Estos días hemos visto varias cuestiones relacionadas con las diferencias entre ambos sistemas, pero nos falta el más importante de todos, el de la legitimidad. Quienes proponen un sistema republicano se basan principalmente en un argumento muy válido y lógico: la democracia no es compatible con que una persona sea Jefe de Estado por haber nacido en determinada familia. Si además tenemos en cuenta que la propia Constitución Española establece una desigualdad de sexo inconcebible hoy día (si no fuera así la Infanta Elena sería hoy la Reina Elena) el argumento se refuerza más todavía, dando una sensación de institución trasnochada.
Pero la legitimidad de la Monarquía en España y del actual Rey Felipe VI no se la da el haber nacido hijo de Juan Carlos I y Sofía, se la da la Constitución Española. Nuestra norma fundamental establece esa forma jurídica para el Estado y cuela una reminiscencia de otras épocas dándole la mayor legitimidad a la Monarquía y a la Corona de Felipe VI.
“Es que no se podía elegir, o votabas sí o no a todo el conjunto”, dirá un lector inteligente que quiere apostar por la República. Pues sí, tiene razón, pero es que tampoco preguntaron por separado si queríamos Comunidades Autónomas, si nos gusta más el Tribunal Constitucional que un sistema de jurisprudencia al estilo anglosajón, si creemos que el Senado tiene sentido en un país como el nuestro, si el Presidente lo eligen los diputados o nosotros directamente… Hay tantísimas cosas que no nos han preguntado que es llamativo que se centren únicamente en ésta.
La Constitución de 1978 fue un admirable equilibrio en una época difícil. Se llegó a un consenso en que nadie estaba totalmente satisfecho pero tampoco nadie estaba totalmente insatisfecho. Los comunistas abrazaron sorprendentemente la Monarquía y los franquistas tragaron a regañadientes con un sistema democrático que les escocía tanto como a los otros la Corona (probablemente más), y ahí seguimos.
¿Tiene hoy día sentido la Monarquía? Sí, claro que lo tiene, o al menos no tiene menos lógica que hace cuatro décadas cuando se reinstauró democráticamente. ¿Le gusta a todo el mundo? No, por supuesto que no, pero les vuelvo a recordar que hay mucha gente a la que no le gustan las Comunidades Autónomas y se las tienen que comer… salvo que quieran cambiarlo y la propia norma recoge el camino para hacerlo. Si quieren suprimir la Corona no hay que hacer un Referéndum, sino una reforma constitucional siguiendo lo previsto en el Título X. Es posible y es viable, así que si tan convencidos están, a ello.
No van a tener mejor momento que éste, en que la Monarquía está en horas bajas por culpa de Juan Carlos I “el Campechano”, al que ahora se une el título de “el escondido”, algo vergonzoso para la Corona y para España. Que haya sombras de dudas sobre su patrimonio, su ocultación a la Hacienda Pública del mismo y el cobro de comisiones ilegales es gravísimo. Que tome las de Villadiego y se largue de España es peor aún. Vería lógico que abandone el Palacio de la Zarzuela y que se vaya a otro sitio, pero no que deje el país del que ha sido monarca 40 años, ni es lógico ni es estético.
No hay a día de hoy ninguna acusación formal contra Juan Carlos I, y por lo tanto puede hacer lo que le venga en gana, pero no queda bien que se marche cuando estos temas están todos los días en la prensa. Nos importaba poco si tenía “amigas”, con esa complicidad que tenía con la sociedad española del amigo ligón, pero de ahí a “distraernos” impuestos media un abismo. Ahora sí que se ha equivocado. Y de qué manera.
Poner ahora mismo en tela de juicio la Monarquía es lícito. Es un intento de legislar en caliente como tantas veces nos decían que no se debía hacer, pero allá ellos. Sí es cierto que choca un poco que los mismos que defienden la huída de Puigdemont (ese sí se escapó) y que hablan de “juicios políticos” a separatistas e incluso a terroristas, se pongan ahora tan exquisitos y hablen de la “huída” de Juan Carlos I, un señor que puede ir a donde le venga en gana, pero no olvidemos que ese “señor” ha sido nuestro Rey cuatro décadas así que tiene cierta lógica no medirle por el mismo rasero porque incluso la Constitución dice que él va por libre.
Pero claro, ese comportamiento ha provocado este lógico debate aunque no se ha permitido abrir el de si las Comunidades Autónomas tienen razón de ser cuando nos enteramos que el “España nos roba” de Pujol era una maniobra de distracción para llevarse, presuntamente, las sacas de dinero a Andorra, o de que en Andalucía el PSOE se gastaba en putas y coca cientos de millones que se suponían para los parados. Ya puestos a abrir debates, podríamos aprovechar para abrirlos todos.
Así que en resumen: ¿Monarquía o República? Personalmente me resulta bastante indiferente. ¿Creen que verdad nos cambiaría la vida pasar a un sistema republicano? En esa tesitura yo optaría por seguir como estamos. Es más barato, en la práctica las funciones son similares, y además creo que la Monarquía tiene un “je ne sais quoi” que da prestigio (al menos los días que no pensamos en meterlos en el trullo) y que hace rabiar a los americanos a los que, en el fondo, les da envidia la Historia de la vieja Europa a la que dicen despreciar. Eso sí, que los que la llevan se curren un poquito más la Corona y se dejen de tanta obsesión por los euros, que aunque sus caras salen en las monedas, no son suyos.
Así que usted reconoce que "la democracia no es compatible con que una persona sea Jefe de Estado por haber nacido en determinada familia" pero quiere mantenerla como tradición para "hacer rabiar a los aericanos".
ResponderEliminarUn argumento verdaderamente pobre por su parte, que denota desprecio a la democracia y un cierto complejo de inferioridad.
Más parece una defensa de la república que otra cosa... para lo que no hacía falta escribir tanto.
Si se fija ese argumento no es mío sino de los republicanos. Así que yo no "reconozco" tal cosa, sólo digo que es un razonamiento válido y lógico.
EliminarLa comprensión lectora es algo importante antes de meterse a comentar cosas. Leer los párrafos completos es tan importante o más.
Por último si pretende reducir mi postura a que "rabien los americanos" es una forma de tergiversación como otra cualquiera pero vamos, es falso.
Un saludo.