Primero nos obligan a usar los cajeros... y ahora nos meten comisiones por cualquier cosa. |
Hace no demasiado tiempo ir al banco era una acción tan sencilla como cotidiana. Te metías en la oficina que te pillaba más cerca, hacías tus gestiones, abrías tus cuentas sin comisiones y te ibas tranquilamente, sin alterarte demasiado. El panorama ha cambiado.
Encontrar ahora un banco que no te fría a comisiones, incluso teniendo la nómina o la pensión domiciliada, es comparable a aquellos libros de “¿dónde está Wally?” y si lo consigues casi tienes que deberles el favor, y andar atento a que no te carguen de vez en cuando “por despiste” una comisión por la tarjeta (que te obligan a tener) o por “mantenimiento de cuenta”. Ese “error” te hace ir a suplicar que te devuelvan tus 15 euros y, en plan perdonavidas, te conceden magnánimos la gracia de no cobrarte por servicios que durante años se peleaban por darte.
Las cajas de ahorros, con su habitual desparpajo venido de no tener que molestarse en rendir cuentas al ser entidades semipúblicas (menos para cobrar sueldazos multimillonarios, ahí son más privadas que cualquier banco) , tenían una red de oficinas insostenible, que hicieron que junto a sus inversiones arriesgadas hayamos tenido que meter ingentes recursos públicos en su rescate.
Ahora vienen tiempos de llanto y crujir de dientes. Las estructuras son totalmente disparatadas y la comparación es insostenible. Los bancos más importantes tiene, para poner un ejemplo, una o dos oficinas en el centro de Lugo mientras que Abanca (heredera de Caixa Galicia y sus fusiones) tiene cinco. Es lo que tiene la desproproción venida de la distorsión de la competencia.
La única oficina en que se pueden hacer pagos y cobros en efectivo en todo el horario Foto: Google Maps |
Sin embargo las medidas de racionalización son peculiares. Siguiendo con el mismo ejemplo, Abanca solo permitirá hacer ingresos o reintegros de efectivo en una de sus cinco oficinas de dentro de murallas a partir de las 10:30 horas, en la de calle Progreso. En las otras cuatro si quiere hacer alguna operación con dinero tiene que ir antes de esa hora, lo cual además de incómodo me parece difícil de comprender, sobre todo por el tema de pago de recibos.
Los servicios van a peor, y como entidad privada están en su derecho a la espera de que la competencia los ponga en su lugar, pero cuando tienen que ofrecer gestiones públicas a través de esos canales las cosas cambian. Cuando una sede bancaria acepta ser “entidad colaboradora” con la administración, ésta debería exigir un mínimo de atención al cliente. Como tengo los recibos domiciliados hace mucho que no voy a ninguna sucursal, pero la última vez que me tocó acercarme a la Plaza del Ferrol se negaron a cobrarme un recibo porque eran más de las 11 de la mañana. Lógicamente me negué a marcharme hasta que me dieran por escrito semejante instrucción… y me cobraron el recibo, claro.
Me gustaría ver esos convenios para comprobar si se piden unos requisitos mínimos de horarios y de atención, pero me da que no. De hecho la oficina que Abanca tenía en el edificio de la Xunta, y que era comodísima para los que tenían que pagar recibos, ha cerrado y también se ha retirado el cajero automático que había en la planta baja.
Vamos a peor en servicios, y probablemente sea porque se están pagando todavía los excesos del pasado. Pero tal vez éste no sea el camino.
Cuando una entidad bancaria actúa como entidad colaboradora de una administración pública, no puede negarse a cobrar un recibo, siempre que se haga de acuerdo con las instrucciones que figuran en el recibo como información para el contribuyente. Cuento una experiencia personal:
ResponderEliminarRecibo de Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica 2017 del Concello de Lugo. Me dirijo a una de las oficinas que figura como lugar de pago en las instrucciones (en la cual el año pasado me pusieron problemas para cobrarme el año anterior). Cuando entro en ella veo un cartel de que el horario de pago de recibos es de 8:30 a 10:30 los martes y los jueves, lo cual ya contradice las instrucciones de pago del recibo que pone de lunes a viernes de 8:30 a 14:00 h. Otro cartel que informa que se puede cobrar una comisión de 3 euros si no lo cargas en cuenta. Otro de que tienes que usar los cajeros automáticos para el pago de recibos no domiciliados. Cuando la empleada de caja me ve con el recibo en la mano en la cola, me pregunta si es para pagar en efectivo o cargar en cuenta, le digo que en efectivo, y me dice que lo page en el cajero, le digo que no, me pregunta si no tengo billetes a lo cual respondo que no ( llevaba parte del importe en monedas de 1, 2 y 5 céntimos). Cuando llegó mi turno le doy el recibo y un billete de 50 € y el resto 22,90 € en monedas. Pone mala cara y empieza a protestar, a lo cual le recuerdo que el Reglamento General de Recaudación permite el pago en efectivo, de acuerdo con las instrucciones que figuran en el recibo, en moneda de curso legal y le pregunto si las monedas que llevo no son de curso legal. Ante esto me dice que las tiene que contar y mirar una a una y que llevará un rato, a lo cual contesto que está en su derecho y que no tengo prisa. Conclusión: Trás media hora en el mostrador, y retrasando la atención a otros clientes, recibo pagado.
Las entidades bancarias son entidades privadas, y podrán poner las condiciones de atención al cliente que les de la gana, será la opción del cliente pasar por ellas o no. Pero cuando actúan como entidades colaboradoras de la administración tienen el deber, y debemos exigirlo, de actuar con las instrucciones que figuran en las instrucciones que figuran en el recibo emitido por la administración y en lo establecido en reglamento general de recaudación.
Tan culpable son las entidades, por no cumplir con la normativa, como nosotros por permitirselo.
Totalmente de acuerdo. Si se oponen, mi recomendación es no moverse de la ventanilla hasta que nos atiendan o nos den POR ESCRITO un certificado de que NO NOS COBRAN por ir a pagar en efectivo a tal hora. Funciona.
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