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jueves, 28 de febrero de 2019

Por un acceso libre y gratuito a la Catedral



Hemos pagado entre todos la restauración de los frescos de la Catedral. Ahora no nos pueden cobrar entrada por verlos.
Nós non imos cobrar nunca para entrar ao corazón da catedral, onde está o mais característico, centrado arredor do Santísimo Sacramento. Non imos cobrar ni para entrar a rezar, nin para ver o altar maior, nin para todo o que é a nave central”. Lo decía el señor Obispo de Lugo hace unos meses, descartando la posibilidad de cobrar entrada a la Catedral, salvo lugares muy específicos.

Siempre recomiendo ir a ver el Museo Diocesano, que tiene piezas asombrosas, y si el clima lo permite también subir a los tejados. Gastarse 10 euros en visitar el museo y las cubiertas, partes no abiertas al público habitualmente, de una Catedral como la nuestra no me parece caro. Es lo que cuestan dos copas (o una, depende del garito) y deja menos resaca y más cultura en el cuerpo.

Lo que ya no me parece tan lógico es cobrar por entrar a la Catedral en sí, y tampoco se lo parecía al señor Obispo, al menos hasta hace unos meses. Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo pero ahora la intención parece que es subarrendarles las catedrales convirtiéndolas en parques temáticos, y si creen que exagero miren el caso de Santiago.

¿Cómo distinguirán a la gente que entra a rezar de la que entra a curiosear? ¿Por la ropa que visten? ¿Obligarán al fiel a recluirse en una capilla como la de San Froilán mientras el Altar Mayor y el de Nuestra Señora de los Ojos Grandes se reservará para los visitantes “de pago”?

Además, hablamos de edificios en que el Estado ha invertido muchos millones sin exigir a cambio condiciones como, por ejemplo, la exposición gratuita del resultado de las actuaciones. Entre todos hemos pagado por la restauración de los frescos de la Catedral de Lugo y la limpieza del monumento, así que es más que discutible que ahora se nos cobre por entrar.

¿Y qué pasa con los guías profesionales? ¿Tendrán que pagar entrada para hacer su trabajo? ¿Se exigirá a sus grupos contratar otro guía “de la Catedral” para poder visitarla? ¿Tendrán que aumentar el precio de la visita a la ciudad con una entrada más o se les obligará a reducir sus ya escasos márgenes?

La Catedral no es un edificio más, es un Patrimonio de la Humanidad, un templo del Camino Primitivo de Santiago, un lugar emblemático para nuestra ciudad, y si bien es lógico que se busquen opciones para financiar sus gastos como puede ser el cobro de visitas guiadas o de entrada a partes reservadas, el acceso general tiene que ser libre y gratuito. Como a la Muralla.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 28 de febrero de 2019

miércoles, 27 de febrero de 2019

¿Por qué nos niegan el (necesario) juzgado de lo Social?

Los leones frente al juzgado. Foto: La Voz de Galicia
Se nos niega un juzgado de lo Social a los lucenses, a pesar de que las salas de estos tribunales son, junto a las de Santiago, las más saturadas de toda Galicia. La Xunta y el Tribunal Superior de Justicia de Galicia reclamaron cuando se denegaron esas dos salas para, precisamente, Santiago y Lugo y se logró que se pusiera una de ellas. Adivinen cual.

¿Por qué nos niegan el (necesario) juzgado de lo Social? Pues muy sencillo, porque en Madrid, Lugo les importa un carajo. Están más preocupados por cualquier cosa que por nuestros problemas y necesidades, y el peso político de nuestros representantes locales en las estructuras nacionales es irrisorio. Tampoco es que las personas que se supone que representan a la provincia estén muy hábiles en esa labor (y me duele decirlo porque dos de los cuatro son amigos), atados como están a la disciplina de sus partidos nacionales (sobre todo Fernández Bello, que vota contra las instruciones que recibe de Galicia para obedecer servilmente a Pablo Iglesias). Se vio en los nefastos presupuestos generales y se ve en esto.

Desde el ámbito local, la Alcaldesa y el diputado Álvaro Santos (que se está promocionando en Lugo para aterrizar aquí desde Friol y ser el número dos de Lara Méndez y, si las cosas le salen bien, incluso su sustituto y posible alcalde de la ciudad) se están viendo en serios aprietos para explicar los motivos por los que el Presidente del Gobierno ha tomado la decisión de dejarnos sin ese juzgado, y la reacción de la primera es “pedir una entrevista urgente” con la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Si fuera el PP quien gobierna montarían una manifa. Fue una pena que el domingo, que tenía aquí a Carmen Calvo, no saliera el tema de conversación durante el café, porque siempre es positivo que cuando vienen a hacer campaña les digas algunas cosillas que nos vendrían bien y nos ahorrábamos el desplazamiento y el disgusto.

Es curioso cómo se reacciona a las cosas. Verán, hace unas semanas el PSOE de Lugo se sacó de la manga que la Xunta se iba a cargar titulaciones en Lugo. Nos encontramos con que se saca la artillería para luchar contra algo que ni siquiera está sobre la mesa, ya que el mismísimo Director Xeral de Universidades, el lucense José Alberto Díez de Castro, dijo en el Parlamento de Galicia que se añadirían Robótica, Empresa y Tecnología (que sustituye a Gestión de PEMES), Gestión Cultural (que sustituye a Ciencias de la Cultura) y Bioquímica en lugar de Geomática y Topografía. Sacan tres y ponen cuatro, pero las cuentas para el PSOE son nefastas, a pesar de que los Presupuestos, que nos quitaban millones eran un primor.

El problema que tenemos en Lugo es que nuestros dirigentes no es que pongan las siglas de su partido por encima de los intereses de la ciudad, es que los segundos ni los miran. El diseño de ciudad es irrelevante porque lo único que prima es el interés del partido, ya que es quien realmente elige a los cargos.

El PP, por ejemplo, habla del “desprecio” de Pedro Sánchez a nuestra ciudad y del “escaso peso político” de la alcaldesa, y tienen razón, pero no son precisamente los más indicados para denunciar esto porque ellos hacen exactamente igual, y muchas veces sin irse a Madrid, que Santiago está más cerca y el caso que nos hacen es más bien poquito. Es como cuando Ciudadanos cargaba contra el AVE para Galicia, un antecedente difícil de asumir para, ahora, presentarse como el valedor de nuestra tierra. Hay para todos.

El esquema que tiene cualquier político es el siguiente: el Todopoderoso partido es quien le señala con el dedo divino para ocupar una candidatura a un cargo (si no está sujeto a elecciones ya lo meten directamente, claro), y solo si el Todopoderoso partido tiene buenos resultados se obtendrá dicho cargo (o se mantendrá el cargo “a dedo”), así que hay que rendir pleitesía al Todopoderoso partido y venderle al ciudadano que los demás son herederos de Satanás y los propios son los únicos que pueden traernos la Verdad y la Vida. Cuesitiones como el diseño de ciudad, los argumentos o la lógica quedan en un segundo plano.

Curiosamente la idea original que cualquiera tiene de ser alcalde o concejal de su ciudad es que su objetivo debiera ser defender los intereses de sus vecinos, pero eso se va diluyendo a medida que se van dando cuenta de la durísima realidad: quien pone y quita es el Partido y es a quien se rinde pleitesía. Los demás solo somos votos, un rebaño de electores que decanta la balanza cada cuatro años pero que no tiene más poder que ese, porque quien dice quién calienta un escaño (sea en el Gobierno o en la Oposición) es el Partido.

Así que los tanques que se sacaron para luchar contra una retirada de grados que no existe ahora permanecerán en los cuarteles de invierno porque queda mal disparar fuego amigo. Aunque muchas veces haga falta.

martes, 26 de febrero de 2019

La sentencia sobre la ordenanza del gallego: ni tanto éxito de Galicia Bilingüe ni tanto motivo para el escándalo

Tres banderas que nos representan y que no nos separan a pesar de lo que algunos pretendan.

Ayer publiqué la ordenanza reguladora del uso del gallego en la administración de Lugo, en su texto original completo incluyendo, en destacado, las partes suprimidas por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia en una sentencia también publicada ayer, y corroborada recientemente por el Tribunal Supremo. El texto que colgué tenía ciertos comentarios de la fuente de donde lo obtuve: Galicia Bilingüe, a falta de otro lugar de donde descargarla.

Antes de nada hay que incidir en lo extravagante de ese hecho. Es como mínimo peculiar que la ciudadanía no tenga acceso directo al discutido reglamento, ya que el Ayuntamiento de Lugo no lo tiene colgado como debería (la versión sin las partes ilegales, claro) en la web municipal, donde hay una sección de “ordenanzas” en que figuran todas salvo esta. ¿Quizá porque la quieren esconder? ¿No es la publicidad de las normas un cometido de la administración?

Entrando en materia, hay que prevenir que el tema del idioma es uno de esos que saca lo peor de la gente en las discusiones, como la política o la religión, y es porque en muchas ocasiones no se defiende el derecho propio a usar el idioma que cada cual considera oportuno, sino que se pretende obligar a los demás a pasar por el aro e hincar la rodilla, ya sea para hablar gallego o para hablar castellano sin desearlo. Mal comienzo.

En cuanto a la sentencia en sí, los titulares de estos días, sobre todo (y paradójicamente) los que vienen de medios afines al nacionalismo, magnifican enormemente la victoria de Galicia Bilingüe, que en realidad no es tan relevante. De los 14 artículos completos y 8 apartados que pretendían que se suprimieran el TSJ solo ha considerado ilegales 3 artículos completos, 4 apartados y alguna palabra suelta de otros puntos de la ordenanza. Se mantienen intactas todas las referencias a la defensa del gallego, a su promoción, impulso, utilización… y subvención (eso le preocupa mucho a algunos). La única victoria de Galicia Bilingüe es haberse llevado por delante algunas cuestiones importantísimas (por ejemplo ilegalizar la obligación de presentar ruegos y preguntas en gallego en los Plenos o la de obligar a los contratistas a usar el gallego en los bienes y servicios contratados a narices) pero no demasiado abundantes considerando el texto en su conjunto.

La sentencia no condena al gallego, ni lo sitúa en un segundo plano, ni reduce derechos a nadie, ni minimiza en una sola coma su promoción por parte del Ayuntamiento. Sólo se eliminan las partes que lo imponían, en artículos ilegalizados por confundir interesadamente los conceptos de defensa del uso del gallego con el ataque al derecho de uso del castellano. 

Lo preocupante de toda esta historia es que lo que debería ser considerado como una derrota, o al menos una victoria de mínimos de los postulados del recurrente se transforma en un triunfo, porque el discurso “políticamente correcto” implantado por el nacionalismo con la vergonzosa complicidad del PSOE y, más incomprensible aún, del PP (ambos votaron a favor de la ordenanza parcialmente ilegalizada) no admite réplica en ninguno de sus extremos, nunca mejor dicho. Todo ha de ser aceptado sin matices, sin contestación, sin la más mínima desviación de las sagradas escrituras nacionalistas dictadas por el Gran Hermano a riesgo de que se señale con el dedo acusador al que ose a defender el bilingüismo y se le etiquete de fascista porque no se rinde a la imposición monolítica.

El gallego, según esa fanática convicción, no solo se ha de promocionar o defender, se ha de convertir en obligatorio, como si una imposición reparase los daños causados por otra perpetrada por un dictador que murió hace cuatro décadas pero del que nos obligan a hablar día sí y día también.

Es llamativo que ni siquiera el franquismo fue tan radical como nos quieren vender. Sin ir más lejos, Don Ramón Otero Pedrayo pudo fundar, junto a otros intelectuales como García Sabell, la Editorial Galaxia, que en 1950 nació para publicar exclusivamente en gallego así que prohibido, lo que se dice prohibido no debía de estar. En 1963 se instauró el "Día das Letras Galegas", lo que choca frontalmente con ese discurso que nos quieren colar de la terrible represión de la dictadura que "perseguía" el gallego. En mi opinión era más una cuestión de desprecio, de paternalismo, de "pobrecitos ellos que bastante tienen con lo suyo" que otra cosa, al menos a partir de los 50, y es indiscutible que era un idioma considerado inferior por el régimen, desterrado completamente de la administración y del uso normal y "culto".

Reunión de Editorial Galaxia en los años 50.
Una editorial en gallego en la dictadura parece prueba de que no había tal prohibición, aunque sí desprecio.

Pero esas barbaridades de entonces no pueden justificar barbaridades de ahora. Sugieran hoy dedicar las Letras Gallegas a nuestro único Premio Nobel y verán la contestación que les dan: “no, porque escribía en castellano normalmente”, como si eso le hiciera menos gallego en un concepto dogmático y restrictivo de lo que significa esta tierra.

Imponer no es la solución y de hecho si ven las estadísticas de uso del gallego cuanto más se implanta en la vida política, administrativa e incluso educativa menos se usa en la calle y en las casas. Es probable que influya que están convirtiendo el gallego de nuestros abuelos en un idioma ajeno, impostado, antinatural, un gallego de laboratorio, de piscifactoría que es difícil sentir como cercano.

Cuando un Pleno aprueba una ordenanza ha de ser muy consciente de que, al menos en teoría (ya saben que en Lugo esto es opinable) obliga a la población a su cumplimiento. Por eso hay que ser exquisitamente cuidadosos con las prohibiciones. La libertad de ejercicio de ciertos derechos no ha de ser nunca cercenada y en eso el TSJ primero y el Tribunal Supremo después, han hilado fino y han visto exageraciones que han cortado… pero sin que la sentencia afecte al fondo de la ordenanza relativo a la promoción y uso del idioma.

De hecho, nadie ha sido capaz de explicarme el supuesto retroceso a causa de la sentencia, salvo que se considere como tal que no se pueda imponer un idioma. Ayer estuve intentando que una de esas personas que se rasgaban las vestiduras por el veredicto me contestase a una sencilla pregunta: ¿en qué caso concreto una persona que quiera usar el gallego no puede hacerlo a causa de esa sentencia? No tuve respuesta, porque no la hay. La sentencia solo invalida las imposiciones, pero no impide el uso del gallego en ningún aspecto, como es lógico.

Aún así, a pesar de que no limita su uso ni lo más mínimo, los supuestos defensores del gallego están exaltadísimos ¿Acaso creen que porque no se obligue a presentar los ruegos y preguntas en el Pleno en gallego va a haber un solo ciudadano que deje de hablarlo? ¿De verdad tienen tan poca confianza en el gallego que están convencidos de que solo sobrevivirá poniendo a la gente una multa si no lo usa? Si sobrevivió a Franco y sus políticas recentralizadoras (también en lo cultural) ¿no piensan que el problema está en otro lado? ¿Quizás en su uso como una herramienta política, en esa manía de dar y quitar títulos y carnets de “buen y mal gallego”? Están haciéndole a VOX la mejor de las campañas.

Galicia no solo es una tierra tolerante, es que es alérgica a los radicales, y quizá por eso haya cierto rechazo a la imposición. Nos escandalizábamos de lo que pasaba en Cataluña y tal vez no queramos seguir ese camino, al menos confío en eso, y por eso cuanto más nos lo quieren meter con calzador menos se habla. Deberían reflexionar sobre eso.

lunes, 25 de febrero de 2019

Hoy los datos, mañana opinamos

Encabezado de la sentencia...
Creo que es la primera vez que hago esto en el blog, pero me parece interesante probar una teoría: que la gente opina sin molestarse en saber de qué habla y no porque no tenga acceso a los datos sino porque le da pereza leer.

Llevo todo el fin de semana leyendo sandeces sobre lo que la sentencia del Tribunal Supremo, que no hace otra cosa que confirmar la del Tribunal Superior de Justicia de Galicia que ilegalizó los abusos que la “Ordenanza de uso do Galego na administración municipal de Lugo” cometía sobre los ciudadanos.

Hoy no voy a opinar sobre el tema (más que lo que ya he dejado traslucir por la presentación, soy consciente de ello) sino a enlazarles una serie de documentos que considero que debería leerse cualquiera que quiera formarse una opinión. Uno es el texto de la ordenanza, que por cierto no he encontrado en web del Ayuntamiento de Lugo (lo que es como mínimo peculiar, ya que parece que la esconden) y el otro es la sentencia que anula una parte de esa ordenanza.

El texto de la ordenanza que les enlazo lo tiene colgado Galicia Bilingüe, y contiene el texto completo sombreando en amarillo las partes anuladas y poniendo debajo el motivo de la anulación.

Y mañana opinamos, ¿les parece?

viernes, 22 de febrero de 2019

Más de 2000 firmas contra el traslado de la Estación de Autobuses


Más de 2.000 firmas contra el traslado de la estación de autobuses son bastantes firmas, sobre todo si tenemos en cuenta que no se han "buscado" con mesas en la calle, en la Estación o por ahí, sino que han sido los lucenses los que han acudido a firmar a los puntos de recogida. No son muchísimas, pero sí son significativas, al menos como para ganarse el derecho a abrir un debate serio y sin tergiversaciones sobre este asunto.

Lugo Monumental registró ayer en la Xunta de Galicia, propietaria de la Estación, un escrito acompañado de las firmas físicas en que se reiteraban los argumentos contra el traslado de esa instalación, siendo el principal de todos que no tiene el más mínimo sentido sacar de un sitio cómodo y útil un centro de viajeros para llevarlo a una ubicación absurda.

Las propias estadísticas de la Xunta avalan esta postura, ya que más de la mitad de los viajeros de la estación de autobuses acuden a la misma a pie mientras que a la de tren solo lo hacen en torno al 15%. Si eso no es un argumento de peso, podemos añadir que el propio estudio de la Xunta reconoce que la estación de autobuses está mucho mejor situada, que es más accesible y que está mejor comunicada con la ciudad que la ubicación propuesta. Casi nada.

¿Por qué se insiste entonces en el traslado de la estación para crear una supuesta (y falsa) intermodal? La gran mentira que tanto la Xunta de Galicia como el Ayuntamiento de Lugo están diciendo sin rubor es vincular la supuesta Intermodal al futuro de la Alta Velocidad en nuestra ciudad. Eso es una tontería, y el ya reiterado ejemplo de Madrid, la ciudad de España con más líneas de AVE y que no tiene Intermodal, es tan palmario que parece increíble que haya que insistir para que dejen de tomarnos el pelo.

La tendencia es justo la contraria. Todas las ciudades intentan acercar a los núcleos los transportes interurbanos. Dos ejemplos concretos: Madrid ha creado una estación en Moncloa porque la Estación Sur quedaba algo a desmano y su Intermodal es entre el tren de cercanías y el metro… en ¡la Puerta del Sol! Vigo llevará los autobuses de su alejada ubicación actual a la estación de Urzáiz…

Prueben a decir a los londinenses que les quitarán del centro King Cross o la Estación Victoria. Intenten arrancar a los franceses su Gare du Nord del casco histórico de París. Convenzan a los neoyorkinos de que su hiperfamosa estación ha de ser movida a un lugar menos céntrico…

¿Cuál es el interés para engañarnos y crear esa falsa intermodal? Probablemente el dar una imagen de modernidad, de que se hace algo por el ferrocarril cuando es falso. Lo que Lugo necesita no es un edificio muy chulo para albergar trenes inexistentes, sino líneas de tren que nos unan con Madrid en un plazo razonable y, además, con otros puntos (que no todo es la Capital).

Yo quiero trenes a Coruña que no tarden dos horas, o conexiones razonables con Sarria, Monforte… Ya puestos a pedir no estaría mal un tren que nos acercase a Santiago con parada en el Aeropuerto…

Pero claro, eso es mucho. Mejor gastarse seis millones de euros en una estación de autobuses nueva en un sitio absurdo y otros nosecuantos (ya he perdido la cuenta) en poner una gran estación de trenes para recibir los tristes convoys que llegan a Lugo, cada vez más descolgado de las grandes líneas de transporte.

Hemos quedado fuera del corredor noroeste, que rodea Lugo como si tuviéramos la peste, pero nuestros representantes o nos engañan conscientemente o callan cobardemente ante lo que es más que evidente. Lugo pierde el tren, y mientras tanto nos agitan delante de la cara una maqueta de un gran edificio para tomarnos el pelo. Y nos lo toman. Bueno, no a todos, 2.000 lucenses han firmado contra el engaño.

¿Quieres firmar?

https://www.change.org/p/xunta-de-galicia-no-al-traslado-de-la-estaci%C3%B3n-de-autobuses-de-lugo

jueves, 21 de febrero de 2019

Lugo sin mordazas... para nadie

La fea costumbre de defender libertades para unos pocos es una forma de censura como otra cualquiera. O todos o ninguno.

Publicaba anteayer El Progreso que la plataforma “Lugo sen mordazas reclama a un hotel que no acoja un acto de VOX”. También explicaban desde esa organización que yo acudí a una reunión de VOX y salí “escandalizado” y, si les soy sincero, me sonó a algo como “si hasta el fascista ese se escandalizó imaginen ustedes”. Puede que sea cosa mía.

Antes de nada quisiera hacer una matización. Sí es cierto que acudí a esa reunión, más movido por la curiosidad que por otra cosa, aunque no lo hice como representante de Lugo Monumental, organización totalmente ajena a la lucha de partidos, sino a título particular por lo que no comprendo por qué meten a la asociación en este berenjenal.

Aclarado eso, les diré que es totalmente cierto que salí escandalizado de lo que allí se dijo y de cómo se dijo o de que se dé un mitin con una navaja sobre la mesa. Tanto me asustó lo que vi en esa reunión que considero peligrosa la meteórica escalada que VOX parece protagonizar.

A pesar de mi rechazo a VOX, cuyos planteamientos son cualquier cosa menos liberales, no puedo asumir la censura que pretende imponer una plataforma cuyo nombre no puede ser menos oportuno en este caso. “Lugo sen Mordazas” se convierte en “Lugo con Mordazas para los que no piensan como yo”. Esta postura es una muestra de la diferencia entre el pensamiento liberal que nos unió en su día contra la ordenanza propuesta por la alcaldesa y el inaceptable uso ideológico de la libertad que parecen ejercer desde esta organización, que muestra ahora que las mordazas les parecen aceptables.

La libertad de expresión o es para todos, incluso para VOX, o no es libertad de expresión.

miércoles, 20 de febrero de 2019

El fracaso de la gestión pública en la Tinería

Uno de los locales ofertados. Deberían estar funcionando el día 17 de diciembre de 2018...
Hay veces en que no me gusta tener razón, y más cuando están jugando con nuestro dinero y las propiedades comunes de todos. Es el caso del anunciado fracaso del concurso para adjudicar los locales de la Tinería. A los hechos me remito: solo tres de los nueve bajos ofertados por el Ayuntamiento están funcionando (de aquella manera), lo que reduce el supuesto éxito de la iniciativa a un tercio de lo que se presuponía.

Para mayor fantasía, según la base novena del pliego de condiciones, a los dos meses de la entrega de llaves (plazo que el domingo ya se duplicó porque esa entrega se produjo el 17 de octubre) tenía que haber actividad en los bajos con lo que, con las bases en la mano, hay que retirar esas concesiones porque cinco de los locales adjudicados (uno quedó desierto) siguen acumulando telarañas.

Cada día que pasa con esos bajos muertos de risa es un día perdido tanto para quienes los querían explotar como para la zona. Lo que se vendió como una primavera para la Tinería es realmente un invierno nuclear de difícil salida.

Las administraciones son responsables de este desaguisado. La Xunta por encabezar un proceso absurdo de compra y rehabilitación que ha dado como resultado un montón de propiedades públicas de la que ahora no saben cómo librarse, y el Ayuntamiento por entrar al trapo y dárselas de gran gestor inmobiliario cuando tienen de dinámicos lo que un caracol reumático.

Lugo sigue sufriendo políticas absurdas, librando batallas estériles e inmerso en debates eternos sobre las mismas cuestiones, impidiéndonos avanzar, y la Tinería es una muestra evidente de ello, del constante fracaso de la gestión pública independientemente del color político.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 20 de febrero de 2019

martes, 19 de febrero de 2019

Las promesas electorales son como los propósitos de año nuevo

Ayer se presentó (otra vez) la ampliación de la Protectora
Anunciaban ayer la Alcaldesa Lara Méndez y el diputado Álvaro Santos la renovación de las instalaciones de la Protectora, una actuación que la administración lleva mucho tiempo retrasando y que, más que una necesidad, es un clamor por parte de quienes las gestionan, personas generosas que ceden lo más valioso que tienen (su tiempo) para tapar las vergüenzas de una sociedad que considera a las mascotas como artículos de consumo, de usar y tirar.

Dejando a un lado el problema de los abandonos, que me enciendo, he de decir que no es discutible el compromiso personal, moral y de acción que la Alcaldesa ha demostrado con la Protectora. Se ha pasado de una subvención de 35.000 euros a una de 105.000, que es el triple exactamente, y eso hay que valorarlo.

También es verdad que la Protectora ha sido víctima de la lentitud y parsimonia de la Administración en el cumplimento de sus compromisos. En marzo de 2017 la Protectora se quedaba sin recursos porque Diputación y Ayuntamiento les adeudaban 115.000 euros de subvenciones de 2016 impagadas. La de la Diputación se pagó al mes siguiente y la del Ayuntamiento supongo que más tarde (aunque no sabría decirles la fecha porque no lo he encontrado).

Lo importante no solo es ayudar sino hacerlo en tiempo y forma cuando hablamos de evitar retrasos que pueden costar vidas, literalmente en este caso.

La Protectora firmó allá en el 2015 un convenio por el que la Diputación le cedía gratis una parcela de 40.200 metros cuadrados de Santa María de Muxa. Lo firmó Elena Candia en su breve presidencia, en que se avanzó más en la colaboración con la Protectora que en el resto del mandato.

Elena Candia firmaba la cesión de terrenos a la Protectora en 2015

Evidentemente el anuncio de ayer hay que enmarcarlo en la campaña electoral en la que llevamos inmersos mucho tiempo. De hecho no es la primera vez que se nos cuenta esto. En junio de 2018 ya se hacía pública la ampliación de la Protectora de Lugo por parte de la Diputación, sin que hasta el momento haya aparecido por allí ninguna excavadora ni se haya puesto un ladrillo. Es más, hasta noviembre no salió la licitación, y lo hizo con un plazo de ejecución de 5 meses, así que desde que la cosa se firme (si es que no se ha hecho) aún tendremos que esperar un poco.

Las campañas electorales cada vez se parecen más a las promesas de año nuevo. “Voy a ponerme a régimen”, “voy a ir al gimnasio”, “voy a dedicar más tiempo para la familia”… se asemejan sospechosamente a “voy a hacer la playa fluvial”, “voy a derribar el Garañón”, “voy a desdoblar Duquesa de Lugo”, “voy a abrir el nuevo auditorio”… cuestiones que no solo se dicen con convicción, sino con la verdadera creencia de que se van a hacer aunque luego surjan “imponderables” (por supuesto siempre achacables a la malvada oposición o a gobiernos externos de otros colores) que dan al traste con las buenas intenciones.

Los representantes políticos son ciclotímicos, tienen altibajos en su actividad que adaptan a las campañas electorales (altis) y los tres años y nueve meses siguientes (bajos). Son como esos estudiantes que pretenden apurar en un par de semanas lo que no han hecho en todo el curso académico y lo malo es que a veces aprueban y se confían para volver a repetir la jugada en el curso siguiente.

Es una pena que todas estas buenas intenciones no cristalicen después o lo hagan con una lentitud exasperante.

lunes, 18 de febrero de 2019

El coruñés Fernández Bello, diputado por Lugo, se rebela contra En Marea

El diputado por Lugo, el coruñés Fernández Bello
Su Señoría Don Miguel Anxo Fernández Bello (quizá les suene más por su “nombre artístico”, Fernán-Vello), Diputado por Lugo a pesar de ser coruñés (se ve que en Lugo no hay nadie que les valiera), siguió los dictados de su grupo parlamentario y votó sí a los presupuestos presentados por Pedro Sánchez, a pesar de su supuesto partido, En Marea, le dio claras instrucciones de votar No.

Fernández Bello se molesta muchísimo cuando alguien le dice que está en el grupo de Podemos, y defiende a capa y espada la autonomía de En Marea dentro de la coalición encabezada por Pablo Iglesias, aunque en esta ocasión se ha plegado a las normas de Podemos y no al mandato de su supuesta cadena de mando. Era la mejor, la más importante votación de todas desde que es miembro del Congreso de los Diputados en que podía demostrar esa supuesta independencia que se ha revelado como inexistente.

También es posible que, como nos calificaba en su cuenta de Twitter, los gallegos seamos “escravos”, “alienados” e “ignorantes” y no entendamos su profunda sabiduría votando a favor de unos presupuestos que nos hacen la puñeta a todos los que representa, que somos los ciudadanos de Lugo. Quizá desde su vivienda en Coruña la Torre de Hércules le ilumine más que a sus pobres convecinos del pueblo, y sepa mucho más que nosotros.

Mantengo amistad con dos de los cuatro diputados lucenses, lo que no es óbice para que me moleste el seguidismo que ejercen cuando toca votar, aunque hay que reconocer que el problema no es exclusivo de ellos sino de todos los elegidos en España, ya que se deben a las siglas tal y como funciona el asunto en este país.

Soy un crítico del sistema parlamentario español ya que los diputados no tienen libertad para votar lo que les venga en gana, que sería lo lógico. Admiro la democracia británica, con sus más de 600 demarcaciones electorales, en que cada una elige un único diputado que, por lo tanto, responde directamente ante sus vecinos y no ante el partido político de turno, lo que se ha visto claro por ejemplo con las reiteradas derrotas de la primera ministra con el asunto del Brexit, ya que sus propios compañeros de partido votaban contra sus postulados. Eso en España es impensable.

Imaginen por un momento un mapa diferente. Imaginen que los diputados de Lugo se eligieran por circunscripciones más pequeñas que la provincia. Imaginen un diputado por A Mariña, otro por la zona centro y otro por el sur de Lugo y un cuarto para la capital. Imaginen el enorme grado de control que tendríamos como electores sobre cada una de las votaciones que haga esa persona… Imaginar no cuesta nada.

Pero el caso del señor Fernández Bello es diferente. Él no se ha rebelado contra la disciplina de voto de partido para luchar por sus electores, sino que ha hecho justo lo contrario. Tras cacarear hasta la nausea que En Marea iba por libre dentro de Podemos, ha dado la espalda al que aseguraba que era su propio partido para seguir fielmente las consignas de quien le otorga y le quita favores, como puede ser la permanencia a Comisiones y cosas por el estilo. Una torpeza incluso desde el punto de vista político, ya que a un tiro de piedra de disolverse las Cortes ha quedado mal para nada.

En un momento de bajamar para su formación, quizá busca aguas más tranquilas en brazos de otro partido. Vaya usted a saber.

viernes, 15 de febrero de 2019

El ''Superdomingo'' es malo para Lugo

Las elecciones municipales solo han de hablar de Lugo, no de temas nacionales.
La mezcla es negativa para los intereses de nuestra ciudad.
El fracaso de los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Presidente del Gobierno implica, o eso parece porque vayan ustedes a saber, la convocatoria de elecciones Generales para próximas fechas. Por economía y por sentido común parecería lógico que esa cita se hiciera coincidir con el 26 de mayo en que ya tenemos que ir a las urnas a elegir a las corporaciones municipales y, en muchos casos, a los parlamentos autonómicos creando un “superdomingo” electoral, pero quizás esa lógica no sea tan sólida como parece.

Unificar todas las elecciones en un único día (municipales, autonómicas y generales) es negativo, en mi opinión, porque difumina muchísimo los mensajes para cada una de ellas. Ya se nos contaminan bastante las campañas electorales con temas totalmente ajenos a las elecciones que tocan como para encima meter más “impurezas” a los mensajes.

Yo quiero unas elecciones municipales de Lugo en que se hable solo de Lugo y nada más que de Lugo. Eso es ficción, lo sé, ya que, ante su carencia de mensaje local, muchos plantan las raíces de su discurso en temas autonómicos o nacionales, que me parece fantástico para una campaña a Parlamento de Galicia, al Congreso o al Senado pero no para nuestro Pleno.

Para elegir alcalde en Lugo yo quiero hablar de Fontiñas, la Fábrica de la Luz, el Museo de la Romanización, la Muralla, el tráfico en Ramón Ferreiro, la rehabilitación de la Milagrosa, la limpieza del Rato, la inexistente playa fluvial o del Garañón, no de los independentistas, el AVE a Cuenca o la financiación iraní de Podemos y VOX.

Diluir el debate solo beneficia a los partidos, que, una vez más, llevarán el agua a su molino y ante su vergonzosa falta de definición sobre nuestros temas se irán a donde les gustaría estar, en Santiago o en Madrid, no en Lugo.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 15 de febrero de 2019

jueves, 14 de febrero de 2019

La exposición de la ''Casa do Saber'' y su limitación lingüística

La exposición, muy atractiva, falla en el tema de la comprensión.
Ayer recibimos la visita de una familiar canaria que vino a Galicia unos días y se quedó ayer en Lugo a pasar el miércoles aquí. Por la tarde fuimos a dar un paseo por la ciudad y pensamos en enseñarle el Museo Diocesano, que en mi opinión es a día de hoy uno de los lugares imprescindibles que ver en Lugo, y la Domus del Mitreo, tres cuartos de lo mismo. El primero estaba cerrado “por mantenimiento”, lo que hizo que nos lleváramos un chasco.

En cuanto al segundo, a la Domus, todo muy bien salvo un importante detalle: los folletos, las pantallas táctiles y las proyecciones están en gallego, castellano e inglés que es lo apropiado en este tipo de instalaciones enfocadas tanto al visitante como al indígena (de hecho yo personalmente añadiría algún idioma más, pero bueno, hay que ver la demanda)… pero los murales están sola y exclusivamente en gallego.

Tener que andar traduciendo para un visitante que es tan de aquí como cualquiera (entendiendo “aquí” como España, claro) es surrealista, y algo muy poco apropiado para un lugar que se dice cuna del saber como es la Universidad, que debería haber superado hace mucho esos tics minifundistas más propios de reinos de taifas que de una entidad prestigiosa como la USC.

Muchas veces damos por sentado que el gallego es perfectamente comprensible para los castellanoparlantes, lo cual es un error común que puede cometer una persona cualquiera, pero no una institución educativa, que además ha demostrado la sensibilidad apropiada en este asunto en todos los aspectos del Museo salvo en esos paneles. Quizás están en ello, confío en que sea así.

miércoles, 13 de febrero de 2019

Robin Hood contra el jabalí

Quizás este sistema es el perfecto para abatir manadas completas... Los Monty Python siempre a la vanguardia...
Cuando veíamos las adaptaciones de Robin Hood en la tele normalmente no asumíamos que algunas de sus flechas tenían que ir destinadas a matar animales para comer, porque es difícil encontrar en pleno bosque de Sherwood un supermercado o una carnicería. Ahora en Lugo tenemos la oportunidad de cubrir esta laguna argumental, ya que la Xunta ha decidido que, como no se pueden disparar armas de fuego cerca del casco urbano, lo lógico es apostar arqueros que se lleven por delante a los jabalíes que se acerquen a la ciudad.

No sé, supongo que habrán estudiado el tema, pero sonar suena ridículo. Hay que afrontar un problema que no va a menos precisamente, y hay que tener en cuenta que tres de cada cuatro accidentes con animales son causados por jabalíes, pero no sé si esa es la solución.

El problema de los jabalíes aumenta porque aumenta también su población. Esto se debe al abandono de los montes, a la desaparición (o casi) de sus depredadores naturales, lobos y aves rapaces, a la acción del ser humano que invade la naturaleza con sus carreteras y autovías…

No comparto las teorías animalistas de que poco menos que hay que invitarlos educadamente a no venir a la ciudad, pero sí es cierto que este tema hay que enfocarlo globalmente. Nuestra Galicia tuvo durante toda su historia un ecosistema equilibrado y autorregulado que nos estamos cargando a marchas forzadas. La extinción de ramas propias, el arrinconamiento de otras, y la aparición de especies invasoras como los mapaches o los visones (a los que el buenismo inconsciente “liberó” haciéndonos la puñeta a todos) han alterado ese equilibrio para siempre y ya que hemos causado el problema deberíamos intentar dar la solución, que suele ser más complicada, la verdad.

Tenemos universidad propia, facultades dedicadas al estudio de animales, profesionales de reconocido prestigio y una sabiduría tradicional que hay que tener en cuenta. No sé hasta qué punto ponerse a lanzar flechas es un método muy efectivo, pero quizá la cuestión no es asaetar a los jabalíes que llegan a las ciudades sino anular esa necesidad que tienen de salir de su espacio natural.

Lo que sí me estoy viendo venir es un accidente por disparo de flecha, y entonces la comedia se convertirá en tragedia. No sé, no lo veo.

martes, 12 de febrero de 2019

Tengo una amiga que tiene un amigo gay

El orgullo no es solo una bandera, es gente que defiende derechos y libertades
Tengo una amiga que tiene un amigo gay. Es obvio para cualquiera que conozca los principios matemáticos básicos como que el orden de los factores no altera el producto, pero la verdad es que la frase no recoge realmente de lo que hablamos. Ana Argiz no tiene un amigo gay sino una legión, además de un hermano al que, como dice ella irónicamente, no llevaron de pequeño al médico y así quedó, y que por cierto es feliz como lo somos muchos.

Mi amiga Ana no solo tiene amigos gays, es que hace muchos años que asumió la causa de la igualdad como propia, pero no solo para un colectivo sino que entendió que además de la condición sexual también el género, la raza, la religión (o la falta de ella), o cualquier otra característica personal no pude ser motivo de discriminación. Bueno, salvo la estupidez y la intolerancia, que eso lo lleva mal como lo llevamos mal unos cuantos.

El compromiso de Ana no se queda en una cómoda tolerancia como la que nos venden en los programas de televisión, en que no puede faltar el mariquita gracioso y deslenguado, un cliché tan injusto como el de la mujer subyugada a la voluntad de su marido o el de la rubia tonta. Su compromiso es real. Tanto que ayer mismo anunció en su Facebook que renunciaba a participar en la campaña electoral de este año en el partido que le había ofrecido entrar por “diferencias” irreconciliables, que vienen siendo la actitud homófoba de la persona que encabeza esa lista.

No hablamos de VOX, aunque también podría ser, la verdad, sino del partido de Manuel Martínez, cuya denominación nos recuerda a un libro de Castelao pero que, más allá de su nombre, tiene bastante poco de gallego. Esta tierra es tolerante y acepta a la gente como es, y no exagero, sé de lo que hablo.

Ana militó en el PP en la época en que lo hice yo también, ambos probablemente confundidos por la inexistencia de una opción liberal que entendíamos integrada en ese grupo. Nos equivocamos como es evidente. Ella después luchó por las siglas de UPyD, una entidad que demostró que la nobleza y la lucha contra la corrupción no quedan sin su inmerecido castigo en las urnas, ya que tras llevar a juicio a Rodrigo Rato y desmontar el chiringuito de Bankia se pegaron un cruel batacazo en las urnas.

Es una persona inquieta, luchadora, fuerte pero de lágrima fácil porque se emociona con las injusticias y el sufrimiento ajeno, una empatía que le lleva a intentar hacer “algo”. Por ponerle un defecto, le falta un pelín de determinación para encabezar su propio proyecto pero no creo que sea cobardía, sino conocimiento de las titánicas dificultades que entraña eso y que a muchos nos echa para atrás (sí, a mí también me encantaría poder hacer algo por este Lugo nuestro).

Ana ha sacrificado su carrera política en el partido de Martínez por sus convicciones, y eso le honra, sobre todo porque no le afecta a ella en concreto. Otros se habrían tragado su orgullo y habrían asentido a todo con tal de poder figurar.

Supongo que cuando lea esto pensará “a este lo mato” porque a pesar de su apariencia de echada para adelante es tímida, pero no podía dejar de compartir con ustedes un acto de valentía y de coherencia, virtudes de las que andamos muy escasos.

¡Bravo, Ana!

lunes, 11 de febrero de 2019

La sorprendente encuesta de La Voz (bueno, a mí me cuesta creerlo)

Encuesta publicada por La Voz de Galicia el domingo para las municipales de Mayo


Si uno se centra en la política, hoy tendríamos que estar hablando de las manifestaciones (o concentraciones, como quieran) de ayer, pero este blog no trata sobre política (aunque a veces lo parezca) sino sobre Lugo, y quienes nos gobiernan son parte de esta ciudad, y una parte relevante a la que hay que prestar la debida atención. 

Nunca he confiado en las encuestas. El batacazo que se pegó el CIS, y al que, en menor medida, le siguieron las de prácticamente todos los medios de comunicación en Andalucía debería servirnos como escarmiento, ya que los números que se publican no solo no reflejan necesariamente la realidad (es muy difícil aproximarse a lo que piensan 100.000 lucenses llamando por teléfono a tan solo 400) sino que la modifican. Más que reflejar opinión, la crean. 

Algo de este tema debería saber, ya que en mi último año de carrera estuve prácticamente todo el curso en un “Curso de Formación en Estudios de Opinión y Mercado” de la Universidad de Santiago de Compostela con 80 horas en módulos teóricos y 180 en prácticas, que incluían desde la toma de datos a pie de calle hasta el proceso y “cocinado” de esos datos. Lo que aprendí es cómo hacer que la encuesta diga lo que tú quieres. 

Por ejemplo, si yo les pregunto “de 0 a 10 ¿usted se situaría más a la izquierda, siendo esta el 0 o a la derecha, siendo esta el 10?” ya estoy dando una valoración más negativa a la izquierda, a la que pongo en el 0, que se asocia con el suspenso. La gente, por defecto, tenderá a ponerse del cinco para arriba. 

En cualquier caso, una vez dicho esto, les diré que por si mi poca fe en las encuestas fuera insuficiente desde el punto de vista metodológico y teórico directamente me cuesta mucho creerme el resultado que publicó ayer La Voz de Galicia. 9 concejales para el PSOE, 8 para el PP, 3 para BNG, 2 para Ciudadanos, 2 para Lugonovo y 1 para VOX. 

Me parece inconcebible que el PSOE no solo mantenga sino que aumente su representación, después de cuatro años de manifiesta y pública práctica del “dolce far niente” y, encima, sin Orozco de cabeza de cartel (con todos mis respetos a Lara Méndez, a la que considero muy maja pero que no tiene el peso político de su antecesor). 

Vale que la oposición lo está haciendo fatal, tirándose los trastos a la cabeza. El PP, por poner un ejemplo ya que es el que debería estar encabezando una alternativa, no solo no plantea proyectos sólidos sino que no se le escucha decir más que obviedades o salidas facilonas de tertulia de tarde/noche (baja uno según la encuesta). Ciudadanos, que se mantendría, comete errores de novato porque parecen no saber elegir sus batallas, y tienen la absurda costumbre de confundir sus prioridades. Lugonovo, que baja de 3 a 2 concejales, está desaparecido en combate con sus líos internos y sin saber aún cómo y con quién se presentará. Y ACE, que desaparece del Ayuntamiento según la encuesta, es probablemente una de las voces más ácidas en la crítica pero sin proponer proyectos. 

Dejo para el final al BNG (últimamente parezco nacionalista, no me digan) porque es un caso de estudio separado. En mi opinión es el único grupo que combina con habilidad la crítica con la presentación de propuestas realistas y bien proporcionadas para Lugo. Le dan un concejal más y poco concejal me parece, dudo que no suba al menos dos o tres.. si no más. 

Estamos a unos tres meses de las elecciones y es difícil sabe qué va a pasar, pero recuerden que históricamente las encuestas tienden a ser conservadoras y es muy poco habitual que detecten “terremotos” políticos. Por ejemplo, SONDAXE en 2015 pronosticó 11 concejales para PP, 11 para PSOE, y 1 para Lugonovo, Ciudadanos y BNG. Vamos, que muy lejos de la realidad. 

Encuesta de Sondaxe en 2015 para las municipales. Santa Lucía les conserve la vista
Las encuestas, ya saben, son lo que son. La única que vale es la de Mayo, aunque por inexacta que sea yo tendría en cuenta sus números para analizar las posturas… por si acaso.

viernes, 8 de febrero de 2019

Turismo de sangre

Podría ser de El Mundo Today, salvo porque no tiene maldita gracia.
El Ayuntamiento de Lugo ha estado lento de reflejos una vez más. Hay que copiar lo que funciona, y a la vista de que el pueblo de Totalán va a hacer “espacio visitable” la parcela donde murió Julen, el niño que tuvo a toda España en vilo durante dos semanas, estamos perdiendo el tren en el “turismo de sangre” que tanto éxito parece tener.

Imaginen lo bonita que sería una visita guiada: en este bajo José Fraiz Parga intentó violar y, al no lograrlo, asesinó a la niña María Claire Paredes de ocho años de edad; nuestro recorrido nos llevará a visitar las localizaciones en que Félix Vidal Anido, conocido como el violador del estilete, hizo pedazos la vida de las 54 mujeres a las que violó; en este punto encontraron el coche con el cadáver de a Tatiana Vázquez, asesinada por su pareja Ibrahima Nadiaye; observen la casa museo en que Emilio Pérez Vilarchao mató al periodista de sucesos Gerino Núñez Díez… 

Incluso se podrían hacer juegos tipo Cluedo con crímenes sin resolver. Se puede dar a los turistas toda la información sobre, por ejemplo, los dos asesinados en el Ceao hace ya 25 años para ver si hay suerte y pillamos de viaje a una Jessica Fletcher que nos señale al asesino en una reunión final con todos los sospechosos, ya que parece que la señora siempre resolvía los crímenes que se iba encontrando (en sospechosa abundancia) cuando estaba de vacaciones. Miren que todo puede ser.

Totalán ha abierto la veda. ¡Qué filón turístico! ¡Qué incontestable reflejo de esta sociedad enferma! ¡Qué asco!...

Entiendo que es más o menos normal sentir una morbosa curiosidad disimulada bajo un sentimiento más noble, el de interés o incluso compasión… pero de ahí a convertir en circos de tres pistas las desgracias media un abismo. ¿Qué será lo siguiente? “¡Bajen al pozo en que murió Julen!”, “¡entradas reducidas para niños pequeños!”, “¡packs con bombero y geólogo incluidos que explicarán la composición de la tierra que se le fue cayendo encima al niño!”, “¡sientan la opresión y la oscuridad que sufrió el niño de Totalán!”…

En España todo empezó con las niñas de Alcasser. No es que no hubiera crímenes horrorosos antes, es que no se les dio la cobertura mediática que en aquel momento protagonizó una vergonzante Nieves Herrero. Años después ella misma reconoció que el programa había sido un “error de pies a cabeza”. Fue asqueroso y gráfico y eso que no contaba con los medios que tenemos hoy para rellenar todos los noticiarios de medio mes con “realidades aumentadas” que, con todos sus morbosos detalles, nos hicieran entender el sufrimiento del pobre niño de Totalán.

La línea que separa la información del asqueroso aprovechamiento no es fina, para nada, es grosera, ancha como una autovía. Regodearse en detalles que no aportan más que escalofríos no sirve más que para aumentar el morbo, y aunque a amigos periodistas les he comentado estas cosas en ocasiones, me hacen callar con una incontestable realidad: las audiencias.

La culpa no es del periodista que pone la carne putrefacta en el menú, sino del público que la consume. Si uno llega a un restaurante y le ofrecen como entrantes sopa, ensalada mixta o mierda con tomate nadie puede culpar al local de servir esto último si es lo que el cliente elige, sabiendo perfectamente lo que hace. Eso sí, luego protestaremos.

He visto estadísticas de visitas a webs de un importante medio de comunicación y cómo se disparan los números cuando se trata de casos que incluyen todo lujo de detalles en cuanto a vísceras, y parece que cuanta más sangre y más repulsivo sea el tema, más personas leen, escuchan o ven el reportaje.

La culpa no es de la oferta, sino de la demanda. La culpa es nuestra.

jueves, 7 de febrero de 2019

Rubén Arroxo propone más espacios para perros

El BNG presentó su propuesta con varios destinatarios

Ayer el portavoz del BNG, Rubén Arroxo (ya saben, mi ex jefe de candidatura por un día el pasado 28 de diciembre) presentó una iniciativa interesante para los que tenemos perro, y es la de crear una serie de “espacios abiertos de convivencia” para ellos. Bueno, para ellos y para los que disfrutamos de su compañía.

Como bien dice Arroxo, “Lugo ya cuenta con varios caniles en la ciudad, pero son espacios insuficientes, de un tamaño muy reducido y cerrados”. Tiene razón. En una ciudad con unos 14.000 perros censados, es ridículo pensar que tres pequeños jardincillos, en un estado lamentable, son suficientes para el esparcimiento de mascotas y propietarios. Si además tenemos en cuenta que la ordenanza de tenencia de animales (puede verla aquí)  impide que los perros estén sueltos en todo el municipio salvo esos tres pequeños espacios, nos encontramos con una situación absurda que hay que corregir.

En algunas ciudades están buscando fórmulas que permitan el uso de los espacios según la hora. Por ejemplo, imaginen que se aprueba que a partir de las 19:00 en el Parque del Miño los perros puedan estar sueltos. Antes de que se me alarmen, hay que recordar que esa libertad es “vigilada” porque los propietarios siguen siendo responsables de lo que hagan sus mascotas, y por lo tanto si sabes que tu perro es agresivo o que no puede convivir con nadie más, no lo sueltes en ninguna parte y, por supuesto, si lo haces que sea con bozal.

Esta propuesta del BNG se podría completar con algunas cuestiones accesorias que creo que serían interesantes. Por ejemplo hacer alguna zona de “columpios para perros”, es decir, instalaciones para, sin llegar necesariamente a una de esas pruebas “agility”, poder jugar con tu perro y ayudarte a educarlo.

También sería para estudiar, creo yo, una propuesta que se podría coordinar con la Protectora (para financiarse por ejemplo), el Colegio de Veterinarios, la Facultad del ramo e incluso clínicas o el Rof Codina para dar cursos de educación canina y poner en las zonas adecuadas (caniles y espacios en que haya habitualmente perros) carteles con consejos para educar a tu mascota.

Rubén propone cinco zonas (parque tras Veterinaria, Paradai, Parque del Miño, Casás y parque de Paxariños), que yo completaría quizá con el parque del Rato, el de Marcos Cela y otras zonas verdes. De todas formas, la propuesta de espacios para perros del BNG implica necesariamente la modificación de esa ordenanza, ya que de lo contrario no se podría llevar a cabo por lo restrictivo de su redacción, así que ya puestos a revisarla yo le daría una vuelta más ambiciosa y plantearía algunas modificaciones.

Una de ellas sería la de “despenalizar” el paseo con los perros libres en zonas no urbanas. Tal y como está redactada la ordenanza no puedes dar una vuelta con tu perro suelto por el paseo de los molinos del río Mera o por el entorno de la ciudad, y eso es absurdo.

Una lectura restrictiva (lo habitual) de la ordenanza actual podría sancionar a quien suelte aquí a su perro... ya me dirán...
Por otra parte, yo también me plantearía reformar lo que afecta a transportes públicos, cosa que en su día ya dijo Ciudadanos tras meter la pata con su propuesta de prohibir a los perros subir a la Muralla. Según la actual ordenanza solo los taxis (y de entre ellos los que estén adaptados para tal fin) pueden transportar mascotas. En Madrid, por ejemplo, se puede ir en Metro con tu perro, aunque con ciertas limitaciones (vagones determinados, con correa…) que se podrían extrapolar a Lugo. ¿Qué problema hay si nos dejaran subir a la parte de atrás de los buses con nuestro perro (siempre que no vaya saturado, claro)? Se podría probar a hacer eso en líneas concretas (las que van a lugares habituales de paseo) y si funciona la cosa extenderlo… y si no, se elimina, dependerá de lo que la responsabilidad o irresponsabilidad que demostremos los propietarios de perros.

Al final no se trata de regular lo que hacen los animales, que son lo que sus compañeros queramos que sean (cada vez que escribo “dueños” se me hace raro, porque no nos considero propietarios de nuestros perros sino afortunados compañeros), sino lo que hacemos nosotros con ellos. La convivencia es una mera cuestión de educación.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Hay motivos para preocuparse por VOX


El sábado fui invitado a una reunión de VOX en Lugo. Acudí movido más por curiosidad que por interés, ya que la tendencia parece que los encamina a los Plenos y es prudente ir conociendo lo que puede venir. Curiosamente de mi ciudad no se dijo ni una palabra, salvo que la lista sería “democráticamente decidida desde Madrid”, sorprendente contradicción aceptada porque es un partido con “orden y disciplina”.

De VOX solo sabía lo que dicen los medios de comunicación y, si les soy sincero, iba con la idea previa de que lo que leemos es una caricatura exagerada de un partido para hacerlo parecer cercano a la ultraderecha. Me equivoqué, lo que recoge la prensa es la punta del iceberg.

En la reunión me sentí como si estuviera en una cervecería de la Alemania de los años 20. Si cambiamos “judíos y comunistas” por “moros y podemitas” el discurso se podría confundir con el que llevó a Hitler a la cancillería alemana. Temas como una conspiración mundial orquestada por la masonería, la persecución de la civilización occidental, la destrucción intencionada de la familia “natural” y la convicción de ser herederos de un Dios “ordenado” que si nos separó por continentes y razas “por algo lo haría” fueron argumentos que, lejos de sonrojar a quien los pronunció, eran emitidos con fanática convicción, reforzada con una navaja puesta ostentosamente sobre la mesa para simbolizar no sé muy bien lo qué… y todo ello enmascarado tras un cierto sentido común.

Ese es el problema: lo más terrible de VOX es que su discurso es creíble. Combinan con habilidad medias verdades, disimulando contradicciones, añadiendo datos exagerados y mitos sociales… pero también dicen tristes realidades que dan credibilidad a todo lo anterior. Es el secreto de que se compre su discurso. En un país con las pensiones en peligro a quienes se llevan dinero en sacos se les trata de usted (Jordi Pujol es el mejor ejemplo); se diferencian los derechos de la gente según su comunidad autónoma de residencia; se regula la gravedad de un delito en función de si su autor tiene pene... en esta España en que enarbolar la bandera nacional es considerada una provocación que justifica un insulto o una agresión hay caldo de cultivo para este tipo de pronunciamientos.

Los demás partidos le están haciendo una gran campaña a VOX. Entre todos nos han convencido de que es de fascistas creer que la educación o la sanidad han de ser iguales en toda España, querer regular la inmigración o, el colmo de una nación, es de fachas sentirse español. El efecto rebote es que muchos piensan “pues debo ser fascista así que apoyaré a VOX”. Están echando a la gente a los brazos de la ultraderecha como antes los encaminaron a Podemos, partidos que dan diagnósticos certeros que reflejan el hastío de la gente pero tras los que esconden recetas delirantes y contradicciones insostenibles.

VOX es también la obvia reacción a Podemos, pero por la senda equivocada. La extrema izquierda no se combate con extrema derecha. Ambas tendencias conducen a un destino común: la dictadura. Hemos de estar vigilantes. Nos lo advirtió Edmund Burke cien años antes de que aparecieran el nazismo y el comunismo: “Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”.

NOTA:
Como saben los habituales del blog, recojo en él las publicaciones que firmo tanto en El Progreso como en La Voz de Galicia. Por un error, en esta ocasión el artículo no se corresponde con el que se ha publicado hoy en La Voz (por una vez la versión blog es más reducida jejeje). Así que por si tienen curiosidad les dejo el enlace al que salió en el periódico.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 6 de Febrero de 2019

Saludos.

martes, 5 de febrero de 2019

Zanjas y restos de accidentes como parte del paisaje urbano en Lugo

Esta zanja de la Avenida de la Coruña va camino de ser un resto arqueológico.
La desesperante lentitud en el ritmo de reparaciones, arreglos y demás en Lugo es ya una cosa tan habitual que no nos extraña. Estos días está siendo muy comentado un cartel que alguien puso en la Avenida de la Coruña que, salvo porque contiene una grosería inaceptable, ha tenido mucho éxito de público y crítica. No lo incluyo en este artículo porque no me parece de recibo insultar a nadie, y no creo que haga falta para tener razón, más bien al contrario.

Pero el contenido del cartelito de marras es correcto. No se puede tardar un mes en cerrar una zanja, y más cuando aparentemente no se está trabajando en ella. Ese factor nos puede sugerir que o la obra no se ejecuta por razones desconocidas, o se ha terminado y la zanja no se cierra. Bueno, las zanjas he de decir porque a la del cruce de Avenida de la Coruña con García Abad hay que añadir otra en el inicio de la misma avenida, en el cruce con la Ronda de la Muralla, y según tengo entendido hay más situaciones similares en toda la ciudad.

Lo de las tuberías al aire, alguñas señalizadas como de gas, no lo veo claro...

¿Hay relación entre la parálisis de la policía, en permanente conflicto con el Gobierno Local, y este tema? ¿Acaso la falta de permisos que están paralizando todas las obras de Lugo afecta también a las que hace el propio Ayuntamiento?

Esta foto es del 21 de enero. Hoy siguen los mismos trozos de la valla tirados en el mismo sitio... apoyados en nuestro principal monumento.

Se observa dejadez incluso en cuestiones que no necesitan más que una persona con una furgoneta para evitar dar una sensación de que todo les importa un pimiento. Hace ya más de dos semanas que un accidente en la Ronda de la Muralla con la calle del Teatro rompió la barrera que protege a los peatones en ese cruce… y los trozos que por allí quedaron siguen sin ser recogidos, apoyados, para mayor fantasía, en la propia Muralla de Lugo, Patrimonio de la Humanidad. Ya no pido que arreglen la valla durante la misma semana o, ya puestos a soñar, el mismo día, pero de ahí a que durante una quincena tengan sus restos tirados contra nuestro principal monumento…

Lugo está patas arriba. La gestión diaria es nula y la ciudad está cada vez más sucia (desde la huelga de Urbaser aún no nos hemos recuperado) más descuidada y más degradada.

lunes, 4 de febrero de 2019

La Muralla se tiñe de esperanza




Ayer, a pesar del intensísimo frío que hacía, unas cuantas personas (más bien poquitas, la verdad) nos reunimos para ver la Muralla teñida de verde en homenaje al Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer que hoy se celebra. Una visión muy peculiar de nuestra querida Muralla en recuerdo de una lucha en la que todos hemos perdido soldados ya que familiares y amigos nos han sido arrebatados por esta enfermedad.

Yo, que como saben soy crítico con la gestión de la AECC en Lugo, acepté gustoso su invitación para participar en este acto porque creo que hay cosas que están por encima de los desacuerdos. Estoy convencido de que los asociados (y yo soy uno de ellos) de cualquier entidad de estas características no necesitan que nadie les convenza de sus fines, pero también que tenemos la obligación de mantenernos vigilantes para evitar problemas que, precisamente, enturbien el destino de los esfuerzos.

En Lugo sigue sin respuesta todavía mi artículo del año pasado sobre los abrigos de alta gama donados por un gran hombre, Emilio Eiras Mouriz, cuando cerró la archiconocida peletería Jañez. Tampoco he recibido noticia alguna de las trabas que parecían ponerse a los voluntarios que quería participar y que fueron recibidos con alegría y agradecimiento en “Somos unidos contra el cáncer”. Es extraño que, además siendo socio de la AECC, nadie haya dado respuesta a estas dudas.

El problema de muchas asociaciones y entidades benéficas no es que alguien discuta la nobleza de sus objetivos, sino que bajo ese paraguas de bondad se han ocultado muchas veces personas que solo buscan su beneficio personal. A todos se nos vienen a la cabeza los escándalos de desviación de fondos de Cruz Roja en Sierra Leona, los de los abusos sexuales protagonizados por miembros de OXFAM, o las “lagunas financieras” de los años 90 que obligaron a dimitir al director general de la AECC.

Todas las entidades tienen que ser limpias y transparentes, pero más aún las que recurren a nuestra voluntad, a nuestra bondad, y a conmovernos para que nos rasquemos el bolsillo. Nadie puede pretender que estas organizaciones no usen dinero, es casi imposible, pero sin duda alguna los escándalos hacen que te replantees seriamente si metes o no el euro en la hucha.

Es sorprendente que no se cumpla la legislación que obliga a las asociaciones que se financian con subvenciones públicas a publicar sus cuentas. En mi opinión tendrían que poner el destino de cada céntimo, ya que no deja de ser dinero de todos, aunque también, siendo sinceros, habría que pedir la misma transparencia a las administraciones y, a pesar de sus buenas palabras, no son capaces de hacerlo.

Sin embargo la Muralla se tiñó ayer de verde por una buena causa, y el verde es esperanza, así que seamos positivos y pensemos que tarde o temprano todas estas preguntas tengan respuesta y que los ciudadanos llegaremos a saber a dónde van nuestros dineros. La esperanza es lo último que se pierde.

viernes, 1 de febrero de 2019

Las siglas de Martínez a precio de saldo

Manuel Martínez y Darío Campos. No estoy seguro de si era en el momento de una de sus rupturas o de sus reconciliaciones. Uno ya se pierde... Foto: El Progreso
A riesgo de parecer el CIS y hacer predicciones alocadas basadas más en pálpitos que en realidades, he de decir que no preveo un buen futuro para las siglas, todavía no reveladas, de la agrupación que encabeza Manuel Martínez, el rebelde alcalde de Becerreá cuya intermitente pertenencia al PSOE nos ha dado muchos titulares en este mandato que en unos meses sometemos al examen de las urnas.

Estos días nos enteramos de que el “diputado no adscrito” ha registrado el nombre de su partido político ante notario, pero no se ha revelado cuál es, y que ofrece las desconocidas siglas a “cualquiera” que las quiera, las tiene en oferta a precio de saldo, en un arranque de generosidad poco compatible con las bases ideológicas de una agrupación política. Tanto le vale que sus candidatos a la alcaldía de Lugo vengan del PP, como del PSOE, Podemos, la Falange Española o el Partido Comunista Andalusí, lo que nos da una idea bastante aproximada del interés que tiene por la ciudad: ninguno.

Es bastante evidente que la marca Martínez pretende única y exclusivamente tener los votos necesarios para volver a entrar en la Diputación, pero ahora fuera del PSOE, y a poder ser lograr la llave de la mayoría absoluta, con lo que estaría cuatro años sometiendo al gobierno provincial de turno a sus caprichos y al humor con el que se levante cada día, y que ha demostrado ser “mobile, qual piuma al vento”.

Quienes se asocien a Martínez van a tener que asumir que no serán una candidatura “independiente” como él asegura, sino una candidatura “instrumental”. Simplemente van a ser un peldaño en que se apoyará para subir a la gloria de una Diputación que ansía y, al día siguiente de que le elijan como diputado si se da el caso, se convertirá en un Saturno que si tiene que devorar a sus hijos lo hará sin pestañear. Si ya lo hizo con el PSOE, dos veces, ¿cómo esperar que no lo vaya a hacer con otros?

Lugo le importa a Martínez lo mismo que me importa a mí Alicante: no puedo decir que me importe un pimiento (porque es parte de mi país) pero tampoco es que me levante por la mañana preocupado por cómo irá la cosecha de almendra para hacer turrones.

¿Qué puede ofrecer Manuel Martínez a quien se asocie a su lista? Probablemente una mínima repercusión mediática pasajera, los votos de unos pocos cabreados del PSOE (que, creo yo, que dirigirán sus votos a opciones con más posibilidades de que valgan de algo o, directamente, se quedarán en casa) y quizá dinero para la campaña, aunque esto último hay que revisarlo porque lo de la financiación de las elecciones es harina de otro costal. ¿Qué pide a cambio? No mucho: la Diputación de Lugo.

Habrá que ver si consigue completar una lista de 28 nombres (25 titulares y 3 suplentes), porque no es tan fácil como puede parecer en un principio. Y una vez que los tenga me encantaría hablar con ellos para saber por qué no han montado su lista por libre en lugar de atarse a quien ha practicado una política de bandazos cuyo interés supremo parece bastante alejado del bien común. Curiosidad pura y dura.