Toca arremangarse y ponerse a trabajar en serio. |
Se acaba el verano, y nos vemos ya inmersos en esta “nueva normalidad”, que tiene más de nueva que de normalidad. Con la llegada de septiembre se plantean muchas interrogantes: ¿Qué va a pasar con los niños en los coles? ¿Seguirán cerrando empresas día tras día? ¿Mantendrá el Ayuntamiento de Lugo su empecinamiento con el desastroso carril de la Ronda? ¿Continúan los planes absurdos para crear bañeras colectivas?
Si les soy sincero veo que en general nuestros dirigentes se están tomando esto muy poco en serio, y sorprendentemente cuanto más cercana es la administración menos parecen dispuestos a plantearse que las cosas han cambiado, probablemente para mucho, mucho tiempo.
Pretender que el 1 de septiembre comience sin incidentes un nuevo curso sin haber hecho los deberes previos es de una candidez pasmosa y una irresponsabilidad absoluta. Ha pasado el verano y todo el mundo se lo ha tomado con la pachorra habitual de nuestra ciudad, sin que sepamos qué medidas se plantean para un futuro inmediato en que no es que se pueda prever un rebrote, es que estamos metidos de lleno, y eso estando todo a medio gas. La que se va a liar la semana que viene va a ser épica, empezando por el tráfico.
Aunque ya sea bastante tarde, sería necesario que el Ayuntamiento hiciese un esfuerzo por mover el culo por una vez en su vida y se arremangase aprovechando esta difícil situación para hacer el replanteamiento general de ciudad que necesitamos como agua de mayo. Han de terminarse las tonterías, los gastos innecesarios, las campañas absurdas, los despilfarros continuos y las iniciativas propagandísticas y decorativas. Necesitamos un liderazgo claro y decidido, con acciones positivas y reales, porque vienen tiempos muy oscuros y las habituales notas de prensa cargadas de demagogia y las buenas palabras no nos van a solventar nada. Toca trabajar, y trabajar duro además.
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