Cuando se diseña una zona urbana de una ciudad hay que tener en cuenta varios factores pero sin duda alguna el más importante de todos es el uso que se le va a dar.
Probablemente uno de los espacios más criticados de Lugo es la espantosa calle de San Marcos, que han destrozado para convertirla en un páramo de piedra y cemento con cuatro arbolitos para que no se diga, y cuyos usos planificados son… bueno, la verdad es que no tengo ni idea de para qué se supone que sirve porque no hay forma de aprovecharla para nada.
Si quieres hacer un concierto o algo por el estilo no te vale porque el mobiliario urbano está estratégicamente situado para que no se pueda colocar un escenario, tampoco hay espacios libres amplios que sirvan para fines similares y para mayor fantasía está inclinada así que se complica todavía más su uso.
La ventana arqueológica, absurdamente cercada con un cristal que dura intacto menos que roto, permite ver unas piedras que nos aseguran que son parte del acueducto romano, pero seguramente haya formas más razonables de exponer esos restos y que además permitiera fotografiarlos para el recuerdo, cosa difícil en su actual estado.
Cualquier día un crío se abre la cabeza con un pedrolo de esos |
No es raro en tardes de buen tiempo como la de ayer que San Marcos se llena de críos que juegan por allí mientras sus mamás y papás se sientan a ver si hay suerte y sus niños no se rompen la crisma utilizando las fuentes sin agua (esa es otra, cuando las encienden pierden así que llevan apagadas un montón de tiempo) como eventuales zonas de diversión hasta que uno se abra la cabeza contra uno de esos espantosos cubos de piedra. También suele haber pandillas adolescentes que se ponen a saltar de una piedra a otra en una de esas absurdas modas superguays que supongo que vienen de Estados Unidos y que por lo tanto tendrán algún ridículo nombre en inglés.
El error de diseño de la plaza es evidente, y ahora toca corregir. Retirar esas fuentes, cuyas piedras podían reutilizar para hacer de barreras antiterroristas en San Froilán o como lápidas en el cementerio del mismo nombre (no digan que no doy ideas para reciclar) y poner un parque infantil en esa zona de San Marcos sería una forma de convertir un espacio infrautilizado en una de las mejores áreas de Lugo para ir con niños, y con la ventaja de que los papás pueden estar tranquilamente sentados en las terrazas de la zona que es una de las razones del éxito de Campo Castillo. Bueno para unos y bueno para otros. ¿Qué más se puede pedir?
Chámase Parkour, e vén de Francia.
ResponderEliminar¡Gracias por el dato! Me sigue pareciendo igual de ridículo pero es importante saber las cosas ;)
Eliminar