Que el Ayuntamiento de Lugo es pionero en temas de tráfico y circulación es algo que no se le oculta a nadie. No hay más que ver la original iniciativa de que haya que circular a 30 por hora en vías amplias, con dos carriles, con mucho tráfico rodado y casi nulo movimiento de peatones mientras se puede ir alegremente a 50 por callejones sin aceras.
Ahora han creado una nueva modalidad, el “cambio de carril de quita y pon”. ¿Qué es esta asombrosa novedad que en breve copiarán urbes como Nueva York o Tokio? Muy sencillo, se trata de que cuando hay una obra que provoca un tapón, el problema de tráfico que genera solo se soluciona en determinados horarios, concretamente mientras estén trabajando en el lugar. Fuera de jornada los conos se retiran e impera la ley de la selva, que aunque suene agresivo parece que se interpreta como una norma de obligado cumplimiento.
La novedosa iniciativa se da en la Avenida de la Coruña, casi llegando a la Ronda, donde las obras de un edificio impiden la normal circulación por el único carril de entrada que hay en ese punto. Como hay dos de salida, parecería que lo lógico es poner conos de forma que quede un carril para cada sentido, pero eso es solo apariencia de sentido común ya que nuestros infalibles gobernantes se han dado cuenta de que eso es una medida trasnochada y probablemente de derechas, por razones que a los demás se nos escapan, pero es que no damos para más. Es mejor que eso solo funcione a ratos, como Pilatos, y que el resto del tiempo los conductores esperen pacientemente a que no venga nadie de frente para intentar llegar a la Ronda, una medida que seguro que ayuda a “calmar el tráfico”, porque no hay nada que relaje tanto como un atasco.
“Pero entonces”, dirá alguno, “¿si yo vengo por la noche hacia el centro y no está marcado el carril tengo que meterme en uno de los que vienen de frente y está sin señalizar?”. Sí, amigo mío. Voy a soslayar que su pregunta tiene tintes de fascismo porque parece poner en duda la omnisciencia de nuestros líderes, porque seguro que no lo hace con esa intención. En cuanto a lo que pregunta, piense que ese desafío le ayudará a que esté atento, a mejorar sus reflejos y a comprobar que aún recuerda las lecciones de la autoescuela sobre no invadir carriles contrarios salvo que haya señalización en contra, para poder saltárselas a su gusto, cosa que es muy placentera como cualquier quebranto de las normas. Y si no pregunten a los presos políticos que inundan las cárceles de España.
¡Albricias y jolgorios! ¡Loor y gloria a nuestros próceres! ¡Han hecho un nuevo descubrimiento! ¡¡El carril de quita y pon!!
¡Albricias y jolgorios! ¡Loor y gloria a nuestros próceres! ¡Han hecho un nuevo descubrimiento! ¡¡El carril de quita y pon!!
Por si acaso... |
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