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jueves, 29 de julio de 2021

El escaso seguimiento de los Plenos municipales de Lugo

Las lámparas del salón de plenos iluminan temas lucenses con menos frecuencia de la debida

Hoy toca Pleno en el Ayuntamiento de Lugo. Se retransmiten en directo por Internet en el canal de Youtube municipal, aunque su éxito es más bien discreto. Los últimos cuentan con alrededor de un centenar de visualizaciones, entre otras cosas porque son un coñazo bastante soporífero y habitualmente ya sabemos lo que se va a decir antes de que cada uno de los portavoces abra la boca.

Yo antes los veía. Tenía de fondo en el trabajo el Pleno, que escuchaba con unos auriculares como otras personas tienen puesta la radio. Reconozco que le hacía poco caso salvo algún momento puntual en que una frase me llamaba la atención, pero también les diré que hace ya tiempo que no los sigo, y eso es mucho decir para una persona tan pendiente de Lugo como soy. Es más, me interesa en sí mismo el funcionamiento de todo esto, y en mi época de estudiante en Santiago iba a los plenos municipales y no me perdía casi ninguno del Parlamento de Galicia. El entonces jefe de gabinete del Presidente, don Luis Cordeiro, con la amabilidad que le caracterizaba me había habilitado un pase permanente del que hice buen uso.

Con tanto interés entonces, ¿por qué ese desapego al foro donde se supone que se debaten las cuestiones que más interesan a los lucenses? Pues porque no dicen nada nuevo. El Pleno se ha convertido en un cruce de monólogos en que cada cual suelta su discurso maximalista y ya me he cansado de oír cómo todos los males de la ciudad son achacables a los partidos del lado contrario independientemente de quién hable. La constructividad brilla por su ausencia, y sí, es posible hacer las cosas mejor porque en los tiempos en que iba a ver los plenos en Santiago recuerdo al entonces alcalde, Gerardo Estévez, dialogar con los demás partidos y llegar a acuerdos por el bien de la ciudad. Algo imposible a día de hoy probablemente.

La inutilidad de los plenos se trasluce incluso en la desidia que hay para colgar las actas de las sesiones. Hace ya años que no lo hacen, aunque durante mucho tiempo al menos ponían unos “extractos” en que podías conocer los acuerdos adoptados, aunque no quién había votado cada cosa como se hacía antes. Esta desinformación no nos permite conocer qué grupos se posicionan a favor o en contra de los asuntos tratados, algo que francamente resulta como mínimo chocante.

Es curioso que nada menos que un 30% de los asuntos tratados este año en el Pleno no tienen absolutamente nada que ver con las competencias municipales. Debatir en el salón de todos los lucenses sobre el “Procés”, el IVA de las peluquerías, la tarifa eléctrica o los parques eólicos está muy bien como divertimento, y sería relevante si los señores concejales estuvieran acodados en la barra de un bar en su tiempo libre, pero no lo veo claro en una institución que se supone que se tiene que ocupar de los problemas locales bajo sus competencias.

Es que son temas que interesan a los lucenses”, podrá decir alguno. También les interesa a muchos cómo queda la Liga y no veo que hablen de eso. Hay que diferenciar entre las propuestas que buscan el voto facilón (que, en realidad, cuenta lo mismo que los otros y por eso se busca) y las que realmente tienen sentido en una ciudad. No tiene lógica perder el tiempo de nuestros próceres locales hablando de cosas que no están bajo sus competencias, y si no les gusta estar tan limitados, preséntense al Parlamento de Galicia o el Congreso de los Diputados.

En Lugo, hablen de Lugo.

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