Ayer tendría que haberse celebrado el Milagro de San Vicente, pero a causa de la situación que vivimos por segundo año se suspendió. La prudencia manda.
Sin embargo, sí se mantuvo la entrega de los reconocimientos de la Asociación a varios compañeros. El acto de entrega tuvo lugar ayer por la tarde, a las 19:30 horas en la Plaza del Campo, frente a nuestra querida fuente de San Vicente, en que se homenajeó a Luis y Maruchi en nombre de la familia de A Tasca, por toda una vida dedicada a la hostelería.
También, por primera vez, se entregó un premio a toda una vida dedicada al comercio, que se inauguró con la familia de Calzados Doval, si bien por solicitud de los interesados su entrega se desarrolló en un acto privado.
Como es habitual se trató de un acto muy sencillo y de corta duración, en el que una vez más nos acompañó la alcaldesa, Lara Méndez, a quien agradezco particularmente su deferencia.
A TASCA
Luis y Maruchi, Maruchi y Luis, han sido durante décadas una referencia indiscutible de la Calle de la Cruz en particular y de la ciudad en general. Su buen hacer tras la barra y los fogones convirtieron A Tasca, un local que la familia de Luis ya llevaba desde hacía décadas, en parada obligatoria en cualquier ruta de los vinos.
Luis comenzó a trabajar en el local de sus padres (que siguen entre nosotros y han disfrutado viendo cómo su legado mejoraba día tras día) a los 14 años, y Maruchi se incorporó en los años 80 tras casarse con él. Uña y carne, compañeros de vida y de negocio, han ocupado un espacio fundamental en nuestras vidas y nuestros corazones.
Los tiempos fueron cambiando durante las más de siete décadas de A Tasca, pero perduró la calidad y el buen servicio, la piedra angular de cualquier negocio que quiera perdurar. La exquisita elaboración de tapas únicas e inolvidables, como el pincho moruno o la ensaladilla de Maruchi, se complementaba con la fantástica atención de Luis y los demás compañeros del local.
Lugo Monumental quiere agradecerles no sólo su buen hacer profesional, sino que han estado siempre entre los colaboradores más activos de esta Asociación. No ha habido iniciativa en que A Tasca no estuviera en primera línea, ni actividad en que no se pudiera contar con ellos. Han sido un faro de amistad y de unión para la zona y estamos seguros de que ahora disfrutarán junto a su familia de una merecedísima jubilación.
Calzados Doval
Nada menos que 81 años fue lo que se mantuvo Calzados Doval, de la mano de la familia del mismo nombre. Abierta en 1939 por Braulio Doval, tras su fallecimiento en 1980 se hizo cargo del negocio su hijo, que mantiene el mismo nombre, Braulio Doval.
Durante estas más de ocho décadas Calzados Doval ha sido un referente no sólo del casco histórico, sino de la ciudad de Lugo y su provincia. Calidad, variedad y una casi obsesiva preocupación por satisfacer a sus clientes han sido la marca de la casa y la explicación de cómo ha podido superar tiempos difíciles para la economía que otras entidades no pudieron resistir.
La fidelidad al buen producto y la atención esmerada de la mano de la familia Doval y sus incombustibles trabajadoras Mari Méndez y Otilia Trigo, han llenado de buenos recuerdos a todos los lucenses que pasaron por el establecimiento, que ocupaba un edificio entero de la calle Conde Pallares lo que, en una ciudad del tamaño de Lugo podría haber parecido excesivo pero que probablemente supuso la clave de su éxito.
Calzados Doval cerró por jubilación, y por eso desde Lugo Monumental queremos hacerle un homenaje a estos excepcionales compañeros, colaboradores en toda cuanta iniciativa se ha desarrollado desde la Asociación y en el casco histórico. Una saga que atesora conocimientos y recuerdos de tantos años de buena profesión y que, además, son unas magníficas personas, lo que es muchísimo más importante.
Con nuestra querida familia Doval, queremos iniciar el reconocimiento a toda una vida dedicada al buen comercio, y no podíamos haber comenzado mejor, con el aplauso a una saga que hizo de Lugo lo que es.
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