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martes, 2 de mayo de 2017

La Cultura como actividad económica

La antigua Cárcel en el diseño original de Cobreros. Una pena que no se respetara.


El pasado jueves el Pleno del Ayuntamiento de Lugo debatió una propuesta defendida por Olga Louzao, portavoz de Ciudadanos, que bien pudo haber extraído de este mismo blog, ya que yo mismo hice una sugerencia similar hace algún tiempo relativa al uso de la vieja cárcel. La idea es tan sencilla como utilizar las celdas como espacios de trabajo para artistas y de esta forma convertir ese cascarón vacío en un auténtico núcleo de cultura local.

Esto llevaría aparejado hacer exposiciones conjuntas en las salas comunes y que los artistas puedan ofrecer al público sus obras, lo que ayudaría a difundirlas y venderlas, cosa que es importante para ellos por esa tonta costumbre que tienen de comer caliente todos los días y pagar sus recibos.

Los grupos de izquierdas (léase ACE, BNG y Lugonovo) acusaron a la iniciativa de “mercantilista”, y la concejala Carmen Basadre aseguró que no se puede vender nada en el espacio de la antigua cárcel porque, según ella, eso conllevaría la devolución de los fondos del URBAN. Eso dijo.

Miguel Ángel, por lo que se ve
un advenedizo
que cobraba por su arte...
Empecemos por la parte del “mercantilismo”. Nunca comprenderé esa concepción extravagante de que el auténtico arte no se puede comprar o vender. Según esa teoría Miguel Ángel, Mozart o Picasso no eran artistas o no crearon cultura, ya que los tres comían de lo que se les pagaba por sus creaciones.

Personalmente creo que es justamente lo contrario. Lo que ha que intentar es profesionalizar la cultura, y que quien pinta, esculpe, canta, escribe o lo que sea como una pasión y una calidad digna de mención pueda dedicar a ello su tiempo y sus energías y no tenerlo como una actividad residual. La cultura como actividad económica no tiene nada de malo si lo vemos como una forma de que los artistas puedan vivir de ello, con unos ingresos dignos.

Precisamente uno de los grandes problemas que veo yo en la concepción cultural en Lugo (dando por sentado que existe tal cosa, que ya es mucho suponer) es que se percibe el impulso artístico como algo “accesorio” a la actividad profesional, como una afición, una distracción, y no como una verdadera ocupación en sí misma, lo cual es un disparate. Entender que la cultura y el arte son “entretenimientos” no es lógico. Por supuesto que pueden serlo, pero no en exclusiva.

Creo que la comparación evidente es el tratamiento que se hace al deporte en sus dos vertientes: el deporte “de base” (vamos, el aficionado) y el deporte “profesional”. A nadie en su sano juicio le cabe en la cabeza que se mezclen ambas cosas, y pretender que una administración pública ayude a los artistas a vivir de sus creaciones no es incompatible con impulsar la cultura como afición. Ambas cosas pueden coexistir y de hecho lo segundo es motor de lo primero, igual que muchos futbolistas profesionales comenzaron jugando en los equipos aficionados de sus respectivos barrios.

Basadre asegurando que no se puede vender en la Cárcel
porque lo "impide" el URBAN. ¡Qué cosas!
En cuanto a la supuesta prohibición que según la concejala de Cultura existe para que haya ventas en la antigua cárcel, es algo realmente chocante y difícil de entender, cuando no de creer. Lo que la señora Basadre dijo textualmente es “O que non se pode é a venda porque iso non o permitiría o URBAN e porque levaría á retirada á devolución da subvención”. Como lo leen. O es una de sus interpretaciones creativas de la realidad para justificar lo injustificable, o realmente el que escribió el proyecto era un enajenado que convierte una obra de cerca de seis millones de euros en un lugar donde no se puede vender nada, lo que nos trae a la cabeza varias preguntas: ¿Solo se prohíbe vender arte o tampoco se puede cobrar por un café con leche? ¿Eso quiere decir que no habrá cafetería? ¿O que las consumiciones serán gratuitas? ¿Acaso toda las actividades que se hagan serán sin contraprestación económica? ¿Se puede cobrar entrada para un recital? ¿Solamente se prohíbe la venta directa de productos físicos con esa alergia que le tiene el ala siniestra de este país a la creación de riqueza y empleo?

Pensar que el hecho de que un pintor venda sus cuadros es malo es una pobre aportación a la cultura. Decir que “el URBAN” no permite esa venta es, como mínimo, una osadía que habrá que recordar a quien la dijo tarde o temprano. Y si es mentira, alguien debería comprobarlo porque no es la primera que se falta a la verdad en un Pleno a todos los lucenses.

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