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lunes, 21 de septiembre de 2020

No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza

 


Esto es un blog, un diario, y como tal en él expreso mis impresiones e incluso en ocasiones mis sentimientos. Los míos no los de ninguna entidad ni asociación, sea yo miembro o presidente de alguna (sí, hablo del Senado y de Lugo Monumental). Hoy no me resisto a publicar aquí algunas cosas que escribí en Facebook el fin de semana, presa de la tristeza y la desesperación. He cambiado un poco la redacción de algunas cosas para dar una coherencia al conjunto pero en esencia es lo mismo, y me temo que seguiré sintiendo lo mismo durante mucho tiempo… y a mí ni siquiera me va a la cartera directamente, no sé cómo lo soportan los afectados en primera persona.

Cuando ves a personas adultas llorando porque se pone en peligro su medio de vida por la soberbia y la cabezonería de los "líderes" de las mismas administraciones que deberían velar por sus intereses se te cae el alma a los pies.

Cuando encima esos "líderes" tienen la osadía de sacar pecho y decirte los muchos desvelos que sufren por la gente mientras están haciéndonos la puñeta, entre otras cosas porque solo escuchan a los pelotas y a quienes pueden controlar o comprar te desesperas.

A veces pienso que no hay solución. Que esta ciudad no va a poder salir del pozo porque al mismo tiempo que se niega a la gente honrada ganarse su pan se gastan nuestros dineros en edificios que no saben ni para qué se van a usar y en barrios nuevos mientras el resto se caen en pedazos.

La política puede ser algo maravilloso cuando se piensa como servicio público. Cuando es un fin en sí mismo es un asco, y es lo que sufrimos en Lugo desde hace mucho tiempo con honrosas y puntuales excepciones.

Deberían recapacitar y corregir, pero no lo harán. Se refugiarán tras los parapetos de la administración, que se llaman "técnicos" y tragarán con sus ruedas de molino a pesar de que el sentido común y las pruebas indiquen que es un disparate cerrar una calle al tránsito peatonal innecesariamente. Se creerán esa milonga de que es imposible poner una puñetera pasarela a pesar de que se ha hecho en Lugo en decenas de calles y en situaciones mucho peores.

Y no lo harán por estupidez, ni siquiera por maldad, sino por algo peor, por cobardía. Por no querer ver la realidad y por esconderse para no afrontar una realidad que les supera y no saben cómo ayudar a controlar.

La situación global es terrible pero sólo se pide una cosa a la administración: no nos estorben. No parece mucho pedir.

“Tendrán que escucharos” nos dice mucha gente. El problema es que ya nos han escuchado pero se hacen los sordos. Saben con detalle cuál es el problema pero les da igual. Lo reducen todo al juego político, a "eso es competencia de los otros" como si hubiera dos gobiernos, y "los otros", con esa soberbia del nuevo rico que ejerce un poder para el que no está preparado, ignoran los problemas ajenos porque desde su recién adquirida altura ven todo plano. Y hagan lo que hagan seguirán cobrando sus sueldos, que pagamos todos porque han conseguido su único objetivo, el poder.

La decepción no puede ser mayor. Algunas de las personas responsables de lo que está pasando llegaron al Gobierno Local y, aunque sinceramente yo no les voté, pensé que harían las cosas de otra manera.  Sí, hablo del BNG. Fue al revés, se apuntaron de inmediato a la política de la foto y la nota diaria y de la imagen en vez del trabajo. Por su parte quien debe dirigir el cotarro, el PSOE, está más pendiente de aprobar los presupuestos y no cabrear a su socio que de corregir lo que saben perfectamente que es una barbaridad. ¿Y la Oposición? La digna Oposición está a por uvas, buscando un hueco junto a los nuevos líderes donde hacerse la foto y ser los sustitutos de esta política de chichinabo en la que estamos instalados. 

Personalmente creo que desear gobernar para hacer cosas por tu ciudad es un fin no sólo legítimo, sino incluso noble. Pero no sé qué les pasa a las personas que cuando lo alcanzan lo usan, no hacer las cosas bien, sino para dispararlo como arma contra todo el que se atreva a decir que el emperador está desnudo. Pues no sólo está desnudo, el emperador se mea en nosotros y aunque digamos que es orina encima nos exige que digamos que llueve.

Habitualmente soy crítico, pero es la punta del iceberg. Estos días han superado mis peores temores. Escuchar a un concejal decir a una persona a la que están obligando a cerrar "es que ese no es mi problema" me revuelve el estómago. Y me ha pasado estos días en la Plaza de Abastos, en un edificio municipal, propiedad del Ayuntamiento al que todos pagamos nuestros impuestos y del que esperamos que, al menos, tenga un mínimo de decencia.

La culpa también es de quienes lo aceptan. Y por una vez no sólo son los partidos políticos que aúpan a quienes no tienen más méritos que ser los perros falderos del líder de turno, sino también de los cobardes que, dentro y fuera de los partidos, aplauden decisiones que saben incorrectas porque no quieren perder la oportunidad de ser los siguientes en recibir las ventajas que saben que no merecen. Y así hemos llegado hasta aquí.

No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza.


4 comentarios:

  1. La plaza de Abastos es accesible desde varios frentes, ¿En qué unas obras de peatonalización obligan a cerrar a un comerciante?

    Como ciudadano afectado directamente por el cierre realizado, entiendo perfectamente la necesidad de hacerlo si de aquí a 1, 3 o 5 meses la habitabilidad del entorno será mejor para todos.

    No solo eso, si no que me da la oportunidad de recurrir a calles por las que habitualmente no pasaba, como la que da la vuelta al convento de Santo Domingo, con una plaza maravillosa.

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    1. Pruebe a ir con silla de ruedas desde Quiroga Ballesteros y después me habla de accesibilidad.

      En cuanto a lo de "como ciudadano afectado" su anonimato no permite saber si es uno de los que han tomado estas decisiones a espaldas de los realmente afectados.

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    2. Afectado por residir en la zona, no tengo potestad alguna para decidir.

      Tu argumento era que el comerciante debía cerrar por las obras, ahora el problema es la silla de ruedas.

      En cualquier caso, estamos de acuerdo en que es problemático para una silla de ruedas rodear desde Quiroga Ballesteros si quiere bajar a pza. Soledad, nadie lo niega, es un rodeo importante para cualquiera con mobilidad reducida.

      No es, sin embargo, la continuación de tu argumento, si no un giro a un terreno más favorable, aparentememte.

      PD: si no te gustan los comentarios anónimos, puedes prohibirlos en el blog, en vez de acusar de hacer uso de una característica que tú mismo permites.
      Por otro lado, dejar mi correo electrónico no daría mayor información, excepto para que un bot lo recopile y me envíe spam.

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    3. Relaciona usted dos temas diferentes.

      ¿Dónde pone que la persona a la que obligan a cerrar es por las obras? Relato dos sucesos ilustrativos de la actitud de nuestros próceres.

      En cuanto a lo de los anónimos, no los impido pero sí entenderá que su condición de afectado se pueda poner en entredicho.

      En cuanto a la preocupación por sus "datos", Google sí sabe quién es usted por muy anónimo que se crea.

      En fin, negar lo evidente, la táctica más habitual. Vaya a la Plaza y pregunte si exageramos a ver qué le dicen.

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