Hoy hay jornada de puertas abiertas en la Tinería

La maravillosa zona de la Tinería, una oportunidad de oro. Foto: La Voz de Galicia

A las 10 de esta mañana se inicia una jornada de puertas abiertas de los locales disponibles en el barrio de la Tinería para quien quiera montar un negocio en el casco histórico pagando un alquiler irrisorio. Desde 10 euros al mes en el local más pequeño hasta 72 en el más grande, son los precios del alquiler que el Ayuntamiento ha sacado a la calle para ver si así se ocupan los locales y se recupera la actividad y la vida del más antiguo de los barrios lucenses.

La medida propuesta por el Gobierno Local es acertada, pero, si queremos ser más precisos con la intención final que es que se establezcan empresas de forma estable, no creo que el plazo de concesión de los locales sea el más razonable. Cuatro años, con una imprecisa opción a prórroga (supongo que sujeta a la concesión realizada por la Xunta, propietaria de los locales), no es que sea la panacea, sobre todo si tenemos en cuenta no solo que hay que arreglar el local, sino, lo más importante, que cuando la actividad haya superado los primeros años de incertidumbre y ya se estabilice te puede tocar hacer las maletas y largarte.

Lo saben bien los placeros de Santo Domingo. Se les atrajo con cantos de sirena y se les prometió que tras un periodo exactamente igual, de cuatro años prorrogables, se les haría estables en sus puestos, promesa que nadie puede cumplir porque es ilegal. Hoy siguen levantándose cada mañana sin saber si es su último día en su trabajo, porque a pesar de que el propio PSOE llevó a Pleno una iniciativa para sacar los puestos a subasta en el año 2015, siguen sin hacer otra cosa que convertir oxígeno en dióxido de carbono.

Aquí pasa un poco lo mismo, que aunque empieces con mucha ilusión y muchas ganas, queriendo aprovechar incluso la ganga que supone pagar un local tan barato, hay que pensar en el día de mañana y en un hipotético traslado.

Por supuesto que para todos aquellos que están empezando el precio tan barato de los locales es una perita en dulce y, qué quieren que les diga, mejor montar ahí una empresa que en CEI Nodus que está donde Cristo perdió el gorro. Es una apuesta, sí, una apuesta que puede salir bien o mal, pero que hay que enfocar como una ubicación temporal en que a cambio de estar muchísimo mejor situados que en un anodino despacho de una colmena empresarial a la que hay que ir en coche.

La cuestión es la reforma y el coste que eso supone. Supongamos que tienes que invertir 50.000 euros en el arreglo del local. Lo malo es tenerlos, claro, pero imaginemos que los consigues. Si te garantizan únicamente cuatro años (lo de las prórrogas, insisto, está tan poco claro que es como no ponerlo) hablamos de 48 meses, lo que supone una renta real de más de 1.000 euros al mes porque es lo que te cuesta amortizar una reforma que revertirá a la administración cuando te den la patada. Si la reforma son solo 25.000 euros (que me parece a mí que con eso no da para gran cosa) pagas algo más de 500 euros al mes para la amortización sin columpiarte dando por sentado que te dejarán más tiempo. Ese es el problema.

La seguridad es fundamental a la hora de montar cualquier cosa. Hay locales vacíos en el casco histórico que no solo están así porque piden precios exagerados (que también en muchísimos casos) sino porque los propietarios saben que en este momento estamos en vacas flacas y no quieren atarse para diez o veinte años por si viene una gran cadena y en vez de los 1.800 euros al mes que pretenden pedir les ofrece 5.000. Es complicado pretender vivir de una empresa sin trabajarla, y francamente viven en un mundo paralelo sin darse cuenta de que ellos mismos son una gran parte del problema que ahoga la zona. Si pusieran precios más razonables otro gallo cantaba a la zona amurallada, porque desde que florezcan los comercios se podrán subir paulatinamente los precios, pero no se puede pretender cobrar como en la Gran Vía lo que no lo es.

En fin, que si están ustedes interesados y leen esto a tiempo pásense por la Tinería. Empieza la visita en el número 24 de esa calle, y al menos ven las opciones que hay. Lo de los plazos lo pueden estudiar una vez conozcan sus posibilidades.