¿Qué pasa con los sustitutos de los termómetros?

Los termómetros retirados no es que fueran muy bonitos, la verdad,
pero al menos no brillaban como los que se pretenden poner. Foto: La Voz de Galicia

A principios del pasado mes de septiembre se retiraron los termómetros que había en diversos puntos de la ciudad y que eran una referencia para muchos lucenses que consultaban ahí hora y temperatura, lo que les daba tema de conversación para el ascensor o para las primeras horas de la mañana en el trabajo.

Se anunció que se “estaba trabajando” en la elaboración de un pliego para la instalación de “pantallas informativas”, que al paso que van en la casa consistorial, saldrá para enero o febrero, pero a saber de qué año.

Con este asunto nos pueden venir a la cabeza varias cuestiones. La primera de todas es por qué no están preparados los pliegos, ya que entiendo que el ayuntamiento debería saber desde hace años que se iban a retirar los dispositivos anteriores. Supongo, que es mucho suponer, que alguien está pendiente de esas cosas y en caso de no ser así se deberían plantear elaborar un calendario que les avise unos meses antes de la caducidad de ciertas cosas para poder ir sacando los pliegos con tiempo. Yo que sé, algo que les avise en junio de que el 25 es Navidad, por poner un ejemplo de rabiosa actualidad.

Otra cuestión es cómo se van a diseñar esos paneles. El PEPRI impide, según el Ayuntamiento, que cualquier local ponga en fachada un cartel luminoso (salvo casos puntuales como la cadena Tiger a la que, por lo visto, les han dado manga ancha o han hecho lo que les sale de las narices sin consecuencia alguna, porque el suyo tiene luz), mucho menos aún se debería permitir un anuncio digital que contenga publicidad, ya que no solo está en suelo público sino que es un puñetazo en un ojo para la estética de la ciudad.

Supongo que lo que pondrán será algo como esto.
En pleno casco histórico tengo mis dudas de que puedan encajar.

Me parece fantástico que se utilicen nuevas tecnologías para anunciar las cuestiones culturales y demás, pero me temo que los tiros no van a ir por ahí. 20 paneles en el centro y sus cercanías no parecen ser una apuesta por el arte, sino un negocio. Un suculento negocio, añado, que revertirá en las arcas públicas pero a cambio de llenar nuestras calles de una publicidad que a los particulares, una vez más, se les impide incluso en la fachada de sus propios edificios.

Creo que hay alternativas. Por ejemplo, hay una nueva tecnología, muy poco conocida, que permite que se ponga la información en un lugar que se puede consultar con unos teléfonos muy modernos y unos aparatos llamados “ordenadores”. Se llama “Internet”. Lo pongo así porque parece que es poco probable que el Ayuntamiento lo conozca en profundidad porque sigue sin tener las cosas al día. Si no mantienen las páginas web, cosa que se hace con cierta facilidad, imaginen el despiporre que pueden ser los paneles. Me imagino que tendrán mucha publicidad y poca información.

Ahora más en serio, hay alternativas más razonables. Por ejemplo, utilizar ventanales de edificios públicos para poner esas pantallas. Detrás del Ayuntamiento hay un local que tiene la ventana llena de carteles que se podrían sustituir por una pantalla, otro buen lugar sería la Plaza de Abastos, en los centros sociales que hay por todo Lugo, incluso en la vieja Cárcel… anda que no hay sitios donde poner esos dispositivos sin afear la ciudad.

Había un borrador de ordenanza de publicidad, que afortunadamente se paralizó porque decía unas barbaridades que no se pueden ustedes imaginar, pero quizá sí haga falta una norma que matice ciertas cuestiones. Me pregunto qué dirá de instalar en la calle paneles luminosos con publicidad. Estoy casi seguro de que los prohibirá… a los demás, claro.