ordenanzas de publicidad, ruidos o convivencia aparcadas en un cajón por falta de voluntad, valentía o de las dos cosas, el tema informático con webs básicas como la de Turismo desactivadas o sin poder hacerse trámites totalmente básicos desde casa, la inacabada biblioteca de la Piringalla cogiendo moho en su estructura, la caída libre de la limpieza desde la huelga de Urbaser que se tapa con la escoba de oro concedida por una APP y no por la limpieza...

1 comentario:

  1. La Voz de Galicia de hoy : Quique G. Souto

    Sorpresa . En Ciudadanos están perplejos por el hecho de que, según Expósito, para desarrollar las nuevas tecnologías el gobierno haya puesto al frente del trabajo«a un psicólogo, habendo como hai no Concello informáticos con titulación superior; esta persoa non é nin sequera funcionario municipal e o seu posto está en cuestión por varias sentenzas xudiciais”

    No ven como a este chico hai que formarlo. Anda más perdido que un elefante en una cacharrería.

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