La afición de un equipo visitante de camino al Ángel Carro - Foto de La Voz de Galicia |
Que el fútbol mueve masas no es discutible. De hecho incluso en una ciudad como Lugo en que deportes como el baloncesto tienen una grandísima tradición, o equipos como el EMEVE están en lo más alto de las clasificaciones nacionales, es difícilmente rebatible afirmar que no consiguen destronar al balompié como rey absoluto.
Yo mismo viví la fiebre futbolera cuando presidía Lugo Monumental, ya que sin duda alguna el acto con más público que organizamos en esa etapa fue la instalación de una pantalla gigante en la plaza de Santa María para ver el Lugo-Dépor. Según la policía unas 3.000 personas se congregaron en ese punto y convirtieron la zona en una marea humana comparable con un día de San Froilán o de Arde Lucus.
Dando por sentado esto, y sin dejar de lado a los otros deportes, sí es cierto que hay que atender ciertas demandas que los aficionados al fútbol tienen en nuestra ciudad, y no por un respeto especial a esa afición, sino por una mera cuestión numérica: son muchos.
Se habla ahora de los deficientes accesos al Ángel Carro, y de la necesidad de una pasarela que permita a los peatones superar la Nacional VI sin peligro. Totalmente de acuerdo. La imagen de los aficionados en manada (no me entiendan mal, es una expresión) por la carretera jugándose el pellejo para ir a ver un partido no es de recibo a estas alturas de siglo, y aunque hay alternativas seguras como la calle Pousadela (más corredoira que calle, la verdad) es más incómodo el trayecto.
Una pasarela de la Nacional VI |
La Nacional VI cuenta con varias pasarelas, y me llaman la atención dos de ellas, construidas a pocos metros una de la otra y con todo lujo, ascensores incluidos, situadas en las inmediaciones del Ceao. Es llamativo que allí se hiciera ese dispendio, cuando los usuarios son los que son (poquitos) en lugar de poner una allí y otra en donde más falta hace, pero claro, de aquella Fomento era de un gobierno amigo y no procedía criticar sino aplaudir con las orejas. Ahora toca ponerse farrucos porque hay que aprovechar todas las balas.
Otra pasarela a escasos metros de al anterior |
Conociendo el percal supongo que nos propondrán una pasarela “Haiga”, como el desproporcionado puente que destrozó una parte preciosa del Miño, habiendo opciones más razonables, económicas y estéticas. Personalmente, aunque esto es cuestión de gustos, veo más un sencillo paso como el que se hizo en la Tolda que un horror como los del Ceao, pero eso queda en manos de nuestros regidores, lo cual es para echarse a temblar.
La corredoira Pousadela |
De lo que no hay duda es de que la pasarela es más que conveniente, al menos mientras no se solucione la cutre calle Pousadela, una posible alternativa de la Volta da Viña, o algún otro sistema que permita acceder con comodidad al estadio Ángel Carro. Sin embargo me temo que la percepción de conjunto no es uno de los puntos fuertes de nuestros próceres y que pondrán un parche que no tenga en cuenta la visión global, ya que no solo se trata de solucionar ese tema sino también la conexión con toda la zona del Palacio de Exposiciones y el parque del Miño.
La posible ubicación de la pasarela |
Siempre me pregunto por qué para estas cosas no convocan un concurso de ideas de la ciudadanía. Entre todos a lo mejor tenemos un plan mejor que dejándolo en manos de unos pocos iluminados, pero claro, entonces las medallas no serían exclusivas… aunque tampoco las cagadas.
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