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jueves, 28 de febrero de 2019

Por un acceso libre y gratuito a la Catedral



Hemos pagado entre todos la restauración de los frescos de la Catedral. Ahora no nos pueden cobrar entrada por verlos.
Nós non imos cobrar nunca para entrar ao corazón da catedral, onde está o mais característico, centrado arredor do Santísimo Sacramento. Non imos cobrar ni para entrar a rezar, nin para ver o altar maior, nin para todo o que é a nave central”. Lo decía el señor Obispo de Lugo hace unos meses, descartando la posibilidad de cobrar entrada a la Catedral, salvo lugares muy específicos.

Siempre recomiendo ir a ver el Museo Diocesano, que tiene piezas asombrosas, y si el clima lo permite también subir a los tejados. Gastarse 10 euros en visitar el museo y las cubiertas, partes no abiertas al público habitualmente, de una Catedral como la nuestra no me parece caro. Es lo que cuestan dos copas (o una, depende del garito) y deja menos resaca y más cultura en el cuerpo.

Lo que ya no me parece tan lógico es cobrar por entrar a la Catedral en sí, y tampoco se lo parecía al señor Obispo, al menos hasta hace unos meses. Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo pero ahora la intención parece que es subarrendarles las catedrales convirtiéndolas en parques temáticos, y si creen que exagero miren el caso de Santiago.

¿Cómo distinguirán a la gente que entra a rezar de la que entra a curiosear? ¿Por la ropa que visten? ¿Obligarán al fiel a recluirse en una capilla como la de San Froilán mientras el Altar Mayor y el de Nuestra Señora de los Ojos Grandes se reservará para los visitantes “de pago”?

Además, hablamos de edificios en que el Estado ha invertido muchos millones sin exigir a cambio condiciones como, por ejemplo, la exposición gratuita del resultado de las actuaciones. Entre todos hemos pagado por la restauración de los frescos de la Catedral de Lugo y la limpieza del monumento, así que es más que discutible que ahora se nos cobre por entrar.

¿Y qué pasa con los guías profesionales? ¿Tendrán que pagar entrada para hacer su trabajo? ¿Se exigirá a sus grupos contratar otro guía “de la Catedral” para poder visitarla? ¿Tendrán que aumentar el precio de la visita a la ciudad con una entrada más o se les obligará a reducir sus ya escasos márgenes?

La Catedral no es un edificio más, es un Patrimonio de la Humanidad, un templo del Camino Primitivo de Santiago, un lugar emblemático para nuestra ciudad, y si bien es lógico que se busquen opciones para financiar sus gastos como puede ser el cobro de visitas guiadas o de entrada a partes reservadas, el acceso general tiene que ser libre y gratuito. Como a la Muralla.

Artículo publicado en La Voz de Galicia del 28 de febrero de 2019

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