El domingo algunos aprovecharon para hacer de las suyas. La impunidad es la norma del día. |
Lugo vivió el domingo una jornada de fiesta deportiva, coronada por la victoria de nuestro equipo, que mantiene así las esperanzas de seguir en segunda en la temporada que viene. El centro estuvo repleto y daba gusto ver las calles y los locales a rebosar de gente disfrutando de una sana camaradería entre aficiones. Incluso había proyectado instalar una pantalla gigante en Santa María, como ya se hizo hace algunos años, aunque las agoreras predicciones meteorológicas, que finalmente no se cumplieron, nos hicieron desistir, lo que fue una pena.
Pero siempre tiene que haber quien fastidie la alegría, y aunque esta vez libramos quizá para otra ocasión no tengamos tanta suerte. Ver a un energúmeno subido a la Fuente de San Vicente de la Plaza del Campo poniéndole bengalas y haciendo el ganso en el monumento nos trajo a todos a la memoria la reciente ocasión en que la estatua se fue al suelo por una acción similar. Costó unos cuantos miles de euros repararla, y muchos miles de euros más restaurar el conjunto, un pedazo de historia local que se descuida cuando más hay que protegerla. Solo una buena multa parece escarmentar a quien demuestra tan poco respeto por nuestra historia y patrimonio común.
La instalación de cámaras en la Plaza del Campo y en otros lugares emblemáticos no es una buena solución, pero parece que es la única que podemos probar para disuadir a los gamberros de dar rienda suelta a sus memeces. A quienes aseguran que es una violación de nuestra intimidad me gustaría explicarles que una cosa es que la policía tenga unas imágenes a las que recurrir si ocurre algo, cosa que a nadie le debería molestar, y otra dar nuestros datos personales a compañías privadas, cosa que incluso estos críticos hacen todos los días con sus teléfonos móviles de última generación. Reflexionen sobre eso.
En cuanto a lo que pasó el domingo, también debemos hacernos todos una serie de preguntas de sentido común: ¿Dónde estaba la policía local? ¿Dónde las vallas de protección que se hacen necesarias visto lo visto? ¿No les vale con que se tumbase y se rompiese al santo en una ocasión? ¿Tendrá que haber un accidente más grave para que se tomen las medidas de sentido común?
Esto es lo que pasó otra de las veces que algún gracioso se subió a la fuente a hacer el indio. Hasta que le caiga encima a alguien no se hará nada. |
Artículo publicado en El Progreso del 21 de mayo de 2019
Ya te explicaron ayer que la policía Nacional es la encargada controlar la llegada, seguimiento hasta el estadio, e incluso la salida. Con esto no quiero defender a la policía local de Lugo, que son una banda de barrenderos con pistola.
ResponderEliminarDisculpe pero creo que se confunde. A mí nadie me explicó nada, y aquí no hablamos del seguimiento al Estadio sino de una cuestión de puro sentido común como vallar la fuente cuando se prevén problemas (véase lo que se hace en Madrid con la Cibeles) o de poner cámaras de vigilancia, una competencia municipal.
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