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viernes, 18 de octubre de 2019

Noticias morbosas: la culpa es de todos

Vemos que estos días algún medio lucense le dedica páginas enteras, con entrevista incluida, a delincuentes locales como el imbécil de la tarta o el psicópata del Audi. En su día recriminé a un amigo de otro medio la cobertura que, por su parte, hizo ese periódico del asesinato de Tatiana Vázquez porque me parecía demasiado morbosa. Son dos ejemplos de un tipo de noticias cuya difusión no comprendo y que creo que moralmente son cuestionables… hasta que te enseñan los datos de audiencia, que multiplican con mucho a cualquier otra y te hacen callar, porque la ética, por desgracia, no da de comer.

Los medios de comunicación son empresas, y como tales la mayor parte toman sus decisiones basándose en dos cosas: audiencia y beneficios. En el fondo son la misma cuestión, ya que lo segundo va inextricablemente ligado a lo primero. Cuantos más ejemplares vendas más alcance tienes y, por lo tanto, más publicidad puedes colocar, y la responsabilidad es una gran cosa, pero también un lujo que a veces el público no permitimos (la primera persona es intencionada).

Sí, el público también tenemos gran parte de culpa, si no toda. La lógica implacable del balance anual hace que en ocasiones se den páginas y minutos a noticias que realmente no son más que el reflejo de lo peor de nuestra sociedad… pero que venden. Si los programas de cotilleos en que las marujas de alto nivel se pasan la tarde gritándose entre ellas no tuvieran el porcentaje de seguidores que tienen, no serían rentables y dejarían de emitirse. Si las noticias más morbosas, con los detalles más sanguinarios y asquerosos no fueran las más leídas no se les daría tanta relevancia porque no venderían periódicos… pero lo hacen.

Es más fácil echar la culpa a la cadena o al periódico que asumir la propia. Estamos en esta sociedad en que no hay mayor valor que escurrir el bulto y cargar con la responsabilidad a otros porque nosotros somos unos pobres corderitos inocentes y bien intencionados que solo pasábamos por allí. Pues no, eso es mentira.

Es una responsabilidad compartida. La del medio de comunicación que difunde la noticia basura y la del consumidor que la devora como si fuera maná. Alguien tiene que romper el círculo vicioso, pero no se hará porque siempre quedará prensa que distribuya porquería y un público muy numeroso que la quiera, que la busque, dándole a ese medio la audiencia que se traduce en los euros que necesita para sobrevivir. Es la selección natural de la noticia y nosotros somos partícipes del repugnante chiringuito.

No se crean que esto es una defensa a ultranza de emitir o imprimir cualquier cosa por el hecho de ser rentable o porque el público lo demanda. Hay que buscar un equilibrio que ahora está claramente roto en favor del "todo vale", pero tampoco se trata de implantar la censura o pedir el regreso de la Santa Inquisición. La palabra clave es "autocontrol", y quizá se puedan dar ciertas noticias pero explicando un poco más las consecuencias para todos. Si un imbécil agrede a un profesor, quizá dar más cancha al tonto que a otro chaval que tiene un exitoso canal de crítica literaria no sea el camino.

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Quién es el verdadero responsable? ¿Somos nosotros, los consumidores, los que marcamos la tendencia o asumimos que la masa es borrega y traga con lo que le ponen delante? Porque esto último es difícil de aceptar desde que la televisión tiene más de dos canales. Si no quiere usted ver a verduleras dándose de hostias dialécticas, cambie de canal y ponga otra cosa… pero confiéselo, es que sí quiere verlas, así que no eche la culpa a la cadena.

Usted tiene la culpa. Todos la tenemos.

1 comentario:

  1. El Progreso ha cerrado los comentarios en la noticia pero nos queda tu bloc y el face Para deciles que es un asco lo que hacen

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