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viernes, 23 de febrero de 2018

Forges, el orgulloso ''lucense postizo''


Esto es conocer Lugo

Ha muerto Forges, orgulloso de sus raíces lucenses, y su desaparición ha logrado una unanimidad en el sentimiento tan rara en España que se ve menos que los unicornios. Hasta las personas a las que criticaba en sus viñetas se reían con sus dibujos y, lo que es más importante, estoy seguro de que reflexionaban sobre la honda sabiduría de sus palabras.

Forges no era grosero, ni vulgar, ni malsonante, todo lo contrario. Usaba incluso términos comunes que en sus manos se convertían en el sello de la casa. Sus “stupendo”, “gensanta” y demás se convirtieron en coletillas de cierre de sencillos mensajes que precisamente por su naturalidad calaban a todo el mundo y, lejos de ofender, provocaban la sonrisa.

Los humoristas gráficos como el genial Davila en El Faro de Vigo, le despiden unánimemente.

Recuerdo particularmente las ilustraciones de Forges de los manuales “para torpes”. “Informática para torpes” particularmente, y además de varios programas en concreto, eran libros espléndidos escritos con el lenguaje sencillo y comprensible de Antonio Fraguas, y que acercaron a un público temeroso el mundo de las nuevas tecnologías.

El diseño de Forges para la Semana Internacional de Cine de Autor de Lugo

"Binibimer al paredón",
la sentencia de Forges en el Libro de Oro del Verruga
¿Qué decir de su relación con Lugo? Su padre era de A Fonsagrada, una relación que lejos de considerar lejana lo hizo el gran faro de esa tierra y de su “Feira do Butelo”, del que llevaba diez años haciendo el cartel sin cobrar un céntimo, que es mucho decir en alguien que se gana la vida con esa actividad. También colaboró haciendo el cartel de la Semana Internacional de Cine de Autor y a uno de sus artífices, Manuel Curiel, le envidio el autógrafo del propio Forges que atesora en el programa de esa edición. Sin embargo esa envidia es sana y hasta le puedo hacer una mínima competencia, ya que también firmó el libro de oro del Verruga y nos dedicó una de sus memorables viñetas.

Forges se va causando pena a todos los que no le conocimos en persona pero sí a través de su obra, y supongo que para un artista es una forma maravillosa de transmitirse a sí mismo.

Echaremos de menos a Mariano, a las paisanas de la pañoleta y a sus funcionarios. Echaremos de menos a Forges, el orgulloso ''lucense postizo''.

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