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viernes, 30 de noviembre de 2018

No hay en Internet información sobre los autobuses urbanos

No sé cómo no se le cae la cara de vergüenza al Ayuntamiento cuando la empresa se ve obligada a poner esto en su web.

Desde hace ya muchos años los ciudadanos que querían conocer los horarios de los autobuses urbanos de Lugo tenían que recurrir a una web privada, ya que para pasmo de propios y extraños la administración pública no facilita esa información más que por teléfono en el 010.

La cosa se ha agravado. La empresa Lugonet cerró su página (por la que no percibía ni un euro, todo hay que decirlo) porque han tenido “dificultades para contrastar la información sobre los horarios del transporte”, es decir, que no les daban ni a ellos las nuevas tablas.

Lo del autobús urbano en Lugo es de chiste: ni los paneles electrónicos funcionan correctamente, ni las nuevas líneas – anunciadas hace ya más de un año y que se iban a implantar en el verano de 2017 – están en servicio, ni podemos consultar en dispositivo alguno a qué hora pasará tal o cual bus. Un desastre en una ciudad en que se asegura que se promociona el transporte público.

Que el Ayuntamiento descanse sus obligaciones sobre empresas privadas que se ven obligadas a prestar un servicio de información que debiera ser público es gravísimo, pero que dichas empresas tengan que clausurar una página que usaban muchos lucenses a falta de otra opción porque la propia administración no le suministra los datos mínimos es de vergüenza ajena.

Promocionar el transporte público es establecer frecuencias razonables, cubrir las necesidades de los viajeros, informar puntualmente de las llegadas, cumplir los horarios establecidos… Nada de eso sucede en Lugo, en un servicio que nos cuesta a todos tres millones de euros cada año.

jueves, 29 de noviembre de 2018

Los cuatro errores básicos de la propuesta de Ciudadanos (sobre prohibir perros en la Muralla)

Una persona pesando con su perro tranquilamente junto a un "regalito" que un incívico dejó ahí tirado.
Foto: La Voz de Galicia
La propuesta de Ciudadanos de vedar el acceso de mascotas a la Muralla de Lugo ha levantado, nuevamente, una polvareda inexplicable en una ciudad en que se ve que no hay cosas más importantes a las que dedicar el tiempo.

El discurso del partido naranja ha abierto viejas heridas que parecía que iban cerrando de la anterior ocasión en que propusieron cuestiones de ese cariz y que, ante la oleada de críticas que recibieron, intentaron compensar planteando que las mascotas puedan subir al bus urbano y cosas así. Una de cal y otra de arena.

El problema es que lo único que logran es encabronar a los dos bandos: al que tiene perro (o simplemente, comprende la libertad de su propietario de pasear por la Muralla con su mascota) porque le estás atacando y al que no le gustan porque las “medidas compensatorias” hacen que piense mal de ti.

Este asunto presenta una serie de errores de manual que, tras tres años y pico de vida municipal en la oposición, ya no se pueden explicar por bisoñez. Uno es novato durante unos meses, no durante años, y si ese es el ritmo de evolución del grupo malas vibraciones nos ofrece en un supuesto gobierno de la ciudad. Se pasarían el primer mandato “aprendiendo” y eso no es lo que Lugo necesita a día de hoy. Veamos los que considero los cuatro errores letales de esta propuesta:



Error conceptual:

Basar la explicación de las medidas propuestas en comparar la Muralla con la Catedral es una salida de pata de banco, y nadie me hará pensar lo contrario al menos hasta que vea a gente trotando por el altar mayor en chándal, cosa que confío en que no suceda jamás.

Hay muchos Patrimonios de la Humanidad que permiten el acceso a perros. El Camino de Santiago, los múltiples cascos históricos declarados con la máxima distinción de la UNESCO y supongo que nadie pretenderá aplicar la misma lógica a esas ciudades.

Uno de los más grandes valores de la Muralla es su integración en la ciudad, en la vida diaria de los lucenses, en ser lugar de paseo, de encuentro, de unión y de desarrollo de la rutina cotidiana. Confundir su importancia monumental con ponerle una urna de cristal es un grave error.


Error proporcional:

A nadie le gusta ver cacas en la Muralla, a mí tampoco como es evidente, pero la propuesta de eliminar a los perros del adarve para solventar la cuestión es igual de ridícula que si cerramos al tráfico la A6 porque hay quien se pasa del límite de velocidad, una chorrada.

Lo que tiene que haber es sanciones duras para el guarro que deja los "regalitos" de su perro en la Muralla, pero cuidado, iguales que para quien las deja en calles, plazas, parques infantiles o portales. Todo es igual de grave, ya que por muy Patrimonio de la Humanidad que sea, la Muralla no es más importante en este sentido que una zona escolar. La sanidad, la higiene y el sentido común nos dicen que no se puede tolerar esa porquería, y la propuesta de Ciudadanos adolece de una radicalidad inasumible, basada en la inoperancia de la policía local de Lugo (ese es el problema real) y una desidia tremenda a la hora de atajar esta cuestión.


Error ideológico:

Ciudadanos asegura ser liberal, pero esta medida tiene poco encaje en esa ideología basada principalmente en el respeto a los derechos individuales y también en la asunción de responsabilidades derivadas de esos derechos. Quien tiene derecho a subir a la Muralla no es mi perro, sino yo a subir con mi perro, que no es lo mismo, del mismo modo que la mascota no tiene responsabilidades porque soy yo quien las asume.


Error político:

Es el peor de todos si tenemos en cuenta de quién viene la propuesta, de un partido que pretende aumentar su representación en Mayo.

Atacar a los propietarios de mascotas al día siguiente de que se haga público que hay más perros que niños en Lugo es un error de manual. Aunque solo sea por captar el voto de sus propietarios, que se extienden por todos los estratos sociales, zonas de la ciudad y demás clasificaciones que quieran ustedes hacer, es una torpeza difícil de explicar disparar contra un grupo tan nutrido de votantes.

Como no corrijan este tipo de errores... mal te veo Galileo...

miércoles, 28 de noviembre de 2018

El Arde Lucus lo hicimos entre todos

Queridos amigos:

Tras una ausencia de un par de días por motivos familiares, retomo el Blog con este artículo publicado en La Voz de Galicia del sábado a raíz de la negativa recibida por el AMPA de un colegio de Castro de Rey, al que se le negó la posibilidad de participar en el desfile del Arde Lucus de 2019.

Ojalá no tengamos que pagar todos algún día la soberbia de algunos.

Gracias.




La Voz de Galicia, haciendo un extraordinario esfuerzo que supuso una gran promoción para Lugo, publicó en las ediciones de toda la comunidad autónoma un especial por el Arde Lucus dedicado a las 17 asociaciones que, año tras año, son las responsables de revivir el pasado romano y castreño de nuestro Lugo. Un acertado enfoque que reconoce la labor de los cientos de personas que trabajan durante meses para que Lucus Augusti vuelva a la vida cada inicio de verano.

Tras impedir a una asociación de Friol, A Castronela, participar en el Arde Lucus por razones que todavía no alcanzo a comprender, el Ayuntamiento ha vuelto a ejercer un más que discutible derecho de veto y no permite a ochenta niños de un colegio de Castro de Rei que participen en el desfile oficial del año 2019. Y eso a pesar de que están amparados por el AMPA de dicho centro, que se encargaría de preparar los trajes, la coordinación y demás. Y no han pedido ni un céntimo por si estaban ustedes pensando en eso.

No se trata de promocionar a asociaciones de fuera de la ciudad, sino de sumarlas a una actividad que hemos hecho entre todos. El Arde Lucus es patrimonio común, como la Muralla, y no tiene sentido promocionar que se declare de interés turístico autonómico y nacional mientras se ponen palos en las ruedas de quien quiere ayudar a que sea todavía mejor, más abierto, más participativo y más hermoso.

Es un desacierto, y lo que es peor, es de una torpeza incomprensible. Ojalá corrijan, aunque solo sea porque “Mayo is coming”.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 24 de Noviembre de 2018

viernes, 23 de noviembre de 2018

Viernes negro... '''no es no''

Si lo andas enseñando es para que los demás lo usen... ¿o no?

El otro día paseando por la noche, en una zona mal iluminada de una de las calles paralelas a la Avenida de la Coruña encontré el coche de mis sueños. Un Morgan verde oscuro, biplaza, de esos de corte clásico, descapotable y con la elegancia que solo los británicos son capaces de conservar década tras década. Estaba abierto, sin capota a pesar del frío, probablemente para que todos los que por allí pasáramos mirásemos al interior, nos diera envidia y sintiéramos esa punzada del deseo que tanto le gusta a algunos provocar.

Sentado en un banco justo frente al coche estaba un hombre disfrutando del plácido sueño que da el alcohol. Tenía en el bolsillo las llaves del Morgan, dejando a la vista el llavero con el logo de la marca en una clara invitación para que cualquiera que lo desease se las cogiera, se subiera en el coche e hiciera lo que le viniese en gana, independientemente de lo que su inconsciente dueño pensara. "¡Qué demonios!" , pensé, "si lo pone tan fácil es que seguro que incluso lo desea" así que cogí las llaves y me puse al volante. Me di un paseo por la ciudad, dando vueltas a la Ronda de la Muralla y conduciendo con una velocidad mucho más alta de lo permitido porque, total, el coche no era mío y la multa le llegaría al propietario nunca a mí.

Cuando me cansé dejé el coche en el mismo lugar en que lo había encontrado, pero cuando fui a dejar las llaves en el bolsillo del dueño éste se despertó y, con muy malos modos, me empezó a gritar que era su coche, que no podía usarlo sin su consentimiento y que el hecho de que estuviera dormido o borracho no me daba derecho a cogerlo por mi santa voluntad.

Le expliqué que la culpa era suya. Un coche tan bonito no se puede llevar descapotado, incitando, provocando, y mucho menos dejando a la vista las llaves, pero el muy exagerado no lo entendió. Me vino con no sé qué rollos del consentimiento expreso y de que yo tenía que haberle pedido poco menos que un papel firmado de que me lo prestaba. Excusas de quien no sabe ser responsable de cuidar lo suyo. Si no quiere que se lo usen que le ponga una lona por encima y que esconda las llaves, ¿no creen?

O quizá no fue él quien no entendió lo de “no es no”.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Alerta: un ''mago'' timador anda por Lugo

El mago timador en plena acción

Tener un comercio no es sencillo. A los habituales problemas a que se enfrenta cualquier empresa se suman los hurtos y los timos, como el que hoy recoge la Voz de Galicia en la portada de su edición de Lugo.

Un “mago”, una de esas personas cuya habilidad con las manos quizá le podría hacer ganarse la vida en los escenarios, ha optado por dedicarse a una profesión mucho menos recomendable, la del robo.

Hizo su “función” en un establecimiento del casco histórico, donde este hombre preguntó por un artículo que compró pagando con un billete auténtico de 200 euros (tras intentarlo en la Plaza de Abastos, donde nadie se fió de su billete aunque, insisto, es de curso legal). Antes de salir aparentó cambiar de idea y devolvió ese artículo con la excusa de que le gustaba más otra cosa, que pidió que se le preparase para regalo mientras iba a otro recado. Hasta ahí bien… el problema estuvo con la devolución del dinero previamente pagado.

Cuatro veces tuvieron que ver las grabaciones de las cámaras de seguridad para entender cómo había hecho para distraerles 100 euros en dos billetes de 50 que, con una habilidad propia de un profesional del ilusionismo, escamoteó ante las mismas narices de la persona que lo atendió, guardándoselos en la palma de la mano después de enseñarlos.

Hay que decir que a pesar de que considera que no es una buena publicidad y que por ello la persona estafada no quiere dar a conocer el negocio en que ocurrió, tuvo la suficiente valentía como para denunciar en un medio de comunicación esta situación intentando alertar a los compañeros de otras empresas para que no les ocurra lo mismo. Algo digno de aplauso, por lo que yo, personalmente, reconocería su generosidad. En ocasiones la primera piedra en el camino de una investigación es el silencio de la víctima por un mal entendido sentido de la vergüenza o del ridículo. No es el caso, esta persona ha dado toda la información que se le ha pedido.

Es triste ver que quien es habilidoso dedique sus dotes para esto en lugar de hacer una competencia más legal a los profesionales del ilusionismo. Siempre he pensado que lo que separa a prestidigitadores de esos que te quitan el reloj o la cartera sin que te enteres de una vida dedicada al crimen es únicamente su moral.

Ya decía Conan Doyle en boca de su archiconocido Sherlock Holmes algo por el estilo: que si dedicase sus dotes al mal en lugar de al bien, habría sido el mayor delincuente de la historia (de ficción, claro está). En el mundo real tenemos buenos ejemplos.

He visto a Juan Tamariz, al Mago Antón o, de forma más reiterada, cercana y, por lo tanto mucho menos comprensible para mí, al Mago Rafa hacer cosas que desafían toda explicación lógica. La tendrá, no les digo que no, pero igual que te hacen una bondadosa estafa para dejarte con la boca abierta serían perfectamente capaces de robarte lo que llevas, o de vaciar las cámaras acorazadas del Banco de España (si es que aún existen) sin que se entendiera ni cómo lo hicieron.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

La web de la plaza, sin tocar desde hace cinco años (y costó 35.000 euros)

Como tantas cosas, todo imagen resultona y contenidos incorrectos. Así nos luce el pelo, cuando lo importante es la foto.

La web municipal dedicada a la plaza de abastos de Lugo vuelve a estar en funcionamiento, casualmente a pocas fechas de que la asociación Lugo Monumental denunciase que no estaba operativa y ofreciese su colaboración desinteresada para gestionarla (bueno, mejor dicho gratuita, que interés en el asunto sí que hay, si no no se habría ofrecido).

Cuando entras en la página te llama la atención una estética sencilla y resultona. Vamos, que está bien hecha... El problema es cuando empiezas a fijarte en los contenidos. Sin tener en cuenta el mercado y fijándose uno solamente en la parte de la Plaza de Abastos (aunque los problemas son similares), vamos a repasar los principales atolladeros por partes:


Relación de puestos:

El plano que se ofrece para orientar al visitante es de la vieja plaza, antes de la reforma, lo que ya te da una idea de lo que te vas a encontrar: una web desfasada. 16 de los puestos que se anuncian ya no existen, y al menos cinco de los que están abiertos en realidad en la web no se mencionan.

La distribución, por supuesto, no es la real ya que en el mapa se ven las antiguas ubicaciones de todos los puestos, antes de que la eliminación de muchos de los que existían se derribasen para hacer la escalera central (cuyo 50%, por cierto, es tan inútil que le pusieron plantitas para rellenar sustituyendo a la escalera mecánica proyectada y que nunca se llegó a hacer).

No tiene mucha lógica hacer una página dedicada a la plaza y ni siquiera tener el listado de puestos al día, ¿no creen?

El plano, de la antigua distribución, es el que se ofrece. Hasta es interactivo y puedes ver los puestos... que había en 2015

No te puedes dar de alta porque la aplicación ya no funciona.


Venta Online:

Una vez tienes en cuenta lo anterior llama la atención que exista venta online. Por curiosidad estuve mirando y me extrañó ver que había productos a la venta de puestos que ya no existen junto a otros colgados hace cinco años. Entré en dos de las tiendas y añadí productos al “carrito”, y me encontré con que no había impedimento alguno, así que seguí adelante para hacer el pago… y ahí la sorpresa: no te permite darte de alta porque la aplicación del CAPTCHA está “desactualizada”, así que todo se queda en un bluff. Otro más.

Venta Online, que cuenta con productos de tiendas fantasma que ya no existen junto a otras que sí están allí.

Eventos:

Si accedes a la pestaña de “eventos”, uno de los supuestos “puntos fuertes” de la remodelada plaza y de los que presume el gobierno local, ves que se anuncian cinco, todos ellos "anteriores"... y tan anteriores porque todos ellos son de hace al menos cinco años: Feria en O Cádavo, un espectáculo de “as viaxes polas fragas dos biosbardos”, la XI Lugo Monumental del año 2013 (patrocinada por E.ON que ya ni siquiera existe, porque desde 2015 se llama Viesgo), o un espectáculo de magia llamado Reilusionarte (creado por el Mago Rafa en el año 2014)…

Eventos "anteriores". ¡Y tanto!

En resumen: una web oficial, que costó 35.000 euros (que sepamos, puede que hubiera “complementos”) y que tiene puestos que ya no existen mientras que otros que hay no salen, cuyo mapa de distribución es de antes de la reforma y por lo tanto incorrecta, cuya venta Online es solo un fantasma que no se puede materializar y que recoge eventos a los que solo puedes asistir con el consabido DeLorean modificado por el Doctor Brown… Todo muy normal.

Lo más grande es que en público sacan pecho presumiendo de la página y que además no han respondido aún al ofrecimiento de gestionar la web sin coste. Se ve que hay algún tipo de oposición a dejar que terceras personas lleven el tema, y se prefiere seguir con la web como está: desactualizada, inoperativa… inservible. Mejor hacerlo mal a que otros lo hagan bien. Primero no fucionaba y ahora es un viaje en el tiempo al pasado. Casi no sé qué es peor.

¿Qué más les da si ellos no venden en la Plaza? Y los que allí están… que se jodan. Al final incluso encontrarán la forma de echarles la culpa, estoy seguro.

martes, 20 de noviembre de 2018

Celebrando 30 años de buena hostelería

La familia del Dot+ en la celebración. A por otros 30 años... ¡y los que vengan!

El domingo el Dot+ cumplió tres décadas, que se dice pronto. Javi me pidió que dijese unas palabras sobre sus padres, pero llegado el momento como el ambiente era muy festivo no me pareció muy oportuno soltar un rollo largo y reduje la cosa a unas frases en homenaje a Tomás, Olga y el propio Javi... pero como me quedé con muchas cosas en el tintero se las pongo aquí hoy en homenaje a los amigos del Dot+

¡Feliz cumpleaños!:

Tomás Serén ha sido durante décadas un hostelero de raza. Después de adquirir experiencia y profesión en Barcelona, trabajó en los mejores establecimientos de Lugo, como O Muíño, Ferreirós, Hotel Miño, La Palloza, Torre de Núñez… y por supuesto en el Verruga, en la época de la transición de Cándido y Emilia a Luis y Miluca, la época de Suso Cendán, José Luis Puga y tantos otros compañeros que marcaron la historia local del sector.

Es testigo de la evolución de la hostelería, que ha cambiado tanto, para bien y para mal, como la sociedad en que vivimos. Para mal porque se han quedado por el camino muchas de las viejas y buenas costumbres que sobrevivieron hasta no hace muchas décadas: la sana competencia, el compañerismo y la nobleza del día a día no se han perdido pero tampoco son comparables a las que todavía recordamos muchos. No todo es malo. Se han ganado derechos y descansos, el sector se va ordenando lentamente y se da al cliente una mayor garantía legal, que antes solo se respaldaba con la buena fe de ambas partes, y hay mucha más diversidad tanto en gustos como en oferta.

Hoy hace 30 años que Tomás, junto a Olga, su mujer, dieron el paso y abrieron el que ahora es el Dot+, uno de los locales de referencia no solo de la Piringalla sino de todo Lugo. Probablemente el único sitio donde nadie se extraña de que cualquiera pida un “pollazo”.

Don Tomás es fiel a los mejores principios de la hostelería de siempre y ha transmitido a Javi, el continuador de la saga, los valores fundamentales de la vieja escuela y eso se nota. Aunque trabajar con la familia no siempre es fácil el respeto y el cariño entre ellos es evidente. Hace ya años le pregunté a Javi por qué el Dot+ se llama así y me explicó que era en homenaje a su padre, Don Tomás. No había caído, la verdad. Se me quedó grabado, no tanto lo que me dijo sino el cómo lo dijo, con admiración.

Como hijo de hosteleros sé lo que es este mundillo. Muy bonito pero muy duro. Las renuncias familiares que supone, los festivos en que se trabaja, el tiempo que se invierte, las eternas quejas de algunos que piensan que te forras vendiendo unas cañas… Javi no solo lo ha sufrido sino que ha sido más valiente de lo que yo me atreví y ha cogido el timón para orgullo de sus padres.

Estoy convencido de que el homenaje que hoy hacemos a Tomás y a Olga de la mano de su hijo es una satisfacción para él, pero que estará orgulloso todos y cada uno de los días que el Dot+ siga aquí, que será por muchos, muchos años.

lunes, 19 de noviembre de 2018

¿Derribamos el Garañón?

¿Nos libraremos del Garañón?
Cuestionar a estas alturas si se quiere derribar el Garañón es algo con una respuesta tan obvia que incluso sobra la pregunta. Claro que se quiere. Añadir que se convertirá la parcela en una zona verde también despierta simpatías, como es evidente.

El problema no está en el “qué” sino en el “cómo”. Cambiar la calificación urbanística de un terreno no es ninguna broma, y convertir lo privado en público acarrea consecuencias económicas. Habrá que ver de cuánto hablamos, de si se puede o no pagar… y de si conviene.

Lugo no es precisamente una ciudad que tenga cubiertas sus necesidades más básicas. Aún así seguimos gastando millonadas en obras absurdas como museos soterrados a los que nadie va o proyectando gigantescas estaciones para recibir unos trenes que no llegan. En ese escenario a la pregunta “¿derribamos el Garañón?” hay que contestar de la forma más gallega posible: “depende”. Si nos va a hundir la economía local, pues no.

El plan presentado por la alcaldesa tiene la bondad de objetivos de un programa electoral pero, al igual que éstos, adolece de una inasumible falta de concreción en los medios. ¿Se ha negociado con el promotor antes de proponer este paso para que retire la demanda que, cual espada de Damocles, pesa sobre las cuentas municipales? ¿Garantiza el camino diseñado que se resuelva el problema? ¿No sería más lógico hacerse con la parcela en litigio y luego cambiar su uso para que no haya problemas con la propiedad?

Por otro lado todo, esto parece dar por sentado que el promotor ganará su demanda, sin contar con que quizá podríamos evitar soltar esos millones. Tal vez las sentencias judiciales que anularon diversos pasos, entre ellos la licencia concedida al amparo de un convenio firmado un festivo y con el ayuntamiento cerrado, ayuden a que podamos librarnos de comprometer los presupuestos municipales de, al menos, las próximas dos décadas.

Lo que está claro es que la medida, anunciada a pocos meses de las elecciones municipales tras tres años largos de “dolce far niente” viene cargada de buenas intenciones pero coja de datos vitales como el coste de la operación o su viabilidad. Estoy convencido de que la Alcaldesa, Lara Méndez, desea como el que más que las torres caigan, así que habrá que ver si lo consigue. Si lo hace quizá pueda llegar a Mayo en buena posición.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 18 de Noviembre de 2018

viernes, 16 de noviembre de 2018

Las ''mafias'' perrunas atacan con pis... y yo sin enterarme

Una costumbre difícil de erradicar. Pero de ahí a una "mafia"...
Publicaba El Progreso ayer un artículo que hablaba de las tensiones que se producen entre algunas comunidades de vecinos con los propietarios de mascotas, concretamente de perros, por el tema de los pises de los animales.

Este tema, minimizado por los propietarios de perros, entre los que me incluyo - en propietarios, no en las personas que lo minimizan, que todo hay que aclararlo - y maximizado por los afectados - que esconden su identidad en el artículo aterrorizados por supuestas “mafias” que se organizan para ir a dejar meadas y cacas de sus perros en los lugares donde se les critica (como yo tengo el perro desde hace solo un par de años aún no me han invitado a preparar una "noche de las cacas rotas") - es difícil de equilibrar porque los intereses de unos y otros son difícilmente compatibles.

Que no te meen en la fachada parece algo de puro sentido común. Es un asco, y por mucho que te gusten los perros no se puede tolerar. Pero por otra parte es muy complicado que los perros no sigan sus instintos para “marcar” territorio, y aunque a veces me despisto (seamos sinceros) les prometo que procuro que el mío no lo haga. No siempre no tengo éxito, lo reconozco.

También es cierto que en una ciudad donde los seres humanos hacen sus necesidades donde Dios les da a entender es complejo atajar el comportamiento de los animales de cuatro patas. La eterna protesta que se realiza desde la Catedral, que ve como sus herrajes del siglo XII se están deteriorando porque no se persigue la “costumbre” de mear contra su puerta, cae en los sordos oídos de las autoridades, que probablemente prefieren perder los votos de unos cuantos curas que los de cientos de jóvenes asilvestrados (el que mea ahí no es que sea un ejemplo de civilización) aunque eso suponga llevarse por delante mil años de Historia.

Daños en la Catedral. Esto no son los perros... Foto: El Progreso (los herrajes del siglo XII no están en esta puerta).
Un ejemplo bastante significativo de estos comportamientos lo pudimos ver en San Froilán. Se instalaron unos baños portátiles a la entrada del callejón de Santo Domingo que eran olímpicamente ignorados por sus supuestos usuarios, quienes preferían aliviarse entre los contrafuertes del convento, quizá por tradición.

Poner baños portátiles...
No siempre sirve para que se usen...

Pero volviendo al tema canino, me sorprende que el Ayuntamiento no lleve a cabo un convenio con la magnífica facultad de Veterinaria de la que disfrutamos en nuestro Campus para investigar formas y maneras de evitar que los perros meen contra las fachadas. Si no se da una alternativa viable es complicado solventar el problema por no decir imposible.

Durante el breve pero fructífero mandato de Joaquín García Díez se intentó implantar el “pipi can”, del que he hablado en más ocasiones. Trajo consigo mucho cachondeo, pero fíjense que en su sencillez radicaba su belleza y utilidad: señalizar las alcantarillas para que los perros hicieran así sus necesidades. Como todo el mundo sabe, en el mundo perruno orina llama a orina, y no hay mejor atractivo para que un perro mee en un determinado sitio que el olor de sus congéneres haciendo lo propio. Quizás ahí tenemos una indicación de por dónde tirar, pero habría que consultarlo con los expertos.

En varias ciudades se han hecho experimentos con máquinas que dan una golosina la perro por mear en determinado sitio, pero no sé con qué éxito. Me imagino que escaso porque no veo que proliferen.

Lo que está claro es que los que exigimos respeto para nuestras mascotas y para nosotros mismos tenemos también que demostrarlo con los demás, y permitir que tu perro mee en la fachada de un local no es lo más indicado para ello, aunque también me han puesto mala cara cuando ha hecho pis en medio de la calle así que a ver si primero nos aclaramos y luego intentamos educarlos porque entenderán que en algún sitio tiene que hacer sus cosas el pobre animal.

Solo me gustaría pedir a los que, con lógica, reclaman medidas contra esa fea costumbre que recuerden que la culpa nunca es del perro sino nuestra, de los dueños. Lo digo por los desalmados que ponen veneno, clavos o demás barbaridades para atacar al eslabón más débil, el más cariñoso y el más generoso que existe. Denuncien si quieren, que nos multen, incluso pongan mala cara o riñan al propietario... pero por favor no carguen contra un pobre animal que solo hace lo que su naturaleza le dicta.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Ferrán Adriá viene a Lugo a enseñar ''gestión''



Que Ferrán Adriá venga a Lugo a dar lecciones de gestión de restaurantes tiene su guasa, sobre todo cuando cerró el suyo alegando “descanso creativo” después de reconocer que perdía medio millón de euros al año. Dijo que cerraba durante dos años en 2011, es decir, hace siete.

Si hubieran enfocado la charla como un tema de “cocina creativa” pues vale, eso tiene su público, y estamos en un momento en que cada cual hace lo que le viene en gana y lo vende mejor o peor, que es su derecho igual que el del consumidor de pagar fortunas por platos que valoran con mayor o menor acierto. Allá cada cual.

Pero no, la charla es sobre gestión, y hasta ha sacado un libro el tío con consejos para llevar un negocio. Insisto, el que lo cerró perdiendo medio millón de euros al año. En cualquier caso estoy seguro de que habrá público porque cuando viene alguien que sale en la tele es un éxito asegurado.

Viene a Lugo, la ciudad donde los restaurantes duran décadas si lo hacen mínimamente bien, a explicarnos cómo “gestionar”. Si la charla la diera la familia que regenta el Campos, que llevan ahí casi setenta años, o Alberto, que empezó con su restaurante hace 43, o Ramiro de La Palloza, que a base de duro trabajo y buena profesión montó un imperio de la nada, pues aún podría tener interés. Hasta, para evitar que se entienda como publicidad, podrían llamar a José Luis Puga, que acaba de jubilase tras 33 años rigiendo el Anda o a mi madre, que desde el día en que nació hasta su jubilación hace poco tiempo vivió en y para el Verruga durante 65 años. Eso sí es gestión, señores míos.

Hoy día los cocineros famosos parecen estrellas del rock, cosa que me parece muy bien, al menos para ellos. Sin embargo es una pena que las cuentas no salgan, quizá porque basan sus montajes en imagen y no en fondo.

Sergi Arola, otro de los fetiches de las estrellas Michelín (distinción que no premia la buena cocina, sino determinado tipo de cocina, que no es lo mismo) echó el candado dejando unas deudas de siete millones de euros, que yo hay días que no los gano.

Por supuesto, para mayor fantasía, son ya conocidas las inmensas fortunas destinadas a “promoción culinaria” que de nuestro dinero se destina a este tipo de cosas, y la subvención de siete millones de euros (casualmente los mismos que dejó a deber Arola) recibidos en 2009 por el “Basque Culinary Center Fundazioa” que, según ellos, era para estimular la economía y el empleo. Pues ya ven.

Pues nada, todos a ver a Adriá y que nos explique cómo puedes arruinarte y aún así dar lecciones a los demás de cómo gestionar tu restaurante. Ojalá haya turno de preguntas.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

De Lugo a Budapest: una micro guía práctica



Cuanto más se viaja más difícil es llegar a un sitio nuevo y sentirse impresionado. No es que yo sea Phileas Fogg, pero no me puedo quejar y he estado por ahí en unos cuantos sitios, así que cuando nos surgió la posibilidad de ir a Budapest con la excusa de visitar a una sobrina que estaba de Erasmus en Bratislava decidimos ir pero siendo sincero no pensé que la cosa fuera a resultar demasiado llamativa. Me equivocaba.

Budapest es una ciudad imperial en el amplio sentido de la palabra. Espacios enormes, dimensiones gigantescas, edificios asombrosos, rincones encantadores, detalles cuidados y un Danubio que además de separar Buda de Pest organiza la ciudad convirtiéndose en una especie de espina dorsal salpicada de puentes.

Este artículo es para echarles una mano por si ustedes están pensando en acercarse por allí, ahora que vienen el Puente de Diciembre y las fiestas navideñas caen muy bien para hacer una escapada. No es una guía de viaje al uso, simplemente les voy a dar una serie de puntos a tener en cuenta que tal vez sean totalmente subjetivos e incluso aleatorios pero que creo que les pueden ayudar a hacer más fácil su visita.

Vamos por partes, como Jack el Destripador.


1.- Llegar a Budapest:

Lo más normal desde España es ir en avión, claro está. Nosotros tuvimos que ir a Madrid a coger un vuelo de Ryanair porque las otras opciones eran carísimas. Los dos billetes de ida nos costaron 212 euros (es decir 106 por persona) y la vuelta algo menos pero como regresamos desde Bratislava no hace regla.

Aunque para ir a Madrid seguramente ustedes ya sabrán qué hacer, decidimos llevar el coche y dejarlo en el parking de larga estancia, porque los seis días que estuvimos ausentes nos costaron menos de 40 euros, así que sale más caro (y es más incómodo por los tiempos) ir en metro a Barajas si van dos personas. El parking de larga estancia está unido por un pequeño autobús gratuito que pasa cada quince minutos y que te acerca a la terminal en muy poco tiempo así que con llegar con media hora de antelación para resolver eso es más que suficiente. Si viajan sin maleta de facturar como era nuestro caso, una hora en el aeropuerto llega para pasar el control y llegar a la puerta de embarque.

Una vez llegas a Budapest para llegar a la ciudad desde el aeropuerto lo más sencillo es coger el autobús 100E, que es directo y en el centro tiene tres paradas. Nosotros nos bajamos en la última que era la más cercana a nuestro apartamento. También hay páginas especializadas en transfers desde los aeropuertos de todo el mundo hasta su destino (puerta a puerta, muy cómodo) que les recomiendo buscar en Google antes de tomar una decisión.


2.- El idioma y la moneda:

El húngaro me resultó totalmente incomprensible. Todo haches, jotas, vocales con diéresis y tildes de un lado y de otro… no fui capaz de encontrar raíces comunes con idiomas conocidos e incluso me resultó más difícil de entender que el alemán o el griego, y eso que este último tiene un alfabeto propio. Lleven instalado en el móvil el traductor de Google, que les va a sacar de más de un apuro, eso seguro.

Cuando escribí esto, a mediados de 2018, Hungría seguía sin estar en el euro así que la moneda era el florín húngaro. Cometimos la estupidez de cambiar dinero en España antes de viajar, cosa que en otras ocasiones nos funcionó muy bien, pero entre el cambio a favor del banco y la comisión, por 40.000 florines nos cobraron 156 euros, así que el cambio era de 256 florines por euro. En la propia Budapest, en las oficinas de cambio más rácanas, te daban 300 florines, así que no les recomiendo que hagan la misma tontería que nosotros. En alguna oficina cercana a la estación de tren llegaban a los 310 florines por euro.

Los billetes húngaros. Por un euro te dan sobre 300 florines.
También es habitual que las tiendas de todo tipo acepten euros. Encontrarán que muchas veces los precios los ponen en ambas monedas, pero fíjense en el cambio que les hacen porque muchas aplican el de un euro 300 florines pero otras bajan hasta los 250 así que no se fíen a las bravas. Budapest no es una ciudad cara, pero hay que andarse con ojo. En una terraza te pueden cobrar solamente 400 florines por una tónica (un euro y poco) y en otra nos cobraron 2000 florines por un zumo de naranja. Miren bien los precios y luego decidan.

Mi recomendación es no cambiar demasiado dinero. Casi todo se puede pagar con tarjeta (incluso gastos pequeños como las máquinas de billetes de bus urbano) y el cambio es más ventajoso. A mí me pasó algo sorprendente y es que con una tarjeta Mastercard normal y corriente me cobraban una pequeña comisión por el cambio de moneda y con la prepago no, saliendo el cambio a 312 florines por euro.


3.- Dónde alojarse:

Bueno, aquí cada bolsillo tiene sus posibilidades. Nosotros tenemos la costumbre de alojarnos en lugares modestos (es lo que se puede pagar) pero muy céntricos. Nuestros únicos requisitos son tener baño propio (lo de compartirlo no me convence) y buena ubicación. En este caso fuimos a un estudio ubicado en el número 12 de la calle Mérleg (calle en húngaro es “utca”), un lugar fantástico entre el Puente de las Cadenas y la Basílica de San Esteban, pleno centro y con todo a mano. Baste decir que compartíamos zona con el Hotel Four Seasons cuyo aparcamiento estaba lleno de Bentley, Ferrari y otros coches de altísima gama. Dudo que esa gente se vaya a zonas malas.

Mi recomendación en todo caso es alojarse en la zona de Pest. Buda es donde están los grandes palacios, en Pest por su parte se ubica el Parlamento… y la zona “centro-moderno” de la ciudad. Hay varios puentes que unen ambas orillas, pero el Danubio es muy ancho en esa zona y se tarda en cruzar. La zona entre el Puente de las Cadenas, San Esteban y el puente Elisabeth (Erzsébet) es donde yo les recomiendo quedarse.

Más o menos esa es la zona en que yo recomiendo alojarse


4.- Qué visitar:

Ahí sí que me voy a parar poco tiempo porque verán innumerables guías de viaje de la zona. Les diré que a mí lo que más me gustó es subir al Palacio y a la Iglesia de San Matías, desde donde hay un espectacular panorama en el Bastión de los Pescadores. Es una zona porticada y en la parte cubierta hay restaurantes y bares desde los que se ve toda la orilla de Pest y la impresionante construcción del Parlamento. Como es una zona muy alta se ve mucho más que al revés.

Por lo demás los sitios recomendables son los que verán en cualquier página: el mercado, los balnearios, los ya mencionados palacio de Buda, San Matías, bastión de los pescadores, parlamento…


5.- Cómo moverse:

Las distancias en Budapest son grandes. Es una ciudad extensa y llegar de un sitio a otro lleva mucho tiempo si se va andando. No lo recomiendo porque cansa.

El transporte público en Budapest es maravilloso. El tranvía y los autobuses circulan cada poco tiempo y la ayuda del móvil con Google maps te dice cómo ir de un sitio a otro sin liarte demasiado. El billete (vale para cualquier transporte público) cuesta solo 350 florines y si coges el bono de diez sale cada viaje a 300 florines, un euro aproximadamente. Hay tarjetas tipo “Budapest Card” que no cogimos pero les recomiendo echarle un vistazo porque puede salir bien si van varios días. El metro no lo llegamos a usar, aunque es de los más antiguos del mundo y no tiene mala pinta.

Nosotros optamos por el servicio público de bicicletas. Una maravilla. Es un regalo, por tres días nos cobraron 1000 florines (tres euros y unos céntimos) pero no lo entiendan mal que veo que hay confusión con eso: no alquilas una bicicleta para tres días sino que te das de alta en el sistema para 72 horas. He visto quejas de gente a la que le metían sablazos de miles de florines, pero es porque entendieron mal la filosofía del sistema. No está pensado, insisto, para quedarte la bici sino para dejarla en su sitio al terminar su uso puntual. No es un sistema de turismo en bici sino de transporte urbano.

Les explico cómo va: te puedes dar de alta en varias máquinas que tienen pantalla táctil, pero nosotros no lo hicimos. Nos bajamos la aplicación “MOL Bubi” (el logo es rojo y blanco, y se ve una especie de bici y debajo pone bubi, de BUdapest BIci) y nos dimos de alta allí. Comodísimo. Tienes que dar una tarjeta bancaria y te retienen inicialmente 25.000 florines como depósito para cada bici. Una vez terminado el plazo del bono te devuelven lo no gastado.

Eliges tu bici, enfocas con el móvil a un código QR, y es tuya.
Nosotros cogimos el bono de72 horas, que como les decía eran 1000 florines cada uno. Nos retuvieron los 25.000 florines de rigor y en el saldo disponible aparecían 24.000, lógicamente, porque ya te restan esos 1.000.

La aplicación te permite usar un escáner de códigos QR, y cada bici tiene el suyo. Enfocas el código, te pone que la bici está disponible y confirmas que la quieres… y listo. El sistema a distancia desbloquea automáticamente la bici y ya puedes llevártela (hay que cogerle el tranquillo porque tienes que tirar hacia atrás y un pelín hacia arriba). Cuando la quieres dejar la metes en cualquier base de cualquier sitio y se oyen dos pitidos que indican que la has devuelto correctamente. Si quieres comprobarlo abriendo la aplicación en tiempo real te pone la devolución. Funciona muy bien.

Las bases del centro.
Las grises son las que no tienen bici
Ya ven que son pocas.
Ahora viene lo bueno: el uso de la bicicleta por periodos de menos de 30 minutos es GRATUITO. No está pensado para quedarte la bici 72 horas sino para hacer trayectos cortos de base a base. Media hora en bici da para mucho así que si quieres ir a cualquier sitio te coges la bici en una base cercana (las hay a patadas) y la dejas en el destino. La propia APP tiene un mapa con geolocalización y puedes ver la base más cercana y cuántas bicis tiene disponibles. Si no tiene ninguna sale en gris pero es poco habitual. El único sitio donde no hay bases es en la zona alta de Buda, donde el Palacio y San Matías. Tiene lógica porque si hubiera todos subirían en autobús y bajarían en bici, así que se pasarían el día remolcando bicicletas cuesta arriba y no compensa.

Pero a lo que iba. Si ves que te entretienes y que no llegas a donde quieres ir y se te pasa la media hora no tienes más que devolver la bicicleta a una base y cogerla otra vez. Se reinicia el plazo. Es un sistema estupendo, similar al que habíamos visto en ciudades como Amberes.

Las calles son anchas y hay carriles bici en muchas pintados en naranja. También hay señales que te permiten ir por dirección prohibida si te pegas a la derecha de la calzada (esto lo había visto también en Florencia) e incluso semáforos propios para la bici.

Un gran sistema con un único inconveniente: las bicicletas pesan un pelín de más, pero nadie es perfecto.

Pues eso...

Con estas nociones pueden ustedes defenderse en Budapest. No me voy a meter a comentarles mucho más, porque como les decía hay muchas guías de viaje con el “qué ver”. Solo decirles que si van con frío se acerquen al Balneario de Széchenyi porque lo de bañarse en agua caliente al al aire libre cuando se está a pocos grados es una sensación maravillosa. También le recomiendo que, si van con días, se planteen ir a dar un paseo en el Tren de los niños, que está a las afueras (media hora de bus o tranvía para ir y otro tanto para volver), y hagan el recorrido, que es agradable: Cruzas un parque en un tren gestionado por niños que, sorprendentemente, son muy profesionales en su labor.

Si tienen dudas, pregúntenme… y si puedo les digo.

martes, 13 de noviembre de 2018

No, la cafetería de la vieja cárcel no es un chollo

La cafetería de la vieja cárcel disfruta de unas vistas envidiables. Pero con eso no llega.
Publicaba recientemente La Voz de Galicia que “fuentes municipales” veían incomprensible que nadie se quiera hacer cargo de la cafetería de la vieja cárcel porque consideran una “bicoca” la licitación. Muy poco sabe esta gente de hostelería, porque reducen todo a que el precio es un supuesto chollo.

2.000 euros mensuales de alquiler es lo que tendrá que pagar el adjudicatario, y siendo sinceros es posible que fuera un importe asumible (no un chollo, pero razonable) teniendo en cuenta que se supone que la luz y el gas corren por cuenta de la administración, aunque curiosamente no el agua, que ha de dar de alta y mantener el adjudicatario, cosa que no se comprende muy bien visto lo anterior.

El problema no es solo el tema del precio sino las condiciones del local. Los jerifaltes políticos, que no ven mucho más allá de sus narices y tienen la empatía de un ladrillo, consideran que como es bonito y tiene buenas vistas ya está todo dicho, así que consideran normal poner en alquiler un local que, por ejemplo, no tiene almacén ni posibilidad de tenerlo. Eso es no saber de qué se habla, sinceramente. Tampoco te permiten traer productos elaborados de fuera, con lo que no vale preparar platos en otro sitio y llevarlos.

Con este espacio y sin almacén ya me dirán dónde se mete la mercancía.
También hay problemas con los horarios. Por ejemplo, se establece la obligación de abrir todos los días del año de 8:00 a 24:00 horas. Teniendo en cuenta que, por ejemplo, el horario de la vieja cárcel el lunes es de 11:00 a 14:00 y que los días que abre por la tarde lo hace a las 17:30, cerrando varios de ellos a las 20:30, ya me dirán qué pinta ahí el de la cafetería con el centro cerrado. La diferencia de horarios se entiende teniendo en cuenta que el personal del centro lo paga el Ayuntamiento y el de la cafetería el hostelero, así que les tira de un pie implantar esas horas, insisto, TODOS los días del año, incluyendo festivos y fiestas de guardar, con lo que el día de Nochebuena o el que sea allí tienen que estar los trabajadores porque lo decreta el Ayuntamiento de Lugo.

No son esos únicamente los problemas de gestión. Obligan a tener menús hechos con productos de “agricultura ecológica”, productos de comercio justo y menús para celiacos. Esto último me parece más que razonable, pero lo otro no. Que uno considere conveniente ofrecer esos platos es una opción pero que se quiera hacer campaña de “mira cómo molamos” a costa del adjudicatario no es razonable. Quizá se podría haber incluido como un elemento a baremar o a puntuar, pero jamás como obligación absoluta.

Otras cuestiones difíciles de asumir es que el que coja la cafetería asume el mantenimiento del ascensor. Es curioso porque se entiende que el edificio debe tener sus propios servicios técnicos y si bien es lógico que se imponga una serie de obligaciones relativas al uso de los elementos comunes (como en cualquier comunidad de propietarios y usuarios), de ahí a encasquetar esa obligación al inquilino media un abismo. De hecho tengo mis serias dudas de que sea legal porque normalmente los mantenimientos de ese tipo de elementos corren a cargo del propietario.

Por último, aunque no menor, el local no cuenta con instalación de fibra ni posibilidad de instalar antena, con lo que uno de los atractivos más de moda en los bares desaparece del escenario: el fútbol. Ya sé que no es un local que tenga mucha pinta de albergar a fans del deporte, pero oigan, eso será cosa del que lo explote y no una necesidad impuesta. Además hay más cosas que fútbol y sin posibilidad de enganchar nada no se pueden ver partidos pero tampoco óperas o canales de pago que puedan atraer a clientes.

Las condiciones impuestas al adjudicatario no son asumibles, y la prueba está en que solo tuvo un candidato, que fue rechazado por los servicios jurídicos municipales, y no se ha vuelto a saber nada del asunto.

Quizás alguna de esas cabezas pensantes que diseñaron estas condiciones y las consideran una “bicoca” podría montar una empresa y explotar la cafetería. No sería la primera vez que alguien muy cercano a un equipo de gobierno de Lugo crea una empresa para conseguir licitaciones públicas, así que en eso tienen experiencia. Y si la consiguen verán que de chollo nada.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Fernando Blanco, el enésimo inocente

Fernando Blanco, inocente como era previsible. Foto: El Progreso
Estoy convencido de que los líderes políticos, esos que sufrimos actualmente y en lugar de seguir una ideología van creándola a medida de las circunstancias para encajarla a las encuestas que usan como única guía de su acción, no veían de jóvenes “Se ha escrito un crimen” o a “Perry Mason”. Si lo hubieran hecho habrían aprendido dos cosas: que nunca se puede invitar a casa a pasar el fin de semana a Jessica Fletcher si no quieres que asesinen a alguien y que los acusados de un crimen no siempre son culpables por mucho que los indicios parezcan apuntarles a ellos.

Lo malo es que lo saben perfectamente pero lo ignoran porque el cortoplacismo que impera en la política hace que mientras acusen al rival político se utiliza lo que haga falta y cuando toca a uno mismo es cuando llega el llanto y crujir de dientes.

Ahora ha sido Fernando Blanco, el antiguo concejal y conselleiro lucense, el que ha sido absuelto de todos los cargos de delitos que no cometió pero por los que lleva siete años pagando un calvario que no se le desea a nadie. Sigue los pasos de Orozco, de Pepe Blanco (que pasó de ser el azote del imputado a escribir un libro sobre la presunción de inocencia), de Francisco Camps, de José Manuel Barreiro (este último tuvo más suerte por cuestión de plazos y de no tuvo consecuencias políticas directas), de Francisco Cacharro y de tantísimos otros acusados que han visto frustradas sus carreras por falsas acusaciones.

Estoy seguro de que alguno de ustedes pegó un respingo cuando leyó lo de “Francisco Camps”, porque “ese sí era culpable”. Pues no, es igual de inocente que el resto. Si ponemos nuestras filias y fobias al servicio de la política estamos perdidos. Solo una sentencia judicial cambia el estatus de alguien de inocente a culpable, ninguna otra fuerza sobre la Tierra puede hacer semejante cosa si creemos en una sociedad civilizada.

Fernando Blanco se vio obligado a entregar la espada por una acusación, que hoy se demuestra falsa, y con el ostracismo público al que le relegaron muchos de sus propios compañeros, obsesionados con la falsa pureza de considerar un apestado el imputado, como si fuera un condenado.

PP, PSOE y BNG al menos ya comparten compañeros caídos por esta situación, defenestrados sin haber hecho nada malo, y aún así muchos siguen insistiendo en la estúpida idea de que el hecho de que el delito del que te acusan sea muy grave influye directamente en las consecuencias de la acusación. Irrelevante. Como si te acusan de comer niños. Si no hay condena, eres inocente. Bueno, podríamos estudiar el tema de otra forma si hay pruebas directas, tipo grabación o similar, pero ya saben de qué hablo, no sean maximalistas.

¿Quién le devuelve a Fernando Blanco ahora su tiempo perdido? ¿Quién le repone su carrera política? ¿Quién le lava la imagen ante los que seguro que seguirán diciendo que “algo habría”?

Les diré que aunque no lo conozco mucho siempre me ha caído bien, porque aunque la distancia ideológica es mucha, es una persona afable y que siempre ha mantenido uno de los puntales de nuestra civilización: educación y buenas formas. Pero aunque me cayera regular o mal también defendería su presunción de inocencia (he hecho una férrea defensa de la de Orozco, si les sirve de ejemplo) porque los principios solo son válidos cuando los mantienes ante quien no te apetecería.

A ver si vamos aprendiendo, ¡coño!

viernes, 9 de noviembre de 2018

La farragosa y absurda votación de los Presupuestos Participativos

La forma de votar los presupuestos participativos es un "casi pero no". La idea es buena pero la ejecución terrible.

Hace unas pocas semanas escribí favorablemente sobre la aplicación del Ayuntamiento para votar los Presupuestos Participativos, que ya están en fase de elección por parte de la gente (vamos, que ustedes pueden votar cuando quieran, cosa que les recomiendo hacer para poder elegir lo que más les guste). Hoy, lamentablemente, me tengo que desdecir, porque el sistema es tan sumamente (e inútilmente) farragoso que echa atrás a cualquiera.

Lo primero que llama la atención es que para votar tienes que obtener un código que te llega por correo ¡postal!, sí, lo que leen, como en el siglo XIX… una carta que llegará a tiempo para las votaciones o no llegará (se puede votar hasta el miércoles), dependiendo de cuándo te la manden con la habitual parsimonia de la administración puede ser un jueves o el viernes… de diciembre.

Te dan la opción de ir a una oficina en persona, la de “nuevas tecnologías” (nombre rimbombante de una sala con una gran mesa blanca y unos pocos ordenadores), que está en la parte de atrás del Ayuntamiento (en la plaza de Ángel Fernández Gómez). Allí te atienden (aunque estos días había solo en ocasiones una persona y cola) y presentando tu DNI te dan acceso instantáneo a la plataforma. Por supuesto, lo de identificarse en la web con el DNI electrónico o la firma digital les debe sonar a ciencia ficción, aunque a finales de 2018 sería lo lógico.

Aunque consigas a tiempo la clave el problema no solo no termina, sino que casi empieza ahí… ¿Cómo votas? Pues aunque el sistema me sonaba muy bien cuando nos lo explicaron, ya que tienes un “saldo” de 350.000 euros que puedes “gastar” en las iniciativas que consideres oportuno, lo peliagudo es seleccionarlas.

Para empezar no puedes ver un resumen de todas al mismo tiempo, ni siquiera puedes buscar por zonas, por barrios, por contenidos o por categorías. Bueno, corrijo, sí hay categorías pero no valen de nada porque solo se hacen por "proponentes" y lo único que demuestra es que ni la alcaldía, ni los concejales ni las secciones han hecho ninguna. La única búsqueda que te permite hacer es por palabras, con lo que no puedes estar seguro de lo que tienes que buscar.

No hay un listado de todas las iniciativa que se pueden elegir, que sería lo lógico. Aunque son bastantes lo suyo sería poder bajarte, por ejemplo, un pdf con una breve explicación de cada una y poder así decidir. Aún así tendrían que mejorar la forma de buscar cada una porque es muy complejo. Tienes que ir navegando página a página y solo aparecen por orden de gasto (y como hay muchas del máximo no te vale de nada) o por orden aleatorio.

Francamente no han acertado. La idea de la “cesta de la compra” estaba muy bien pero han metido la pata con el funcionamientos.

Aún así les recomiendo hacer un esfuerzo y echarle un vistazo porque a lo mejor ven cosas que les parecen interesantes y que quieren votar para que se hagan. Aunque nos lo pongan difícil es bueno participar.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Ni las lenguas ni los territorios tienen derechos

Encuentro entre Vázquez y Rivera para hablar del Constitucionalismo. Foto: El País
El martes, en Coruña, hubo un encuentro organizado por Ciudadanos que tuvo como protagonistas a Paco Vázquez y a Albert Rivera, al que acudí invitado por Olga Louzao (sí, ya saben, hoy toca decirme que busco acomodo en su lista, otros días me dicen que en la del PP y otros en la de Lara… Reconozco que siempre me sorprende el interés que despierta lo que hará mi modesta persona en las municipales).

Entre otras grandes verdades que resultan ciertamente incómodas para el mundo ficticio en que vive gran parte de la clase política, se dijo por parte del exalcalde coruñés que hay que hacer una pedagogía de lo obvio, y explicar cosas que deberían darse por sentadas porque son difícilmente discutibles. Una de esas obviedades, que afirmó Albert Rivera, es que ni las lenguas ni los territorios tienen derechos, solo las personas.

Es curioso el revuelo que se arma cada vez que alguien dice eso, porque no hace falta ser doctor en leyes para entender que es una verdad indiscutible. El derecho, como tal, solo reconoce como sujeto, es decir, como unidad sobre la que se pueden imputar deberes y derechos, a las personas. Hablar por lo tanto de que las lenguas no tienen derechos no es ningún disparate sino una simple realidad jurídica imposible de rebatir. Es lo que hay.

El problema no viene realmente de la frase sino de sus connotaciones, o mejor dicho, de las connotaciones que algunos buscan para justificar su rechazo a tal verdad. Se interpreta automáticamente que quien afirma eso está atacando a las lenguas o los territorios, que pretende reducirlos o destruirlos, que es un enemigo a batir y que por eso dice lo que dice. Puede ser cierto, no les digo que no, pero cuando haga esas cosas es cuando hay que darles cera, no cuando afirman algo que es básico en la teoría del derecho.

Por ponerles un ejemplo ilustrativo que cualquiera puede entender, no ser sujeto de derechos no quiere decir que se esté desprotegido. Por ejemplo las Meninas, la Muralla de Lugo o el Moisés de Miguel Ángel no tienen derechos pero no por ello puden ser destruidos. Nadie puede decir que “la Muralla tiene derecho a no ser derribada”, sería una estupidez, pero no por ello “tenemos derecho a derribar la Murall”. No confundamos los términos.

Decir que quien tiene derechos es la persona no quiere decir nada más que algo obvio: que hay que proteger a esa persona y sus derechos como tal. Si una persona quiere hablar castellano, gallego, catalán, vasco o lo que le venga en gana hay que proteger ese derecho, independientemente de todo lo demás (lo mismo ocurre con el lugar donde resida dicha persona), pero por el derecho de la persona, no por la lengua o el territorio.

Defender el derecho de la persona quiere decir que tiene las mismas obligaciones y derechos esté donde esté, frente a los “derechos territoriales” que, por definición, son una sandez que pretende decirnos que unos territorios valen más que otros. Abandonar el ilegal concepto del derecho de los territorios implica, lógicamente, que hay que acabar con ciertas aberraciones como que en Lugo la Sanidad pública no te cubra cosas que sí hace en Sevilla o viceversa. Porque es la persona, insisto, la que tiene derechos, no el territorio.

También implica que cualquier agresión a las personas por los supuestos derechos de una lengua o un territorio son un disparate. Eso quiere decir que es igual de grave obligar a alguien a usar un idioma que no quiere como prohibirle hacer uso de su lengua. Normalmente el nacionalismo (el que sea) oculta sus aviesas intenciones y sus abusos sobre las personas escudándose en el "derecho de las lenguas" o de "los territorios", una ficción que el derecho afortunadamente no reconoce.

Tener que explicar estas cosas suena ridículo en una sociedad que presume de moderna y de preparada, con gente que en el Facebook afirma saber de lo que habla (aunque no lo respalde con otro argumento que “porque lo digo yo”) pero recordando nuevamente lo que dijo Paco Vázquez, hay que hacer pedagogía de lo obvio.

Pues es obvio: solo las personas tienen derechos.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La estafa de la Intermodal

El proyecto de la mal llamada "intermodal", que realmente es una dársena de buses externa al lado de la estación de tren, no deja de ser una distracción que oculta que NO tendremos AVE.
La insistencia de nuestros próceres en el error hace pensar que no es tal, sino engaño. Uno puede equivocarse una vez, dos, hasta tres en lo mismo, pero cuando alguien le explica su metedura de pata la insistencia revela intencionalidad.

Dice nuestra alcaldesa que la estación Intermodal es “Imprescindible” para la llegada del AVE a Lugo. Desdice esa necesidad el hecho de que Coruña, Santiago, Vigo, Orense, León o Madrid tengan AVE pero no tengan intermodales, por mucho que en algunas ciudades estén proyectadas como una “actualización”, pero jamás como una obligación.

Contar a los lucenses la patraña de que gastarse muchos millones de euros en un nuevo inmueble que sustituya a una estación de tren más que funcional (no es para tirar bombas, pero hasta que tengamos trenes decentes vamos sobrados) y una de autobús que es comodísima por su ubicación (aunque nadie dice que no necesite unas reformas que la conviertan en un lugar más adecuado a su función), es una forma de intentar hacer ver que se hace algo por la Alta Velocidad en Lugo cuando la realidad es terriblemente distinta.

Los mapas del AVE en España nos indican claramente que Lugo ha perdido esa batalla. Mientras las plataformas vecinales surgidas para hacer fuerza por el tren (lo que cifran en cobrar subvenciones y hacer campaña cuando gobiernan sus adversarios políticos, como es habitual en cierta gente) no hacen fuerza por el tren y mientras los administradores no administran sino que están muy ocupados pensando en las urnas de mayo, Lugo no avanza en las conexiones ferroviarias y queda fuera de todos los proyectos.

El AVE en Galicia pasa ya por Coruña, Santiago y enlaza con la meseta a través de Orense, prescindiendo de la tradicional línea Monforte-Lugo, que queda aislada de los trenes más modernos a pesar de las reiteradas e incumplidas promesas que nos hacen año sí y año también cada vez que tocan elecciones.

Pero lo importante es hacer una estación, un nuevo juguete con el que nos quieren distraer de la durísima realidad que es que nadie tiene proyectada la electrificación de la línea Lugo-Orense (que es lo que necesitamos para tener, al menos, un ramal que nos conecte con la línea principal) y la eliminación de ciertos puntos negros del recorrido que permita que los trenes vayan a la velocidad que permiten sus locomotoras.

El AVE Lugo-Madrid es ya una quimera, una realidad que no tendremos pero que nadie se atreve a dar por difunta porque saben que el pueblo suele matar en las urnas a los mensajeros de las duras verdades. Y como los muchos millones de euros de una Intermodal que no servirá para nada son de todos y, por lo tanto, “no son de nadie” según dijo la ministra, se gastarán alegremente para conseguir la foto más cara de este triste asunto.

Eso sí, por el camino se llevarán por delante una estación de autobuses bien situada y cómoda para la mayoría de sus usuarios (eso dicen las estadísticas de la Xunta) empeorando la vida de los ciudadanos para lograr, paradógicamente, su apoyo.

No es que nos tomen por tontos, es que a veces lo parecemos.